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domingo, 29 de octubre de 2017

Cómo neutralizar las malas influencias - casos prácticos

¡Buenos días!!

Por error hemos publicido mal el texto de previo estudio de esta semana.
Ayer en CEADS, hemos estudiado 3 casos sobre el tema de la última clase del 14 de octubre, por lo que el temario publicado sobre la Comunicabilidad de los Espíritus será desarrollada en la próxima clase del ESDE, prevista para el día 11 de noviembre.

Los monitores nos han presentado 3 casos que ejemplifican la influencia de los espíritus en nuestros pensamientos y acciones diarias.

Antes de entrar en los casos, es valido remarcar que todos somos espíritus, por lo tanto, todos, encarnados y desencarnados, influenciamos los pensamientos y acciones en la sociedad. Es verdad, que los espíritus desencarnados pueden tener más facilidad en influenciarnos pues no estamos tan atentos como estamos con los espíritus encarnados, aunque la regla puede no valer tanto. Veamos los casos y las conclusiones de los grupos del estudio de ayer:


Caso 1

Cuando volví a encontrarme con mi amigo Custodio Saguarema en la Vida Espiritual, después de la efusión afectiva de compañeros separados desde mucho tiempo atrás, la charla se orientó naturalmente hacia comentarios relativos a la nueva situación. Sabía que Custodio pertenecía a una familia espírita y seguramente, en esa condición, habría sacado el máximo de ventajas de la existencia que acababa de abandonar. Pensando en eso aventuré una pregunta, en la expectativa de saberlo con excelente bagaje para ingresar en habitaciones superiores. Sin embargo, Saquarema sonrió vagamente y me informó con la aguda autocrítica que le conocía en el mundo de los encarnados: 
-Bien, mi querido, no aprecias lo que es una obsesión enmascarada, sin ninguna señal exterior. 

La tierra me mandó de vuelta para acá según el viejo principio de «ganó pero no se lo lleva». Acumulé mucha consideración y mucho dinero; sin embargo, retorné mucho más pobre que cuando partí rumbo a la reencarnación... Como percibía que yo no estaba dispuesto a interrumpirlo, continúo:
-No ignoras que renací en un hogar espírita, pero como le sucede a la mayoría de los que reencarnan, llevaba conmigo, ligados a mi clima psíquico, a algunos socios de vicios y extravagancias del pasado, quienes al no tener el vehículo de carne, se valían de mí para vincularse a las sensaciones del plano terrestre, como si yo fuera una vaca en condiciones de cooperar en la alimentación y conducción de una pequeña familia... 

Debes crear que, por mi parte, había retomado el arado de la vida física, llevando un excelente programa de trabajo que, de haber sido atendido me aseguraría un valioso avance en dirección a las vanguardias de la luz. No obstante, mis parásitos espirituales, astutos e inteligentes, actuaban disimuladamente sin que ni en lo más mínimo presintiera su influencia... Y, ¿sabes cómo lo hacían? -¿... ? - Por medio de simples reflexiones íntimas – prosiguió Saquarema desilusionado.— Tan pronto salí de la adolescencia, con una buena dosis de razonamientos lógicos en la cabeza, los instructores amigos me exhortaban, por boca de mis padres, a cultivar el reino del espíritu, refiriéndose al estudio, a la abnegación, al perfeccionamiento, pero, dentro de mí las voces de mis compañeros surgían de mi mente como cursos de agua que fluyen de una vertiente, facilitándome la falsa idea de que hablaba conmigo mismo: «¿Cosas del alma, Custodio? Nade de eso. 

Este momento es para que vivas la juventud, la alegría, el sol... Deja la filosofía para después...». Transcurrido algún tiempo me gradué como Bachiller. Las advertencias provenientes del hogar se hicieron sentir con más intensidad, convocándome al deber; sin embargo, mis seguidores, hasta entonces invisibles para mí, replicaban también con una burla que los demás no oían: «¿Ahora? No es el momento oportuno. ¿De qué manera vas a armonizar la carrera que acabas de empezar con asuntos de religión? ¡Custodio, Custodio!... Respeta la opinión de la mayoría, ¡no te hagas el loco!...». Me casé y poco después llamamientos a la espiritualización recrudecieron a mí alrededor. Mis hábiles explotadores, sin embargo, comentaron con vivacidad:» ¡No cedas, Custodio! ¿Y las responsabilidades de familia? Es preciso trabajar, ganar dinero, obtener una posición, cuidar de la mujer y los hijos...». 



La muerte me quitó a mis padres y yo, abogado y dedicado a las finanzas, ya en la madurez oía todavía a los Buenos Espíritus, por intermedio de compañeros aplicados, que me exigían dedicarme a la elevación moral poniendo en ejecución los compromisos asumidos; no obstante, dentro de mi casa interior se acrecentaban los argumentos de mis obsesores inflexibles: «Custodio, tienes muchas ocupaciones... ¿Cómo vas a dedicar menos tiempo a los negocios? ¿Y la vida social? Piensa en la vida social.. No estás preparado para la siembre de la fe.» Enseguida, amigo mío, llegaron la vejez y la enfermedad, esas dos enfermeras del alma que vivían dándose la mano en la Tierra. 

Empecé a sufrir y a desengañarme. Algunos escasos amigos que me visitaban en mi ancianidad, me trasmitían las postreras invitaciones de la Espiritualidad Mayor, insistían conmigo, esperando que me consagrara a los sagrados asuntos del alma; sin embargo, desde entonces, los gritos de mis antiguos parásitos fueron más intensos, más irónicos, me inspiraban sarcasmo como si fuera yo mismo el que me ridiculizaba: ¡¿Tú, viejo Custodio?! ¿Qué vas a hacer con el Espiritismo? Es demasiado tarde... Profesión de fe, mensajes del otro mundo... ¿Qué se dirá de ti, mi viejo? Tus mejores amigos hablarán de locura, de senilidad... No tengas dudas... Tus propios hijos te privarán de derechos, como si fueras un enfermo mental, inepto para administrar ningún interés económico... Ya se te pasó el tiempo para eso...» Saquarema me dirigió una significativa mirada y concluyó: 
-Mis perseguidores no maltrataron mi cuerpo ni me turbaron la mente. Alimentaron tan sólo mi comodidad y con eso me impidieron todo avance renovador. Vuelvo de la Tierra, querido, imitando al labrador endeudado que regresa, con las manos vacías, de un campo fértil donde podría haber acumulado inimaginables tesoros... Sé que tú todavía escribes para los hombres, nuestros hermanos. 

Cuéntales mi pobre experiencia; cuando estés junto a ellos refiérete a la obsesión pacífica, peligrosa, enmascarada... ¡Diles algo acerca del valor del tiempo, de la grandeza potencial de cada momento, dentro de la peregrinación humana! 

