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domingo, 30 de octubre de 2016

Jesús: modelo y guía

Hola familia,

ayer en CEADS dimos continuidad, en el Estudio Sistematizado de la Doctrina Espírita, a nuestras reflexiones sobre la evolución del pensamiento religioso. En la reunión de ayer nos dedicamos a estudiar la importancia de Jesús y los evangelios.

Jesús, como nos dice la Doctrina Espírita, es el modelo de perfección al que puede aspirar la humanidad terrestre. No lo confundimos con Dios, pero sabemos que cumple sus designios como guía de la Tierra desde épocas remotas. De hecho, sabemos que él orientó todo el trabajo de elaboración de nuestro planeta. Como modelo al que podemos aspirar, Jesús se transforma en la visión espírita en un hermano de evolución: alguien a quién podemos seguir como ejemplo, dependiendo de cada uno de nosotros llegar a alcanzar su nivel intelectual y moral. Su imagen no es por tanto la de un ser inalcanzable, cuya perfección establece distancias insalvables entre él y nosotros. No. Jesús es un espíritu que, como nosotros, ha seguido su propio camino evolutivo. Ejemplificó encarnado en la Tierra su mensaje de amor y paz, trayendo de forma cercana y humilde mensajes de consuelo y esperanza.


En su encarnación en la Tierra, anduvo entre prostitutas, publicanos, enfermos, pobres e infelices. Sus seguidores los escogió entre la gente más sencilla, dejando siempre muy claro que los sanos no necesitan de médico. Él venia a por los hijos extraviados, como el pastor que deja a todo un rebaño para buscar la oveja perdida. El Maestro vino por cada uno de nosotros. En su gran misericordia, nos educó para no juzgar a los demás con el “que tire la primera piedra el que esté libre de pecado”; nos enseñó a volvernos hacia él cuando el yugo de la Tierra se nos hiciera demasiado pesado, porque “su yugo es leve”; nos propuso hacer la caridad sin mirar a quién con la parábola del buen Samaritano; nos dijo que miráramos hacia nuestros propios defectos antes de apuntar los de los demás, llamándonos la atención para no viéramos “la paja en ojo del prójimo, sin ver la viga en el propio ojo”; curó a muchos de los que de a él se acercaron con su magnetismo sanador; fue a comer en casa de Zaqueo, instruyó a los doctores de la ley sobre la reencanación; ejemplificó el perdón de las injurias en diferentes situaciones y en el momento extremo en la cruz diciendo “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen”. Con toda su vida, educó para el bien, el amor y la paz.


En los evangelios, sus seguidores dejaron registradas algunas de sus enseñanzas. El tiempo y las instituciones religiosas seguramente han hecho con que se perdiera algo de su contenido, pero incluso la versión que conocemos no puede menos que maravillar al que tiene un corazón sensible. El legado de Cristo es una lección de humildad y sabiduría que debemos esforzarnos por conocer y educarnos para aplicarlo en nuestras vidas. 

Con sentimientos de gratitud indefinibles, acabamos la reunión de ayer. Podamos todos perseguir en nuestras vidas seguir el modelo y guía que Dios envió a la humanidad Terrestre.

Cariños

Equipo de Divulgación

CEADS

miércoles, 26 de octubre de 2016

El arquetipo más perfecto

Hola familia,

en el próximo sábado, dando continuidad al estudio de la evolución del pensamiento religioso, llegamos a nuestro amado maestro. Nos dedicaremos a comprender la concepción espírita de Jesús y reflexionar sobre la esencia de sus enseñanzas.

Os dejamos a continuación algunos apuntes sobre el tema, a modo de introducción.

