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viernes, 28 de julio de 2017

Pruebas de la existencia y de la supervivencia de los espíritus

¡Buenos días!

Mañana tenemos la última clase de ESDE de este semestre. En agosto tomamos vacaciones del estudio sistematizado pero no dejamos de tener actividades, los sábados, en nuestro centro.

Estudiaremos las pruebas de la existencia y de la supervivencia de los espíritus, del Programa II, Unidad 2, Guía 4.



En el item 83, del capítulo V, Manifiestaciones físicas espontáneas, de El Libros de los Médiumns, los Espiritus Superiores nos clarifican lo siguiente:

83. De todas las manifestaciones espiritistas, las más sencillas y las más trecuentes son los ruidos y los golpes; aquí es, sobre todo, donde es preciso temer a la ilusión, porque una porción de causas naturales pueden producirlos: el viento que silba o que agita un objeto, un cuerpo que se mueve por si mismo sin apercibirse, un efecto acústico, un animal oculto, un insecto, etc. y también las bromas de mal gusto de algunas personas. Los ruidos espiritistas tienen, por otra parte, un carácter particular, afectando una intensidad y un timbre muy variados que les distinguen fácilmente, y que no permiten confundirlos con el crujido de la madera, el chisporroteo del fuego o el monótono tic-tac de un péndulo; esto son golpes secos, tan pronto sordos, débiles y ligeros, como claros distintos, algunas veces estrepitosos, que cambian de sitio y se repiten sin tener una regularidad mecánica. De todos los medios de comprobación, el más eficaz, el que no puede dejar duda sobre su origen, es la obediencia a la voluntad. Si los golpes se oyen en el paraje designado, si responden al pensamiento por su número y su intensidad, no se puede desconocer en ellos una causa inteligente; pero la falta de obediencia no es siempre una prueba contraria.

Os invitamos que leáis, como base del estudio de este sábado, todo el capítulo V de El Libro de los Médiums.



¡Hasta pronto!

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