Abracé a Saquarema que quedaba con la esperanza puesta en nuevas oportunidades, prometiendo atender su solicitud. Y aquí transcribo su enseñanza personal, que podrá servir a muchos, a pesar de que tengo la certeza de que si ahora yo estuviera reencarnado en la Tierra y recibiera de alguien semejante lección, tal ves estuviera muy poco dispuesto a aprovecharla. 

Comentarios del Caso 1
Existe una sentido de pertenencia que, muchas veces, nos "fuerza" a ajustar quienes somos para ser acepto por la sociedad, principalmente en la juventud. Hay mucha presión de la sociedad para que "seas" lo que les parece cierto, anulando cualquier tipo de pensamiento fuera de lo dicho "normal".
En la mayoría de las veces no somos capaces de percibir esa presión, y si añadimos alguna prueba espiritual, como el ejemplo de Custodio, puede ser muy difícil imponer ante la vida lo que realmente queremos hacer. Concluimos que nunca es tarde para empezar nuestra auto-reforma, conocerse a si mismo, cambiar (aunque no es fácil) pero feliz será de aquel que lo logra empezar.


Caso 2

Marques, el ex-presidente del centro espírita hablaba a su compañero: 
-Tendremos asamblea general pasado mañana y estoy recopilando los documentos. Veremos quién puede más. Desmoralizaré a los holgazanes. 
Y Osorio, el amigo fiel, alegaba: -Tenga más calma. Ud. Fue presidente durante muchos años. Siempre respetado. Siempre querido. Recordemos nuestras reuniones. Nuestro amigo Dias da Cruz, al que Ud. conoció tan de cerca cuando todavía estaba en este mundo, prometió ayudarlo hasta el final... 
-Sé que estoy protegido – decía Marques, mesándose nerviosamente la barba blanca – pero voy a poner las cosas en platos limpios. La dirección fue tomada por asalto. Son muchos los que quieren hacer de esta casa un plato sucio. -Marques, la ironía es un veneno. -Tengo fotocopias, fotografía, informaciones y muchos papeles importantes para mostrar el pasado de esos oportunistas. 
Todo el material será exhibido en la asamblea. Algunos de esos compañeros descarriados pueden merecer la cárcel. -¡Medite, Marques, medite! – pedía Osorio- Lo que pasó, pasó... Agitar el fondo de un pozo es hacer lodo. Ore. Pida el amparo de lo Alto. 
Y, por invitación del amigo, los dos se pusieron a orar, rogando protección espiritual Luego regresaron a la casa de Marques, donde Osorio vería la forma de restar valor a las pruebas. Al buscar el libelo, el dueño de casa oyó de la asistenta, que había ingresado el día anterior, la extraña explicación: -Señor Marques, todos los papeles que Ud. Dejó desparramados sobre las sillas, con fotografía y diarios viejos, se los entregué al basurero cuando pasó por aquí el camión. -¡Dios mío! – gritó el anciano, cruzando las manos sobre su cabeza, ante Osorio que sonreía - ¡era el trabajo de ocho meses! Y la joven replicó ingenuamente, sin saber que estaba dando la definición moral: -¡Pero era mucha suciedad!...

Comentarios del caso 2
Los buenos espíritus influyen en la mayoría de las circunstancias a fin de cambiarlas para el bien. Ni siempre estamos atentos a esos cambios sutiles en el rumbo de los acontecimientos, pero cuando estamos en la senda del bien, aunque aún no seamos buenos, la Espiritualidad amiga nos ampara con algunos "cambios" de la realidad, a fin de evitar venganzas y buscar soluciones al conflicto.
Puede que nos parezca de la "ayuda" de la espiritualidad haya auxiliado a los que serian atacados por Marques pero él ha sido el verdadero auxiliado.



Caso 3

La charla se centraba en el estudio de las tentaciones y Jesús contó, sonriente: 
-Un valeroso servidor del Padre trabajaba con desenvoltura en una populosa ciudad de pecadores, con tan grande devoción a la fe y a la caridad que los Espíritus del Mal perdieron la paciencia al contemplar tanta abnegación y desinterés. 
Después de haberle armado las más peligrosas celadas, sin ningún resultado, enviaron un delegado ante el Genio de las Tinieblas, a fin de escuchar su opinión al respecto. 
Uno de ellos, de conciencia endurecida, recibió el encargo y partió. El Gran Adversario escuchó el caso atentamente y solicitó al Diablo Menor que manifestase sus sugerencias. 
El subordinado habló con énfasis: 
-¿No podríamos despojarlo de todos sus bienes? 
-Esto no- dijo el perverso orientador-; para un siervo de ese temple, la pérdida de los recursos materiales es una liberación.
De tal manera encontraría mil medios diferentes para aumentar sus tributos a la humanidad. -Entonces, castigaremos a su familia, dispersándola y forzando a sus hijos a llenarlo de oprobio e ingratitud...- aventuró el pequeño perturbador, reticente. 
El perseguidor mayor, mientras tanto, soltó una fuerte carcajada y objetó: -¿No ves que de ese modo se integraría fácilmente con la familia total que es la multitud? El embajador, contrariado, acentuó: -Tal vez será conveniente que flagelemos su cuerpo; lo acribillaremos con heridas y tormentos. 
-Nada de esto- agregó el genio satánico-, él encontraría medios para poner más fervor en su confianza y aprovecharía la ocasión para provocar la renovación íntima de mucha gente, mediante el ejercicio de la paciencia y la serenidad frente al dolor. 
-¡Instigaremos la calumnia, la sospecha y el odio gratuito en contra de él! – clamó el emisario. 
-¿Para qué? – replicó el Espíritu de las sombras.- Se transformaría en un mártir, redentor de muchos. Se valdrá de cualquier persecución para enaltecerse mejor ante el Cielo. Exasperado, entonces, el demonio menor adujo: 
-¿Qué dices?- refutó la inteligencia perversa- la muerte le parecería la más dulce bendición, porque habrá de conducirlo a las glorias del Paraíso. Y la ver que el aprendiz, vencido, se quedaba humildemente callado, el Adversario Mayor hizo un expresivo movimiento con los ojos y aconsejó, locuaz: 
-No seas necio. Regresa y di a ese hombre que es un cero en la Creación, que no pasa de un miserable gusano ignorado... 



