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domingo, 28 de abril de 2013

De libertad


Hola familia,

ayer hicimos una vez más una reunión de estudio de la Doctrina de los Espíritus llena de armonía. Empezamos leyendo el texto de estudio y luego nuestros monitores, Rafa y Marcello, propusieron preguntas para profundizar en la comprensión del texto y propiciar el intercambio de ideas y puntos de vista.

Antes que contestar a cada una de las preguntas planteadas por los monitores, os presento a continuación algunos de los temas que salieron a la luz durante la discusión que realizamos.

La sociedad X el individuo. Como el tema de la tarde era “la libertad”, se estableció un debate respecto a si la sociedad tendría o no el poder de imponer costumbres e ideas sobre el individuo. Algunos pensaban que el individuo preserva siempre la capacidad de elección, pudiéndose rebelar en contra de lo que se espera de él socialmente; otros sentían que la fuerza de la sociedad es demasiado opresora y que sí puede imponerse sobre la voluntad del individuo. El hombre es un ser social, gregario por naturaleza y debemos considerar que el hecho de rebelarse en contra de algunas (o todas) reglas sociales, tiene un precio: cada vez que alguien decide no vestirse de una forma considerada más adecuada o hacer algo que se escapa a los patrones considerados aceptables, recibe el efecto de sus actitudes. Hay personas más dispuestas a romper paradigmas y experimentar las consecuencias de su rebelión, así como también hay personas que no están nada inclinadas a echar un pulso con la opinión que los demás pueden tener sobre ellas. En todo caso, como nos dice el texto de referencia, la libertad de pensamiento es una característica intrínseca del ser; la libertad de obrar, sin embargo, está limitada por las reglas de convivencia de cada sociedad.

La conveniencia de la existencia de reglas sociales. La existencia de reglas sociales es beneficiosa en el actual estado evolutivo de la humanidad terrestre en función de nuestro actual nivel evolutivo moral. En mundos más evolucionados, donde los seres ya son capaces de respetarse unos a otros no por impositivos externos, sino porque sus pensamientos y sentimientos ya vibran en consonancia con las leyes cósmicas universales, las sociedades pueden prescindir de leyes. En mundos inferiores a la Tierra, donde todavía impera el instinto, el derecho aun no existe. Así podemos ver la relatividad en la que se posiciona nuestro sistema legal: reconociendo el hecho de que es imperfecto y en algunos aspectos incluso injusto, representa una evolución en comparación a fases evolutivas en las qué impera la ley del más fuerte; sin embargo, está predestinado a convertirse en obsoleto en cuanto la humanidad alcance un mayor nivel de armonía con las leyes cósmicas. La imperfección del sistema legal es una consecuencia de que sea la expresión de valores humanos. Sólo la ley divina o natural es perfecta en su expresión.

La libertad de pensamiento. Si bien es verdad que la libertad de pensamiento es una característica intrínseca del ser, es preciso considerar que para espíritus que aún no alcanzaron la perfección relativa, la total libertad es todavía una aspiración. Las diferentes formas de esclavitud a las que el hombre ha sometido a otros seres de su propia raza es un ejemplo de este principio. A medida que el hombre ha evolucionado intelectualmente, la raza humana ha desarrollado formas más sofisticadas de esclavitud. Cuando la esclavitud física deja de estar considerada moralmente aceptable, otras las sustituyen: así es como formas de esclavitud psicológica, emocional y económica siguen coartando la libertad de los hombres que todavía no se han erguido al nivel de las conciencias totalmente libres del yugo de la materia. Jesús, en su momento, dijo que la verdad nos haría libres. De hecho la Doctrina Espírita, como tercera revelación, ofrece a los hombres la posibilidad de trascender sus límites, trabajando por el progreso individual y social. En sus orígenes en España, el movimiento espiritista encontró en el movimiento obrero y entre los anarquistas las personas más abiertas a las revelaciones de los espíritus. La verdadera revolución, sin embargo, no puede ser únicamente exterior. El que quiera transformar el mundo debe empezar por su foro íntimo.

Consecuencias de la oposición a la libertad de conciencia. Puesto que la libertad de pensamiento es una característica intrínseca del ser, coartar la libertad de los demás tiene por consecuencia la producción de desequilibrios de orden psíquica que, en futuras encarnaciones, producirán desequilibrios físicos y emocionales. La ley divina está escrita en la conciencia del ser que cae en sentimiento de culpa cuando la viola. Limitar, por tanto, la libertad de otros seres humanos es un crimen que puede pasar impune ante las imperfectas leyes humanas, pero la conciencia misma se ocupará de llamar el ser a la necesaria expiación y rectificación en el futuro. No deja de producir una cierta inquietud observar que personas con valores tan dudosos gobiernan las naciones. Vista des de la óptica de la inmortalidad del espíritu, sin embargo, hay que considerar que en un planeta de pruebas y expiaciones, la mayoría de los seres que aquí encarnamos tenemos deudas para con nuestras propias conciencias que necesitan ser expiadas. En su profunda sabiduría, la Inteligencia Cósmica Universal se aprovecha incluso de la imperfección de los hombres para ofrecernos oportunidades de aprendizaje de la ley de amor.

