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domingo, 7 de junio de 2015

Valientes y fraternos, como el Cristo

Hola familia,

el sábado nos dedicamos al estudio del tema “Los sanos no tienen necesidad de médico”.



Aquí os dejo un pequeño resumen, esperando todos nuestros esfuerzos de renovación fructifiquen y nos hagan seres más valientes y fraternos, como el Cristo es y nos invita a ser.

Cariños de la hermana menor


1 ¿Qué significa, en la Historia del Cristianismo, el banquete a los publicanos y pecadores (personas de mala vida)?

“Demuestra que el Señor abraza a todos los que deseen la excelencia de su alimentación espiritual, en los trabajos de su viña, y que no sólo en las ocasiones de fe permanece entre los que lo aman; en cualquier tiempo y situación, está pronto a atender a las almas que lo buscan”. (Emmanuel / libro: Camino, Verdad y Vida / mens. 137).


2 ¿A qué tipo de enfermo se refería Jesús?
A los humildes, despreciados por los hombres, no obstante, con los corazones preparados para recibir a Jesús, que vino principalmente para eso.


3 Con relación al texto, ¿cuál es el sentido de la expresión “los sanos no necesitan de médico”?
Los publicanos y aquellas personas consideradas como de mala vida eran, en verdad, enfermos del alma y, por eso, Jesús los acogió, reconociendo en ellos a los realmente necesitados de consuelo.


4 ¿Los fariseos eran sanos?
No. Demostraban salud y equilibrio, padeciendo, no obstante, de hipocresía, ya que contrariando el brillo aparente exterior, traían en su íntimo un mal de difícil cura. Jesús dio a aquellos distanciados de la fe los mismos bienes nacidos de su amor y con que compartía la cena con los discípulos. El ejemplo de Jesús nos impone también la obligación de auxiliar a aquellos que transitan en el mundo entre dificultades mayores que las nuestras. Entre los publicanos existían personas estimables, pero que por las funciones que desempeñaban, eran vistos con desprecio. Jesús, sin embargo, sabía sus verdaderas intenciones.



5 ¿Por qué Jesús no buscó a los más intelectuales y destacados socialmente?
Porque sólo se encuentra la verdad con un corazón sencillo; he aquí por qué Él bendice a Dios por haberla revelado a los pequeñitos y ocultado a los sabios.


6 ¿El hecho de que Jesús prefiriera a las personas tenidas como de mala vida significa que él no aprecia la virtud?
No. Lo que Jesús rechaza es la ostentación de la pureza, que muchas veces no pasa de ser apariencia, orgullo y falsedad.


7 ¿Por qué Jesús da énfasis y acoge destacadamente a ese tipo de personas?
Porque, normalmente, las personas en esa situación sufrían y tenían el corazón más maleable para aceptar las directrices del Evangelio. No esperan nada del mundo y por eso se agarran mejor al amor de Jesús.


8 ¿Todas las criaturas de mala vida son preferidas de Jesús?
No. Solamente aquellas que traen el deseo de mejoría, modificación y crecimiento hacia Dios. Jesús, que apreciaba sobre todo la sencillez y las cualidades del alma, se dedicó durante toda su misión, a desenmascararles la hipocresía. “Jesús se acercaba principalmente, a los pobres y desheredados, porque son los que más necesitan de consuelos”. Muchos de los que aparentan virtudes son, en verdad, falsos e hipócritas. Cuando nada nos falta, poco nos acordamos de Jesús. La voluntad de mejorar es la luz que se enciende en el alma cansada del error.


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