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domingo, 23 de enero de 2011

Dudas sobre la doctrina de los espíritus

Familia de mi alma,

Este sábado en nuestra reunión, empezamos el estudio leyendo el texto sobre las contradicciones espírita. En el debate, quedó claro que el texto, pese a que continúe de impresionante actualidad, se elaboró para las contradicciones que sufría el espiritismo en el momento de la elaboración de la doctrina, el periodo de la manifestación de las mesas giratorias. En aquel momento, los incrédulos buscaban todo tipo de explicación para negar la existencia de la interferencia espiritual en el mundo material. Hemos de recordar que lo que atrajo nuestro querido Allan Kardec a su primera sesión mediúmnica fue precisamente el escepticismo y el deseo de comprobar la verdad tras la supuesta interferencia de los espíritus en los extraños fenómenos: mesas que se movían y respondían a preguntas… La mente científica de Kardec no le dejaba aceptar explicaciones a estos hechos sin comprobarlos y gracias a que se dedicó de forma seria al estudio de la mediumnidad y al contacto con la espiritualidad, tenemos hoy nuestra amada doctrina.

Tras leer y debatir el texto, nuestros hábiles monitores, Dea y Alfredito, nos preguntaron si alguna vez habíamos sido interrogados por puntos aparentemente contradictorios en la doctrina. ¿Qué le podríamos haber contestado a esta persona? Aquí os dejo un poco de lo que salió a la luz…

Si Dios existe, ¿por que permite que exista tanto dolor?

Dios es justo y perfecto. Hay siempre una causa justa para el dolor, si no en la vida presente, en una vida pretérita. Sin una perspectiva reencarnacionista, no podemos explicar por qué existen pobres y ricos, sanos y enfermos, afortunados y desgraciados. Pero la doctrina espiritista, de la mano de la espiritualidad superior, nos ha traído noticias consoladoras: no vivimos una única vida. Vivimos muchas vidas y, en cada una de ellas, estamos sujetos a las consecuencias de nuestros propios actos. Lo que damos al universo, es lo que recibimos. El dolor, el infortunio, la enfermedad, para el que no sabe que recibe de Dios una nueva oportunidad de reerguimiento de sí mismo a través de la reencarnación, puede parecer una penosa fatalidad o prueba de la inexistencia de Dios. Para los que sabemos que la reencarnación es ley divina, el infortunio es una oportunidad de aprendizaje y crecimiento que nos concede el amor misericordioso del Creador.

Si siempre reencarnamos los mismos, ¿cómo es posible que hace un millón de años, se estime que la población humana en el planeta no superaba los 125 mil habitantes, mientras que actualmente ya superamos la cifra de 6 mil millones de habitantes?

Dios crea continuamente. No está inactivo nunca. Además, hay flujos migratorios cósmicos controlados por la espiritualidad superior que renuevan la población de nuestro planeta, atendiendo a las necesidades de aprendizaje y meritos colectivos. Así fue que trajo, hace 40 mil años, espíritus provenientes de Capela para encarnar en el planeta Tierra. Así es como en la actualidad se prepara la espiritualidad superior para renovar la Tierra, exilando los espíritus que se niegan a abrir sus corazones para el bien y permitir que nuestro planeta haga el paso a la etapa evolutiva de regeneración.

Se sabe que en muchos centros espiritistas, se realizan reuniones mediúmnicas de caridad. Uno de los trabajos realizados es la orientación de espíritus desencarnados que, aun muy ligados a la materia, necesitan ayuda para dejar sus lazos con la vida terrenal y seguir adelante en su proceso evolutivo. ¿Por qué los espíritus necesitan a encarnados, los mediums y los doctrinadores, para orientar a espíritus desenecarnados?

No los necesitan. Sí,es cierto que espíritus muy evolucionados y con cuerpos espirituales sutiles necesitan el concurso de otros que tengan cuerpos espirituales más densos y, por esta razón, más cercanos a los cuerpos espirituales de desencarnados sufrientes muy arraigados a la materia. Sin embargo, hay que considerar que entre los propios desencarnados, podemos encontrar todos los niveles de sutileza de cuerpos espirituales. Entre los propios desencarnados, la espiritualidad superior puede encontrar – y lo hace continuamente – espíritus que, pese a que poco progreso evolutivo han hecho todavía, ya han abierto sus ojos a las verdades del Progreso y buscan oportunidades para servir, haciédose útiles en el reerguimeinto de otros hermanos desencarnados.

La pregunta entonces sería otra, si la espiritualidad no necesita los encarnados, ¿Por qué realizan los espíritas sesiones mediumnicas?

Contando aquí que hablamos de grupos espiritistas, que trabajan la mediumnidad de forma cristina y amparada en los fundamentos de nuestra amada doctrina, sabemos que la espiritualidad cuenta con tales grupos para su crecimiento y para la educación de sus espíritus. Los trabajadores espíritas que participan en la ayuda a hermanos desencarnados tienen ahí, además de la oportunidad de ser útiles, la instrucción inequívoca de que los hombres somos el resultado de nuestras propias acciones. El contacto cercano con la espiritualidad debe servir al espírita para entender, de una vez por todas que “la siembra es opcional, la cosecha, obligatoria”. Así se entiende que, reservando el caso de médiums iluminados como Chicho Xavier, en la mayoría de los casos, la mediumnidad ostensiva sea una prueba; que el contenido de los mensajes mediúmnicos recibidos por los médiums sea dirigido en primer lugar a ellos mismos; que los doctrinadores deban, antes que nadie, vivir según sus predicaciones. Ser médium ostensivo o participar en un grupo mediúmnico, por tanto, no es un don o un premio; más bien es un mensaje muy claro de la espiritualidad al espíritu encarnado: “No malgastes esta encarnación. Resgata tus deudas sirviendo en el reerguimiento de los hermanos que aun se demoran, en la caminada evolutiva, en zonas de progreso anteriores a las que has alcanzado tu.”

Recomendaciones finales:

  • No debemos entregarnos a la euforia o a la presunción de que sabemos todo sobre el espiritismo o sobre cómo funciona la espiritualidad. Vales más una actitud humilde de confesar cuando no se sabe la respuesta a la pregunta de alguien.
  • Hay que actuar con prudencia para evitar hacer daño a personas que en momentos de dolor intenso, puedan interesarse por la doctrina.
  • Es importante no entregarse a la cólera y no tomar como ofensa personal el hecho de que alguien dude o cuestione la doctrina. Cada espíritu tiene su tiempo para despertar. Si Dios nos concede la eternidad para progresar y espera por cada uno de nosotros, ¿por qué no podemos hacer lo mismo por nuestros hermanos de caminada evolutiva?
Ya veis que fue una clase riquísima en que una vez más compartimos informaciones, emociones y buenas vibraciones, con la alegría además de la visita de varios hijos pródigos. Ojalá vuelvan pronto =)

2 comentarios:

  1. Jana, es verdad, la clase del pasado sábado fue MARAVILLOSA. Esclarecemos nuestras dudas de cómo evitar y de cómo responder a las contradicciones que tantas veces somos testigos contra nuestra fe, nuestra creencia, contra nuestra doctrina. Digo nuestra, porque es de todos, mismo los que creen que no la pertenece. Es gratificante empezar las clases de este año del estudio de la Doctrina Espirita con tantos hermanos estudiosos y dispuestos a aprender y enseñar, porque todos enseñamos y todos aprendemos...esa es la ley de la evolución, ese es el lema de nuestras clases. Un besito a ti y a todos. Nos vemos el próximo sábado.

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