Con esta clase concluye la temporada de Rafa y Marcello como monitores. Damos gracias a los chicos que con su jovialidad y espontaneidad han invertido tiempo y cariño en la preparación de nuestros encuentros de sábado para el estudio de la doctrina. A partir de la próxima clase, Patricia y Alfredito se ocuparán de guiarnos por los caminos del aprendizaje y del intercambio de experiencias. Damos las gracias también a la nueva pareja, que se dispone al trabajo con ilusión.

Gracias a toda la familia CEADS, y en particular a los socios, que hacen posible que estas reuniones tan especiales puedan ocurrir en nuestro local. Gracias a la espiritualidad amiga, a nuestro Maestro Mayor y a la fuente cósmica de toda la verdad por iluminar nuestros pasos con su amor incondicional.

Muchas gracias y cariños de la hermana menor     

viernes, 26 de abril de 2013

LIBERTAD DE PENSAR Y DE CONCIENCIA


Hola familia, 

Marcello nos envía el texto de estudio para la clase de mañana.

Cariños de la hermana menor

La libertad de pensamiento, así como la de obrar, constituyen atributos esenciales del Espíritu, otorgados por Dios al crearlo.

La libertad de pensar es siempre ilimitada, porque nadie puede dominar el pensamiento ajeno o aprisionarlo. De esta forma enseñan los Espíritus al responder a la pregunta 833 de «El Libro de los Espíritus», aclarando que «(...) en el pensamiento goza el hombre de ilimitada libertad, pues no hay cómo ponerle trabas. Puede detenerse su vuelo, pero no aniquilarlo.» A lo sumo, debido a la inferioridad e imperfección de nuestra civilización, se intenta contener la manifestación exterior del pensamiento, o sea, la libertad de expresión.


Si hay algo que escapa a toda opresión, es la libertad de pensamiento. Sólo por ella el hombre puede gozar de la libertad absoluta. Nadie consigue aprisionar el pensamiento de otro, a pesar de que pueda obstaculizar su libertad de expresarlo.

Por acción de la ley del progreso, la libertad, en todas sus modalidades, evoluciona, especialmente la libertad de pensar, pues actualmente no vivimos ya en la época de «creer o morir», como acontecía en los tiempos de la inquisición o santo oficio.

En verdad, «(...) de un siglo para otro, menos dificultades encuentra el hombre para pensar sin impedimento y a cada generación que surge, más amplias son las garantías individuales en lo que atañe a la inviolabilidad del fuero íntimo. (...)»

Evidentemente, es muy la libertad de pensar y la de obrar, porque mientras la primera se ejerce con mayor amplitud, sin barreras, la última padece enormes y profundas limitaciones. A pesar de que la libertad de pensar sea ilimitada, depende del grado evolutivo de cada Espíritu, en su capacidad de irradiación y discernimiento. A medida que un Espíritu progresa, se le desarrolla el sentido de responsabilidad sobre sus actos y pensamientos.

Cualquier restricción ejercida sobre la libertad de una persona es señal de atraso espiritual. «(...) Constreñir a los hombres a proceder en desacuerdo con su modo de pensar, es transformarlos en hipócritas. La libertad de conciencia es uno de los caracteres de la verdadera civilización y del progreso.»

«A toda criatura le es concedida la libertad de pensar, hablar y obrar, siempre que esa concesión sobreentienda el respeto a los derechos semejantes del prójimo. Cuando el uso de la facultad libre engendra sufrimiento y coerción para otro, se incurre en un crimen que puede acarrear el cercenamiento de aquel derecho, ya sea por parte de las leyes humanas y sin duda alguna a través de la Justicia Divina.

Gracias a eso el límite de la libertad se encuentra escrito en la conciencia de cada persona, que crea para sí misma la cárcel de sombra y de dolor – la prisión sin rejas en la que purgará más tarde, mediante la imperiosa reencarnación – o las alas de luz para la perenne armonía». El límite de nuestra libertad está establecido, por lo tanto, donde comienza la del prójimo. «(...) En todas las relaciones sociales, en las relaciones con nuestros semejantes, es preciso que recordemos constantemente lo que sigue: Los hombre son viajeros que marchan, ocupando puntos diversos en la escala de la evolución, por la cual todos subimos.


Por consiguiente, nada debemos exigir, nada debemos esperar de ellos que no esté en relación con su grado de adelantamiento. (...)» Por lo tanto, «(...) el Espíritu sólo está verdaderamente preparado para la libertad el día en que las leyes universales, externas a él, se trasformen en internas y conscientes, por el propio hecho de su evolución. El día en que esté compenetrado de la ley y haga de ella la norma de sus acciones, habrá alcanzado el punto moral en que el hombre es dueño, domina y gobierna a sí mismo.

