¡Buenas noches!!
Ayer en CEADS he compartido con los compis presentes algunas reflexiones sobre la Resiliencia, cómo practicarla y una visión espiritista de esa aptitud.
¿Sabemos lo que es Resiliencia?
Según las diversas ramas de la Psicología podemos definirla como el proceso de adaptarse bien a la adversidad y salir fortalecidos del problema.
¿Por qué ciertas personas tiran hacia delante saliendo fortalecidas de esas adversidades y otras pueden desarrollar trastornos de estrés o depresión?
El Dr. John Bowlby nos indica que la resiliencia no es una aptitud innata, que algunas personas la tienen o lo na tienen, el habla que todos podemos desarrollarla y la mejor etapa de la vida para ello es la cuna. De allí nace la Teoría del apego.
Cuando un niño se siente seguro, que pueda confiar en otra ser que apenas conoce, que siente la protección, principalmente de la madre, le da la oportunidad de aprender a ser resiliencia. Nada tiene que ver con "chantaje" emocional tampoco de mal educación o mimo. Habla del apego en el sentido de las vinculaciones emocionales que un individuo experimenta con sus cuidadores y con la sociedad.
Otro psicólogo que estudia muy de cerca esas relaciones emotivas y la resiliencia es el Dr. Cyrulnik, que aproxima la psicología al espiritual, ampliando más la idea de que nadie está destinado a sufrir; que si no hemos tenido la oportunidad de tener eses apego afectivo en los inicios de la vida no significa que podamos desarrollarlo a lo largo de la existencia.
Así que TODOS tenemos la capacidad de desarrollar esa potencialidad. ¡Qué gran noticia!
Pero, ser resiliente no significa que esa persona no sufra, no experimente dificultades, simplemente ve el problema de una manera menos problemática, por si decir.
"El problema no es el problema, el problema es la actitud que se tiene con relación al problema"
Todas las ramas de la psicología defienden la idea del apoyo y del amor para la cura de todas las enfermedades psico-físicas y depende de uno mismo desarrollar esas conexiones. Si hemos nacido sin familia posiblemente tendremos oportunidades de ter personas que conectan con nosotros, podemos haber nacido en una familia pero no conectamos con ninguno de ellos, pero tenemos otras personas de referencia... no importante quienes o cuantos son las personas que nos apoyamos, importante saber que ellas estarán allí cuando necesites.
Para salir fortalecidos de un evento traumático tenemos 5 principales fases en el proceso de resiliencia:
1. Resistencia: Absorción del shock
2. Preparación: Minimización de los daños generados con el shock
3. Recuperación: Del estado anterior y busca de posibles soluciones
4. Adaptación: Se aprender algo para futuras crisis
5. Transformación: Absorción del aprendizaje
Si parafraseamos esas 5 fases para la visión espírita podríamos tener la siguiente idea de la resiliencia:
1. Resignación: no existe transformación (última etapa) sin resignación activa del problema. Nos reportamos al Evangelio según el Espiritismo, donde Jesús nos clarifica que la obediencia a la ley de amor y la resignación es uno de los pasos más importantes para la evolución.
2. Auto-perdón: una vez resignado de lo que se debe aprender, es momento de perdonarse y seguir adelante. Toda consecuencia tiene una causa. Desde la visión espírita esa causa puede ser de esta vida o de vidas pasadas, por lo que no es importante saber el qué o por qué pero si buscar el cómo, cómo mejorar esa falta, cómo potencializar las calidades. La culpa solamente nos retrasa porque el pasado no podemos cambiar pero hacer algo diferente desde el presente es obediencia a la ley de amor y evolución.
3. Reencarnación: no existe otra herramienta más potente conocida a día de hoy que la oportunidad de re-aprender sin culpa. Reencarnar es la mejor manera que tenemos para recuperarnos de los errores y de los eventos difíciles de otras existencias. Es aprender, antes de todo, la responsabilidad que tenemos como co-creadores de nuestra vida, de nuestro entorno.
4. El auto-conocimiento de uno mismo ayuda a la adaptación del aprendizaje y en el descanso de las luchas diarias. Ese momento de auto-reflexión, meditación, oración diaria es imprescindible para evaluar y seguir adelante con obediencia, resignación y auto-perdón.
5. Todos estamos destinados a la perfección pero cuando y cómo llegaremos a ella dependerá de nuestros esfuerzos. La vida en si misma es un proceso de resiliencia: a cada existencia vivida y superada nos hará más resilientes y más felices.
Existen varias técnicas que nos puede ayudar a ejercitar y desarrollar la resiliencia, en el power point que os dejo, encontraréis unas preguntas interesantes para realizar ese análisis, partiendo de un pequeño "problema", para ir practicando poco a poco. Contestarlas desde la visión psicológica-espírita puede que nos clarifique algunos puntos, pero la sinceridad de las respuestas será la llave para su propio auto-descubrimento de la solución.
También es importante buscar apoyo o ayuda especializada. No estamos solos, la Creación en su Sabiduría Infinita nos ampara con personas que nos puede apoyar.
Y, si somos los que estamos apoyando, recordar primero que el "apego" es el primer paso, antes de cualquier consejo, el otro necesita sentirse seguro, sentir confianza, antes de iniciar el camino hacía la resiliencia.
Finalizamos el día con la bellísma música "Everybody hurts" de R.E.M., con el mensaje de esperanza y de que todos sufrimos, todos lloramos, pero aguentaremos como una gran familia espiritual que somos todos los baches de la existencia... porque un día esa prueba y esa expiación finalizará...así que, ¡aguenta! Busque apoyo, ¡no estamos sólos!
¡Qué tengáis una semana llena de luz!
Un abrazo fraterno
Andrea Campos
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