¿Cuál es el arquetipo más perfecto que Dios le ha brindado al hombre como guía y modelo?
Jesús. 
                                                                                            Allan Kardec. El Libro de los Espíritus. Pregunta 625.
Para el hombre, Jesús es el prototipo de perfección moral al que la Humanidad puede aspirar en la Tierra. Dios nos lo ofrece como el más perfecto modelo, y la doctrina que enseñó es la expresión más auténtica de la ley del Señor porque, como Jesús es el ser más puro de todos aquellos que han aparecido en la Tierra, estaba animado por el Espíritu Divino. (...) Allan Kardec.
                                                                                           El Libro de los Espíritus. Pregunta 625. Comentario.
Jesús no vino a derogar la ley, es decir, la ley de Dios; vino a cumplirla, es decir, a desarrollarla, a darle su verdadero sentido y a adaptarla al grado de perfeccionamiento de los hombres. Por eso es que en esa ley encontramos el principio de los deberes para con Dios y para con el prójimo, base de su doctrina. (...).
                                                                                           Allan Kardec. El Evangelio Según el Espiritismo. Capítulo I.Ítem3.

Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el mayor y el primer mandamiento. El segundo, es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De esos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.
                                                                                           Mateo, 22: 37 – 40.

Nos vemos en CEADS

Equipo de Divulgación CEADS

miércoles, 19 de octubre de 2016

Moisés y el decálogo

Hola familia,

el próximo sábado en CEADS seguimos estudiando la evolución del pensamiento religioso. Hablaremos sobre Moisés y el decálogo. Os dejamos algunas consideraciones sobre el tema, a modo de introducción. 

¡Nos vemos en CEAD!

Equipo de Divulgación
CEADS

Dios es único y Moisés es el Espíritu que Él envió en misión para hacerlo conocer, no solamente a los hebreos, sino también a los pueblos paganos. El pueblo hebreo fue el instrumento que Dios utilizó para revelarse por intermedio de Moisés y de los profetas. (...) 
Los Mandamientos de Dios brindados a través de Moisés contienen el germen de la más amplia moral cristiana. (...) El Evangelio Según el Espiritismo. Capítulo I. Ítem 9.


Como profeta, Moisés reveló a los hombres la existencia de un Dios único, Soberano Señor y Orientador de todas las cosas; promulgó la ley del Sinaí y lanzó las bases de la verdadera fe. Como hombre, fue el legislador de un pueblo mediante el cual esa primitiva fe, al depurarse, habría de esparcirse sobre toda la Tierra. Allan Kardec. La Génesis. Capítulo I. Ítem 21.

El carácter esencial de la revelación divina es el de la eterna verdad. Toda revelación contaminada con errores o sujeta a modificaciones no puede emanar de Dios. Es así que la ley del Decálogo tiene todos los caracteres propios de su origen, mientras que las otras leyes mosaicas, fundamentalmente transitorias, (...) son obra personal y política del legislador hebreo. Al suavizarse las costumbres del pueblo, esas leyes cayeron en desuso por sí mismas, mientras que el Decálogo quedó siempre en pie, como farol de la Humanidad. Cristo construyó su edificio tomándolo como base, y abolió las otras leyes. Allan Kardec. La Génesis. Capítulo I. Ítem 10.

domingo, 16 de octubre de 2016

¿Qué visten los espíritus?

Hola familia,

ayer nuestro amigo David Santa Maria, presidente del Centro Barcelonès de Cultura Espírita nos ofreció la charla "Allan Kardec y el caso de la caja de tabaco". Nos condujo David en una serie de reflexiones y cuestionamientos sobre la forma como se nos ha descrito a través de la psicografía la vestimenta de los espíritus y sus accesorios. David hizo hincapié en que la codificación y sus obras básicas deben ser la mayor referencia del estudioso del espiritismo. Las novelas psicografiadas amplían esta información, pero las obras básicas ofrecen información sistematizada, obra de lógica e investigación de Allan Kardec. También nos recordó David que toda información proveniente del plano espiritual debe ser analizada de forma serena y razonada, y jamás aceptada pasivamente sencillamente porque proviene de un espíritu. 

Os dejamos a continuación el rico material utilizado por David, que generosamente nos lo ha cedido para la consulta de todos.


Pidiendo al Maestro Amado que proyecte su energía transformadora sobre todos nosotros, deseamos paz y bien a todos la humanidad.

Cariños
Equipo de Divulgación CEADS

jueves, 13 de octubre de 2016

Conferencia pública

Hola familia,

el próximo sábado, de 17:30 a las 19:00 horas

Conferencia pública:

Allan Kardec y el caso de la caja de tabaco

A cargo de David Santamaría


Entrada libre y gratuita

¡Os esperamos con ilusión!