De ahí en adelante ya no necesitará de obligación o autoridades sociales para corregirse. Y se da con la colectividad lo que se da con el individuo. Un pueblo sólo es verdaderamente libre, digno de libertad, si aprendió a obedecer la ley interna, ley moral, eterna y universal, que no emana del poder de una casta ni de la voluntad de las multitudes, sino de un Poder más alto. Sin la disciplina moral que cada cual debe imponerse a sí mismo, las libertades no son más que un logro; se tiene la apariencia pero no las costumbres de un pueblo libre (...).
Todo lo que se eleva hacia la luz se eleva hacia la libertad. (...)»

PREGUNTAS
¿Cuál es la diferencia entre la libertad de pensar y la de obrar?
¿Cuáles son las principales consecuencias de la oposición a la libertad de conciencia?
¿Por qué la libertad del hombre está íntimamente ligada a su grado de adelantamiento moral?
¿Cuál es el verdadero significado de la libertad?

Atención mamis y pais, mañana es día de Educación Espírita. 
¡Kédima Kédima Furquimos espera con mucho amor!


domingo, 21 de abril de 2013

XI Jornada Espiritista de Barcelona



Hola familia,
Ayer fue un gran día en CEADS. Era la primera vez que realizábamos nuestra jornada anual en nuestro centro y la verdad es que no las teníamos todas con nosotros… ¿Cabríamos todos? ¿Tendríamos suficientes sillas? ¿Los lavabos estarían a la altura? ¿Seríamos capaces de poner el equipo de sonido adecuado a tiempo? ¿La gente que venía al ilustre CCCB vendría a nuestro humilde local? Pues este año en lugar de pagar el alquiler del CCCB, decidimos invertir en sillas… que por cierto, casi, casi no fueron suficientes. En el momento de mayor afluencia, llegamos a tener más de 70 personas en CEADS. Calculamos que aproximadamente 100 encarandos pasaron por nuestro local por la mañana o por la tarde. Y "sí", la respuesta a todas nuestras dudas ha sido un rotundo sí: ayer celebramos la XI Jornada Espiritista de Barcelona, EVOLUCIÓN EN DOS MUNDOS, en un agradable clima de recogimiento, fraternidad y alegría. 

Las conferencias fueron de un buen nivel informativo y doctrinario; los niños y jóvenes pusieron su toque de ingenuidad y alegría; los frecuentadores habituales de CEADS disfrutamos, como suele decir Alfredito, “como conguitos”; los que nos visitaban por primera vez contribuyeron a que el ambiente fuera de aprendizaje y crecimiento. ¡Ojalá nos volvamos a ver en alguna de nuestras reuniones!Ya sé que estáis deseando el resumen de las conferencias… Haré lo que pueda, porque la verdad es que se podría escribir un libro sobre cada una de ellas.A ver...

Empezamos con la conferencia de Elaine Cristina “Vida después de la vida: evidencias científicas”.  Elaine nos explicó la labor de la ciencia no se caracteriza por investigar lo conocido; precisamente su labor es indagar en cualquier campo donde haya evidencias suficientes para comprobar o refutar hipótesis generadoras de un mayor grado de conocimiento sobre la realidad. Siguiendo este principio, innúmeros investigadores en todo el mundo se ocupan actualmente des de una perspectiva estrictamente científica en comprender el fenómeno de la vida después de la muerte. Hay suficientes evidencias como para atraer a científicos trabajando en centros de investigación sin ninguna connotación religiosa o espiritualista. En el siglo XIX, investigadores como Arthur Doyle, Charles Richet, Gustave Geley y William Crooks fueron pioneros en este tipo de investigaciones. Des de entonces la ciencia ha avanzado mucho y el interés por la vida después de la muerte des de una perspectiva científica no ha menguado. En su conferencia Elaine nos habló de investigaciones siendo llevadas a término en el campo de la mediumnidad, de las experiencias cercanas a la muerte, la regresión terapéutica y los recuerdos espontáneos de vidas pasadas. En el power point de su presentación podéis encontrar los nombres de todos los investigadores citados por Elaine, muchos de los cuales ella y su colaboradora, la periodista Mado Martínez, tuvieron la oportunidad de entrevistar.

