Entrevista de Janet Duncan a la Dra. Marlene Nobre para el "Jornal Psychic World"
Traducción libre: Gilda López
¿Qué
viene primero; el médico o el espírita?
Ante
todo soy espírita después soy médica. Mi visión del mundo, del universo, del
ser humano, incluyéndome yo, está impregnada de mi convicción espírita. Por eso
es muy normal que en primer lugar ponga mi condición espírita y en segundo
lugar el de médica
Dra.
Marlene, quisiera expresarme en términos bien claros. Usted ya era espírita y
después se hizo médica?
Sí. Yo
nací en una familia espírita y después, dentro de mis convicciones, me doctoré
en medicina.
¿Usted ve
el Espiritismo como un todo dentro de la profesión médica?
El
espiritismo ofrece una nueva constelación de concepciones, valores y prácticas
que da a los médicos una visión particular del ser humano y del universo. La
base de la medicina espírita se puede resumir de la siguiente forma: La
inmortalidad del alma y la acción prioritaria de ésta sobre el cuerpo físico;
la existencia de los cuerpos sutiles a través de los cuales ella expresa el
poder co-creador de la mente con la producción de los pensamientos; la acción
de la mente no es local y la comunicación del espíritu se da por medios
extra-sensoriales.
Tiene,
también, como principio la reencarnación que es una ley natural biológica que
posibilita el desarrollo espiritual. La ley de acción y reacción, por lo tanto,
debe ser respetada por todo ser humano; es importante su entendimiento para así
poder comprender mejor los problemas de salud, porque las acciones de vidas
pasadas pueden explicar muchas dolencias del presente. Nosotros también vemos el
cuerpo como un filtro purificador que nos permite la evolución.
En fin,
el espiritismo nos da una visión integral del ser. Éste no es sólo un cuerpo
físico, sino que, principalmente, es un alma o espíritu.
Como
médica, ¿usted está convencida de que todos los desequilibrios y desórdenes
vienen del mundo espiritual, por parte de los espíritus?
Nosotros
tenemos como definición que la salud es la perfecta armonía del alma. Ahora
bien, el alma necesita pasar por varias existencias para purificarse o
evolucionar. Mientras no tengamos aún un desarrollo espiritual suficiente,
seremos personas enfermas, con problemas, y tendremos que resolver esas
cuestiones espirituales desde nuestro interior. Sin duda estoy de acuerdo con
la orientación de los espíritus cuando nos dicen que la mayor parte de las
enfermedades están ligadas a asuntos del alma o del espíritu. Cualquier acción
negativa que tengamos, ésta nos produce trastornos en nuestros cuerpos sutiles
y, como consecuencia, en nuestro cuerpo físico.
Dra.
Marlene, me gustaría hacerle una pregunta crucial. De acuerdo con lo que, comúnmente,
es llamada esquizofrenia. Hoy cuando alguien oye voces. Dice que es del mundo
espiritual. Las personas son diagnosticadas como esquizofrénicas e
inmediatamente medicadas con fuertes sedantes y, frecuentemente internadas en
hospitales psiquiátricos. Ellas son dictaminadas como mentalmente inestables.
Una definición que es habitualmente irreversible y, según como, para el resto
de sus vidas. De hecho, a menudo, no es verdad que reciban tratamiento para
personas con mediumnidad, porque éstas son tratadas como esquizofrénicas con
tratamientos de larga duración. Con medicamentos que a ellas les pueden
perjudicar mucho. Yo creo que eso es intolerable. ¿Qué opinión tiene usted sobre eso?
Bien.
Lo que ocurre, infelizmente, es que en la práctica el médico, realmente, no
comprende muy bien. Y, ¿por qué ocurre? Porque
la Organización Mundial de la Salud afirma que la salud es el estado completo
del bienestar integral del ser humano: biológico, social, ecológico y
espiritual. Por lo tanto la OMS define la salud como el equilibrio entre los
fenómenos orgánicos, psíquicos, sociales y espirituales. Sin embargo, los
médicos no consideran estos fenómenos.
Solamente tienen en cuenta la parte orgánica o biológica.
Podemos
preguntar en cualquier pais qué es lo que enseñan en las Universidades de
Medicina y constataremos que a los médicos, no se les previenen sobre los
problemas psicológicos y espirituales de los pacientes. Ellos únicamente se
limitan a las reacciones orgánicas, como si el ser humano fuese reducido tan
solo al cuerpo físico.
Aunque
el Código Internacional de Dolencias (CID) que es conocido en todo el mundo; en
su número 10, pregunta F44.3. Contempla la existencia de los estados de trance,
haciendo la distinción entre los que suceden por incorporación o actuación de
los espíritus, y los que son patológicos provocados por dolencias. La mayoría
de los médicos no tienen esto en consideración. En el Tratado de Psiquiatría de
Kaplan y Sadock, uno de los más consultados por los psiquiatras, en el capítulo
dedicado al estudio de las personalidades, hace la distinción entre las
personas que reciben la influencia de los espíritus y de las que están
enfermas.
