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sábado, 23 de septiembre de 2017

¿Qué es el Periespíritu?


Por Flavia Roggerio



El ser humano está formado por tres elementos. Además del alma y el cuerpo existe un lazo que los une: el Periespíritu. Este, de naturaleza semimaterial, es el intermediario entre el Espíritu y el cuerpo físico, dando la oportunidad del Espíritu de comunicarse cuando está reencarnado.

Entendamos mejor cada elemento:
  • El cuerpo físico es el eer material animado por el principio vital.
  • El alma es el Espíritu encarnado cuya morada pasajera es el cuerpo.
  • El periespíritu (o cuerpo espiritual) es la sustancia material quintaesenciada que sirve de envoltura al Espíritu y lo une al cuerpo físico.


El periespíritu está formado por el Fluido Cósmico Universal que asimila de cada planeta. “Este fluido universal, o primitivo, o elemental, siendo el agente de que el espíritu se utiliza, es el principio sin el cual la materia estaría en constante estado de división y nunca adquiriría las cualidades que la gravedad le da.”(Allan Kardec)

Podemos decir que el cuerpo físico es la fotocopia de nuestro periespíritu. En él conservamos las impresiones, sensaciones y recuerdos de nuestro largo pasado evolutivo, y poseemos en él unas determinadas matrices o señales de todo lo acontecido. En el periespíritu conservamos nuestras experiencias de las distintas reencarnaciones por las que hemos pasado. Su naturaleza se va modificando en cada encarnación a medida que el Espíritu va progresando y, sobrevive a la muerte del cuerpo físico y preexiste a él, constituyendo el cuerpo espiritual del Espíritu.

El periespíritu tiene varias propiedades, entre ellas, podemos destacar tres:

Expansibilidad: El periespíritu por su naturaleza es flexible y expandible. Se adapta a la voluntad del Espíritu tomando la apariencia que él desee.

Irradiación: Forma en torno del cuerpo físico una atmósfera que el pensamiento y la voluntad pueden modificar en alcance e intensidad.          

Absorción:  A través de esta propiedad, el periespíritu consigue asimilar esencias materiales sutiles que temporalmente le dan ciertas sensaciones del cuerpo físico. Según el progreso del espíritu, absorbe las esencias finas que le dan vitalidad y goza de placeres materiales.

Además de otras capacidades, no menos importantes, como corporeidad, bicorporeidad, capacidad reflectora, densidad, luminosidad, mutabilidad, olor, penetrabilidad, perennidad, plasticidad, ponderabilidad, sensibilidad generalizada, sensibilidad magnética, tangibilidad, temperatura, unicidad y visibilidad.

También las funciones del periespíritu son innumerables, pero las principales son:

Conservar la individualidad del Espíritu y personificarlo, guardándole la apariencia de su última encarnación en la mayoría de los casos.
Hacer vibrar ciertas zonas del sistema nervioso central del médium (persona que se conecta mentalmente con el espíritu), según su estructura neurológica, entrando en contacto con el periespíritu de este. Así, se establece una interacción entre mente encarnada y mente desencarnada, el sentido mediúmnico.
Servir de lazo entre el Espíritu y la materia (cuerpo físico encarnado).
Gravar las experiencias de vidas pasadas e imponer al cuerpo limitaciones físicas o mentales. Esto ocurre porque, por su sutilidad, sufre el impacto de tóxicos, sentimientos y pensamientos corruptos del hombre.
La atmosfera fluidica del perisespíritu se dará según la calidad de los pensamientos del espíritu y su evolución. De ahí la importancia de vigilar nuestros pensamientos y sentimientos.


“Cuando las ciencias médicas comprendan la influencia del elemento espiritual, habrán dado un gran paso y verán abrirse entre ellas nuevos horizontes, entonces encontrarán explicación a muchas enfermedades y darán con los medios para combatirlas.”(Allan Kardec)

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