La segunda conferencia de la mañana estuvo a cargo de Miguel Vera Gallego, y se titulaba “Dimensiones Sutiles”. Miguel nos explicó que en el universo todo es información y energía. Las cosas que a nuestros ojos nos parecen tangibles no son más que un efecto de nuestros sentidos y que éstos, a su vez, están intrínsecamente relacionados al actual nivel de desarrollo moral e intelectual de la humanidad terrestre. Todos los objetos sólidos están hechos de moléculas y éstas están formadas por unidades todavía más pequeñas llamadas átomos. Si seguimos descomponiendo la materia sólida hasta el nivel subatómico, nos damos cuenta de que en este nivel las partículas carecen de solidez: son literalmente información, ondas de energía. Desde los niveles subatomicos hasta los rincones insondables del universo, hay infinitamente más espacios aparentemente vacios que lo que denominamos materia. ¡Es muy fuerte que todo lo sólido, en esencia, carezca de solidez! Lo que pasa es que las partículas que componen la silla en la que estoy sentada en estos momentos vibra a una frecuencia tan elevada que cuando entran en contacto con la vibración producida por las moléculas que componen mi cuerpo, producen el efecto de la solidez. Todo este “movimiento de partículas subatómicas” ocurre a la velocidad de la luz. A esta velocidad, nuestros sentidos no pueden procesar todo lo que influye en nuestra experiencia sensible. Pese a que los sentidos de los encarnados y los instrumentos de la ciencia contemporánea no sean capaces de advertir dimensiones más sutiles que la que habitamos actualmente, los espíritus nos dan noticias de hasta 7 dimensiones en la psicosfera de la Tierra: la corteza terrestre; dos dimensiones sub-crostrales: tinieblas y abismo; el umbral superior. Todas éstas son regiones considerabas umbralinas. Luego hay la región del arte en general, cultura y ciencia; la región del amor fraterno universal; y por último, la región de las directrices del planeta. Dichas regiones se distribuyen alrededor del núcleo de nuestro planeta como capas de una cebolla: cuanto más cerca del núcleo, más densas son éstas regiones y los cuerpos físicos y espirituales de los seres que las habitan (menor nivel vibratorio o velocidad de partículas subatómicas = menor capacidad de percepción de información por los sentidos); cuanto más lejos del centro del planeta, más sutiles la regiones y los cuerpos físicos y espirituales de los seres que las habitan (velocidad de partículas subatómicas inimaginables para la ciencia contemporánea = capacidad de percepción de información por los sentidos incomprensibles para nuestro nivel evolutivo).

La tercera conferencia del día la presentó Alfredo Tabueña, nuestro Alfredito, y se titulaba “Entre la tierra y el cielo: la gran epopeya espiritual”. Alfredito nos habló del proceso evolutivo como resultado de la evolución de la forma y del psiquismo. El principio inteligente y las formas evolucionan simultánea e interdependientemente. La evolución, tal como nos enseña el espiritismo, es a la vez física y espiritual, procesándose tanto en el plano material como en el plano extrafísico. El principio espiritual progresa lenta e incesantemente, pasando por los diferentes reinos de la naturaleza mientras crece en conciencia de su individualidad hasta adquirir, finalmente preparado para penetrar en la etapa humanoide, el sentido moral. A partir de entonces el ser ya es un espíritu, poseedor del libre albedrío, responsable por sus elecciones y sujeto a las leyes de causa y efecto. Alfredito nos habló de que disponemos de 2 tipos diferentes de memoria: una que es biológica (anatómica y fisiológica), que actúa en nivel periespiritual; y otra que es psicológica, inherente al ser y patrimonio del espíritu. En el momento de la reencarnación, entran en juego por lo menos 4 factores, interrelacionándose y influyéndose de forma compleja: las leyes físicas (de la genética); el estado mental del espíritu; el periespíritu (que actúa como molde delineador); y los ascendentes de orden espiritual. Alfredito nos habló de cómo los espíritus dan noticias de que el espíritu que en la Tierra conocemos por el nombre de Jesús ha estado, desde la formación misma de nuestro planeta, conduciendo los rumbos evolutivos de la humanidad terrestre, donando amor incondicional para que podamos seguir el camino de superación de la ignorancia que Él mismo recogió como criatura de Dios. Nos emocionó a todos escuchar cómo el compañero, más dado a los datos objetivos y el aspecto científico de la doctrina, ha aprendido a respetar y amar al Maestro, cosa que confesó, no ha sido fácil… Pero contó con ayuda de los compañeros de ideal de la familia CEADS, a quién Alfredito ha enriquecido con su forma racional y sensata de buscar a Dios.

Después de comer los niños y jóvenes de la Educación Espírita nos presentaron la obra “Una familia de otro mundo”. El estreno de Kédima como directora fue un éxito total. Los chicos derrocharon talento y alegría, preparando el ambiente perfecto para la que sería la última conferencia de la tarde. La presentaba Lola y se titulaba “La nueva generación de niños índigo y cristal”. Lola empezó hablando del actual proceso de transición planetaria que estamos viviendo en nuestro planeta. El mismo proceso que vivimos hace 12 mil años, cuando los exilados de Capela vinieron a habitar nuestro planeta, vuelve a suceder. En aquella ocasión, espíritus evolucionados intelectualmente, pero recalcitrantes en su capacidad de amar, fueron atraídos a la Tierra para su propio progreso moral y para el progreso intelectual del planeta. Esta vez, sin embargo, los espíritus que encarnan en la Tierra ya no son recalcitrantes en el amor. Todo lo contrario: nuestros ilustres huéspedes, los niños índigo y cristal, vinen a colaborar en la superación de la fase de guerras y sufrimientos. Su elevado nivel moral impulsará la Tierra hacia un mundo de regeneración, más pacífico y feliz. Estudiados por neurólogos, educadores y psicólogos de diversas partes del mundo, los niños índigo y cristal favorecerán el necesario cambio de paradigma a través de sus elevadas capacidades humanísticas, artísticas, conceptuales e interdimensionales. Estos niños son sin lugar a dudas un desafío para la pedagogía y las familias de la Tierra, tan acostumbrados que estamos a imponernos por la fuerza cuando nos falta elevación moral y sublimación de sentimientos. A todos los niños, y a los índigo y cristal en especial, hay que hablarles de espíritu a espíritu, comprendiendo que, si bien su cuerpo físico todavía no le posibilita la expresión de todas sus habilidades, su patrimonio intelectual y moral es digno del mayor respeto y admiración del que seamos capaces de demostrar.

