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domingo, 26 de noviembre de 2017

¿Qué es la Mediumnidad?

¡Muy buenos días!!

Ayer estuvimos estudiando los conceptos básicos y algunos tipos de mediumnidad.

La Mediumnidad, al contrario de lo que dicen por allí, es un sentido inherente del ser humano, todos, absolutamente todos los seres humanos la poseen, pero en diferentes niveles. A igual que una persona que no posee su sentido de la visión muy desarrollado, teniendo que usar gafas para ver. En ese caso, seria una mediumnidad de poco desarrollo, siendo el que ve con la mediumnidad más ostensible.

Dato importante, pues no consideramos a personas especiales a las que ven sin gafas, tampoco disminuimos a los que son ciegos del todo. Simplemente, en esta existencia, tendrá ese sentido más desarrollado para auxiliar en su propia evolución.

Pero, ¿Cómo utilizar el sentido de la Mediumnidad para nuestra propia evolución?

Antes de nada, entendamos qué es la mediumnidad. Es una facultad de comunicación con los seres humanos que han desencarnado, sea ostensible o solamente intuitiva. Resumiendo, todos somos médiums.

Somos médiums, interpretes de nuestras vidas, de lo que hacemos, de lo que comunicamos, sentimos y pensamos. De lo que entendemos de los demás y cómo utilizamos esa información para auto-mejorarse y ayudar a los demás.

La mediumnidad se da por el desarrollo físico del ser humano, en este caso, por el mejor desarrollo de la glándula pineal, llamada de "ojo de la mente", "antena con el más allá", etc. Ese desarrollo físico entra en contacto con el mundo más sutil, con una frecuencia propia, atrayendo otros seres humanos desencarnados, sea de la misma frecuencia que la nuestra, sea inferior y, muy pocas veces, superior.

Localización de la Glándula Pineal en el ser humano

Al contacto con otros seres humanos desencarnados inferiores o iguales a nosotros, aprendemos a practicar la caridad, entender sus miedos, podemos ayudarlos a comprender mejor su "nueva" forma de vida espiritual, etc. Cabe recordar que cuando desencarnados seguimos siendo las mismas personas, con los mismos miedos, dudas, calidades, etc. Desencarnar no nos hace mejores ni peores, solamente cambiamos el estado quo de nuestro cuerpo físico, de más carnal a más sutil.

Ya, cuando conectamos con los espíritus superiores, vibrando en amor y oración, podemos captar sus buenas sugerencias para nuestro mejoramiento. Tarea difícil para la gran mayoría de nosotros, pues todavía estamos en los primordios de la madurez espiritual, aunque es posible elevar nuestros pensamientos algunos minutos al día, no es difícil mantenerse en esta franja vibratoria todo el momento de nuestra existencia actual.

Así que la mediumnidad por si sola no basta para la evolución, dado que es un sentido físico carece de poder sin el uso correcto, sin el mejoramiento moral e intelectual del espíritu que de ella se hace uso. Hacer la caridad hacía uno mismo, hacía los demás unidos al estudio intelectual de todas las áreas de la ciencia, cultura, historia, etc., es lo que mueve la verdadera evolución del ser.

A igual que los demás sentidos del olfato, audición, visión, tacto y gusto, la mediumnidad existe desde que el ser humano ha encarnado en la Tierra, y que a cada generación se desarrolla mas, hacia el entendimiento espiritual de una mismo. Con Jesús se ha comprendido su uso para el amor, de manera altruista, para uno mismo. Con el Espiritismo se intenta rescatar este uso puro, sin dogmas, sin comercio, recordando el uso que el Maestro nos ha orientado, como único camino hacia la evolución.

Existen varios tipos de mediumnidad, siempre aún más amplio el abanico de sus variantes dentro de cada tipo, los principales son:

  • Médiums de efectos físicos
  • Médiums sensitivos o impresionables
  • Médiums oyentes
  • Médiums parlantes
  • Médiums sonambúlicos
  • Médiums curadores
  • Médiums neumatógrafos
  • Médiuns esbribientes o psicógrafos

Ayer nos dio tiempo de hablar de los primeros dos tipos.

Los médiums de efectos físicos son más comunes, aunque casi siempre no saben que poseen este tipo de mediumnidad, pues es más física que espiritual, más difícil de ser detectada por uno mismo.
Son los médiums que han aportado ectoplasma, sustancia física-energética, que puede ser donada a los espíritus para que se materialicen, muevan objetos, etc.

Ejemplo de médium de efectos físicos: donación de ectoplasma

Hay que puntualizar que los médiums de efectos físicos que poseen conciencia de su facultad pueden ser magníficos magnetizadores, sin la necesidad de espíritus para mover objetos, por ejemplo.