La
psiquiatría ya hace, por lo tanto, distinción entre estado de trance normal y el
de los psicóticos o enfermos. Esto, por lo tanto, sería muy preciso debatirlo
con los colegas, principalmente, con aquellos que no consideran la posibilidad
de la comunicación de los espíritus con los encarnados. Y, ¿Por qué? Porque
esto ya se contempla en los propios sumarios de medicina respecto a la
posibilidad de la comunicación de los espíritus. Otro aspecto, también, es la
obra de Carl Gustav Jung, que estudió el caso de una médium que recibía a espíritus
por incorporación en las sesiones espíritas. De este modo, constatamos que ya
existe una apertura para el estudio de los Espíritus dentro del currículo de la
Psicología y de la propia Medicina. Lo que ocurre es que la preparación de los
médicos, todavía es extremadamente reduccionista y, con esa estrecha visión,
ellos sólo consideran los fenómenos orgánicos.
En
cuanto a los ejemplos referidos por usted, en esta entrevista, nosotros nos
sentimos constreñidos o tristes con la conducta de los colegas que,
habitualmente, etiquetan a las personas que dicen oír voces, como psicóticas y
las tratan con fuertes medicamentos para el resto de sus vidas. Esa situación
nos entristece porque existe un porcentaje de personas que son consideradas
psicóticas porque oyen espíritus y en realidad son médium.
Creemos
que, en Historia de la Molestia Actual del paciente, deberían constar también, además
de los síntomas orgánicos, los psicológicos y espirituales, a fin de que
pudiésemos hacer la distinción. Evitándose así, que los médiums sean tachados
de psicóticos para el resto de sus vidas. Muchos de ellos podrían encontrar un
camino más fácil para su curación a partir del momento que es diagnosticado un
caso de obsesión o comunicación espiritual. Creo que hasta que no tengamos una
medicina que tenga en consideración el ser integral (espíritu/cuerpo) no
tendremos la posibilidad de apertura para distinguir cuándo es uno u otro caso.
Como
espírita, ¿cómo podríamos construir una
relación, mejor y más fuerte, con las profesiones médicas en general, si podemos
combinar nuestros esfuerzos y ayudar en casos como los anteriormente mencionados?
Creo
que los espíritas, tanto médicos como médiums debemos continuar con nuestro
humilde, pequeño y sincero trabajo, procurando atender a aquellos que nos
solicitan. Pienso que a medida que el entendimiento de la mediumnidad y la
obsesión sea considerado por algunos sectores de la Medicina y la Psicología;
nosotros podríamos dar una mayor ayuda a los pacientes. No obstante, es
importante, por el momento, continuar haciendo nuestro trabajo gratuitamente con
la intención de ayudar a aquellos que nos buscan, aunque sean en pequeño
número.
¿Cuál
es su consejo para todas aquellas personas que comienzan a oír voces?
Es
difícil aconsejar cuando estás en otro país donde no conoces muy bien el
procedimiento, tanto del lado médico como el espiritual. Pero hay que ir poco a
poco ofreciendo material de estudio y libros para que se informe a la población
también, acerca de la obsesión, de la posibilidad de oír espíritus y de
tratarse de un fenómeno habitual, de un fenómeno intrascendente o de un
fenómeno común en muchas criaturas humanas. Entonces, a medida que la
divulgación se vaya haciendo a través de esos libros, de conferencias, de
cursos etc. Tendremos más oportunidades
de información.
Desde la
familia o de alguien que sepa que tenga la capacidad mediúmnica; podremos,
también, crear dispositivos para informar a la población dónde encontrar ayuda respecto
a eso. Entendemos que no es nada fácil, porque en un país como ese que respetamos
tanto, de tantas tradiciones, de tanto progreso, sabemos que el espiritismo no
tiene una gran introducción, pero sí que existe, por parte de algunos médicos y
psicólogos, un conocimiento de lo que es la mediumnidad; especialmente en el
caso de la obsesión. Tal vez, entonces, sería interesante que hubiese un
intercambio de impresiones y de ideas entre, movimiento espírita o aquello que
se hace dentro del espiritismo y los profesionales que ya aceptan ese tipo de
comunicación y, hacer que aquellos que están necesitados, puedan utilizar esos
valores y terapias que están disponibles en beneficio de la población.
Según
su experiencia. Qué importancia se le da a la oración en el proceso de curación
para ambos: ¿por parte del paciente y por parte del médico?
Bien,
en una consulta que nosotros hicimos en National of Health de USA, que es el
máximo órgano de la salud de aquel país. Verificamos en mayo de 2002 la
existencia, aproximadamente, de 24.000 trabajos científicos publicados en
revistas de prestigio como: The Lancet, JAMA, British Medical Journal y otras,
demostrando el valor de la oración. Vemos, por lo tanto, que la oración dejó de
ser sólo del dominio de las religiones.
El Dr. Harold Koenig, de la Universidad
de Duke, en los Estados Unidos, autor de varios trabajos científicos y de libros;
entre los cuales “Religion and Health” (Religiao e Saude), nos habla del valor
de la Espiritualidad en la salud humana, inclusive en la eficacia de la
oración. Confirma, por ejemplo, que pacientes que estaban bajo cuidados
intensivos, en la Unidad de Terapia Intensiva, que recibían oraciones hechas
por un grupo, mejoraron más rápidamente que otros que no tuvieron esa ayuda y,
pudieron salir más rápidamente del hospital. Eso viene a reforzar nuestras
tareas en las Casas Espíritas, porque la oración es muy importante en nuestra
vida, no sólo cuando estamos enfermos, sino como medio de ligarnos con la
Divinidad, con el Ser Supremo. La oración
es una necesidad diaria del ser humano.