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jueves, 31 de octubre de 2013

La utilidad de la riqueza

Buenas noches,

Este sábado tenemos el estudio sistematizado del Evangelio según el Espiritismo y debatiremos la utilidad de la riqueza, las desigualdades económicas que asolan nuestro planeta y como podemos emplearla de manera útil para nuestra evolución.

Para los que quieran prepararse para la clase os recomiendo la lectura del CAPÍTULO XVI - No se puede servir a Dios y a las riquezas, de los items 7 al 14.




Para que podamos reflexionar respecto el asunto os dejo una trecho del item 7:

"(...) En efecto, el hombre tiene por misión trabajar para la mejora material del globo; debe desmontarlo, sanearlo y disponerlo para que un día reciba toda la población que corresponde a su extensión; para alimentar a esa población que crece sin cesar, es preciso aumentar la producción; si la producción de una comarca es insuficiente; es necesario buscarla más lejos. Por esto mismo las relaciones de pueblo a pueblo se hacen
necesarias, y para hacerlas más fáciles, es menester destruir los obstáculos materiales que los separan y hacer las comunicaciones más rápidas. Para los trabajos que son obra de los siglos, el hombre ha tenido que sacar los materiales hasta de las entrañas de la tierra; ha buscado en la ciencia los medios de ejecutarlos con más seguridad y con más rapidez; pero para llevarlos a cabo, le son necesarios los recursos. La necesidad le ha hecho crear la riqueza, como le ha hecho descubrir la ciencia. La actividad indispensable para estos mismos trabajos aumenta y desarrolla su inteligencia, y esta inteligencia, que al principio se concentra en la satisfacción de sus necesidades materiales, le ayudará más tarde a comprender las grandes verdades morales. Siendo la riqueza el primer medio de ejecución, sin ella no habría grandes trabajos, no habría actividad, no habría estimulante, no habría descubrimientos. Con razón, pues, está considerada como un elemento del progreso."

Andrea

lunes, 28 de octubre de 2013

La necesidad de la guerra

Buenas noches,

El sábado tuvimos clase del ESDE en CEADS para estudiar uno de los flagelos más polémicos de la humanidad: las guerras.

Podemos pensar mucho respecto la real necesidad de las guerras para la evolución del planeta y de su población. Pero, ¿Es correcto afirmar que es necesaria? ¿Las guerras son una especie de castigo? ¿Cual su importancia? ¿Es inevitable? ¿Qué puede hacer el hombre para minimizar las consecuencias de las tragedias?

En "El Libro de los Espíritus", podemos encontrar respuestas a todas esas preguntas. No voy a inventar la rueda puesto que Kardec y los Espíritus Superiores de la Codificación de la Ciencia Espírita ya las han contestado hace más de 150 años.

Lo que hemos podido concluir en el estudio en grupo fue:
- Que las guerras no son castigos pero consecuencias de la falta de moral y fraternidad entre todos. El orgullo ciega a los que la llevan a cabo.
- Las guerras todavía son necesarias dado nuestro grado de evolución. Es verdad que son mucho menos la cantidad de guerras sangrientas que hace 200 años pero persisten en nuestra planeta hasta que aprendamos a respectar el prójimo como a nosotros mismos.
- No solo las guerras pero todos los tipos de flagelo NO son necesarios pero todavía no sabemos amar y nuestra ignorancia nos lleva a la senda del dolor como forma de aprendizaje.
- Las guerras son EVITABLES y serán menos brutas cada vez que el hombre avance en su evolución moral.
- Podemos minimizar las consecuencias de las guerras usando de la caridad para ayudar de la mejora manera posible: con donaciones dinerarias, vibraciones y oraciones, palabras amigas y de apoyo, ayuda humanitaria, psicológica, etc.
Ya decía Madre Teresa de Calcuta: "Quieres promover la paz mundial, ve a casa y ama a tu familia"
Y podemos aprender de estas palabras que nuestra familia empieza en el ceno de la consanguinidad pero se extiende a toda la humanidad.

Os dejos un vídeo para que pensemos sobre esta familia planetaria, llena de ilusión, cultura y fuente de sabiduría.



¡Qué tengáis una semana de mucha paz.

Un saludo fraterno,

Andrea Campos

miércoles, 23 de octubre de 2013

Por qué existe el dolor?

