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jueves, 17 de marzo de 2011

DECÁLOGO PARA MÉDIUMS

Querida familia espírita,

Atendiendo al pedido de nuestra monitora Dea, os pongo a continuación el decálogo del los médiums que también leímos última clase de sábado. Mientras nuestros monitores hacen un poco de suspense respecto al próximo tema, podemos seguir reflexionando sobre la elevación de la tarea mediúmnica. También nos servirá de buena introducción para la conferencia que visualizaremos el sábado en CEADS.

Cariños,

Janaina

DECÁLOGO PARA MÉDIUMS

1 - Rinde Culto al deber.
No existe la fe constructiva donde falta el respeto al cumplimiento de las propias obligaciones.

2 - Trabaja espontáneamente.
La mediumnidad es un arado divino al que el óxido de la pereza enmohece y destruye.

3 - No te creas mayor ni menor.
Como los árboles frutales, esparcidos en el suelo, cada talento mediúmnico tiene su utilidad y su expresión.

4 - No esperes recompensas en el mundo.
Las dadivas del Señor, como lo son el fulgor de las estrellas y la caricia del manantial, el brillo de la plegaria y la bendición del coraje, no tienen precio en la Tierra.

5 - No centralices la acción.
Todos los compañeros están llamados a cooperar, en el conjunto de las buenas obras, a fin de que se promuevan a la posición de escogidos para tareas más elevadas.

6 - No te encarceles en la duda.
Todo bien, mucho antes de exteriorizarse por intermedio de ese o aquel intérprete de la verdad, procede originariamente de Dios.

7 - Estudia siempre.
La luz del conocimiento resguardará a tu espíritu de las celadas de la ignorancia.

8 - No te irrites.
Cultiva la caridad y la ternura, la comprensión y la tolerancia porque los mensajeros del amor encuentran enormes dificultades para expresarse con seguridad a través de un corazón que es conservado en vinagre.

9 - Disculpa sin cesar.
El ácido de la crítica no empeora tu realidad, la plaga del elogio no altera tu real forma de ser y aunque te incluyan en la categoría de mistificador o embustero, olvida la ofensa con que golpeen tu rostro y guardando el tesoro de la conciencia limpia, sigue hacia delante con la certeza de que cada uno percibe la vida desde el punto de vista en que se coloca.

10 - No temas a los perseguidores.
Piensa en la humildad de Cristo y recuerda que aun Él, ángel con forma de hombre, estaba rodeado de adversarios gratuitos y de verdugos crueles cuando escribió en la cruz, con sudor y lagrimas, el divino poema de la eterna resurrección.

ANDRÉ LUIZ

XAVIER, Francisco Cândido e VIEIRA, Waldo. O Espírito da Verdade. Por vários Espíritos. 8 .ed. Rio de Janeiro, FEB, 1992. p. 22-24

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