Hola familia, ayer en CEADS en la clase de ESDE empezamos a tratar el tema de la obsesión. Es un tema complejo, que demanda atención y estudio para su entendimiento, pero, sobretodo, humildad - ver concepto y causas de la obsesión . ¿Por qué humildad? Porque, como no dejaban de insistir los monitores de la clase de ayer, la obsesión es “cosa de dos”, una relación que se establece entre un encarnado y un desencarnado, dos desencarnados o dos encarnados. No sólo los desencarnados son obsesores; no sólo los encarnados sufren procesos de obsesión. Sin humildad ante este tema, podemos llegar a etiquetar a un espíritu como obsesor, a la persona bajo su influencia como su “víctima”, que los espíritus que se dedican a la obsesión son “los malos de la película” y que los que trabajan en tareas de desobsesión u otra forma de apoyo fraterno en el centro espírita, por ejemplo, son “los buenos”. El tema, sin embargo, es mucho más complejo. La humildad es necesaria al que sufre un proceso