Hola

familia! El próximo sábado seguimos con el Estudio Sistematizado de la Doctrina Espírita. Estamos estudiando las leyes naturales o divinas, y esta semana el estudio nos llevará a a la reflexión sobre los flagelos destructores: por qué los permite Dios?

Para los más aplicados, os dejo el texto de estudio. ¡Buena lectura!

Cariños de la hermana menor

FLAGELOS DESTRUCTORES: GUERRAS

«Todo lo que vive en este mundo: naturaleza, animal, hombre, sufre y sin embargo, el amor es la ley del Universo y fue por amor que Dios formó a los seres. Esta contradicción aparentemente horrible, este problema angustioso perturbó a tantos pensadores y los condujo a la duda y al pesimismo.

El animal está sometido a la lucha ardiente por la vida. Entre las hierbas del prado, las hojas y ramajes de los bosques, en el aire, en el seno de las aguas, por todas partes se desarrollan dramas ignorados. En cuanto a la Humanidad, su historia no es más que un largo martirologio. A través de los tiempos, por sobre los siglos, rueda la triste melopea de los sufrimientos humanos (...). El dolor sigue todos nuestros pasos; nos acecha en todas las curvas del camino. Y frente a esta esfinge que lo observa con su mirada extraña, el hombre se plantea la eterna pregunta: por qué existe el dolor?


Fundamentalmente considerado, el dolor es una ley de equilibrio y educación. En este sentido, los flagelos destructores son permitidos por Dios para que la Humanidad pueda «progresar más de prisa». Además, la palabra flagelo generalmente es interpretada como algo perjudicial cuando, en realidad, representa el medio por el cual las transformaciones necesarias al progreso humano se realizan más rápidamente. Es muy cierto que existen otros procesos, menos rigurosos, para hacer que los hombres progresen y Dios «(...) los emplea todos los días, pues dio a cada uno los medios de progresar por el conocimiento del bien y del mal. El hombre, no obstante, no aprovecha esos medios. Por lo tanto, se hace necesario que sea castigado en su orgullo y que se le haga sentir su debilidad. (...)» Y con el abatimiento del orgullo, «(...) la Humanidad se trasforma, como ya se transformó en otras épocas, y cada transformación queda señalada con una crisis que es, para el género humano, lo que son para los individuos las crisis de crecimiento. Aquellas resultan muchas veces penosas, dolorosas, arrebatan consigo a las generaciones y las instituciones, pero son siempre seguidas de una fase de progreso material y moral. (...) Cuando los flagelos naturales, tales como cataclismos, inundaciones, hambre, epidemias de enfermedades y de plagas de plantaciones, la sequía, los terremotos y maremotos, las erupciones volcánicas, los ciclones, etc., se abaten sobre la Humanidad, muchos se rebelan contra Dios y pierden valiosas oportunidades de comprender el significado de tales acontecimientos. «La Ley del Karma o de Causa y Efecto ejerce su ineludible influencia no sólo sobre los hombres, en forma individual, sino también sobre los grupos sociales.



Así, por ejemplo, cuando una familia, una nación o una raza busca algo que le traiga mayores satisfacciones, se esfuerza por mejorar sus condiciones de vida o adopta medidas tendientes a acelerar su desenvolvimiento: sin perjudicar o hacer mal a otro está contribuyendo, de alguna forma, a la evolución de la Humanidad, y esto es bueno.



Recibirá entonces nuevas y más amplias oportunidades de trabajo y progreso, conduciendo a los elementos que la componen a niveles cada vez más elevados. No obstante, si procede al contrario, «(...) tarde o temprano sufrirá la pérdida de todo aquello que adquirió injustamente, en circunstancias más o menos trágicas y aflictivas, según el grado de malicia y crueldad que haya caracterizado sus acciones. (...)» Es así que más tarde, en otras existencias planetarias, son convocados a expiaciones colectivas o individuales, que aparecen bajo la forma de flagelos destructores. Sin embargo, sucede que «(...) muchos flagelos son el resultado de la imprevisión del hombre. A medida que adquiere conocimiento y experiencia puede ir conjurándolos, es decir, previniéndolos, si sabe investigar sus causas. A pesar de eso, entre los males que afligen la Humanidad hay algunos de carácter general que están en los decretos de la Providencia y de los cuales cada individuo recibe, en mayor o menor medida, el contragolpe. A esos el hombre nada puede oponer sino la sumisión a la voluntad de Dios. Esos mismos males, sin embargo, él los agrava, muchas veces, por su negligencia.