Los médiums sensitivos somos, basicamente, ¡toda la humanidad! La intuición de percibir algo, dependendo del contacto con un ambiente o persona, más o menos desarrollado, es esta sensibilidad energética, con contacto con los dos lados de la vida, através de interación energetica entre los lados de la vida.

¡Agradecidos por una tarde más de estudio, finalizamos el aula de ayer llenos de gratitud, y en la expectativa de continuar el estudio de este tema en la próxima clase de ESDE!

Os deseamos una preciosa y provechosa semana de acciones hacia la evolución.

CEADS.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Mediumnidad: conceptos y tipos

¡Buenas noches!!

Este sábado toca estudiar los conceptos básicos y los tipos de Mediumnidad según la Doctrina Espírita. Os dejamos el texto para la previa lectura.

"Todo Aquel que siente, en algún grado, la influencia de los Espíritus es, por ese hecho, médium. Esa facultad es inherente al hombre; no constituye, por lo tanto, un privilegio exclusivo de determinados individuos. Por eso mismo, raras son las personas que no poseen al menos rudimentos de ella. (...) 

No obstante, habitualmente sólo se califica así a aquellos en quienes la facultad mediúmnica se muestra claramente caracterizada y se traduce en efectos ostensibles de cierta intensidad, lo que depende de una organización más o menos sensitiva.» (1) 

Es importante considerar que las percepciones de influencias espirituales son detectadas por el fenómeno mental de la sintonía. Nuestra mente, por ser un núcleo inteligente de fuerzas, genera pensamientos que tienen forma precia y que al exteriorizarse entran en comunión con las fajas de ideas del mismo tenor vibratorio, estableciéndose así la sintonía mediúmnica. «(...) 

Atraemos a los Espíritus que son afines con nosotros, tanto como somos atraídos por ellos, y si es verdad que solamente podemos dar conforme con lo que tenemos, es indiscutible que cada uno recibe de acuerdo con lo que da. Como la mente es la base de todas las manifestaciones mediúmnicas, (...) es imprescindible enriquecer el pensamiento, incorporando a él tesoros morales y culturales. (...)» (10) 




Por lo tanto, la mediumnidad no basta por sí misma. Por tratarse de una facultad propia de la especie humana, existe desde épocas pretéritas, pero no obstante, encuentra en la Doctrina un sentido más elevado y ordenado. Los «discípulos de Sócrates se refieren con admiración y respeto al amigo invisible que lo acompañaba constantemente. Plutarco alude al encuentro que cierta noche tuvo Bruto con uno de sus perseguidores, habitante del mundo espiritual, en pleno campo. En el templo de Minerva, en Roma, donde Pausanias había sido condenado a morir de hambre, se queda a vivir como Espíritu, (...) y durante largo tiempo aparece y desaparece ante los ojos de los asombrados concurrentes. Se sabe que Nerón, en los últimos días de su reinado, se vio a sí mismo fuera del envoltorio carnal, junto a Agripina y a Octavia, su progenitora y su esposa, respectivamente, ambas asesinadas por orden de él, que le vaticinan su caída en el abismo. (...)» (11)

Con el advenimiento del Cristianismo, la mediumnidad alcanza la sublimación, con las manifestaciones provocadas por Jesús y, más tarde, por los apóstoles. 

En la Edad Media la mediumnidad prosigue victoriosa en los hechos de Francisco de Asís, en las visiones de Lutero o en los desdoblamientos de Teresa de Ávila, para culminar en los tiempos modernos en las prodigiosas manifestaciones de Swedenborg. El don mediúmnico, por ser una conquista evolutiva de la forma humano no debe limitarse a la mera producción de los fenómenos. 

El médium debe buscar disciplina e ilustración para su espíritu, a fin de llegar a ser un instrumento de progreso para su propia felicidad y la de la colectividad. «Generalmente, los médiums tienen una aptitud especial para determinados fenómenos, de donde resulta que conforman tantas variedades cuantas son las clases de manifestaciones. Las principales son: la de los médiums de efectos físicos, la de los médiums sensitivos o impresionables; la de los oyentes, la de los videntes; la de los sonámbulos; la de los curadores; la de los neumatógrafos; la de los escribientes e psicógrafos. (1) 

Los médiums de efectos físicos son particularmente aptos para producir los fenómenos materiales, como los movimientos de cuerpos inertes o ruidos, etc. (...) (2) La mediumnidad de efectos físicos fue muy común en los primeros tiempos del Espiritismo y surgió con la principal finalidad de llamar la atención de los encarnados sobre las manifestaciones del Más Allá. En este tipo de mediumnidades están incluidos los fenómenos ocurridos en Hydesville (USA) y las mesas giratorias y parlantes, muy notorios en Francia en el siglo pasado.