Oblígalo a conocer su propia pequeñez, para que jamás se engrandezca y verás... El enviado regresó satisfecho y puso en práctica el método aconsejado.
Rodeó al valiente servidor con pensamientos de desvalorización, acerca de su pretendida insignificancia y le disparó preguntas mentales como las siguientes: 
«¿Cómo te atreves a admitir algún valor en tus obras, si no sirven para nada? ¿No te sientes un simple juguete de las pasiones inferiores de la carne? ¡No te avergüenza la animalidad que traes en tu ser! ¿Qué puede un grano de arena perdido en el desierto? ¿No te das cuenta de que tu posición es como la de un anónimo fragmento de todo?» 
El valiente colaborador interrumpió las actividades que le correspondían y luego de escuchar demoradamente las peligrosas insinuaciones, olvidó que el olivo frondoso comienza en el brote frágil y se recostó, desalentado, en el lecho del desánimo y la humillación, para despertar recién en el momento en que la muerte descubría ante él panorama de la vida infinita. Jesús se quedó en silencio, contemplando la noche calma... Simón Pedro pronunció una sentida oración y los apóstoles, en compañía de los demás, se despidieron, esa vez meditabundos y asustados.

Comentarios del caso 3
Jesús nos ha enseñado que no existe mejor camino hacía la felicidad que el desapego de los vicios, la atención a las acciones y la oración meditativa de consuelo y fortaleza.
Aunque creamos que los pensamientos solamente son poderosos si son llevados a la acción, desconoce totalmente la verdadera esencia de su acción, fuerza creadora y material que viaja por el Universo, influenciando a todos y al todo.
Los espíritus ignorantes del bien están muy atentos a nuestros defectos y se aprovechan de ellos para manipular, sea por venganza o aburrimiento, nuestras acciones diarias. Si conocemos donde nos aprieta el zapato, sabremos con humildad que allí es donde hay que llevar nuestra vigilancia y trazar planos de mejoría para nuestra existencia.


¡Os deseamos una feliz semana!


miércoles, 25 de octubre de 2017

Esta semana tenemos...

¡Muy buenas noches!!

Mañana, jueves, toca al Grupo de Estudios de Libros Espíritas, seguir con el estudio del libro "Misioneros de la luz", tercera obra de la colección "La vida en Mundo Espiritual", psicografiado por Chico Xavier y dictado por el Espíritu del médico Andre Luiz.

Esa colección es obra complementaria del Pentateuco Espírita, según la siguiente cronologia:

  1. Nuestto Hogar
  2. Los mensageros
  3. Misioneros de la luz
  4. Obreros de la vida eterna
  5. En el Mundo Mayor
  6. Libertación
  7. Entre la Tierra y el Cielo
  8. En los dominios de la mediumnidad
  9. Acción y reacción
  10. Evolución en dos mundos
  11. Mecanismos de la mediumnidad
  12. Sexo y destino
  13. Y la vida continua...
Ya el Sábado, tenemos la Educación Espírita Infantil para los peques, y a los adultos toca seguir estudiando la Doctrina Espírita, con el tema "Comunicabilidad de los Espíritus", os dejamos el texto para previo estudio, así como indicaciones de las bibliografías complementarias. Todo el material podrás incluir en la biblioteca virtual gratuita de la Federación Espírita Española.


Comunicabilidad de los Espíritus

La comunicabilidad de los Espíritus con los encarnados no es un hecho reciente sino antiquísimo, con la única diferencia de que en el pasado era privilegio de los llamados iniciados y en la actualidad, con el advenimiento del Espiritismo, se transformó en un fenómeno generalizado a todos los estratos sociales. La posibilidad de que los Espíritus se comuniquen es una tesis muy bien demostrada, resultado de las observaciones y experiencias rigurosamente realizadas por eminentes investigadores. Los espíritas no tienen dudas al respecto; sin embargo, hay quienes abrazan corrientes religiosas diferentes a la Doctrina Espírita, que buscan criticarla llamando la atención, entre otras cosas, sobre la prohibición mosaica de evocar a los muertos. En la ley mosaica está escrito: «(...) No recurráis a las predicciones ni a magos, no los busquéis ni os contaminéis con ellos: Yo soy el Señor vuestro Dios. (...)» (7)

«(...) Cuando pues algún hombre o mujer tuviere en sí un espíritu adivinador o que fuera mago, seguramente morirá: con piedras serán apedreados; su sangre está sobre ellos.» (8) «(...) No encontrará entre vosotros quien haga pasar por el fuego a su hijo o a su hija, ni quien sea adivinador, ni profetizador, ni agorero, ni hechicero; Ni quien use sortilegios, ni quien consulte un espíritu adivinador ni mágico, ni quien consulte a los muertos; Pues todo aquel que hace tal cosa hace abominación al Señor; y por estas abominaciones el Señor vuestro Dios las arroja lejos de Él. (...)» (6) Si la ley de Moisés debe ser tan rigurosamente observada en este punto, forzoso es que lo sea igualmente en todos los otros. ¿Por qué habría de ser buena en lo relativo a las evocaciones y mala en otras de sus partes? (...) Si se reconoce que la ley mosaica ya no está de acuerdo con nuestra época y costumbres, en algunos casos, la misma razón puede ser aplicada a la prohibición de la que se trata. Además, es preciso considerar los motivos que justificaban esa prohibición y que hoy han desaparecido por completo. El legislador hebreo quería que su pueblo abandonase todas las costumbres adquiridas en Egipto, donde las evocaciones estaban en uso y daban lugar a abusos (...).» (1)



«La prohibición de Moisés estaba dirigida a frenar un intercambio grosero y perjudicial con los Espíritus liberados del envoltorio carnal. Los israelitas necesitaban una acción que impusiera más disciplina porque, además de todo «(...) la evocación de los muertos no estaba originada en sentimientos de respeto, afecto o piedad para con ellos, sino que era un recurso para hacer predicciones, tanto como los augurios y presagios, explotados por el charlatanismo y la superstición. (...)» (2) En aquella época, aliado a la práctica pura y simple de evocar a los muertos, había un verdadero comercio con los adivinadores «(...) asociado a las prácticas de magia y sortilegio, que eran acompañadas hasta de sacrificios humanos. (...)» (2) La prohibición tenía, pues, razón de ser. En los días actuales el ser humano ha logrado nuevos conquistas, el progreso se ha hecho debido al predominio de la razón y la práctica del intercambio espiritual o mediúmnico, defendida por el Espiritismo, tiene otras finalidades: como son la moralizadora, la consoladora y la religiosa. «(...) La verdad es que el Espiritismo condena todo lo que motivó la interdicción de Moisés; (...)» (2) Los espíritas no hacen sacrificios humanos, no interrogan a los astros ni a adivinos o magos para informarse de cosa alguna, no usan insignias, talismanes ni fórmulas sacramentales o cabalísticas para atraer o alejar a los Espíritus. 