En la primera fila de los flagelos destructores, naturales e independientes del hombre, deben ser colocados la peste, el hambre, las inundaciones, las tempestades fatales para las producciones de la tierra. (...)» Al enfrentar esos flagelos, el hombre es impulsado por la fuerza de la necesidad a buscar soluciones para liberarse del mal que lo ataca. Es por eso que el dolor se transforma en un proceso o un medio de equilibrio y educación, como ya hemos señalado. Asimismo, las guerras, que no representan más que el «(...) predominio de la naturaleza animal sobre «la naturaleza espiritual y el desborde de pasiones», generan «la libertad y el progreso» de la Humanidad. Dios permite que exista la guerra y todas sus funestas consecuencias para que el hombre, al contacto con el dolor, se libere: por un lado de su pasado de errores, y pula, por otro, las malas tendencias que todavía lo hacen mantenerse en atraso moral.

domingo, 20 de octubre de 2013

Alfred Wallace: un pequeño homenaje en el primer centenario de su desencarnación

Hola familia,

Ayer en CEAD nos dedicamos a conocer un poco más a un personaje admirable: Alfred Wallace, co-autor, juntamente con Charles Darwin, de la teoría de la evolución de las especies a partir de un ancestro único a través de la selección natural. El año 2009 se celebró el segundo centenario del nacimiento de Charles Robert Darwin y los 150 años de la publicación del "Origen de las Especies", pero poco o nada se dice de Wallace. Con la conferencia de ayer, CEADS ha querido rendir un pequeño homenaje a este naturalista, activista, espiritualista, socialista: un científico humilde y comprometido con la lucha por la eliminación de las desigualdades socials, económicas y de género. Este año se cumple primer centenario de su desencarnación. Queda así registrada nuestra más profunda admiración y gratitud al naturalista contemporáneo de Kardec que, sin haber conocido la Doctrina de los Espíritus, elaboró muchas reflexiones que le son perfectamente afines.

En la última edición deVisión Espírita encontraréis un comentario sobre Alfred Wallace y otro en la última entrada del blog. Además os dejo a continuación la presentación de ayer y os animo a todos a conocerle un poco más.


Cariños de la hermana menor

sábado, 19 de octubre de 2013

Día de conferencia es día de alimento espiritual y material

Hola familia,

Hoy en CEADS conferencia a cargo de Janaina Minelli sobre Alfred Wallace. No nos olvidemos de día de conferencia es día de alimento espiritual y material. Si puedes, colabora con la Cesta Básica.


Para la próxima Cesta Básica necesitamos:

5 L de aceite
9 kg de azúcar
10 paquetes de café
6 cremas dentales
3 L de gel de ducha
9 L de Leche
30 kg de legumbre
23 kg de salsa de tomate

Os dejo una pequeña introducción al personaje que conoceremos mañana.

Cariños de la hermana menor

Alfred Wallace

En los círculos académicos y culturales se le ha considerado a Alfred Wallace como un personaje controvertido. En conferencias espiritistas es frecuente que le hagamos referencia, aun sin conocerle muy a fondo, por su defensa de la mediumnidad como una realidad y un campo de investigación legítimo.

Biografías más recientes están corrigiendo la visión de que Wallace había sido un científico brillante que derrapó por la vía espiritualista y activista. Más allá del ámbito espiritista, actualmente se le considera como un filósofo y crítico cultural que maduró reflexiones durante toda su vida, participando activamente en la arena de debate público contra las desigualdades sociales, económicas y de género, además de defender abiertamente que la ciencia y la espiritualidad son fuentes complementarias (insuficientes por separado) para el conocimiento de la naturaleza. Los espiritistas le podemos considerar un precursor de nuestra doctrina: un pensador del siglo XIX comprometido con las verdades que serían anunciadas por los espíritus que participaron en la codificación. Su contribución a la humanidad tuvo impacto en diferentes ámbitos:

