Buenas
noches
¡Este
fin de semana tendremos mucha luz en CEADS!
Este sábado tenemos el Estudio Sistematizado del Evangelio según el Espiritismo y el
domingo nuestros voluntarios del Mercado Solidario CEADS estarán en la Plaza
Pau Casals, en el Prat de Llobregat, de 11 a 14 horas, con la venta de ropas
semi-nuevas que ayudarán en el mantenimiento del centro espírita.
¡Os animamos a visitar y apoyar a este equipo de luz!
A continuación, para el estudio del sábado dejamos el
texto para su lectura.
Un saludo fraternal
Equipo CEADS
Cargar la propia cruz. El que quiera salvar su vida,
la perderá
17. “Bienaventurados seréis cuando los hombres os
odien y os aparten, cuando os traten injuriosamente y desechen vuestro nombre
como malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y regocijaos, porque
una gran recompensa os está reservada en el Cielo, pues de esa manera trataban
sus padres a los profetas.” (San Lucas, 6:22 y 23.)
18. Llamando al pueblo y a sus discípulos, les dijo:
“Si alguno quiere venir en pos de mí, renuncie a sí mismo, cargue su cruz y
sígame. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida
por amor a mí y al Evangelio, la salvará. En efecto, ¿de qué le sirve a un
hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo? (San Marcos, 8:34
a 36; San Lucas, 9:23 a 25; San Mateo, 10:38
y 39; San Juan, 12:25 y 26.)
19. “Alegraos –dice Jesús– cuando los hombres os odien
y os persigan por mi causa, porque seréis recompensados en el Cielo”. Esas
palabras pueden traducirse de este modo: Seréis felices cuando los hombres, por
la mala voluntad que hayan empleado para con vosotros, os proporcionen la
ocasión de demostrar la sinceridad de vuestra fe, porque el mal que os hagan
redundará en provecho vuestro. Compadeceos, pues, de su ceguera, y no los
maldigáis. Después añade: “El que quiera seguirme, cargue su cruz”, es decir,
que sobrelleve con valentía las tribulaciones que su fe le depara, pues el que
quiera salvar su vida y sus bienes negándome, perderá las ventajas del reino de
los Cielos, mientras que aquellos que hayan perdido todo en este mundo, incluso
la vida, en favor del triunfo de la verdad, recibirán en la vida futura el
premio a su valentía, a su perseverancia y a su abnegación. En cambio, a los
que sacrificaron los bienes celestiales por los goces de la Tierra, Dios dirá:
“Ya habéis recibido vuestra recompensa”.
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