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domingo, 12 de junio de 2011

Estudiando la obsesión

Querida familia CEADS,

Como de costumbre, ayer nos reunimos en nuestro amado centro para el estudio de la doctrina de los espíritus. El texto de estudio de la tarde incluyó las preguntas 237 a 245 de El Libro de los Mediums (cap. XXIII), sobre la obsesión. Pese a que la lectura está enfocada a los escollos de la obsesión para la mediumnidad, sus recomendaciones valen de alertas para todos, seamos o no mediums ostensivos. De hecho, yo suelo decir que cuando todos nos portemos con la responsabilidad que la mediumnidad requiere de los mediums, este será un planeta mucho más feliz.

Las principales conclusiones del estudio fueron las que os resumo a continuación:

A título de revisión, se puede definir la obsesión como la acción persistente que un espíritu ejerce sobre otro provocando su desequilibrio físico, mental y espiritual.

Hay tantas variedades diferentes de obsesión que se podría hablar más bien de obsesados que de tipos de obsesión. Ésta ocurre siempre debido a que el obsesado abre una “brecha” que facilita la acción de los espíritus ignorantes del bien o atrae a los espíritus inferiores. Por “brecha” se entiende el conjunto de características inferiores del espíritu obsesado, des de los vicios y excesos relacionados al alcohol, las drogas o el sexo, hasta las imperfecciones morales, como el orgullo, la vanidad y el egoísmo. Por tanto, hay que remarcar en que en el terreno de la obsesión, no existen víctimas y verdugos, más bien, acción y reacción y unión entre seres afines. La mejor manera de evitar la acción de un espíritu obsesor es corregir nuestras imperfecciones morales y evitar los excesos de todo tipo.

Uno de los tipos de obsesión es la que se clasifica como obsesión simple. En la mediumnidad, ésta tiene lugar cuando el espíritu malhechor le engaña al médium, presentándosele en lugar de los espíritus evocados e impidiéndole comunicarse con otros espíritus. Este tipo de engodo puede ser permitido por la espiritualidad para poner a prueba el sentido común del médium y su humildad. En el cotidiano, pueden incluirse en el caso de la obsesión simple las manifestaciones físicas, que hacen oír espontáneamente golpes y ruidos así como la influencia sobre los pensamientos del obsesado. Este tipo de obsesión está directamente relacionado a nuestras imperfecciones más primarias: por las leyes de afinidad, en los lugares por donde transitamos atraemos a los espíritus que desean compartir con nosotros, por ejemplo, el cigarrillo que fumamos o el alcohol que bebemos. Este tipo de obsesores son en general espíritus que siguen demasiado materializados, aun dependientes de los placeres experimentados cuando en sus cuerpos físicos. Nos pueden inducir a seguir en nuestros vicios para que puedan disfrutar ellos también de nuestras adicciones. Si no interponemos resistencia a la obsesión simple, ésta puede profundizarse y producir tristes consecuencias de desequilibrio psíquico, emocional y espiritual.

La fascinación, como su nombre lo indica, es una ilusión producida por la acción directa del espíritu sobre el pensamiento del médium, y que de algún modo, paraliza su juicio con respecto a las comunicaciones. El médium fascinado jamás admite estarlo, entregándose totalmente al engodo del obsesor que le hace creer que es un espíritu superior y que el médium, a su vez, es un misionero. Los obsesores le alejan al médium del convivio con las personas que le puedan despertar del engaño, valiéndose principalmente del orgullo y de la vanidad del médium. Fuera del terreno de la mediumnidad ostensiva, podemos ver casos de fascinación cuando alguien se cree my superior a los demás, exigiendo honores y favores de los que se piensa merecedor. La fascinación puede ser individual o colectiva. En la casa espírita (y en todas partes) hay que evitar el fanatismo y las expresiones de adulación a los médiums, a los conferencistas, a las personas que hacen oraciones bonitas. El mejor agradecimiento por su servicio será siempre una oración a Nuestro Señor, que les siga orientando y apoyando en su trabajo. Evitar alimentar a la vanidad y el orgullo de los compañeros de ideal es una responsabilidad de todos.