Los Espíritus que se prestan a este tipo de manifestaciones, es decir, ruidos, golpes, movimiento de objetos, voces directas, materializaciones, transportes, generalmente son de poca evolución. 

En realidad, «(...) son Espíritus más livianos que malos, que se ríen del terror que causan y de las investigaciones inútiles que se emprenden para descubrir la causa del tumulto. Con frecuencia se afierran a un individuo y se complacen en atormentarlo y perseguirlo de casa en casa. Otras veces se apegan a un lugar por simple capricho. (...) En algunos casos ceden a una intención más loable: buscan llamar la atención y ponerse en comunicación con ciertas personas, ya sea para darles un aviso provechoso y con el fin de pedirles alguna cosa para sí mismos. (...)» (9)


Médiums sensitivos o impresionables. «Se llaman así a las personas que pueden sentir la presencia de los Espíritus por una impresión vaga, por una especie de leve rozamiento sobre todos sus miembros, sensación ésta que no pueden explicar. Esta variedad no presenta un carácter bien definido (...)». (4) 

La impresionabilidad es más un carácter general que especial, ya que todos los médiums son más o menos sensitivos». Es la facultad rudimentaria indispensable para el desarrollo de todas las otros (...). Esta facultad se desarrolla por el hábito y puede adquirir tal sutileza que aquel que la posee reconoce (...) no sólo la naturaleza, buena o mala, del Espíritu que está a su lado sino hasta su individualidad, así como el ciego reconoce (...) la aproximación de tal o cual persona. (...)» (3) 

Los médiums oyentes oyen la voz de los Espíritus. Y, (...) algunas veces es una voz interior, que se hace oír en el fuero íntimo, otras veces es una voz exterior, clara y diferenciada, como la de una persona viva. Los médiums oyentes pueden de esta manera, trabar conversación con los Espíritus. (...) 

Esta facultad es muy agradable cuando el médium sólo oye Espíritus buenos (...). Sin embargo, ya no lo es tanto cuando un Espíritu malo se afierra a él y le hace oír a cada instante las cosas más desagradables y no es raro que también las más inconvenientes». 

Los médiums parlantes transmiten el mensaje espírita a través del habla. «(...) 

En ellos, el Espíritu actúa sobre los órganos de la palabra, como actúa sobre la mano de los médiums y escribientes. (...)» (5) «Los médiums videntes están dotados de la facultad de ver a los Espíritus. 

Algunos gozan de esa facultad en estado normal, cuando están perfectamente despiertos y conservan el recuerdo preciso de lo que han visto. Otros sólo la poseen en estado sonambulito o próximo al sonambulismo. Es raro que esta facultad sea permanente; casi siempre es efecto de una crisis pasajera. (...) La posibilidad de ver a los espíritus durante el sueño resulta, indiscutiblemente, de una especie de mediumnidad, pero quienes pueden incluirse en esta clase no son, en rigor, médiums videntes. (...)» (6) 

Médium sonambulito es aquel «que, en los momentos de emancipación oye y percibe fuera de los límites de los sentidos... Muchos sonámbulos ven perfectamente a los Espíritus y los describen con tanta precisión como los médiums videntes. Pueden conversar con ellos y transmitirnos sus pensamientos. (...)» (8) 

Los médiums curadores son aquellos que tienen el don de curar por el simple hecho de tocar, por la mirada, o por la imposición de las manos, sin el uso de medicación. Es, sin dudas, la acción del magnetismo animal la que produce la cura, sin embargo, debe ser clasificada como mediumnidad porque las personas que tienen este don no actúan por sí solas, sino con la intervención de los Espíritus. 

Médiums neumatógrafos son los médiums que producen la escritura directa sin tocar el lápiz ni el papel. En tanto que los médiums escribientes o psicógrafos transmiten el mensaje espiritual utilizando lápiz y papel. «De todos los medios de comunicación, la escritura manual es el más simple, el más cómodo y, sobre todo, el más completo. A él deben tender todos los esfuerzos, porque permite establecer con los Espíritus relaciones tan continuadas y regulares, como las que existen entre nosotros. 

Con tanto más ahínco debe ser empleado dado que por él los Espíritus revelan mejor su naturaleza y el grado de su perfeccionamiento, o de su inferioridad. (...)» (8)"


Bibliografia

01. Kardec, Allan. De los Médiums. En:___. El Libro de los Médiums. Trad. de Alberto Giordano. 3. ed. Buenos Aires,
Editora Argentina «18 de Abril», 1983. Item 159.
02. ___. Item 160.
03. ___. Item 164.
04. ___. Item 165.
05. ___. Item 166.
06. ___. Item 167.
07. ___. Item 172.
08. ___. De los Médiums Escribientes o Psicógrafos. En:___. El Libro de los Médiums. Trad. de Alberto Giordano. 3. ed.
Buenos Aires, Editora Argentina «18 de Abril», 1983. Item 178.
09. ___. De la Manifestaciones Espiritas. En:___. El Libro de los Médiums. Trad. De Alberto Giordano. 3. ed. Buenos Aires,
Editora Argentina «18 de Abril», 1983. Item 90.
10. Xavier, Francisco Cándido. Estudando a Mediumnidade. In:___. Nos Domínios da
Mediunidade. Ditado pelo Espírito André Luiz. 11. ed. Rio de Janeiro, FEB, 1982. p. 18.
11. ___. Mediunidade. In:___. Mecanismos da Mediunidade. Pelo Espírito André Luiz.
6ed. Rio de Janeiro, FEB, 1982. p 13.