El espírita sincero sabe que «(...) el futuro está vedado al hombre por principio y sólo en casos rarísimos y excepcionales Dios permite que sea revelado. Si el hombre conociera el futuro sería negligente en el presente y no actuaría con la misma libertad. (...)» (4) La evocación de los Espíritus ejercida en la práctica espírita tiene el propósito de recibir consejos de los Espíritus Superiores, de moralizar a quienes están encaminados hacia el mal y continuar con las relaciones de amistad y amor entre los seres que se quieren y que han compartido o no, la experiencia de la reencarnación. Por las orientaciones instructivas y altamente moralizadoras proporcionadas por los benefactores espirituales, por el valioso aprendizaje ofrecido por los espíritus sufridores, se llega a la conclusión de que la práctica mediúmnica es un factor de progreso humano, por los beneficios que acarrea. «(...) Sin dudas, tan poderoso instrumento puede convertirse en lamentable factor de perturbación, teniendo en vista el nivel espiritual y moral de quien se encuentra investido de tal recurso.

No es una facultad portadora de requisitos morales. La moralización del médium es la que lo libera de la influencia de los Espíritus inferiores y perversos que se sienten, entonces, imposibilitados de mayor predominio por faltarles los vínculos para la necesaria sintonía. (...)» (9) «Rechazar las comunicaciones de ultratumba es repudiar el medio más poderoso de instruirse, ya sea por la iniciación en los conocimientos de la vida futura o por los ejemplos que tales comunicaciones nos proporcionan. Además de eso, la experiencia nos enseña el bien que podemos hacer al desviar del mal a los Espíritus imperfectos, ayudando a los que sufren a desprenderse de la materia y a perfeccionarse. Proscribir las comunicaciones es, por lo tanto, privar a las almas sufrientes de la asistencia que podemos y debemos dispensarles. (...)» (3)


01. KARDEC, Allan. De la Prohibición de Evocar a los Muertos. En:___. El Cielo y el
Infierno. Buenos Aires, Editorial Kier, 1966.
02. ___. Ítem 04.
03. ___. Ítem 15.
04. ___. Intervención de los Demonios en Las Manifestaciones Modernas. En:___. El
Cielo y el Infierno. Buenos Aires, Editorial Kier, 1966. Ítem 10.
05. ____. El Libro de los Espíritus. Trad. Alberto Giordano: 3. ed. Buenos Aires, Editora
Argentina «18 de Abril», 1983. Introducción, ítem 06.
06. Deuteronomio, 18:10-12
07. Levítico, 19:31
08: Levítico, 20:27
09. FRANCO, Divaldo Pereira. Mediunidade. In:___. Estudos Espíritas.Pelo Espírito
Joanna de Ângelis. Rio de Janeiro, FEB, 1982. p. 138.


¡Nos vemos en CEADS!



domingo, 22 de octubre de 2017

Trabajo altruísta sí, improvisación no

Ayer en CEADS nuestro buen amigo David Santamaría nos ofreció la conferencia "Dificultades en la práctica mediúmnica".

El amigo habló desde su profundo conocimiento de la doctrina espíritu aliado a la experiencia práctica acumulada durante décadas de labor mediúmnica.

El amigo empezó aclarando que vulgarmente se dice "hagamos espiritismo", cuando en realidad lo que se quiere decir es "hagamos una reunión mediúnica". Así como la mediumnidad es una facultad natural, humana, no circunscrita al círculo espírita, la práctica mediúmnica también puede ser realizada por cualquier persona o grupo de personas y en cualquier lugar. Lo que caracteriza las reuniones mediúmnicas realizadas en el ámbito de la doctrina espírita, que deben ocurrir en los centros Espíritas con fecha y hora acordadas y observadas con disciplina, es la clase de propósitos de los participantes, por una parte, y su formación, por otra. Los propósitos que mueven los participantes en una reunión mediúmnica deben ser totalmente altruistas, de solidaridad con el dolor en ambos lados de la vida y de disposición para el trabajo anónimo, disciplinado y amoroso. estas personas deben conocer bien la doctrina y las características de la facultad mediumnica, buscando con humildad y constancia ampliar su cultura doctrinaria.


En los centros espíritas, no se improvisan reuniones mediúmnicas ni grupos mediúmnicos. Debe haber afinidad y verdadero amor entre los trabajadores de estas sesiones, ya que el egoísmo, la envidia, los celos y todos los sentimientos inferiores son poderosas armas que los espíritus ignorantes del bien manipulan para abrir brechas en el trabajo, dividir equipos y obstaculizar el socorro bendito que se ofrece a seres que parten de la esfera terrestre aún despreparados para la vida en el plano espiritual.


Nos contó David que el trabajo que se realiza en las reuniones mediúmincas no es imprescindible. La espiritualidad dispone de recursos y métodos para ayudar los desencarnados. Sin embargo, dándonos la oportunidad de realizar dichas reuniones, nos ofrece trabajo digno en el bien, posibilidad de rescate de faltas pasadas, educación moral, sentimental y mental. Los principales beneficiarios, está claro, son los encarnados, que se deben esforzar por el cultivo de elevación de principios y amor al prójimo.

Son extremadamente complejos los tipos de interacciones que pueden ocurrir durante una reunión mediúmnica, a la que acuden, del lado de los encarnados: el director o dialogador, el médium y asistentes que apoyan energéticamente el trabajo. Del lado de los desencarandos, acuden o son traídos los espíritus comunicantes y el equipo espiritual responsable de la tarea. Es aconsejable que los grupos mediúmnicos sean pequeños, ya que cuanto más grandes, más difícil será conseguir que exista armonía ente sus participantes.


Para los que no han disfrutar de la conferencia de David y para los que la queremos volver a disfrutar, próximamente estará disponible en nuestro canal de You Tube. Con los corazones agradecidos por la oportunidad de aprendizaje, nos despedimos de todos pidiendo a la espiritualidad amiga que derrame sobre el planeta una fina lluvia desamor y paz.

domingo, 15 de octubre de 2017

Dime quien eres y te diré con quien andas

¡Buenas tardes!!

Hay quien crea que hemos escrito mal el famoso refrán, pero... ¡lo explicaremos!

Ayer estuvimos estudiando las influencias de los espíritus en nuestros pensamientos, tema desarrollado por el Estudio Sistematizado de la Doctrina Espírita que llevamos al cabo los segundos y cuartos Sábados de mes.

Os dejamos el material utilizado por los monitores de la clase de ayer:

https://issuu.com/ceads/docs/esde_14_octubre




Y, en resumen del estudio en grupo, hemos concluido:

- Los espíritus influencian nuestros pensamientos según nuestra sintonía; de esa manera cabe recordar que también somos espíritu e influenciamos los pensamientos de los demás también.

- Todo lo que pensamos viaje por el Fluido Cósmico Universal, como ondas criadas por tirar una piedra en un lago, pero sin las limitaciones del lago. El FCU es infinito, y de allí nuestra responsabilidad en los pensamientos de emitimos a todos los demás.