Acabamos el día emocionándonos con el video Playing for Change, deseando que podamos ser, cada uno de nostros, el cambio que esperamos en el mundo .


Gracias a los conferenciantes, a la familia CEADS, los asistentes y, sobretodo, a la espiritualidad que nos acompaña y orienta. Nunca me dejo de sorprender de las cosas maravillosas que un grupo de gente tan imperfecta puede llegar a realizar con un poco de buena voluntad. Que seamos dignos de seguir colaborando con el Divino Maestro en su obra de amor por la humanidad, aportando el diminuto grano de arena que nuestros esfuerzos representan en la playa de las necesidades humanas.

Cariños de la hermana memor

Una familia del otro mundo


 ¿Como escribir algo si nos faltan las palabras?

Intentare describir lo que fue nuestra participación en la XI jornada espiritista. Nos reunimos en nuestra sala para pedir al Padre que nos ayudara en el momento de la presentación, les dije a mis niños que lo más importante era que ellos disfrutasen, y que si se olvidasen algo, ¡que improvisasen que lo pasasen bien!


Hicimos un teatro que hablaba de la importancia del equilibrio en el hogar, la importancia de tener a Dios presente en nuestras vidas.

Los niños y jóvenes estaban nerviosos e yo más... Por un momento pensé que no podría ser la narradora porque tenía ganas de salir y abrazarles a cada escena terminada. ¡Qué bien salía todo! ¡Cuánto trabajo hemos tenido! Yo estaba segura que todo saldría bien, pero ellos se superaron, hicieran lo mejor que podían, emocionaron al público dejando muy clarita la importancia de educar al espirito.


¿Si hemos tenido trabajo para ensayar? Mucho, porque nos reíamos a cada momento y muchas veces nos olvidábamos de ensayar. Creo que lo más importante es pasar a la gente que los niños pueden cambiar la manera de vivir de una familia porque el amor es el regalo más grande que el Padre nos ha dejado.

Agradezco a CEADS por la oportunidad de servir en la educación espírita infanto-juvenil, por la oportunidad de educar estos espíritus para que a cada día podamos ser mejores personas.


Chicos gracias por la alegría que ha llenado mi corazón en esta tarde de sábado :) Os quiero.

Kédima

domingo, 14 de abril de 2013

El puzle de la Verdad



Hola familia,

Ayer nos reunimos una vez más en el Centro Espírita Amalia Domingo Soler. El tema de estudio propuesto era “la libertad”, la primera ley moral que estudiaríamos después de haber estado, en clases anteriores, aprendiendosobre la ley natural de forma general.

Marcello empezó enseñándonos un puzle. Se le ocurrió ésta imagen mientras preparaba la clase y quiso compartir con notros sus reflexiones: la Ley Natural o Divina es un todo completo, perfecta en su expresión y de difícil comprensión en sus múltiples formas de manifestación por la inteligencia humana. Lo que nos lleva a dividirla, clasificarla, compartimentarla, es la ignorancia que todavía nos caracteriza, es decir, nuestra incapacidad para asimilar la Verdad en todo su esplendor.

De hecho, las reflexiones de Marcello se confirman si leemos con atención la pregunta 648 de El Libro de los Espíritus.

¿Qué pensáis de la división de la ley natural en diez partes, que comprenden las leyes de adoración, trabajo, reproducción,  conservación, destrucción, sociedad, progreso, igualdad, libertad, y por último, la ley de justicia, amor y caridad?

Tal como Kardec presenta la pregunta, podemos entender que sale del propio codificador, y no de los espíritus,  la propuesta de la división de la Ley Natural. Como buen pedagogo y educador, Kardec comprendió que las enseñanzas de la doctrina naciente serían mejor comprendidas por la inteligencia humana si facilitara su estudio a través de su división en partes. Aun así, de ninguna forma debemos perder de vista que la ley natural es indivisible. Si la estudiamos por partes, esto se debe a la inferioridad que nos caracteriza, dificultando que seamos capaces de aprehenderle el sentido de otra manera. La respuesta de los espíritus a la propuesta de Kardec es interesantísima:
Esa división de la ley de Dios en diez partes es la de Moisés y puede abarcar todas las circunstancias de la vida, lo que es esencial. Por tanto, puedes seguirla, sin que por esto tenga nada de absoluto, como tampoco lo tienen los demás sistemas de clasificación, que dependen del punto de vista desde el cual se considere una cosa. La más importante es la última de esas leyes: por medio de ella puede el hombre adelantas más en la vida espiritual, pues las resume todas.
En otras palabras, los espíritus nos dicen que podemos hacer tal como propone el codificador, pero que comprendamos que esta división en partes, ya utilizada por la humanidad en esfuerzos de conocer la ley divina anteriormente, solamente es necesaria porque no somos capaces de comprender que la ley de justicia, amor y caridad es efectivamente la realidad última, esencia y máxima expresión de la ley natural.
 