¡Hasta el sábado!


domingo, 19 de noviembre de 2017

Nuestro cielo

Ayer celebramos en CEADS el día mundial de los sobrevivientes del suicidio. Es siempre una jornada emotiva y la de ayer no fue menos. Reservamos esta fecha en nuestro calendario para ofrecer a los sobrevivientes un espacio cálido y afectuoso para que puedan desahogar, buscar apoyo o simplemente compañía. También recordamos con amor a los que se han marchado por la puerta del suicidio, interrumpiendo su existencia física. Ayer, además, ampliamos la hola de amor que podíamos emitir, y la extendimos a todas las personas, encarnadas o desencarnadas, que por su ignorancia influyeron en el suicidio de alguien. Fue una tarde memorable.

Empezamos con la charla de Maria Jesús, compañera de CEADS, "Compartiendo presentes". Todo un presente su conferencia, llena de afecto y buscando en cada palabra y en cada imagen, acoger el dolor pero encauzar la sanción. Nos habló de las fases del duelo por el que pasan los sobrevivientes. Fases estas las por las que es humano, natural y necesario que pasar, cada uno a su ritmo. La primera, sería la de rabia, enfado... "¿Por qué me has hecho esto?" "¿Por qué has hecho esto?" "¿Cómo es que no me buscaste para que te ayudara?". La segunda fase es la de aceptación, cuando el corazón hecho cañizos empieza a comprender que jamás volverá a ser el de antes, pero igualmente hay que seguir adelante, hay que vivir pese a que no comprendamos o no compartamos las razones que llevaron nuestro ser querido al suicidio. La tercera fase es la del aprendizaje. Todas las experiencias por las que pasamos nos enseñan cosas y las dolorosas son precisamente las que más nos enseñan. La muerte de un ser amado por el suicidio es posiblemente de las pruebas más duras que alguien puede experimentar. ¿Qué aprendizaje nos trae esta circunstancia? ¿Qué crecimiento interior?

Maria Jesús comparaba a cada una de estas fases a un semáforo, precisamente indicando el transito que uno debe hacer, pese a que el suicidio de la persona a quién queremos nos haga sentir como que la vida ha frenado en seco. La primera fase es la del semáforo en rojo. Es cierto que está llena de sentimientos y emociones que podríamos clasificar como negativos, pero quién no pára cuando el semáforo está en rojo, tiene gran probabilidad de estrellarse más adelante. Negar estos sentimientos sólo pospone la sanción del corazón. La segunda fase, a la que cada uno llena por su propio pie y a su ritmo propio, es como si el semáforo se ha puesto en amarillo. ¡Atención! ¡Observa! ¡Escucha a tu propia alma! La tercera fase, la del aprendizaje, a la que cuesta tanto trabajo intimo llegar, es un semáforo rojo en verde. Eres libre, no estás encadenado por el dolor, lo que no quiere decir que no los sientas, ni tampoco que hayas olvidado. Sencillamente no es un dolor que paraliza.

Nuestra compañera recurrió a Mario Benedetti, leyendonós su poema "No te rindas". Nos lo leyó al sonido de "Viva la vida", de David Garret. Aquí os dejamos una versión que hemos encontrado, que también está muy bonita.

  

La conferencia de Maria Jesús preparó el ambiente de forma armoniosa. Lo que hicimos a continuación fue, una a una, nombrar a las personas que se habían marchado por el suicidio o a sobrevivientes. Habíamos estado recibiendo nombres toda la semana a través de los canales de comunicación de CEADS. 69 personas nombramos, podríamos decir "evocamos", con todo el amor que nuestros corazones fueron capaces de sentir. Para cada nombre, pegábamos una estrella en la pared. Una estrella final por todos los que no teníamos sus nombres... y por los espíritus que en procesos obsesivos hayan influenciado en el suicidio de otra persona. Apagamos las luces y las estrellas brillaban en la oscuridad. Una lámpara traída de la habitación de un niño acabó de proyectar estrellas por todo el centro. Todo CEADS era un cielo y nosotros lo contemplábamos en la oscuridad. Nos sentíamos sumergidos en amor y belleza. Así fue cómo escuchamos a la poesía que nuestro compañero, Alfredo Tabueña, escribió para este momento final.