- Debemos cuidar nuestra casa mental para que no sintonicemos con espíritus que podamos vincularnos a través de alguna simbiosis energética-física;

- No existe víctimas ni verdugos en las sintonias por vicios, sean físicos o morales, todos pierden con las malas decisiones;

- Aunque la sintonía pueda ser limitada, no siendo una obsesión en si misma, puede estimular a una verdadera o iniciarse con la mala tendencia;

- Nos es mucho más fácil sintonizar con los espíritus igual a nosotros, podo desarrollados moralmente, que mantener la sintoniza constante con nuestros espíritus protectores;

- Nos es muy valido recordar el poder de la oración para los momentos de dolor y no olvidar de los buenos momentos para agradecer;

- Tenemos varias maneras de neutralizar los malos pensamientos, la primera es mantener nuestra mente en el bien, también podemos practicar el bien con los demás, con nosotros mismos, etc.

- No hay que dar mucha importancia si son nuestros pensamientos o si son de otros. Lo más importante es pasar por el cribo de la razón y de la moral enseñada por Jesús. Si es para el bien, tomémosla y aprovechamos esos buenos consejos para evolucionar; si están contra el bien, rechacémolas definitivamente. Ya las personas con mediumnidades más desarrolladas, podrán detectar con algo más de clareza, si están educados, si son pensamientos propios o si son de ajenos.

Por eso, atraemos, según la Ley de Afinidad, a las personas que comparten con nosotros los mismos gustos y las mismas tendencias; el refrán "Dime con quién andas, y te diré quién eres" no es del todo incorrecto, pero saber quien somos, podremos saber quien atraemos para nuestro convivo diario.

"Vigilad y orad, pedid y se os dará."

Mantengamos nuestros pensamientos en vigilia constante, oremos para solicitar el amparo necesario para no caer en nuestros propios vicios, perjudicando a si mismo y a los demás; pidamos paz, seamos paz, y se nos dará paz.


¡Feliz semana!

domingo, 8 de octubre de 2017

De dolor y sufrimiento

Hola familia,

ayer en CEADS nos dedicamos al Estudio Sistematizado del Evangelio. reflexionamos sobre las causas de las aflicciones que experimentamos en la vida a partir de lo que nos dice la Doctrina Espírita.

El tema en sí es "adolorido", ya que el que se enfrenta a situaciones difíciles, sea en el campo que sea (emocional, económico, salud o social) tiene sed de amor y comprensión, desea sobretodo palabras de alivio para sus aflicciones. Además, el dolor pica a la puerta de todos, antes o después. Seamos ricos o pobres, hombres, mujeres, de todas las partes del mundo, estamos viviendo, hemos vivido o viviremos alguna situación dolorosa en nuestras vidas. En el actual nivel evolutivo de nuestro planeta, el dolor es parte de la pedagogía cósmica. Todavía tenemos que experimentar situaciones dolorosas para aprender y evolucionar.


La Doctrina espírita nos invita a meditar con la lógica: partimos del presupuesto de que las leyes naturales son perfectas, Dios es justo y por tanto, lo que sucede es correcto. Si no encuentro la causa de mi sufrimiento en el presente, es que está en el pasado. Muchas veces suceden cosas que nos nos gustan, acontecimientos en nuestras vidas que nos hacen preguntar ¿por qué? ¿Por qué a mí? El olvido del pasado borra momentáneamente de nuestras conciencias las causas de nuestras pruebas, pero basta con meditar sobre la clase de expiación a la que nos enfrentamos, para poder imaginar qué tipo de mal podríamos haber hecho en encarnaciones pasadas para necesitar esta experiencia de aprendizaje.

Lo más importante, sea cual sea la prueba a la que nos enfrentemos, es sacar lo mejor de nosotros ante cada situación. Con fe, esperanza y honradez, cada prueba se convierte en un ejercicio de dignidad que nos ayuda a reequilibrar las cuentas pendientes con la propia conciencia. Sin auto-conmiseración, pero pleno en auto-amor, el corazón que se ha abierto a las verdades espirituales acepta sin rebeldía el dolor de cada día sin caer en sufrimientos. Este corazón ha comprendido que el dolor es necesario, el sufrimiento es opcional.


El espírita no se enfrenta a menos probelmas en su vía, pero sí debe hacerlo con fe, esperanza e incluso gratitud. El dolor nos ofrece una oportunidad de crecimiento espiritual. ¿Quién de nosotros está en condiciones de rechazar algo así?

¡Que la espiritualidad amiga nos de fuerzas para seguir viviendo, creciendo y evolucionando siempre!

Sea.  

jueves, 5 de octubre de 2017

Lo que tenemos para este Sábado...

¡Muchas noches, familia!!

Este Sábado nos toca el estudio sistematizado del Evangelio según el Espiritismo. Os dejamos el texto para la lectura previa:

CAPÍTULO V - Bienaventurados los afligidos

Causas anteriores de las aflicciones 

6. Pero si bien hay males cuya primera causa es el hombre en esta vida, hay otros a los que es extraño enteramente, al menos en apariencia, y que parecen herirle como por una fatalidad. Tal es, por ejemplo, la pérdida de los seres queridos y de los que son el sostén de la familia; tales son también los accidentes que ninguna previsión puede evitar, los reveses de la fortuna que burlan todas las medidas de la prudencia, las plagas naturales, las dolencias de nacimiento, particularmente aquellas que quitan al desgraciado los medios de ganarse la vida con su trabajo, las deformidades, el idiotismo, la imbecilidad, etc. Los que nacen en semejantes condiciones, seguramente no han hecho nada en esta vida para merecer una suerte tan triste, sin compensación y que no podían evitar; que están en a imposibilidad de cambiarla por sí mismos y que les deja a merced de la conmiseración pública. ¿Por qué, pues, tantos seres desgraciados, mientras que a su lado, bajo un mismo techo, en la misma familia, hay otros favorecidos en todos conceptos? ¿Qué diremos, en fin, de esos niños que mueren en edad temprana y no conocieron, de la vida más que los sufrimientos? Problemas que ninguna filosofía ha podido aún resolver, anomalías que ninguna religión ha podido justificar y que serían la negación de la bondad, de la justicia y de la providencia de Dios, en la hipótesis de que el alma es creada al mismo tiempo que el cuerpo, y que su suerte está irrevocablemente fijada después de una estancia de algunos instantes en la tierra. ¿Qué han hecho esas almas que acaban de salir de las manos del Creador para sufrir tantas miserias en este mundo, y para merecer en el porvenir una recompensa o un castigo cualquiera, cuando no han podido hacer ni bien ni mal? Sin embargo, en virtud del axioma de que "todo efecto tiene una causa", esas miserias son efectós que deben tener una causa; y desde el momento en que admitimos un Dios justo, esa causa debe ser justa, luego, precediendo siempre la causa al efecto, y puesto que aquélla no está en la vida actual, debe ser anterior a esta vida, es decir, pertenecer a una existencia precedente. Por otra parte, no pudiendo Dios castigar por el bien que se ha hecho ni por el mal que no se ha hecho, si somos castigados, es que hemos hecho mal si no lo hemos hecho en esta vida, lo habremos hecho en otra. Esta es una alternativa de la que es imposible evadirse, y en la que la lógica dice de qué parte está la justicia de Dios. El hombre, pues, no es castigado siempre o completamente castigado, en su existencia presente; pero nunca se evade a las consecuencias de sus faltas. La prosperidad del malo sólo es momentánea, y si no expia hoy, expiará mañana, mientras que el que sufre, sufre por expiación de su pasado. La desgracia que en un principio parece inmerecida, tiene su razón de ser, y el que sufre puede decir siempre: "Perdonadme, Señor, porque he pecado". 