Hechas estas reflexiones y digerida nuestra declaración colectiva de inferioridad intelectual y moral, pasamos a la lectura del texto de estudio sobre la ley moral de libertad. El intercambio de reflexiones expuestas a medida que leíamos y contestábamos las preguntas fue muy rico y os expongo a continuación algunas de las ideas clave del estudio:
  • La libertad absoluta no puede ser alcanzada por el hombre encarando o desencarnado que vive en sociedad. Vivir en un entorno social hace con que dependamos unos de otros y nuestros derechos acaban donde empiezan los de los demás.
  • Solamente el ser que ama incondicionalmente disfruta de la libertad absoluta, una vez que, amando de esta manera, todos sus deseos, actos y pensamientos serían la máxima expresión del respeto hacia los derechos y necesidades de su prójimo.
  • El actual nivel evolutivo de los hombres que habitamos la psicosfera de la Tierra todavía nos tiene encadenados a condicionamientos que coartan nuestra libertad: el orgullo, el egoísmo, la envidia, el resentimiento, la ansiedad, el miedo… son todas cárceles del espíritu. Encarnamos en este planeta de pruebas y expiaciones precisamente para liberarnos de estas cadenas y elevarnos por encima de nuestras limitaciones. A medida que superamos la ignorancia del bien, conquistamos la verdadera libertad. Nelson Mandela fue un ejemplo para todos. Pese a que estubo en la cárcel, no permitió que el rencor aprisionara su corazón. Cuando salió de la cárcel convocó a los sudafrinados blancos y negros a vivir en paz.
  • El libre albedrío es la libertad misma de la que provee Dios a sus criaturas de elegir y tomar sus propias decisiones. En la respuesta a la pregunta 780 de El Libro de los Espíritus, conocemos que “el desarrollo del libre albedrío sigue al de la inteligencia y aumenta la responsabilidad de los propios actos”. El libre albedrío por tanto se encuentra en el lado opuesto al instinto en un continuo, puesto que se desarrolla a medida que el hombre conoce la razón. Por definición, el libre albedrío es la facultad misma para obrar según la propia voluntad, es decir, sin que sea Dios el que decida por nosotros. A medida que progresa moral e intelectualmente, el ser armoniza su propia voluntad con la voluntad de su Creador. La criatura crece en libertad y responsabilidad a medida que vence la ignorancia, superando las zonas del primitivismo instintivo. En el punto cumbre de esta trayectoria evolutiva, el ser encuentra la libertad absoluta: armoniza sus deseos, aspiraciones y esperanzas con la inteligencia cósmica universal. Así es como volvemos a lo que hemos dicho antes: en el amor incondicional seremos libres, puesto que ahí es donde vibramos en la frecuencia de la fuente cósmica de inteligencia, luz y vida.
  • El dolor sólo puede ser considerado un obstáculo a la libertad humana si es comprendido de forma reduccionista y materialista. Si la persona vive el dolor con ofuscamiento, cae en sufrimiento y se vuelve incapaz de aprovechar las lecciones liberadoras del orgullo, la vanidad y del egoismo que el dolor tantas veces nos ofrece. Si somos capaces de percibir el dolor como un verdadero maestro de la humildad, una llamada a la consciencia, un alerta de que algo hacemos mal, podremos observar su presencia en nuestras vidas como una oportunidad de crecimiento. Si no optamos por el amor, el dolor funcionará como el imán que nos atraerá a la corrección del mal uso que hayamos hecho del libre albedrío, conovocándonos, por tanto, a la necesaria e innevitable trayectoria de armonización con la inteligencia cósmica universal.   
Para finalizar este estudio que nos ha invitado a meditaciones tan profundas, os hago una sugerencia para un momento de relajación. Os propongo que veáis esta película que un amigo que ha recomendado recientemente.


Si bien es verdad que todos deseamos la libertad, no siempre hacemos los esfuerzos que ya sabemos necesarios para su conquista. Conscientes de que nuestro destino es la libertad absoluta, pidamos a nuestro Maestro Amado, este muchacho de condición tan superior a la nuestra, que nos fortalezca en la tarea de armonizarnos con la fuente cósmica de sabiduría y amor.

Cariños de la hermana menor
 

viernes, 12 de abril de 2013

LIBERTAD


¡Para la clase de mañana, amados!
Cariños de la hermana menor

LIBERTAD

Para ser libre de la mundana escoria
Y alcanzar la inmensidad radiante y bella
Supera los rígidos furores de la borrasca
Que te estremece en la carne transitoria.

Abandona los adornos de la ilusión corpórea
Y abraza la extraña y rigurosa tutela
De la aflicción, que te humilla y te flagela
En tu camino de esperanza y gloria.

Encadenado así a la cruz de tu propio sueño,
¡Transpone las tinieblas del abismo aterrador
En los supremos martirios de la ansiedad! ...

Y, ave distante del lodo terrestre,
Celebrarás en la pompa de Áureas Cumbres,
La conquista de la Eterna Libertad.