No es posible explicar la mágia de este presente. Sólo queda la gratitud por haberlo compartido. Nosotros en CEADS somos gente muy insignificante, pero ¡qué cosas tan maravillosas hacemos cuando nos disponemos a colaborar con la espiritualidad que está a nuestro lado!

Gracias de todo el corazón a la gran familia CEADS por todo lo que nos dá.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Qué brille la luz

Querida familia CEADS, 

El dia 18/11/2017 celebraremos nuestra jornada anual en apoyo a los sobrevivientes del suicidio. 

En este acto, vibraremos con todo el amor del que nuestros corazones sean capaces de sentir por las personas que tomaron la decisión de interrumpir sus existencias físicas. 

Si conocéis a personas por las que queréis que vibremos, nos podéis enviar sus nombres al email socialceads@gmail.com






 ¡Os esperamos para hacer brillar la luz divina que hay en todos y cada uno de nosotros!

domingo, 12 de noviembre de 2017

Los peques

¡Hola!

Esta noche os contamos qué pasó en la clase de educación infantil en CEADS ayer. Tenemos un grupo de niños y niñas de entre 4 y 10 años que cada semana, mientras los adultos estudian la doctrina, hacen lo mismo, pero más divertido =)

En cada reunión estudiamos un trocito de libro El Evangelio según el Espiritismo para niños y Niñas. Utilizamos juegos, manualidades, vídeos, canciones y sobretodo un lenguaje sencillo para hablar de la trascendencia de la vida. Los más pequeños son verdaderamente sorprendentes, asimilando con naturalidad realidades que muchos sólo hemos conocido bastante más mayores. Sin lugar a dudas, tener la oportunidad de frecuentar un centro espírita a tan tempranas edades es algo maravilloso, pero también para el centro es lindo tener a nos más peques por aquí. Su presencia, sin lugar a dudas, aporta una alegría vibrante a la vez que suave al ambiente, haciendo todo más bello.


Ayer nos dedicamos al tema de los mundos inferiores y superiores. Empezamos hablando de cómo podemos ver las cosas siempre desde puntos de vista diferentes. Por ejemplo, observando un vaso con un poco de agua. ¿Qué vemos? ¿Está medio lleno o medio vacío? Una hoja con el número 6 en el suelo. ¿No sería un 9? Otra con la letra M. ¿Y si en realidad fuera un W? Pasa lo mismo con la definición de mundos inferiores o superiores. Según el punto de referencia que tomemos, un mundo será de una manera o de otra. Si comparamos el hombre con la hormiga, es grande, ¿verdad? pero si lo comparamos con una montaña, ¿a que es pequeño? Pues sí. La Tierra, nuestro mundo, es superior a unos cintos mundos, pero también inferior a otros cuantos más. 

Lo más importante es saber qué es lo que queremos cultivar en la Tierra para que vivamos en paz. La amistad y la convivencia son dos cosas muy importantes. Seguro que en los mundos superiores, hay muy buena convivencia y la amistad es pura y amorosa. En los mundos inferiores, debe de haber más dificultades para la convivencia y más competencia que amistad. Cuando somos amigos leales y sinceros y ponemos de nuestra parte para que la convivencia sea armoniosa, estamos plantando las semillas para que nuestro mundo pueda aspirar a ser superior a lo que es actualmente.

Durante la clase vimos y comentamos el vídeo que también os lo dejamos a vosotros. En clave de humor, sirve para fomentar la reflexión. Nos os podéis imaginar la riqueza de experiencias que los niños sacan de esta actividad. Esperamos que os haga reflexionar a vosotros también.


lunes, 6 de noviembre de 2017

¿Qué hay para esa semana?

¡Muy buenas tardes!!

Esta semana tenemos ESDE el lunes, GELE el jueves, Educación Infantil y ESDE el Sábado.
Para los más aplicados en el estudio, os dejamos el texto para previo estudio del tema que desarrollaremos el sábado.


