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domingo, 18 de diciembre de 2011

¡Somos todos niños!

Hola familia de mi alma,

Este sábado, mientras Bossi se estrenaba como conferenciante en CEADS – ¡a ver si tendremos resumen para el blog! – Kédima e yo estábamos con los niños, en la evangelización. 

Es tiempo de navidad. Sabemos que nadie puede precisar el día del nacimiento de Jesús y que tampoco importa, pero en el equipo de evangelización de CEADS pensamos que sería una buena oportunidad para hablar sobre el nacimiento del espíritu más perfecto que ha encarnado en la Tierra y celebrar que haya caminado como hombre entre nosotros hace dos mil años.

Empezamos la clase presentándoles las figuritas de un belén, que ellos iban montando. Mientras, nos iban explicando la historia del nacimiento de Jesús. Cuando les preguntamos, ¿quién es Jesús? Nos contestaron, “Es el mesías, el hijo de Dios”. Les felicitamos por la respuesta, que les salió muy fácilmente. La respuesta a la pregunta que vendría a continuación costó un poco más… Teníamos el belén delante y habíamos dicho que Jesús es el hijo de Dios… ¿Por qué uno que es el Mesías, que podría haber nacido donde quisiera, escogió nacer en una establo? A esto no supieron contestar los niños… Pero les ayudamos =) Les explicamos que Jesús nació así para darnos ejemplo de humildad. Él quiere que seamos sencillos, que busquemos las riquezas de corazón. A partir de ahí los propio niños dedujeron que Jesús quería que entendiéramos que las cosas del cielo son más importantes que las cosas materiales.

Entonces nos pusimos a preparar una pequeña función navideña: se trataba de pegar purpurina en unas tarjetas de navidad y leer unas frases de forma dramatizada. Finalizada la conferencia de Bossi, presentaríamos el resultado de nuestro trabajo como regalo de navidad a la familia CEADS. En honor a la verdad hay que confesar que el ensayo no prometía demasiado, porque los actores no se concentraban mucho. Y hubo un momento en que la purpurina volaba por toda la pequeña sala de los niños, su risa infantil subía de volumen, había pegamento para pegar a doscientas tarjetas y las evangelizadoras estaban un poco ansiosas por calmar la situación. En este momento, puse la canción del Padre Nuestro – Kédima me miró y dijo que le había leído el pensamiento-, y fue como si un rocío de calma bajara sobre nosotros. Nuestros cuatro ñiños: Raffa, Denis, Oli y Marc hicieron unos trabajos “muy artísticos” con la purpurina y luego una emocionante función navideña ante una familia CEADS enamorada de su encanto infantil.

Para mí, el mejor momento de la tarde fue ver cómo, mientras volvían a la sala de los niños, justo después de la función, decían “Biiiieeen”, orgullosos de sí mismos y felices por su trabajo. Fue curioso ver cómo no se sintieron del todo motivados cuando les propusimos la tarea, pero en el trascurso del trabajo se implicaron mucho y luego salieron tan felices por haberla cumplido con éxito. Creo que somos todos como estos niños… La espiritualidad vive proponiéndonos pequeñas y grandes tareas a las que nos dedicamos con diferentes niveles de entusiasmo. A la que nos dejamos implicar, poco a poco vemos cómo uno disfruta cuando está trabajando para el bien… Y qué gozada es servir al prójimo y cultivar el amor. Nos sentimos tan felices cuando hacemos algo bien, como estos niños, que recibieron el aplauso de la familia CEADS por su función navideña. Los niños, estoy segura, están ahora más motivados para seguir en las clases de la evangelización. De estas pequeñas cosas nos alimentamos, los seres humanos. Con estas pequeñas experiencias crecemos y enriquecemos nuestros espíritus. Poquito a poquito, vamos recogiendo gotas de luz que nos iluminan el alma. Jesús vuelve a nacer cada vez que una pequeña gota de luz penetra en nuestros corazones. Si la navidad nos ofrece la ocasión de iluminarnos, ¡bienvenida sea!

¡Feliz navidad, Jesús!
¡Feliz navidad a todos!

Cariños de la hermana menor,
Janaina

1 comentario:

  1. Feliz navidad, familia de mi alma!!! Que la luz de nuestro Maestro Mayor penetre nuestros hogares y corazones hoy y siempre! Un beso con toda la ternura que mi corazón sabe sentir, Janaina

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