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jueves, 9 de junio de 2011

Variedades de la obsesión

Hola a tod@s,

Este sábado en CEADS seguimos con el estudio de la Obsesión. Estudiaremos sus diferentes grados y variedades.

El texto que os dejo es una introducción a este estudio pero podéis complementar la lectura con el Capítulo XXIII del "Libro de los Médiuns", "Liberación" de André Luiz por Chico Xavier o "Entretelones de la Obsesión" de Manuel F. de Miranda por Divaldo P. Franco.

También os recuerdo CEADS tiene el proyecto Cesta Básica y que podemos ayudar con donaciones de alimentos no perecederos y de higiene personal (arroz, pasta, lentejas, tomate frito, gel de ducha, crema dental, etc). ¿Qué os parece si hoy llevamos al centro un paquetito de lentejas? ¿o de arroz?

Un abrazo fraternal,

Andrea

Variedades de la obsesión

Hemos visto que la obsesión puede ser entendida como el dominio que algunos Espíritus de naturaleza inferior, pueden ejercer sobre ciertas personas. Ese dominio presenta grados diferentes, resultando, de ahí efectos que también son diferentes, en grado y complejidad. Las principales variedades de obsesión son la obsesión simple, la fascinación y la subyugación. En el estudio de la mediumnidad, Kardec definió como sigue las variedades de obsesión:

OBSESIÓN SIMPLE - se verifica cuando un Espíritu moralmente inferior se impone a un médium, se entromete en las comunicaciones en contra de la voluntad del médium, impide que este se comunique con otros Espíritus y sustituye a los Espíritus que son evocados. Cualquier Médium, especialmente cuando le falta experiencia, puede ser engañado por Espíritus mal intencionado. Sin embargo, lo que caracteriza la obsesión simple es la persistencia de un Espíritu en perturbar las comunicaciones y la dificultad que el médium encuentra para librarse de ese inconveniente.

FASCINACIÓN - es entendida como una ilusión creada directamente por el Espíritu en el pensamiento del médium que inhibe su discernimiento o su capacidad de juzgar las comunicaciones. El médium fascinado no se considera engañado. El Espíritu Obsesor consigue impedir que reconozca el engaño, incluso cuando la mistificación es grosera y ridícula. Las consecuencias de la fascinación son más graves, dado que el obsesor dirige a la víctima, haciendo que acepte teorías e ideas de las más absurdas. En los casos de fascinación, los Espíritus obsesores generalmente son bastante expertos y astutos. 


 SUBYUGACIÓN - es una envoltura que anula la voluntad de la persona, haciendo que actúe de acuerdo con la voluntad de los obsesores. El obsedido queda subordinado a un verdadero yugo. La subyugación puede ser moral o corpórea. En el primer caso, la persona es obligada a tomar decisiones casi siempre absurdas y comprometedoras; en el segundo caso, el Espíritu obra sobre la organización física, provocando desde movimientos involuntarios sencillos hasta lesiones graves en el cuerpo encarnado. Si entendemos a la obsesión como el dominio de una mente sobre otra, o sea, un proceso de transmisión mental, se comprenderá que esta puede presentar otras características, además de la que hasta aquí hemos enfocado, o sea, la acción de un Espíritu no encarnado sobre un encarnado. Existe un buen número de personas que están ejerciendo una influencia obsesiva sobre personas; se caracterizan por la capacidad que tienen de dominar mentalmente a los que eligen como víctimas. Este dominio se enmascara con los nombres de celos, envidia, pasión o ambición de poder y es ejercido, muchas veces, de manera tan sutil, que la persona dominada se considera sumamente amada, e incluso protegida. Es una obsesión de encarnado hacia encarnado. El marido que subyuga a la esposa, la esposa que tiraniza al marido, son expresiones de tal tipo de obsesión.

Los Espíritus que no están encarnados también pueden causar obsesión a no encarnados: el mismo drama del dominio de una mente sobre otra mente se desarrolla también en el plano espiritual. Es la obsesión de no encarnado hacia no encarnado. Las situaciones que se producen en la Erraticidad, muchas veces son el reflejo de las que ocurren en la superficie terrestre y viceversa.

A pesar de que pueda parecer difícil, la obsesión también se da de un Espíritu encarnado hacia uno no encarnado. Es un hecho más frecuente de lo que se piensa, pues muchos humanos se vinculan obstinadamente con los seres amados que los han precedido en la tumba. Las expresiones de amor egoísta y posesivo conducen a la fijación mental de los que no están encarnados, manteniéndolos ligados a las reminiscencias de la vida terrestre, no permitiéndoles el equilibrio necesario para enfrentar la nueva situación en la vida espiritual. Un proceso idéntico se verifica cuando el sentimiento que domina al encarnado es de odio, rebeldía, etc. 

Finalmente, la obsesión puede asumir también la expresión de obsesión reciproca. Así como las almas afines y dedicadas al bien cultivan la convivencia amistosa y fraterna, también existen seres que permutan vibraciones de naturaleza inferior, en las que se complacen. Es una especie de obsesión reciproca, que tanto puede ocurrir entre encarnados como entre no encarnados, o inclusive entre estos y aquellos.

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