Comunicabilidad de los Espíritus

La comunicabilidad de los Espíritus con los encarnados no es un hecho reciente sino antiquísimo, con la única diferencia de que en el pasado era privilegio de los llamados iniciados y en la actualidad, con el advenimiento del Espiritismo, se transformó en un fenómeno generalizado a todos los estratos sociales. La posibilidad de que los Espíritus se comuniquen es una tesis muy bien demostrada, resultado de las observaciones y experiencias rigurosamente realizadas por eminentes investigadores. Los espíritas no tienen dudas al respecto; sin embargo, hay quienes abrazan corrientes religiosas diferentes a la Doctrina Espírita, que buscan criticarla llamando la atención, entre otras cosas, sobre la prohibición mosaica de evocar a los muertos. En la ley mosaica está escrito: «(...) No recurráis a las predicciones ni a magos, no los busquéis ni os contaminéis con ellos: Yo soy el Señor vuestro Dios. (...)» (7)

«(...) Cuando pues algún hombre o mujer tuviere en sí un espíritu adivinador o que fuera mago, seguramente morirá: con piedras serán apedreados; su sangre está sobre ellos.» (8) «(...) No encontrará entre vosotros quien haga pasar por el fuego a su hijo o a su hija, ni quien sea adivinador, ni profetizador, ni agorero, ni hechicero; Ni quien use sortilegios, ni quien consulte un espíritu adivinador ni mágico, ni quien consulte a los muertos; Pues todo aquel que hace tal cosa hace abominación al Señor; y por estas abominaciones el Señor vuestro Dios las arroja lejos de Él. (...)» (6) Si la ley de Moisés debe ser tan rigurosamente observada en este punto, forzoso es que lo sea igualmente en todos los otros. ¿Por qué habría de ser buena en lo relativo a las evocaciones y mala en otras de sus partes? (...) Si se reconoce que la ley mosaica ya no está de acuerdo con nuestra época y costumbres, en algunos casos, la misma razón puede ser aplicada a la prohibición de la que se trata. Además, es preciso considerar los motivos que justificaban esa prohibición y que hoy han desaparecido por completo. El legislador hebreo quería que su pueblo abandonase todas las costumbres adquiridas en Egipto, donde las evocaciones estaban en uso y daban lugar a abusos (...).» (1)



«La prohibición de Moisés estaba dirigida a frenar un intercambio grosero y perjudicial con los Espíritus liberados del envoltorio carnal. Los israelitas necesitaban una acción que impusiera más disciplina porque, además de todo «(...) la evocación de los muertos no estaba originada en sentimientos de respeto, afecto o piedad para con ellos, sino que era un recurso para hacer predicciones, tanto como los augurios y presagios, explotados por el charlatanismo y la superstición. (...)» (2) En aquella época, aliado a la práctica pura y simple de evocar a los muertos, había un verdadero comercio con los adivinadores «(...) asociado a las prácticas de magia y sortilegio, que eran acompañadas hasta de sacrificios humanos. (...)» (2) La prohibición tenía, pues, razón de ser. En los días actuales el ser humano ha logrado nuevos conquistas, el progreso se ha hecho debido al predominio de la razón y la práctica del intercambio espiritual o mediúmnico, defendida por el Espiritismo, tiene otras finalidades: como son la moralizadora, la consoladora y la religiosa. «(...) La verdad es que el Espiritismo condena todo lo que motivó la interdicción de Moisés; (...)» (2) Los espíritas no hacen sacrificios humanos, no interrogan a los astros ni a adivinos o magos para informarse de cosa alguna, no usan insignias, talismanes ni fórmulas sacramentales o cabalísticas para atraer o alejar a los Espíritus. 

El espírita sincero sabe que «(...) el futuro está vedado al hombre por principio y sólo en casos rarísimos y excepcionales Dios permite que sea revelado. Si el hombre conociera el futuro sería negligente en el presente y no actuaría con la misma libertad. (...)» (4) La evocación de los Espíritus ejercida en la práctica espírita tiene el propósito de recibir consejos de los Espíritus Superiores, de moralizar a quienes están encaminados hacia el mal y continuar con las relaciones de amistad y amor entre los seres que se quieren y que han compartido o no, la experiencia de la reencarnación. Por las orientaciones instructivas y altamente moralizadoras proporcionadas por los benefactores espirituales, por el valioso aprendizaje ofrecido por los espíritus sufridores, se llega a la conclusión de que la práctica mediúmnica es un factor de progreso humano, por los beneficios que acarrea. «(...) Sin dudas, tan poderoso instrumento puede convertirse en lamentable factor de perturbación, teniendo en vista el nivel espiritual y moral de quien se encuentra investido de tal recurso.

No es una facultad portadora de requisitos morales. La moralización del médium es la que lo libera de la influencia de los Espíritus inferiores y perversos que se sienten, entonces, imposibilitados de mayor predominio por faltarles los vínculos para la necesaria sintonía. (...)» (9) «Rechazar las comunicaciones de ultratumba es repudiar el medio más poderoso de instruirse, ya sea por la iniciación en los conocimientos de la vida futura o por los ejemplos que tales comunicaciones nos proporcionan. Además de eso, la experiencia nos enseña el bien que podemos hacer al desviar del mal a los Espíritus imperfectos, ayudando a los que sufren a desprenderse de la materia y a perfeccionarse. Proscribir las comunicaciones es, por lo tanto, privar a las almas sufrientes de la asistencia que podemos y debemos dispensarles. (...)» (3)


