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miércoles, 21 de marzo de 2018

Deficiencia física, espiritualidad y religiosidad

Por Dr. Marcelo Saad
www.msaad.org



Deficiencia física e interpretaciones religiosas
Las personas con deficiencias incluyen aquellas que, en la interacción con varias barreras, pueden evitar su participación plena y eficaz en la sociedad en una base igualitaria. La rehabilitación es el uso de todos los medios necesarios para reducir el impacto de la deficiencia y ayudar a las personas con limitaciones a alcanzar y mantener sus niveles funcionales ideales físicos, sensoriales, intelectuales, psicológicos y sociales. El objetivo de la rehabilitación es la restauración al máximo grado posible cuando no sea posible revertir el daño causado por la dolencia o el trauma.
Las dolencias que se presentan como deficiencias son quizá las que traigan la mayor carga de desazón y disconformidad porque vienen acompañadas de incomprensión y falta de preparación de la sociedad. Se suman a este cuadro las barreras arquitectónicas encontradas casi como regla en la mayoría de los templos, para complicar la búsqueda de una experiencia de respuestas a preguntas espiritualistas por parte del portador de la deficiencia.
Algunas citas bíblicas podrían confundir aún más este cuadro, como esta: “El Señor habló a Moisés [… que nadie de tus descendientes que fuera defectuoso se acerque para presentar el alimento de su Dios; todo aquel que tenga un defecto no debe acercarse]” (Levítico, 21:16-18).
La pregunta “por qué está sucediendo esto conmigo” asume una connotación de castigo, ya que la deficiencia figura en las religiones (salvo en poquísimas excepciones) con infortunios enviados por divinidades, destino o karma, frecuentemente asociados con pecados personales o familiares. A pesar de todo ello, la espiritualidad y la religiosidad pueden ser grandes aliados en la calidad de vida de estos individuos.
Las diversas religiones tienen explicaciones diferentes para la razón y el propósito de la deficiencia. Desde la antigüedad, diversas civilizaciones trataron de explicar el origen de las dolencias recurriendo a lo sobrenatural. Preguntas espirituales que incluyen: ¿Qué significa esta deficiencia física en mi vida? ¿Por qué conmigo (o con un miembro de mi familia)? ¿Qué hice para merecer esto? ¿Cómo puede un Dios bueno permitir que esto ocurra? ¿Por qué Dios no quiere curarme (o al miembro de mi familia)?
Algunas posibles explicaciones de las deficiencias, a la luz de diversas interpretaciones religiosas se citan en la figura 1. Particularmente, el Espiritismo ofrece interpretaciones satisfactorias, asociadas a expiaciones o pruebas. Las expiaciones están relacionadas con la Ley de Causa y Efecto, por acciones pasadas (en la encarnación actual o anteriores). Las pruebas son situaciones solicitadas por el Espíritu antes de encarnar, como forma de traer la oportunidad de trabajo a algunos encarnados específicos, por ejemplo.
Figura 1: algunas posibles explicaciones de las deficiencias a la luz de diversas interpretaciones religiosas

Sin embargo, es importante recordar que el Espiritismo tiene una función consoladora y una función redentora, no una función adivinatoria. La función consoladora viene de la noción de que todo proviene de la sabiduría, del amor y de la justicia de Dios. La función redentora es por el camino fijado, que puede aproximarnos a la perfección y consecuentemente, a la verdadera felicidad.
La función adivinatoria, que no tiene el Espiritismo, sería tratar de adivinar el mecanismo espiritual de cada situación individual. La persistencia de querer explicar un caso imaginando cual es el “karma” de esa persona es inútil, ya que la posibilidad de acierto preciso es ínfimo. Pero es más, las interpretaciones livianas pueden llevar a la culpa y estigmatización, que no ayudan en absoluto.