El último tipo de obsesión estudiado fue el de la subyugación, que puede ser moral o corporal. A diferencia del fascinado, el subyugado muchas veces se da cuenta de que hace o dice cosas que son ridículas, fuera de lugar o violentas, pero tiene su cuerpo y voluntad controlado por los espíritus obsesores. En ningún caso esto exculpa al encarnado, que si se une al desencarnado es en función de sus imperfecciones morales o inclinaciones inferiores.

En el espiritismo no utilizamos el término “posesión” por dos razones: 1) la palabra da a entender que existen seres perpetuamente entregados a la práctica del mal, cuando sabemos que los obsesores son aun más enfermos del alma que los obsesados; 2) implica la toma de posesión de un cuerpo por un espíritu extraño, en una especie de cohabitación, cuando sabemos que el espíritu obsesor no “entra” en el cuerpo del obsesado, si no que lo mantiene bajo su sujeción.

REGAL DE ORO: La vulnerabilidad a la obsesión es directamente proporcional a las inclinaciones inferiores (sexo, drogas, tabaco, alcohol) e imperfecciones morales (orgullo, vanidad, egoísmo) del candidato a obsesado.

Para finalizar la reunión, la lectura del Evangelio nos incitó a la fe activa, a la práctica de la caridad y al cultivo de la esperanza. Esta es sin lugar a duda la mejor receta para que podamos atraer a los buenos espíritus o, si por nuestras deudas del pasado tenemos que convivir con nuestros obsesores, que les podamos demostrar que vamos de camino de corregir nuestras malas inclinaciones y nuestras imperfecciones morales. Viviendo en un planeta de pruebas y expiaciones NADIE está a salvo de tener obsesores. Lo que nos diferencia unos de otros, esto sí, es qué hacemos cuando nos encontramos bajo su influencia: ¿Nos entregamos a sus bajos consejos o resistimos con fe y disciplina? Resistiremos, con fe en Dios, en Nuestro Señor, en la espiritualidad amiga y en nosotros mismos.

Os dejo con mis mejores deseos de renovación en el amor de los vínculos con encarnados y desencarnados.

La hermana menor,

Janaina

3 comentarios:

  1. Hola, gracias por toda esta explicacion. Hace poco tuve una episodio con el alcohol terrible.... despues de beber toda la noche, pero aun seguia bastante consciente, me fui a un after y recuerdo hasta las 8:30 am y estuve ahi hasta las 16:oo hrs. No recuerdo nada desde las 8:30 aprox. Y eso nunca me habia pasado.... por supuesto hice muchas tonteras...cosas que no haria estando lucida, pero reconozco que mis impulsos e ideas mas bajas salieron a flote. Tengo mierdo de volver a beber, porque se que mi voluntad decae y eso no es bueno. Lo peor es que mi mama al llegar a mi casa, dice que sintio ruidos en mi cuarto y que me pregunto con un grito si yo estaba con alguien, y yo responde muy lucida: si, estoy con alguien. Cuando ella entro me vio sola, con mi piyama (no se como me lo puse) y balbuceaba de borracha... doy gracias a la vida, que no me mori estando en esa condicion totalmente inconsciente.

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  2. Tienes razón, haría sido muy duro despertar en el mundo espiritual en las circunstancias que describes. Si vives en Barcelona te interesará saber que la próxima conferencia en CEADS se titula "La obsesión y sus múltiples enfoques". De 17:30 a 19:30 horas. 08 de junio de 2013. Entrada Libre y Gratuita. La presenta Hugo Martins que es médico, doctor en Neurología y Psiquiatría y profesor de la Universidad Federal de Pernambuco - Brasil. Como espiritista busca explicaciones físicas y espirituales entre la obsesión y las enfermedades psíquicas a través de su experiencia clínica y espírita.

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  3. Alejamiento de espíritus burlones-oscuros.
    Seriedad.
    Información: + 34 673133101(washap)

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