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sábado, 18 de julio de 2015

Bicorporiedad y Transfiguración

Bicorporiedad y Transfiguración
Wellington Bossi


Puesto que ya hemos detallado en otras ocasiones la fisiología del espíritu, o alma, cuando este está encarnado, obviaremos esa parte de este estudio; también hemos comentado que mientras dormimos, nuestro espíritu goza de una sensación de libertad parcial y que éste queda ligado al cuerpo físico por el “cordón de plata”.

Durante el sueño, el cuerpo físico descansa y el cuerpo espiritual viaja hacia sus lugares afines. Por eso no nos debe extrañar que algunas veces nos despertemos más cansados que cuando fuimos a acostarnos, posiblemente porque no fuimos a lugares de buenas vibraciones, o quizá por haber trabajado mucho, o bien cuando el ego nos impide aceptar nuestras imperfecciones o acontecimientos. El hecho es que en esos desplazamientos estamos ligados a entidades espirituales y en ambientes acordes a nuestras actitudes morales.

Allan Kardec, en el capítulo sobre la bicorporiedad, nos comenta varios casos de personas que han podido ser vistas en ese estado por personas que estaban despiertas; para uno, el que ha soñado, muchas veces eso queda como algo irrelevante, como una creación mental; mientras tanto, para aquel que goza de ese fenómeno atípico, se queda con la curiosidad y busca explicaciones razonables de lo que ha presenciado. Esto llevó a Kardec a seguir investigando los fenómenos para hallar las respuestas.

foto de Stuart Miles en freedigitalphotos
Cuando “yo” me desdoblo de mi cuerpo físico, (sueño) en contadas ocasiones. Según los casos suelo recordar con toda riqueza de detalles lo que hice. Según nos explica el autor, esto sucede porque esa es una experiencia del espíritu, que tiene una capacidad mucho más amplia de conocimientos, pero el cuerpo físico muchas veces no puede asimilar todos los acontecimientos una vez ha regresado, actuando esto como factor limitador. En los casos que cita Kardec, al comentar a las personas o espíritus que fueron vistos fuera del cuerpo en alguna ocasión, no saben de qué se les está hablando. Podríamos definir el fenómeno de la bicorporiedad cuando una misma persona es vista en dos lugares distintos al mismo tiempo.

Uno de los casos más famosos fue el del San Alfonso de Ligorio, quien fue canonizado antes del tiempo exigido por haber sido visto en dos lugares distintos, por lo que la Iglesia lo consideró como un milagro. Por otro lado, San Antonio de Padua se encontraba predicando en España y mientras predicaba, su padre que estaba en Padua, se dirigía a los juzgados, acusado de asesinato. En ese momento apareció San Antonio, para demostrar la inocencia de su padre, haciendo reconocer al verdadero criminal, que acabó cumpliendo la condena. Cuando fue preguntado sobre el fenómeno contestó que “cuando uno está completamente desmaterializado y por su virtud  ha elevado su alma a Dios, puede aparecer en dos lugares a la vez…”. El alma puede expandirse cuando está en ese estado de elevación y puede hacerse visible en otra parte.

Para regresar al cuerpo físico basta únicamente la intención de hacerlo, o también como se puede regresar como un rayo cuando el cuerpo físico libera adrenalina al sentirse amenazado, por puro instinto de supervivencia. Cuando soñamos gozamos de un estado de libertad tan grande que nos resulta pesado regresar a la materia densa, sabiendo que nos encontraremos con todos los desafíos existenciales que conlleva estar encarnado. La rotura de ese “cordón de plata” puede ocasionar la muerte del cuerpo físico, porque es el espíritu quien lo anima.

Otro fenómeno que estudió Kardec fue el de la transfiguración. Es la facultad por la que un médium, al recibir la aproximación de algún espíritu, toma por completo la forma de aquel, incluso la altura que aparenta es distinta dependiendo de qué espíritu se aproxime. Una joven de aproximadamente unos 15 años en las cercanías de Saint-Eitenne, poseía esta facultad. Pesaron la médium en su estado normal y volvieron a pesarla en estado de trance mediúmnico; cuando se aproximó su hermano ya fallecido el peso llegó a ser el doble.

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