Equipo de divulgación CEADS

domingo, 9 de octubre de 2016

Un paseo por la historia del hombre

Hola Familia,

ayer en CEADS hicimos un repaso por las tradiciones religiosas de las civilizaciones antiguas, algunas de las cuales politeístas: la religión védica, los ritos y mitología de la Grecia Antigua, el Taoísmo, el Confucionismo y la civilización egipcia. La Doctrina Espírita nos invita de esta manera, a través de su estudio sistematizado, a ampliar nuestra cultura, conociendo la historia del proprio ser humano en la mendiga que conocemos la evolución del sentimiento de religiosidad a lo largo de la historia.

Nos dividimos en grupos para estudiar los textos de referencia. Cada grupo debería presentar en una cartulina el resultado de su estudio. Luego hicimos una explosión de las producciones de los grupos y cada grupo visitó el trabajo de los demás. Os presentamos a continuación los textos estudiados, así como el trabajo de cada grupo.

La tradición religiosa china 

Desde las épocas más remotas, Jesús envió misioneros a las criaturas que se organizaban económica y políticamente en las primeras comunidades de la Tierra. Pero, es importante tener en cuenta, que la tradición religiosa china presenta un aspecto más filosófico que religioso propiamente dicho, de ahí que sea denominada como una “filosofía religiosa” o una “religión filosófica”. 

Taoísmo: Originariamente, el término chino Tao significaba “camino”, palabra clave de todas las antiguas escuelas filosóficas de China, inclusive, el Confucianismo. Fue en el siglo IV a.C., a través de Lao-Tsu y de Chuang-Tsu que el Taoísmo recibió un impulso decisivo. Como religión, esta doctrina comenzó a ser conocida en el siglo I a.C. cuando era divulgada por sacerdotes mágicos, los cuales, al considerar que poseían poderes divinos, prometían a los creyentes la restauración de la juventud, la adquisición de virtudes sobrehumanas y la garantía de la inmortalidad del alma. La biblia del taoísmo es el Tao Te King, que predica la existencia de tres caminos: a) el Tao o camino de la realidad íntima (que se refiere al Creador, de donde brota la vida y hacia lo cual retorna toda la vida); b) el Tao o camino del universo, de la norma, del ritmo de la naturaleza, y, finalmente, c) el Tao o camino de la vida humana. 

Confucianismo: Emmanuel esclarece que Confucio (o Kong-Fo-Tsé), fundador del Confucianismo (...) en su carácter de misionero de Cristo, tuvo que impregnarse de las tradiciones chinas y aceptar las circunstancias imperiosas del medio para poder beneficiar al país en la medida de sus posibilidades de comprensión. (...) Sus lecciones están colmadas del perfume de sublime sabiduría moral.  


Las creencias religiosas hindúes

Las organizaciones hindúes son anteriores a la civilización egipcia, y antecedieron bastante a las agrupaciones israelitas, de donde más tarde surgirían notables personalidades como las de Abraham y Moisés (1) (2). Las almas exiliadas en aquellas regiones de Oriente habían recibido mucho de la misericordia de Cristo, de cuya palabra de amor y de su figura luminosa mantenían los más conmovedores recuerdos, traducidos en la belleza de los Vedas (3) y en los Uspanishads (4). Ellas fueron las primeras voces de la filosofía y de la religión en el mundo terrestre provenientes de una raza de profetas, de maestros, de iniciados, en cuyas tradiciones beberían las verdades los hombres y los pueblos del porvenir. Cabe destacar, que también sus escuelas de pensamiento guardaban los misterios iniciáticos con las más sagradas tradiciones de respeto.