7. Los sufrimientos por causas anteriores, son, a menudo, como los de las faltas actuales; consecuencia natural de la falta cometida; es decir, que por una justicia distributiva rigurosa, el hombre sufre lo que ha hecho sufrir a los otros; si ha sido duro e inhumano, podrá a su vez ser tratado con dureza y con inhumanidad; si ha sido orgulloso, podrá nacer en una condición humillante; si ha sido avaro y egoísta y ha hecho mal uso de su fortuna, podrá carecer de lo necesario; si ha sido mal hijo, los suyos le harán sufrir. Así es como se explican, por la pluralidad de existencias y por el destino de la tierra como mundo expiatorio, las anomalías que presenta la repartición de la felicidad y la desgracia entre los buenos y malos en la tierra; esta anomalia sólo existe en apariencia, porque se toma su punto de vista desde la vida presente; pero si uno se eleva
con el pensamiento de modo que pueda abrazar una serie de existencias, verá que a cada uno se le ha dado la parte que merece, sin perjuicio de la que se le señala en el mundo de los espíritus, y que la justicia de Dios jamás se interrumpe. El hombre nunca debe perder de vista que se halla en un mundo inferior, donde sólo permanece por sus imperfecciones. A cada vicisitud debe decirse que si perteneciera a un mundo más adelantado, no le sucederia esto, y que de él depende el no volver aquí trabajando para su mejoramiento. 

8. Las tribulaciones de la vida pueden ser impuestas a espíritus endurecidos o demasiado ignorantes para hacer una elección con conocimiento de causa; pero son elegidas libremente y aceptadas por los espíritus arrepentidos que quieren reparar el mal que han hecho y acostumbrarse a obrar mejor. Lo mismo sucede con el que, habiendo cumplido mal su tarea, pide que se le deje empezar de nuevo para no perder el beneficio de su trabajo. Estas tribulaciones son, pues, a la vez, expiaciones por el pasado que castigan y prueban para el porvenir que preparan. Demos gracias a Dios porque en su bondad concede al hombre la facultad de la reparación y no le condena irrevocablemente por una primera falta. 



9. Tampoco debe creerse que todo sufrimiento en la tierra sea necesariamente indicio de una falta determinada; a menudo son simples pruebas elegidas por el espíritu para acabar su purificación y activar su adelantamiento. Así es que la expiación sirve siempre de pruebas, pero la prueba no es siempre una expiación; pruebas o expiaciones son siempre señales de una inferioridad relativa, porque el que es perfecto no tiene necesidad de ser probado. Un espíritu puede, pues, haber adquirido cierto grado de elevación, pero queriendo aún adelantar más, solicita una misión, una tarea que cumplir, por lo que será tanto más recompensado si sale victorioso, cuanto más penosa haya sido la lucha. 
Tales son, especialmente, esas personas de instintos naturalmente buenos, de alma elevada, de nobles sentimientos innatos, que parece que nada trajeron de malo de su existencia precedente, y que sufren con una resignación muy cristiana los más grandes dolores, pidiendo a Dios sobrellevarlos sin murmurar. Por el contrario, se pueden considerar como expiaciones las aflicciones que excitan la murmuración y conducen al hombre a rebelarse contra Dios. El sufrimiento que no excita murmuraciones, sin duda puede ser una expiación; pero más bien indica que ha sido escogido voluntariamente y no impuesto, y la prueba de una fuerte resolución es señal de progreso. 

10. Los espíritus no pueden aspirar a la perfecta felicidad, sino cuando son puros; toda mancha les cierra la entrada de los mundos dichosos. Lo mismo sucede a los pasajeros de una embarcación infestada por la peste, a los que les está prohibido entrar en la ciudad hasta que se hayan purificado. Los espíritus se despojan poco a poco de sus imperfecciones en sus diversas existencias corporales. Las pruebas de la vida perfeccionan cuando se sobrellevan bien; como expiaciones, borran las faltas y purifican; es el remedio que limpia la llaga y cura al enfermo; cuanto más grave es el mal, más enérgico debe ser el remedio. El que sufre mucho debe decir que tenía mucho que expiar, y alegrarse de curar bien pronto; depende de él hacer este sufrimiento provechoso con su resignación y no perder el fruto con sus murmuraciones, pues no haciéndolo así, tendría que empezar de nuevo. Olvido del pasado 11. En vano se objeta el.olvido como un obstáculo para que se pueda aprovechar de la experiencia de las existencias anteriores. Si Dios ha juzgado conveniente echar un velo sobre el pasado, es porque debe ser útil.



En efecto, este recuerdo tiene inconvenientes muy graves; podría en ciertos casos humillarnos excesivamente, o bien exaltar también nuestro orgullo, y por lo mismo, poner trabas a nuestro libre albedrío; en todos los casos, hubiera ocasionado una perturbación inevitable en las relaciones sociales. El espíritu renace a mentido en el mismo centro en donde vivió, y se encuentra en relaciones con las mismas personas, a fin de reparar el mal que les ha hecho. Si reconociese en ellas a las que ha odiado, su encono despertaría quizá, y en todos casos, se vería humillado ante los que hubiera ofendido. Dios nos ha dado para mejorarnos precisamente lo que nos es necesario y puede bastarnos: la voz de la conciencia y nuestras tendencias instintivas y nos quita lo que pudiera dañarnos. El hombre al nacer trae consigo lo que ha adquirido; nace según ha querido él mismo; cada existencia es para él un nuevo punto de partida; poco le importa saber lo que era; es castígado por el mal que ha hecho; sus actuales tendencias malas son indicio de lo que debe corregir, y sobre esto debe concentrar toda su atención, porque de lo que se ha corregido completamente, no queda ya rastro. Las buenas resoluciones que ha tomado son la voz de la conciencia que le advierte de lo que es bueno o malo, y le da fuerza para resistir a las malas tentaciones. Por lo demás, ese olvido sólo tiene lugar durante la vida corporal. Cuando entra en la vida espiritual, el espíritu recobra el recuerdo del pasado; así, pues, sólo es una interrupción momentánea, como sucede en la vida terrestre durante el sueño, lo que no impide que al día siguiente se acuerde de lo que hizo la vigilia y los días precedentes. No es sólo después de la muerte cuando el espíritu recobra el recuerdo de su pasado; se puede decir que no lo pierde nunca;. porque la experiencia prueba que en la encarnación, durante el sueño del cuerpo, cuando goza de cierta libertad el espíritu tiene conciencia de sus actos anteriores; sabe por qué sufre y que sufre justamente; el recuerdo sólo se borra durante la vida exterior de relaciones. Pero a falta de un recuerdo preciso que podría serle muy penoso y perjudicarle en sus relaciones sociales, saca nuevas fuerzas en estos instantes de emancipación del alma, si supo aprovecharlos.