·         Ciencias Naturales y  Teoría de la Biología – Ayudó a fundar la revista Nature y, juntamente con Charles Darwin, es co-autor de la teoría de las especies.
·         Socialismo – Wallace era un socialista porque creía que la más alta ley de los hombres es la justicia. Su definición de socialismo era “El uso que cada uno hace de sus facultades por el bien común y la organización voluntaria del trabajo para el beneficio equitativo de todos”.
·         Espiritualismo – Wallace fue contemporáneo de Kardec y de la codificación, pero no hay evidencias de que haya tenido acceso a la doctrina. Participó en innumerables sesiones espiritualistas, algunas en compañía de Willian Crookes. Presenció y relató en su libro de memorias, My Life, fenómenos mediúmnicos de diferentes tipos, tales como materializaciones, psicografía y psicofonía.
·         Teísmo – Teleología – Wallace era un abierto defensor del teísmo, la creencia en que existe un Dios que rige la creación, y de la teleología, es decir, de que el universo tiene un propósito. Este propósito, según Wallace, es el perfeccionamiento de los seres humanos.
·         Activismo Social – Entre las ideas de Wallace en este campo, está la de la “nacionalización de la tierra”. Él creía que la propiedad de la tierra, concentrada como estaba en manos de pocos, era la causa de muchos de los males de la sociedad. Así fue durante muchos años presidente de una fundación que luchó por la expropiación de los terratenientes. La herencia era para Wallace fuente de pereza y estancación contraproducentes para el progreso individual y colectivo.
·         Teoría de la Ética – orden social, político y ético adecuado para la nueva era. Para él, la moral y la política eran tan relevantes para la elaboración de una filosofía adecuada para el siglo XIX como las teorías y hallazgos científicos.




Cuando joven fue introducido a la topografía por su hermano mayor, lo que le brindó el contacto con la naturaleza que seguramente ayudaría a formar al científico de más tarde. Pero su trabajo también le abrió los ojos al contraste entre el campo y las ciudades industrializadas de la Inglaterra imperialista. La noción de progreso de Alfred Wallace, basada en el desarrollo de las facultades más nobles de la naturaleza humana para la promoción de una vida digna para todos los miembros de la sociedad se presenta en franca contradicción al “progreso de la revolución industrial”, que destruía la naturaleza y minaba las fuerzas de los trabajadores. 

domingo, 13 de octubre de 2013

La destrucción bajo la óptica Espírita

Hola familia,

Ayer, en nuestro querido local, pese a que fuera festivo volvimos a tener la casa llena. Con alegría nos reunimos cerca de 30 encarnados para el estudio de una ley cósmica: la destrucción. A menudo la forma de pensar de nuestro tiempo, nuestra experiencia en el mundo material, nuestros miedos y necesidades condicionan nuestra manera de concebir las cosas. Por ahí empezamos: ¿Qué es la destrucción? ¿Cómo la vemos? Estas fueron las preguntas que abrieron la sesión de estudio. Las respuestas fueron… La destrucción es ACABAR CON ALGO, HACER EN PEDAZOS; EL FIN; ANIQUILAMIENTO; UNA TRANSFORMACIÓN; ALGO VIOLENTO; ALGO EN CONTRA DE LAS LEYES DE DIOS; MORIR.

A partir de ahí nos dedicamos a la lectura de las preguntas 728 a 736 de El Librode los Espíritus. Nos separamos en grupos y trabajamos diferentes aspectos de la destrucción, profundizando en el sentido de esta ley natural. Los aspectos de la destrucción trabajados por los grupos fueron:

De su finalidad
«Preciso es que todo se destruya para renacer y regenerarse. Porque lo que llamáis destrucción no es más que una transformación, que tiene por finalidad la renovación y mejoramiento de los seres vivos. (...)»

Se entiende, a partir de las enseñanzas de los espíritus, que la destrucción es parte de la ley natural y tiene por finalidad la evolución de toda la creación. La renovación y la mejora continua de los cuerpos físicos y del principio espiritual son una consecuencia de la destrucción. La visión materialista del tema sólo ve el aniquilamiento de los cuerpos físicos o la destrucción de estructuras, pero las enseñanzas de los espíritus nos instruyen a comprender la imposibilidad del aniquilamiento del espíritu, que debe progresar incesantemente.

Del instinto destructivo
« (...) Para alimentarse los seres vivos se destruyen recíprocamente, destrucción ésta que obedece a un doble fin: mantener el equilibrio en la reproducción, que podría llegar a ser excesiva, y la utilización de los despojos del envoltorio exterior que sufre la destrucción. (...)»