  • Brahmanismo (5): Durante la época védica, en la vasta soledad de los bosques, en las márgenes de los ríos y de los lagos, los anacoretas (6) o rishis  (7) pasaban los días en retiro. Intérpretes de la ciencia oculta, de la doctrina secreta de los Vedas, desarrollaron misteriosos poderes que fueron transmitidos de siglo en siglo, de los cuales aún gozan los faquires y los yogas. De esa comunidad de personas solitarias nació el Brahmanismo, la más colosal de las teocracias. Krishna, un brahmán educado por los ascetas (8) y los anacoretas en las distantes regiones del Himalaya, fue el gran reformador de la religión hindú. Renovó las doctrinas védicas apoyándose en las ideas de la “trinidad universal” (que más tarde aparecería en la trinidad católica de la inmortalidad del alma y de los sucesivos renacimientos. Si solamente tenemos en cuenta al Brahmanismo por las fórmulas rituales, por sus ingenuas prescripciones y por su pomposo ceremonial de ritos complicados, fábulas e imágenes, no veremos más que un acervo de supersticiones. Pero, sería un error juzgarlo únicamente por sus apariencias exteriores. En el Brahmanismo como en todas las religiones antiguas, cabe distinguir dos cosas: a) el culto y la enseñanza vulgar (manifestaciones exotéricas) llenos de las fantasías y de los simbolismos que tanto cautivaban al pueblo. A este orden de ideas se debe agregar el dogma de la metempsicosis o el renacimiento de las almas culpables en cuerpos de animales, insectos o plantas; b) la enseñanza secreta (esotérica) que brinda explicaciones sobre el alma, sus destinos y sobre las leyes divinas universales. 

Hinduismo: Esta religión tiene su origen en el sincretismo de las enseñanzas védicas. Predica la existencia de un significativo número de dioses, aunque considere que Brahma es el primer “gran dios”, de donde provienen los otros miles de dioses. El Hinduismo cree en la reencarnación: el alma puede pasar de un cuerpo a otro y así se perfecciona; o mejor dicho, aquel que practicó buenas acciones renace después de la muerte en otra forma superior, o, en caso contrario, tendrá que renacer innumerables veces para alcanzar la moksha (especie de liberación de nuevas reencarnaciones), porque nacer otra vez, significa tener otro sufrimiento. Para los hindúes existe una ley fatal: la ley del Karma que gobierna el destino de los seres humanos.


El politeísmo egipcio

En los círculos esotéricos, donde imperaba la palabra esclarecida de los grandes maestros de ese entonces, se conocía la existencia de un Dios Único y Absoluto, Padre de todas las criaturas y Providencia de todos los seres (...). De ese ambiente reservado de enseñanzas ocultas partió la idea politeísta de los numerosos dioses, que serían los señores de la Tierra y del Cielo, del Hombre y de la Naturaleza. Las masas (populares), necesitaban de ese politeísmo simbólico en las grandes festividades exteriores de la religión. Los sacerdotes de aquella época conocían esa debilidad de las almas jóvenes de todos los tiempos, y las satisfacían con las expresiones exotéricas de sus lecciones sublimadas. De esa idea de homenajear a las fuerzas invisibles que controlan los fenómenos naturales otorgándoles la categoría de dioses para el espíritu de las masas, es que nació la mitología griega, con el perfume de los árboles y al son de las flautas de los pastores, en permanente contacto con la Naturaleza.

La mitología griega y los cánticos órficos (9)

La palabra mitología viene de mito, cuyo significado (...) incluye la noción de narración tradicional de contenido religioso. De ese modo, se entiende por mitología, en primer lugar, al conjunto de narraciones de ese tipo tal como se presentan en uno o más pueblos, y en segundo lugar, al estudio de las concepciones mitológicas consideradas como uno de los elementos integrantes de la vida social. La narrativa mitológica contiene básicamente, supuestos acontecimientos referentes a épocas primitivas ubicados temporalmente antes del surgimiento de los hombres (historia de los dioses) o con los “primeros” hombres (historia ancestral). Con todo, el verdadero objeto del mito no son los dioses ni los ancestros, sino la presentación de un conjunto de acontecimientos fabulosos (que se refieren a lo legendario o a las narraciones creadas por la imaginación), con los que se procuró dar sentido al mundo y a las relaciones entre los seres.  Los cánticos órficos forman parte de la tradición religiosa occidental. Según la mitología, Zeus tuvo nueve hijas llamadas musas, que tenían el dominio de la ciencia universal y presidían las artes liberales. Una de esas musas, Calíope, patrona de la poesía lírica y épica y de la elocuencia, se casó con Eagro, el dios – río, con quien tuvo a Orfeo, célebre cantor, músico y poeta. Las bellezas de la armonía y del contenido de los cantos y de las poesías órficas manifiestan, en la gnosis helénica, (gnose= conocimiento sublime o divino), el dualismo entre el bien y el mal, y las nociones de cuerpo y alma.,  Es importante consignar, que fueron el pensamiento mítico y la gnosis helénica los que brindaron los elementos para la construcción de la Filosofía griega, la cual, a su vez, representa la base de la organización social y cultural de los pueblos de occidente. La mitología griega y los cantos de Orfeo unidos a la experiencia religiosa, son politeístas y antropomórficos, y nos presentan una comunidad de dioses y diosas que poseen poderes sobrehumanos y que están distribuidos en una organización jerárquica estructurada: los conducía un dios superior y todopoderoso (Zeus o Júpiter) al cual estaban sometidos los demás dioses: los principales, los subordinados a éstos, las divinidades infernales y los héroes o semi dioses.