¡Nos vemos en CEADS!

domingo, 1 de octubre de 2017

Los reinos de la naturaleza

¡Buenas tardes!!

Ayer tuvimos una super clase con Andrea y Jutta Firenze sobre la evolución del principio inteligente, desde su primer momento en el reino mineral hasta llegar a la forma hominal.

Hay que recordar que el ser hominal no es el último escalón de la jerarquía evolutivo, todavía nos queda llegar a ser puros, perfectos, que podemos clasificar como angelical. Tampoco sabemos si este sería el último escalón, todavía sabemos muy poco de esos niveles superiores, pero estamos seguros de lo que tenemos que hacer ahora mismo para mejorar nuestra estadía en los dos lados de la vida.

Lo más difícil es ponerlo en práctica, pero, ¿Hay prisa? ¿Todo tiene su momento? El mineral pasa el tiempo necesario en su estado hasta aprender el automatismo de unificación de la materia, evolucionando su principio inteligente llegado el momento. ¿No sería así en todos los reinos?

Llegado el momento evolucionaremos, y no será por acaso, será porque hayamos aprendido la lección que nos toca aprender en este momento. Así que, la evolución no da saltos pero podemos adelantarla si aprendemos más rápido la lección que nos toca.

León Denis resume de forma magistral esa evolución del principio inteligente hacía Espíritu:

"El alma duerme en la piedra, sueña en el vegetal, 
se agita en el animal y despierta en el hombre"


Os dejamos un texto para lectura y entendimiento del asunto, extraído del Estudio Sistematizado de la Doctrina Espírita (ESDE), Programa IV, Guía 6:


Los reinos de la naturaleza: Mineral, Vegetal, Animal y Hominal

Al observar a los seres de la Naturaleza, los naturalistas los clasificaron en tres reinos: mineral, vegetal y animal. En este último incluyeron también al hombre por considerarlo solamente desde el punto de vista físico, es decir, solamente en su cuerpo material. Este, en realidad, es en todo semejante al de los animales superiores, pero si se le considera en su integridad, el hombre evidentemente se distingue de todos los otros seres por su inteligencia y raciocine la inteligencia, que en el se halla desenvuelta en grado superior, le permite una actividad consciente altamente elaborada, incluyendo ideas y juicios, razonamiento lógico y pensamiento discursivo. 

En el hombre brilla, pues, la luz de la razón – que no existe en el animal, que lo faculta para el conocimiento de las leyes universales –, a la cual se suma el sentido moral, que lo eleva todavía más por encima de los demás seres, por la percepción de las leyes morales y también la intuición de Dios. 

El hombre se destaca, por lo tanto, nítidamente de los animales, por cualidades que no pertenecen a la materia, al cuerpo del hombre, por lo que los atributos del Espíritu en la Naturaleza constituyen un cuarto reino: el hominal. Hecha esta salvedad y admitiendo al hombre como un ser aparte, pueden considerarse esos tres reinos. En otros términos, más allá del hombre racional y moral, existen en nuestro mundo las piedras o minerales, las plantas o vegetales y los animales irracionales. Esa distinción entre los seres de la Naturaleza, teniendo en cuenta a los representantes más evolucionados de los tres reinos, es de tal modo intuitiva que desde hace mucho tiempo ha penetrado en el entendimiento humano.

Sin embargo, al profundizar el análisis y observar a los seres más simples de los extremos de las tres series naturales, se está obligado a reconocer formas de transición tan sutiles, que entre ellas se torna ambigua la definición absoluta de los tres reinos. No obstante, hay un carácter distintivo sobre el que no caben dudas, entre los seres minerales y los de los otros grupos: es la ausencia de vida en los minerales y la presencia de ella en los vegetales y animales. Por eso, se prefiere la división más simple que considera por un lado los minerales, que constituyen los seres brutos o inorgánicos y por otro, los vegetales y los animales reunidos para constituir el grupo de los seres vivos u orgánicos. 

La presencia de la vida se traduce en los vegetales y animales por la organización celular de la materia de sus cuerpos y la correspondiente aparición de las grandes funciones de nutrición y de reproducción progresivamente evolucionados. Hay una infinidad de seres constituidos de una única célula. Son seres unicelulares vegetales, las protofitas y los animales, los protozoarios. Pero en seres progresivamente evolucionados, hasta llegar a los vegetales y animales superiores (metafitas y metazoarios), las células microscópicas se reúnen en tejidos, los tejidos en órganos y estos en sistemas y aparatos orgánicos. 

A la pregunta nº 585 de «El Libro de los Espíritus» « — ¿Qué pensáis de la división de la Naturaleza en tres reinos, o mejor en dos clases: la de los seres orgánicos y la de los inorgánicos? 
Según algunos la especie humana forma parte de una cuarta clase. ¿Cuál de estas divisiones es preferible?» (1) Los Espíritus respondieron: «(…) Todas son buenas según el punto de vista. Del punto de vista material solamente hay seres orgánicos e inorgánicos. Del punto de vista moral evidentemente hay cuatro grados. (…)» (1) 

Los seres que forman el reino mineral solamente manifiestan una fuerza mecánica, es decir, que proviene únicamente de la materia de que están formados. Solo existen invernes y brutos, les falta la inteligencia y la voluntad; ni siquiera revelan instintos, lo que prueba que si en ellos existe algún principio diferente a la materia, está completamente apagado, duerme en total estado de latencia e inactividad. Hay bellos y deslumbrantes minerales – el cuarzo hialino – y las diversas variedades coloridas – el rubí, el topacio, la esmeralda; — está el oro rutilante, en pepitas o en filones, sales diversas disueltas en las aguas de los mares y de los ríos o en minas terrestres de sal de roca y otros; hay preciosos depósitos de minerales de donde el hombre extrae los metales, rocas de bellísimo aspecto, los gigantescos bloque de mármol blanco de Carrara, con irisados de colores diversos, está el granito y el gneiss, las arcillas blancas y rojas. 