01. KARDEC, Allan. De la Prohibición de Evocar a los Muertos. En:___. El Cielo y el
Infierno. Buenos Aires, Editorial Kier, 1966.
02. ___. Ítem 04.
03. ___. Ítem 15.
04. ___. Intervención de los Demonios en Las Manifestaciones Modernas. En:___. El
Cielo y el Infierno. Buenos Aires, Editorial Kier, 1966. Ítem 10.
05. ____. El Libro de los Espíritus. Trad. Alberto Giordano: 3. ed. Buenos Aires, Editora
Argentina «18 de Abril», 1983. Introducción, ítem 06.
06. Deuteronomio, 18:10-12
07. Levítico, 19:31
08: Levítico, 20:27
09. FRANCO, Divaldo Pereira. Mediunidade. In:___. Estudos Espíritas.Pelo Espírito
Joanna de Ângelis. Rio de Janeiro, FEB, 1982. p. 138.


¡Nos vemos en CEADS!

domingo, 5 de noviembre de 2017

La resignación es para los fuertes

¡Muy buenas!

Ayer en CEADS tuvimos una instructiva sesión de reflexión sobre la resignación. Esta palabra que tiene tan mala prensa, que en general va asociada a otras no menos negativas como culpa y expiación. De hecho empezamos la clase hablando de la visión de la psicología tradicional de la resignación, que la define de forma negativa como lo opuesto a la aceptación. En su visión sería la aceptación la actitud que estaría relacionada a la responsabilidad y la pro-actividad. En definitiva, no importa qué etiqueta le pondremos a las actitudes que necesitamos desarrollar para buscar nuestra evolución. Lo importante es que tengamos herramientas para sobrellevar las dificultades de la vida sin derrumbarnos, con capacidad de adaptación, optimismo y reacción pese a duros que pueden ser los reveses de la vida.

La Doctrina Espíria adopta la perspectiva de la psicología transpersonal. En esta, a resignación es una actitud que requiere gran madurez espiritual por la entereza que requiere ante situaciones que causan sufrimiento físico o emocional. Encajar los golpes de la vida sin victimismo, sin rebeldía contra Dios o la vida, buscando comprender qué es lo que este revés intenta enseñarnos no es para los débiles. Pese a que mucha gente considere que la resignación es para los fracasados, el Evangelio y la Doctrina Espírita nos dicen lo contrario: uno se vence a sí mismo cuando encuentra la fuerza para mirar al dolor cara a cara y no dejarse llevar hacia la depresión, el rencor o el abandono de sí mismo o la desesperación. Lo que pasa es que los cristianos, y entres ellos en particular los espíritas, sabemos que si sucede algo que nos nos gusta, debe haber una causa justa para ello - hay una causa justa para todo lo que sucede porque el universo y sus leyes son perfectas. Es cierto, cada día suceden cosas que no desearíamos. ¿Qué hacer ante ellas? Hay dos actitudes opuestas, tan ciegas la una como la otra: la primera sería una abandono victimista de entrega al sufrimiento, hundiendose uno en su aflicción, lo que se traduce en tristeza y depresión; la segunda actitud sería la de rabia y identificación de culpables a quiénes se pueda dirigir sentimientos en desequilibrio. En ambas actitudes falta comprender que somos parte de una ecosistema cósmico, con responsabilidades compartidas e inalienables. El dolor es parte de la pedagogía cósmica y nos educa para que volvamos a estar armonizados con la ley natural cuando por nuestras propias elecciones nos alejamos de ella.


La resignación a la que nos invita la Doctrina Espírita y el Evangelio es activa. ¿Cómo puede la resinación ser activa? Cuando estemos experimentando sufrimiento, hay que analizar qué es lo que esta experiencia me enseña, rendirse a este aprendizaje y incorporarlo de forma consiente a nuestra forma de ver y entender el mundo. De ahí emerge uno renovado por el dolor, un ser más profundo y maduro. Nadie dice que esto sea fácil. En general, cuando vemos a alguien en sufrimiento sabemos muy bien qué esta experiencia le está intentando enseñar, pero somos muy malos en reconocer las lecciones cósmicas en las experiencias de sufrimientos que experimentamos nosotros mismos. En esto estamos, poco a poco iremos comprendiendo que cada situación de dolor nos está intentando doblegar al ego de alguna manera. En ocasiones será la vanidad, en otras el orgullo, en otras el egoísmo. Afrontar estas ocasiones de conciencia bien despierta es esencial para que el sufrimiento sea dignificante. Ahí está la clave. No todo sufrimiento es dignificante. No por sufrir uno se está reajustando con las leyes cósmicas de las que tan a menudo nos alejamos. Sufrir no es suficiente - tampoco sería necesario si ya supiéramos amar, pero de momento se ve que la mayoría estamos lejos de esta realidad. Hay que vivir el dolor con humildad y flexibilidad, como la vara de bambú que se dobla en la tempestad, pero no se rompe.