Glosario
  1. Abraham o Abrahán es, para la religión judía, cristiana e islámica, el primero de los patriarcas postdiluvianos del pueblo de Israel y del pueblo árabe. Su nombre significa 'padre de muchos pueblos' y, según el relato del Génesis, Dios se lo otorgó a un hombre llamado Abram, o Abrán, en el momento de establecer un convenio con él, que incluía su deseo de convertirlo en el origen de un pueblo del que sería su Dios y al que le daría la tierra de Canaán como posesión perpetua.
  2. Moisés es una figura importante para el judaísmo, el cristianismo, el islam y el bahaísmo, donde se lo venera como profeta, legislador y líder espiritual. Es un hebreo, que creció como un príncipe egipcio. Siglo XIV a. C.
  3. El periodo védico (o era védica) es el período en el que se compusieron los Vedas, los textos sagrados más antiguos de los indoarios. Basándose en evidencia literaria, los estudiosos ubican esta época en el periodo que va aproximadamente entre el 1500 a. C. y el 500 a. C. La cultura relacionada con este periodo, a veces llamada «cultura védica», está centrada en las zonas norte y noroeste del subcontinente indio
  4. Se conoce como Upaniṣad a cada uno de los más de 200 libros sagrados hinduistas escritos en idioma sánscrito entre el siglo VII a. C. y principios del siglo XX d. C. El sánscrito (autoglotónimo संस्कृतम् saṃskṛtam) es una lengua clásica de la India, además de una de las lenguas indoeuropeas más antiguas documentadas, después del hitita y el griego micénico
  5. El brahmanismo es una religión de transición entre la religión védica (terminada hacia el siglo VI a. C.) y la religión hinduista (que comenzó hacia el siglo III d. C.).
  6. La palabra anacoreta procede del latín medieval anachorēta, y éste del término griego Ανα-χωρέω, que significa ‘retirarse'. La definición del término puede tener varios matices, si bien interrelacionados: el de aquél que vive aislado de la comunidad o también para referirse a quienes rehúsan los bienes materiales, y el de alguien que se retira a un lugar solitario para entregarse a la oración y a la penitencia. 
  7. En el marco del hinduismo, rishi (en hindi: ‘sabio, santo’, sánscrito ऋषि ṛṣi)) se refiere a alguno de los grandes sabios de la antigüedad védica
  8. Los ascetas viven aisladamente y dedican seis días de la semana a la contemplación y al estudio de sus textos sagrados.
  9. El orfismo (de Orfeo) es una corriente religiosa de la antigua Grecia, relacionada con Orfeo, maestro de los encantamientos. Es una secta que cuestiona la religión oficial de las ciudades peninsulares helénicas. En particular, a dos niveles: uno de pensamiento teológico, otro de prácticas y comportamientos. El credo órfico propone una innovadora interpretación del ser humano, como compuesto de un cuerpo y un alma, un alma indestructible que sobrevive y recibe premios o castigos más allá de la muerte.

También intentamos elaborar una linea del tiempo con las tradiciones religiosas estudiadas. Evidentemente son aproximaciones, pero no deja de ser interesante observar una representación visual de la progresión en el tiempo de la evolución del pensamiento religioso a lo largo de la historia de la humanidad.