CRUZ E SOUZA

I.- Libertad natural
825. ¿Hay posiciones en el mundo en las que el hombre pueda jactarse de disfrutar de libertad absoluta?
- No, porque todos necesitáis los unos de los otros, así los humildes como los poderosos.
826. ¿En qué condición podría el hombre gozar de absoluta libertad?
- El eremita en un desierto. Tan pronto como haya dos hombres juntos, tendrán derechos ajenos que respetar y, por tanto, ya no gozarán de libertad absoluta.
827. La obligación de respetar los derechos de los demás ¿quita al hombre el derecho de ser dueño de sí?
- De ninguna manera, porque es ese un derecho que le otorga la Naturaleza.
828. ¿Cómo conciliar las opiniones liberales de ciertos hombres con el despotismo que con frecuencia ejercen en su casa y sobre sus subordinados?
- Poseen la comprensión de la ley natural, pero ésta se halla contrabalanceada por el orgullo y el egoísmo. Entienden lo que deben hacer –cuando sus principios no son una comedia que representen con cálculo- pero no lo ponen en práctica.
828 a. Los principios que han profesado en este mundo ¿se les tomarán en cuenta en la otra vida?
- Cuanto más inteligencia se tiene para comprender un principio, tanto menos disculpable se es de no aplicárselo a sí mismo. En verdad os digo que el hombre simple pero sincero está más adelantado en el camino de Dios que aquel otro que quiere aparentar lo que no es.

II.- Esclavitud
829. ¿Hay hombres que, por naturaleza misma, estén destinados a ser propiedad de otros hombres?
- Toda sujeción absoluta de un hombre a otro es contraria a la ley de Dios. La esclavitud constituye un abuso de la fuerza. Desaparece con el progreso, de la manera que poco a poco van concluyendo todos los abusos.
La ley humana que consagra la esclavitud es una ley antinatural, puesto que equipara al hombre con el animal y lo degrada moral y físicamente.
830. Cuando la esclavitud está implantada en las costumbres de un pueblo, ¿los que se benefician con ella son reprensibles, si no hacen otra cosa que adaptarse a un uso que se les antoja natural?
- El mal siempre es el mal. Todos vuestros sofismas no lograrán que una mala acción se torne buena. Pero la responsabilidad del mal está relacionada con los medios que se tengan para comprenderlo. El que extraiga provecho de la ley que consagra la esclavitud es, en todos los casos, culpable de violación a la ley natural. Mas en esto, como en todas las cosas, la culpabilidad es relativa. Al haberse incorporado la esclavitud a las costumbres de ciertos pueblos, el hombre ha podido beneficiarse con ella de buena fe, como con algo que se le ocurría natural. Pero tan pronto como su razón más desarrollada, y sobre todo esclarecida por las luces del Cristianismo, le mostró que el esclavo era igual a él ante Dios, ya no tuvo excusa.
831. La desigualdad natural de las aptitudes ¿no pone a ciertas razas humanas bajo la dependencia de otras más inteligentes?
- Sí, mas para elevarlas y no para embrutecerlas todavía más mediante la servidumbre. Durante demasiado tiempo han venido considerando los hombres a los individuos de ciertas raza Humanas como animales de labor, provistos de brazos y manos que se han creído con derecho a vender cual si se tratara de bestias de carga. Aquellos hombres que se conceptúan de sangre más pura. ¡Insensatos, que sólo ven la materia! No es la sangre la que sea pura en mayor o menor grado, sino el Espíritu.
832. Hay personas que tratan a sus esclavos con humanidad, cuidando que no carezcan de nada, y que piensan que la libertad expondría a éstos a mayores privaciones. ¿Qué dices de ello?
- Digo que ésos comprenden mejor sus intereses. También cuidan mucho sus bueyes y caballos, a fin de obtener mejor precio por ellos en el mercado. No son tan culpables como los que maltratan a sus esclavos, pero no dejan de disponer de ellos como de una mercancía, privándolos del derecho de ser dueños de sí.
 
 Cuestionario de Discusión

 1. El hombre es libre y fue creado para ser feliz, destinado a la perfección; sin embargo, su libertad no es absoluta, sino restringida. ¿Por qué?

 2. ¿Cuáles son las consecuencias inmediatas y futuras de las acciones irreflexivas o irresponsables de las personas?

3. ¿Cuál es la relación existente entre libertad y libre albedrío?

4. ¿De qué manera puede el hombre ser feliz sin impedir la libertad de acción del prójimo?

5. ¿Por qué es importante que tengamos libre albedrío?

6. ¿Por qué es condenable cualquier modalidad de esclavitud?

7. ¿Puede el dolor ser considerado un obstáculo a la libertad humana? Justifique su respuesta.

8. ¿En qué principios debemos basarnos para evitar la esclavitud?

9. ¿Cuál es el peor tipo de esclavitud?

10. ¿Qué debemos hacer para ser realmente libres?

 LA LIBERTAD NATURAL Y LA ESCLAVITUD

La libertad es la condición básica para que el alma construya su destino. Al principio parece limitada a las necesidades físicas, condiciones sociales, intereses o instintos. Pero cuando se analiza el problema más profundamente, se ve que la libertad, aunque incipiente, es siempre suficiente para permitir que el hombre rompa ese círculo restringido y construya a voluntad su propio futuro.