El papel de la espiritualidad y de la religiosidad
Los pacientes en proceso de rehabilitación están muchas veces en una crisis física, emocional y espiritual. Las cuestiones de dolor, de luto por la pérdida de una parte del cuerpo o del nivel de función y cuestiones sobre el valor de la vida en una nueva circunstancia difícil son situaciones comúnmente encontradas por personas en este escenario.
Los individuos con un bienestar espiritual tienden a afrontar situaciones adversas con más éxito. Las creencias espirituales son una fuerza estabilizadora para personas con deficiencias y para sus familias.
El enfrentamiento religioso (“religious coping”) es el uso de creencias o prácticas religiosas para reducir o hacer más soportable el sufrimiento emocional causado por pérdidas o por cambios en la vida. Las creencias y prácticas religiosas son utilizadas para regular la emoción en circunstancias que están fuera del control de los pacientes. El enfrentamiento religioso afecta a la reacción de la persona con los eventos estresantes trayendo significado, control, confort o trascendencia.
La religión no impide el sufrimiento causado por la dolencia, sin embargo atribuye significado a él y trae elementos que ayudan en la aceptación y en la adaptación a una nueva condición física, emocional y social. La religión abarca instancias profundas y emotivas del ser humano y representa un factor poderoso que influencia la adaptación de las dolencias, decisiones médicas, creencias de salud y comportamientos. La estrategia del enfrentamiento puede determinar qué impacto puede tener esto sobre la calidad de vida.
El uso de creencias espirituales puede ser todavía más importante en dolencias incapacitantes. La religión y la espiritualidad son importantes estrategias de enfrentamiento para personas con deficiencias. El sistema de creencias espirituales puede desempeñar un papel directo en los resultados de la rehabilitación. El bienestar espiritual puede colaborar con ajustes en los cambios de vida y salud emocional, con potencial para apoyar el proceso de rehabilitación. Al contrario, el sufrimiento espiritual puede interferir con la adhesión al tratamiento y la adaptación a la deficiencia.
La religiosidad y espiritualidad pueden ser fuentes infrautilizadas en el proceso de rehabilitación y en el seguimiento de la vida de las personas con deficiencias. Existen evidencias del papel positivo de la espiritualidad y de la religiosidad en el proceso de rehabilitación y en la vida de las personas con deficiencias. Los aspectos específicos del sistema de creencias religiosas y espirituales (como la conexión individual a un poder superior) desempeñan papeles directos y únicos en el pronóstico de resultados en rehabilitación, como un firme predictor de resultados.
Las visiones de dolencias e incapacidad están entrelazadas con las creencias religiosas o espirituales. En este sentido, la religión puede traer al paciente una estructura para dar un sentido a su dolencia, recursos prácticos y esperanza. La creencia puede movilizar recursos internos e iniciativas positivas, con potencial para mejorar la calidad de vida, lo que tiene repercusiones significativas sobre el proceso de rehabilitación. Las emociones, creencias y acciones asociadas con la espiritualidad tienen una influencia positiva sobre la salud física y el bienestar psicológico.
Las creencias espirituales pueden ayudar en la creación de un sentido de control para la comprensión, el enfrentamiento y la interpretación de eventos de la vida. Para muchas familias de hijos con deficiencias, la espiritualidad y la religión desempeñan un papel importante en sus vidas. Ellos se inclinarán hacia su espiritualidad y fe para encontrar significado y propósito en la vida y se unirán a comunidades religiosas como un modo de compartir y desarrollar su espiritualidad con los otros.
Los sistemas de creencias religiosas pueden promover la aceptación y ayudar a las familias a dar sentido a la deficiencia. Mientras tanto, los familiares pueden experimentar la percepción del fracaso religioso o castigo por alguna mala conducta. En los cuidadores de pacientes con deficiencias, hay una relación inversa entre bienestar espiritual y sobrecarga del profesional. Los cuidadores también relatan el uso frecuente de actitudes o prácticas como rezar e ir a la iglesia. Esto apoya la espiritualidad del proceso de cuidar e impacta en los resultados del cuidado.
La comunidad religiosa puede proveer apoyo de diversas formas, como: protección de las personas contra el aislamiento social; garantizar y fortalecer redes familiares y sociales; proveer al individuo un sentido de autoestima y de pertenecer a algo; ofrecer apoyo espiritual en momentos de adversidad.

Una nueva área para el proceso de rehabilitación
La interface entre espiritualidad y deficiencia es un área de investigación relativamente nueva, aunque en crecimiento. Finalmente, se está rompiendo el último tabú, tras debates en asuntos como la sexualidad y el abuso de sustancias entre portadores de deficiencias. La espiritualidad es un elemento frecuentemente olvidado en la validez y en los cuidados al paciente. Abordar y apoyar la espiritualidad de los pacientes puede promover la salud, disminuir la depresión, ayudar al paciente a lidiar con una dolencia difícil e incluso a mejorar algunos resultados. La Medicina de la Rehabilitación, que fue pionera en el abordaje multidisciplinario centrada en el paciente, es bien adecuada para integrar la mente, el cuerpo y el espíritu en la asistencia al paciente.
El primer paso sería una amplia discusión sobre el sufrimiento, que englobe no sólo los aspectos psicológicos y socioculturales implicados, sino también los aspectos espirituales. Para el paciente incapacitado, el sufrimiento espiritual puede ser el problema que más demanda soporte, interfiriendo sobre el resultado de las intervenciones. El sufrimiento espiritual no identificado frecuentemente es el culpable de un plan de rehabilitación mal desarrollado. Pacientes con deficiencias acaecidas en la infancia o en la fase adulta perciben y experimentan de manera diferente la espiritualidad. Por ello y para cada grupo, se necesitan diferentes abordajes de la espiritualidad.
Es el momento de expandir la filosofía de la rehabilitación e investigar las intervenciones más allá de la cura del cuerpo para la cura del espíritu. Siempre se debe intentar la congruencia entre las creencias del paciente y el cuidado ofrecido por el servicio de salud. La institución de rehabilitación debe conocer y proteger los valores culturales y las creencias del paciente, preparar a los profesionales para respetarlos y dirigir sus procedimientos considerando esta dimensión.
Concluyendo, las personas con una deficiencia son individuos integrales que tienen el derecho de explorar y expresar la espiritualidad al potencial humano más pleno. Las ciencias de la rehabilitación deben evolucionar para incluir un abordaje religioso-espiritualista.

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