Os dejamos finalmente el vídeo con el que terminamos la clase de ayer. Seguimos, amados. Como la vara de bambú, en la medida que nuestra tan incipiente madurez espiritual nos lo permita.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

¡Ya estamos en noviembre!

¡Muy buenas!!

¡Ha llegado noviembre! Otro mes especial para nosotros en CEADS.

Esa semana tenemos el GELE del jueves con el estudio del libro Los misioneros de la luz"; y el sábado la educación espírita infantil y el estudio del Evangelio según el Espiritismo, en secuencia del Capítulo V - Bienaventurados los afligidos. Estudiaremos los items 12 y 13, sobre la resignación.

Os dejamos los items para previa lectura y reflexión.


Motivos de resignación 

12. Con estas palabras: "Bienaventurados los afligidos, porque ellos serán consolados", Jesús indica al mismo tiempo la compensación que espera a los que sufren, y la resignación que hace bendecir el sufrimiento como preludio de la curación. Estas palabras también pueden traducirse de este modo: Vosotros debéis consideraros felices sufriendo, porque vuestros dolores son deudas de vuestras faltas pasadas, y esos dolores sufridos con paciencia en la tierra os ahorran siglos de sufrimientos en la vida futura. Debéis, pues, teneros por felices, viendo que Dios reduce vuestra deuda, permitiéndoos que la pagués ahora, lo que os asegurará la tranquilidad para el porvenir. El hombre que sufre se parece a un deudor que debe una fuerte cantidad y a quien su acreedor dice: "Si hoy mismo me pagáis la centésima parte, os perdono el resto; quedaréis libre; si no la hacéis, os perseguiré hasta que hayáis pagado el último céntimo". ¿No sería feliz el deudor, aun cuando sufriese toda clase de privaciones para librarse, pagando solamente la centésima parte de lo que debe? En vez de quejarse de su acreedor, ¿no le daria las gracias? Tal es el sentido de estas palabras: "Bienaventurados los afligidos, porque ellos serán consolados"; son felices porque pagan la deuda, y después de pagar, quedaron libres. Pero si pagando por un lado, se contraen nuevas deudas por el otro, nunca se llegará al saldo. Cada nueva falta aumenta la deuda, porque no hay una sola, cualquiera que sea, que no lleve consigo su castigo forzoso, inevitable; si no es hoy, será mañana, y si no en esta vida, será en otra. Entre estas faltas debería ponerse en primer lugar el defecto de sumisión a la voluntad de Dios; pues si en las aflicciones se murmura si no se aceptan con resignación y como cosa que ha debido merecerse, si se acusa a Dios de injusto, se contrae una deuda nueva que hace perder el beneficio que podría esperarse del sufrimiento; por esto será preciso empezar de nuevo, absolutamente como si a un acreedor que os atormenta, le dais cantidades a cuenta, y cada vez le pedís prestado de nuevo. A su entrada en el mundo de los espíritus, el hombre es semejante también al obrero que se presenta el día de la paga. A los unos les dice el amo: "Aquí tenéis el precio de vuestros jornales"; a los otros, a los felices de la tierra, a los que hayan vivido en la ociosidad, a los que hayan cifrado su felicidad en la satisfacción del amor propio y los goces mundanos, dirá: "Nada hay para vosotros, porque habéis recibido vuestro salario en la tierra. Idos y empezad de nuevo vuestra tarea".



13. El hombre puede aliviar o aumentar las amarguras de sus pruebas según el modo como considere la vida terrestre. Sufre tanto más cuanto más larga ve la duración del sufrimiento; así, pues, el que se coloca en el punto de vista de la vida espiritual, abraza de una sola ojeada la vida corporal; la ve como un punto en el infinito, comprende su corta duración, y dice que ese momento penoso pasa muy pronto; la certeza de un porvenir próximo más feliz le sostiene y le anima, y en lugar de quejarse, da gracias al cielo por los dolores que le hacen adelantar. Para el que sólo ve la vida corporal, por el contrario, ésta le parece interminable, y el dolor pesa sobre él con toda su fuerza. Es resultado de ese modo de considerar la vida el disminuir la importancia de las cosas de este mundo, conducir al hombre a moderar sus deseos y a contentarse con su posición sin envidiar la de los otros; atenuando la impresión moral de los reveses y de los desengaños que experimenta, adquiere una calma y una resignación tan útiles a la salud del cuerpo como a la del alma; mientras que con la envidia, los celos y la ambición, él mismo se pone voluntariamente en el tormento y aumenta de este modo las miserias y las angustias de su corta existencia.