Es necesaria la lucha para el desenvolvimiento del Espíritu. Es en la lucha éste ejercita sus facultades. Tanto el que ataca en busca de alimento como el que se defiende para conservar la vida hacen uso de habilidad e inteligencia, aumentando, en consecuencia, sus poderes intelectuales. Uno de los dos sucumbe, pero en realidad, ¿qué fue lo que el más fuerte o más diestro quitó al más débil? ¿El envoltorio de carne, nada más; con posterioridad el Espíritu, que no murió, tomará otro.» «En los seres inferiores de la creación, en aquellos en quienes todavía falta el sentido moral, en los cuales la inteligencia todavía no sustituyó el instinto, la lucha no puede tener por móvil sino la satisfacción de una necesidad material. Luego, una de las más imperiosas de esas necesidades es la de la alimentación. Luchan, pues, únicamente para vivir, es decir, para hacer o defender una presa, visto que ningún móvil más elevado podría estimularlos. Es en ese primer período que el alma se prepara y ensaya para la vida. (...)»

Del abuso de la destrucción

« (...) Toda destrucción que excede los límites de la necesidad constituye una violación a la ley de Dios. (...)»

En su estado evolutivo actual el hombre solamente es eximido de la responsabilidad de destrucción de otros seres vivos, animales o vegetales, en la medida en que tenga que proveer a su sustento y garantizar su seguridad. Fuera de eso, cuando, por ejemplo, se obstina en cazar por el simple placer de destruir, o en deportes mortíferos como las corridas de toros, el «tiro a la paloma», etc., tendrá que rendir cuentas a Dios por ese abuso que revela, además, el predominio de sus malos instintos. (...)»

Del miedo a la muerte

El hombre teme, instintivamente, a la muerte porque «(...) Dios le dio el instinto de conservación, instinto que lo sostiene en las pruebas. De no ser así, muy frecuentemente se entregaría al desánimo. La voz interior que lo induce a rechazar la muerte, le dice que todavía puede realizar alguna cosa por su progreso. (...)»

 El temor a la muerte «(...) es un efecto de la sabiduría de la Providencia y una consecuencia del instinto de conservación común a todos los seres vivos. (...) A medida que el hombre comprende mejor la vida futura, el temor a la muerte disminuye; una vez comprendida su misión terrenal, aguarda su fin con calma, resignación y serenidad. (...)» Para liberarse del temor a la muerte es necesario poder encararla desde su verdadero punto de vista, es decir, haber penetrado con el pensamiento en el mundo espiritual, formándose de él una idea tan exacta como sea posible, lo que denota de parte del Espíritu encarnado un cierto desenvolvimiento y aptitud para desprenderse de la materia.

Los grupos intercambiaron componentes y mantuvieron un rico debate acerca de los diferentes aspectos de la destrucción, bajo la óptica de la Doctrina Espírita. Volviendo al grupo, una vez más preguntamos ¿Qué es la destrucción? ¿Cómo nos propone la Doctrina Espírita que la encaremos? Esta vez las palabras que salieron tenían un matiz distinto: La destrucción es NECESARIA; NATURAL; UNA RENOVACIÓN; CONTINUA; TRANSFORMACIÓN; RESPETO; ATENCIÓN; EVOLUCIÓN; CAMBIO; LEY DIVINA.

Creo que se nota el cambio que hemos experimentado durante la discusión de la tarde de ayer. Pidamos a la espiritualidad amiga que nos ayude a aceptar la destrucción que se produce en nuestras vidas, comprender su propósito y superar el miedo que nos produce por el instinto de preservación. Demos las gracias al Maestro, luz y guía de la humanidad, que no cesa de confiar en nuestra capacidad individual y colectiva de renovación y evolución.


Cariños de la hermana menor

viernes, 11 de octubre de 2013

DESTRUCCIÓN NECESARIA Y DESTRUCCIÓN ABUSIVA

Hola familia,

mañana en CEADS empezamos el estudio de otra ley cósmica: la destrucción. Después de pasar algunas clases hablando sobre la ley del trabajo, vamos a empezar materia nueva. Para calentar motores, os pongo un texto de estudio sobre el tema.