«Intrínsecamente libre, creado para la vida feliz, el hombre trae, sin embargo, grabados en la propia conciencia, los límites de su libertad. Jamás debe constituir un obstáculo en la senda por donde avanza su prójimo, le está vedado explotar otras vidas, bajo ningún argumento, de las que pueda coartar el derecho a la libertad. (...) La libertad emana de la legítima responsabilidad y no puede triunfar sin esta última. La responsabilidad surge de la madurez personal en relación con los deberes morales y sociales, que son el problema matriz que promueve los legítimos derechos humanos. Por la ley natural todos los seres poseemos derechos que, no obstante, no eximen a ninguno de las respectivas obligaciones que provienen de su uso.
A toda criatura le es concedida la libertad de pensar, hablar y obrar, siempre que esa concesión implique el respeto a los derechos semejantes del prójimo.


Ser libre, por lo tanto, es saber respetar los derechos ajenos, porque «(...) desde que estén juntos dos hombres, existen entre ellos derechos recíprocos que les corresponde respetar (...).» Vivimos en un planeta que se caracteriza por el predominio del mal sobre el bien; es un planeta inferior donde sus habitantes están sometidos a pruebas y expiaciones; de ahí que sea común que muchos Espíritus no posean el discernimiento natural para el empleo de la libertad que Dios les concedió. Que haya abusos de poder, puestos de manifiesto en las tentativas del hombre de esclavizar a sus semejantes, en diferentes formas e intensidades, constituye un ejemplo típico del mal uso de esta ley natural.

A medida que el ser humano evoluciona, crece con él la responsabilidad sobre sus actos, sobre sus manifestaciones verbales y aún sobre sus pensamientos. En este nivel evolutivo comienza a comprender que la libertad no se traduce en hacer o dejar de hacer determinada cosa, irresponsablemente. Empieza a controlar su línea de conducta, de manera que ésta no alcance desastrosamente al prójimo. Comprende en fin, que su libertad termina donde comienza la de sus semejantes. La voluntad personal o libre albedrío es entonces ejercitada de una manera más coherente, más responsable. El Libre Albedrío se define como la «facultad que tiene el individuo de determinar su propia conducta, o en otras palabras, la posibilidad que tiene de elegir, entre dos ó más razones suficientes para querer y obrar, una de ellas y hacer que prevalezca sobre las demás».

Sin el libre albedrío el hombre no tendría el mérito de practicar el bien o evitar el mal, pues si la voluntad y la libertad del Espíritu no fueran ejercitadas, el hombre no sería más que un autómata. Por el contrario, con el libre albedrío, el individuo se transforma en el arquitecto de su propia vida, de su felicidad o desdicha, de su mayor responsabilidad en cualquier acto que practique. La libertad y el libre albedrío guardan una correlación fundamental en la criatura humana y aumentan de acuerdo con su elevación y conocimiento. Si por un lado tenemos la libertad de pensar, hablar y obrar, por otro el libre albedrío nos confiere la responsabilidad de nuestros actos, por haber sido practicados libremente y por nuestra propia voluntad.

La sujeción absoluta de un hombre a otro es un error gravísimo, de consecuencias desastrosas para quien lo practica. La esclavitud, sea física, intelectual o socio-económica es siempre un abuso de la fuerza que tiende a desaparecer con el progreso de la humanidad... Es un atentado a la Naturaleza, donde todo es armonía y equilibrio. Quien agrede arbitrariamente, cercenando la libertad de los otros, esclavizándolos mediante los diversos procesos que ofrece el mundo moderno, sufre la natural consecuencia que es el azote del dolor, que despierta y corrige, educa y eleva hacia los niveles superiores de la vida. Nuestra libertad no es absoluta porque vivimos en Sociedad, donde debemos respetar los derechos de las personas. Con base en este precepto resulta absurdo aceptar cualquier forma de esclavitud: física, social, económica, ideológica, religiosa, etc.

«...Durante mucho tiempo se aceptó como justa la esclavitud de los pueblos vencidos durante las guerras; así como fue permitido por los códigos terrestres que los hombres de ciertas razas fueran cazados y vendidos como bestias de carga, en la falsa suposición de que eran inferiores y, tal vez, no fuesen nuestros hermanos de humanidad. Cupo al Cristianismo mostrar que ante Dios sólo existe una especie de hombres y que, más o menos puros y elevados, ellos lo son no por el color de la epidermis o de la sangre, sino por el espíritu; es decir, por la mejor comprensión que tengan de las cosas y principalmente por la bondad que impriman sus actos. (...)»

Con la abolición de la esclavitud todos podemos disponer libremente de nuestras vidas. «(…) Sin dudas, estamos todavía muy distantes de una experiencia mundial de respeto integral a las libertades humanas; no obstante, ya las aceptamos como un ideal que debe ser alcanzado y eso es un gran paso, pues tal comprensión habrá de elevarnos, día más o día menos, a ese estado de paz y felicidad al que todos aspiramos».