¡Que variedad enorme de rocas y de tierras, que abundancia de cristales, pertenecientes a diversos sistemas, en los cuales las leyes de la Cristalografía reflejan, incluso en la naturaleza inerte bruta, la sabiduría divina y la divina providencial! 

Pero todo eso amorfo o en formas facetas, opaco o brillante, duerme sin dar la menor señal de vida, mucho menos de conciencia o ni siquiera de instinto. Los seres que forman el reino vegetal existen, en cierto modo, también inertes y brutos, sin inteligencia ni voluntad activa, pero ya presentan – a pesar de estar fijos y sin poder desplazarse ‘por si mismos – el movimiento interior de la vida, realizando un completo ciclo vital: nacen, crecen, se nutren, se desarrollan, se reproducen, declinan y mueren. Es que, más allá de la materia densa presentan otro principio sutil y dinámico – el principio vital, del que deriva esa fuerza prodigiosa que les comunica con la vida. 
Evolución de los reinos según el Espiritismo

Todo es maravilloso en ese mundo de plantas, en su conjunto admirable, desde las talofitas, cuyo cuerpo vegetal es un simple talo, sin raíces (pueden presentar rizoides), sin un verdadero tallo, sin hojas, sin flores ni frutos, seres rudimentarios entre los cuales se ya más evolucionadas, como se puede ver en las bellas asperillas y samambayas (*) de múltiples formas y tamaños, hasta las espermatofitas, que incluyen, ya en el tope de la escala, los vegetales superiores, con raíz, tallo, hojas, flores y frutos. Que variedad entonces, de colores y sabores y de valores nutritivos, en esa multitud de seres que van desde las hierbas diminutas y los arbustos gráciles hasta los frondosos y gigantescos árboles, los cocoteros altivos y las araucarias, las higueras frondosas y los jacatirones (**) floridos, los robles… 

¡Cuanta manifestación de fuerza y de vida! Sin embargo, esos seres tampoco revelan conciencia alguna de su existencia, no sienten placeres ni dolores, no tiene percepciones verdaderas ni sentimientos; solo tiene vida orgánica, que les es transmitida exactamente por su unión con el principio vital. 

El Espiritismo confirma esas ideas de la Ciencia, como podemos ver en las siguientes preguntas de «El Libro de los Espíritus». 

«— ¿Tiene las plantas conciencia de que existen? (2) No, porque no piensan, solo tienen la vida orgánica.» (2) «¿Experimentan sensaciones? ¿Sufren cuando las mutilan? … Reciben impresiones físicas que actúan sobre la materia, pero no tienen percepciones. Por consiguiente no tienen sensación de dolor.» (3) 

¿No habrá en las plantas, como en los animales, un instinto de conservación que las induzca a buscar lo que les pueda ser útil y a evitar lo que les pueda ser nocivo? – Hay, si quisierais, una especie de instinto, pero eso depende de la extensión que se de al significado de esta palabra. Es, no obstante, un instinto puramente mecánico. Cuando en las operaciones químicas observáis que dos cuerpos se reúnen, es que uno conviene al otro; quiere decir que entre ellos hay afinidad. Ahora bien, a esto no dais el nombre de instinto.» (4) 

Principio inteligente > Alma grupo > experiencia mineral > Alma grupo > 
experiencia vegetal > Alma grupo > experiencia animal > 
Alma grupo > Individualización > Espíritu > 
Desencarne > Espíritu > Encarne > Espíritu....



Los seres que forman el reino animal existen y viven como los vegetales, pero se agregan el movimiento y las sensaciones, que los vegetales no tienen, si bien en los animales superiores, los movimientos son libres y obedecen claramente a la voluntad, denotando también cierto grado de inteligencia. Pero en el animal todavía prevalece el instinto; la inteligencia no tiene aun capacidad de raciocinio. Mientras tanto, queremos recordar que si por su cuerpo material el hombre se asemeja a los animales, de ellos se distingue totalmente por su naturaleza espiritual, por su alma, que le confiere razón y sentido moral. Los Espíritus Superiores han afirmado que entre el alma del hombre y la del animal existe ¡la misma distancia que entre el hombre y Dios!

El hombre no es un simple animal porque en él vibra, como ser esencial, un Espíritu consciente, libre responsable, destinado a realizar en la plenitud de su pureza la justicia, el amor y la caridad. «(…) Unos quieren que el hombre sea un animal y otros que el animal sea un hombre. 
Todos están equivocados. 

El hombre es un ser aparte que a veces desciende muy bajo y que también puede elevarse muy alto. Por el físico es como los animales y menos dotado que muchos de estos. La Naturaleza les dio todo lo que el hombre está obligado a inventar con su inteligencia, para satisfacción de sus necesidades y para su conservación. Su cuerpo se destruye como el de los animales, es cierto, pero a su Espíritu está asignado un destino que sólo él puede comprender, porque solo él es enteramente libre… Reconoced al hombre por la facultad de pensar en Dios.» (5) 

Además entre los animales y el hombre hay una diferencia que nos gustaría señalar: después de la muerte del cuerpo físico, el alma de los animales conserva su individualidad; «(…) no la conciencia de su Yo. La vida inteligente en él permanece en estado latente (7) El alma del animal, luego de la destrucción del cuerpo físico, «(…) queda en una especie de erraticidad, puesto que ya no se encuentra unida al cuerpo pero no es Espíritu errante. 

El Espíritu errante es un ser que piensa y obra por su libre voluntad. El de los animales no dispone de la misma facultad. La conciencia de si mismo es lo que constituye el principal atributo del Espíritu. El del animal, después de la muerte, es clasificado por los Espíritus a quienes incumbe esta tarea y utilizado casi inmediatamente. No se le da tiempo para entrar en relación con otras criaturas.» (8)

01. Kardec, Allan. El Libro de los Espíritus. Trad. De Alberto Giordano. 3ª. ed. Buenos Aires, Editora Argentina «18 de Abril», 1983. Preg, p. 289. 
02. ____. Preg. 586, p. 289. 
03. ____. Preg. 587, p. 290. 
04. ____. Preg. 590, p. 290. 
05. ____. Preg. 592, p. 291. 
06. ____. Preg. 597, p. 294. 
07. ____. Preg. 598, p. 294. 
08. ____. Preg. 600, p. 294. 
09. ____. Génesis Orgánica. In: ____. La Génesis. Trad. De Nora V. Casadellá, Buenos Aires, Editora Argentina «18 de Abril», 1981. item 29, p. 175


¡Feliz semana!