Cariños de la hermana meno


DESTRUCCIÓN NECESARIA Y DESTRUCCIÓN ABUSIVA

 «La destrucción recíproca de los seres vivos es, entre las leyes de la Naturaleza, una de las que, a primera vista, menos parecen conciliarse con la bondad de Dios. Se pregunta por qué les creó Él la necesidad de destruirse mutuamente, para alimentarse los unos a costa de los otros. (...)» Para aquel que percibe solamente la materia, que limita su visión a la vida presente, esto parece en efecto, una imperfección en la obra divina. Es que, en general, los hombres juzgan la perfección de Dios desde su punto de vista; su propia opinión es la medida de su sabiduría y piensan que Dios no podría hacer cosa mejor que lo que ellos conciben. Su estrechez de miras no les permite juzgar el conjunto, no comprenden que de un mal aparente puede resultar un bien real. El conocimiento del principio espiritual, considerado en su verdadera esencia, y el de la gran ley de unidad que constituye la armonía de la creación, es el único que puede dar al hombre la clave de ese misterio y mostrarle la sabiduría providencial y la armonía, precisamente donde no veía sino una anomalía y una contradicción.


Una primera utilidad que se presenta de esta destrucción, — utilidad puramente física, es verdad — es ésta: los cuerpos orgánicos no se mantienen sino por medio de materias orgánicas, siendo estas materias las únicas que contienen los elementos nutritivos necesarios para su transformación. Como los cuerpos, instrumentos de acción del principio inteligente, tienen necesidad de ser incesantemente renovados, la Providencia los hace servir para el mantenimiento mutuo; es por ese motivo que el cuerpo se nutre del cuerpo, pero el Espíritu no es ni destruido ni alterado; solamente se despoja de su envoltorio.

Más allá de eso, hay «(...) consideraciones morales de orden elevado. Es necesaria la lucha para el desenvolvimiento del Espíritu. Es en la lucha que éste ejercita sus facultades. Tanto el que ataca en busca de alimento como el que se defiende para conservar la vida hacen uso de habilidad e inteligencia, aumentando, en consecuencia, sus poderes intelectuales. Uno de los dos sucumbe, pero en realidad, ¿qué fue lo que el más fuerte o más diestro quitó al más débil? ¿El envoltorio de carne, nada más; con posterioridad el Espíritu, que no murió, tomará otro.» «En los seres inferiores de la creación, en aquellos en quienes todavía falta el sentido moral, en los cuales la inteligencia todavía no sustituyó el instinto, la lucha no puede tener por móvil sino la satisfacción de una necesidad material. Luego, una de las más imperiosas de esas necesidades es la de la alimentación. Luchan, pues, únicamente para vivir, es decir, para hacer o defender una presa, visto que ningún móvil más elevado podría estimularlos. Es en ese primer período que el alma se prepara y ensaya para la vida. (...)»



«(...) Bajo otro prisma, al destruirse unos a otros, por la necesidad de alimentarse, los seres infrahumanos mantienen el equilibrio en la reproducción, impidiendo que se torne en excesiva, contribuyendo, además, con sus despojos, para una infinidad de aplicaciones útiles a la Humanidad. Si restringimos el examen de este problema solamente al proceder del hombre, que es lo que más nos interesa, aprendemos con la Doctrina Espírita que la matanza de animales, bárbara sin dudas, fue, es y será por algún tiempo más, necesaria aquí en la Tierra, debido a sus groseras condiciones de existencia. Sin embargo, a medida que los terrícolas se depuren, sobreponiendo el espíritu a la materia, el uso de alimentación a base de carne será cada vez menor, hasta desaparecer  definitivamente, como se verifica en los mundos más adelantados que el nuestro. Aprendemos, además, que en su estado actual el hombre solamente es eximido (de la responsabilidad) de esa destrucción en la medida en que tenga que proveer a su sustento y garantizar su seguridad. Fuera de eso, cuando, por ejemplo, se obstina en cazar por el simple placer de destruir, o en deportes mortíferos como las corridas de toros, el «tiro a la paloma», etc., tendrá que rendir cuentas a Dios por ese abuso que revela, además, el predominio de sus malos instintos. (...)» El temor a la muerte «(...) es un efecto de la sabiduría de la Providencia y una consecuencia del instinto de conservación común a todos los seres vivos. (...) Así es que en los pueblos primitivos, el futuro es una vaga intuición, transformada más tarde en una simple esperanza y, finalmente, una certeza solamente atenuada por un secreto apego a la vida corporal.




A medida que el hombre comprende mejor la vida futura, el temor a la muerte disminuye; una vez comprendida su misión terrenal, aguarda su fin con calma, resignación y serenidad. (...)» Para liberarse del temor a la muerte es necesario poder encararla desde su verdadero punto de vista, es decir, haber penetrado con el pensamiento en el mundo espiritual, formándose de él una idea tan exacta como sea posible, lo que denota de parte del Espíritu encarnado un cierto desenvolvimiento y aptitud para desprenderse de la materia. En el Espíritu atrasado la vida material prevalece sobre la espiritual. Por su apego a las apariencias, el hombre no distingue la vida más allá del cuerpo, a pesar de que esté en el alma la vida real; una vez aniquilado aquél, le parece que todo se ha perdido y se desespera. (...) El temor a la muerte proviene, por lo tanto, de la noción insuficiente que tiene acerca de la vida futura, si bien denota también la necesidad de vivir y el temor a la destrucción total; igualmente estimula al hombre un secreto anhelo de supervivencia del alma, velado por la incertidumbre. Ese temor decrece a medida que la certeza aumenta y desaparece cuando ésta es completa. (...)»

domingo, 6 de octubre de 2013

Lo inexplicable...

Hola familia,

Los trabajadores de CEADS nos hemos ido de fin de semana de convivencia. Una casa de colonias en Gualba, en el Montseny, se convirtió en el escenario de esta primera experiencia de confraternización prolongada.

Esta vez no intento explicar lo que hemos vivido: es inexplicable. Solo os puedo decir que volvemos más comprometidos con nosotros mismos, unos con los otros y todos con el Centre Espírita Amalia Domingo Soler. Nuestro más sincero agradecimiento a Marcello, Anna y Patricia, voluntarios que con una dedicación impar se dedicaron a la organización de esta enriquecedora experiencia. Más que espíritas, este fin de semana nos hemos encontrado como espíritus. Esperamos que la próxima vez podamos ser más trabajadores.

Que la energía de fraternidad, alegría y apoyo mutuo generada por nuestros corazones pueda perdurar y hacerse notar en cada una de las tareas que desarrollamos en el centro, en nuestros hogares y locales de trabajo.

Cariños de la hermana menor

PS. Marcelo Nogare, nuestro querido fotógrafo, está preparando las fotos del fin de semana. Pronto podréis disfrutar de ellas en nuestra página de Face.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Finde de Evangelio y convivencia

Hola familia,

El próximo sábado en CEADS, en lugar del habitual estudio sistematizado de la doctrina, se hará el evangelio. Alfredo y Gilda se encargaran de que las puertas de nuestra casa no se cierren y puedan recibir a todos los que deseen pasar una tarde de aprendizaje y crecimiento.


¿Pero qué pasa? ¿Por qué podría haber tenido las puertas cerradas CEADS? Tranquilos, no es nada malo, todo lo contrario. Es que los trabajadores de CEADS nos vamos de escapada de fin de semana.  ¿Quiénes son los trabajadores? Pues así llamamos a la gente que se encarga de preparar las clases, limpiar el suelo, organizar la cesta básica, dar pases, controlar las finanzas, ofrecer ayuda espiritual, preparar tartas para el catering, separar la ropa del mercadillo, representar a CEADS en la las reuniones de la Federación, limpiar los lavabos, escribir artículos para nuestra revista, quitar el polvo, hacer fotos de nuestros eventos, mantener la web actualizada, organizar la biblioteca, dar conferencias … y todas las cosas que hacen con que todo esté a punto para que, en el momento de la reunión, nuestro local se convierta de un centro espírita, donde se respira dedicación, amor y servicio. El amor a la doctrina nos ha reunido, pero la autentica amistad que cultivamos unos por los otros nos une cada día más. Un pequeño equipo de voluntarios ha preparado con mucho cariño las actividades de esta primera convivencia. No os puedo decir qué pasará porque es una sorpresa, pero desde luego os puedo asegurar que nos lo pasaremos en grande y volveremos de ahí con muchas más ganas de trabajar, si cabe.


Que la espiritualidad amiga nos acompañe a los que nos vamos de fin de semana, pero que también envíe sus emanaciones de amor en la dirección de nuestro amado centro, que se ilumina con las palabras del Evangelio según el Espiritismo el próximo sábado.

Cariños de la hermana menor