Con el más intenso deseo de que la tolerancia religiosa sea una máxima universal, deseamos paz y bien a todos los pueblos de la Tierra.

Cariños

Equipo CEADS

miércoles, 5 de octubre de 2016

La evolución de l pe nsamiento religioso

La creencia en varios dioses fue el sistema religioso inicial porque la (...) concepción de un Dios único no podía existir en el hombre sino como resultado del desarrollo de sus ideas. Incapaz, debido a su ignorancia, de concebir un ser inmaterial, sin forma determinada que obrara sobre la materia, el hombre le otorgó los atributos de la naturaleza corporal, es decir, una forma y una apariencia, y, desde ese momento, todo aquello que le parecía que sobrepasaba los límites de la inteligencia común, era para él una divinidad. Todo lo que no comprendía debía ser obra de una potencia sobrenatural. De ahí a creer en la existencia de tantos poderes distintos como efectos observara, no había más que un paso. Pero, en todos los tiempos hubo hombres instruidos que comprendieron que era imposible que existieran esos múltiples poderes que gobernaban el mundo sin una dirección superior, y, en consecuencia, se elevaron a la concepción de un Dios único. De esa forma, (...) al llamar dios a todo aquello que era sobrehumano para ellos, los hombres consideraron dioses a los Espíritus. Por eso es que, cuando un hombre se distinguía de los demás por sus acciones, por su genio o por un poder oculto que las masas no podían comprender, lo consideraban un dios, y cuando moría, le rendían culto.

Antiguamente, la palabra dios tenía una significación muy amplia. No se refería como ahora a una personificación del Señor de la Naturaleza; era una denominación genérica que se le daba a todo ser que excediera las condiciones comunes de la Humanidad. Ahora bien, como las manifestaciones espíritas habían revelado la existencia de seres incorpóreos que obraban como un poder de la Naturaleza, se les dio el nombre de dioses, como actualmente les damos el nombre de Espíritus. Pura cuestión de palabras, con la única diferencia de que, en la ignorancia en que se encontraban esos hombres, mantenida intencionalmente por los que tenían intereses en ello, le erigían templos y altares muy lucrativos a esos dioses, mientras que hoy los consideramos simples criaturas como nosotros, más o menos perfectas y sin sus envolturas
terrestres.

Así, la (...) ignorancia del principio de que las cualidades de Dios son infinitas fue lo que generó el politeísmo, culto adoptado por todos los pueblos primitivos que otorgaban el atributo de divinidad a todo poder que les parecía superior a los poderes inherentes a la Humanidad. Más tarde, la razón los llevó a reunir esas diversas potencias en una sola. Después, a medida que los hombres fueron comprendiendo la esencia de los atributos divinos, retiraron de los símbolos que habían creado la creencia que implicaba la negación de esos atributos.

Tradiciones religiosas del politeísmo

En todas las épocas de la humanidad Dios no dejó de enviar al Planeta Espíritus misioneros con la responsabilidad de instruir espiritualmente a los hombres. En este sentido, (...) las religiones, en su origen, debieron ser apropiadas al grado del progreso moral e intelectual de los hombres: éstos, muy materializados como para comprender el mérito de las cosas puramente espirituales, hicieron que la mayor parte de los deberes religiosos estuvieran centralizados en el cumplimiento de fórmulas exteriores. En los tiempos primitivos, como en la actualidad, el hombre tuvo una concepción antropomórfica de Dios. En los períodos primarios de la Civilización, como predominaban las leyes de la fuerza bruta y la Humanidad era una aglomeración de seres que nacían de la ignorancia y de la rudeza, que sólo conocían los instintos en sus manifestaciones, la adoración a los seres invisibles que sus dioses personificaban, consistía en sacrificios inadmisibles. (…)

En general, (...) encontramos históricamente a las más remotas concepciones de la organización religiosa en la civilización china; en las tradiciones de la India védica y brahmánica, desde donde también se irradiaron las primeras lecciones del Budismo al antiguo Egipto en los misterios del culto a los muertos durante la resplandeciente civilización de los faraones; en Grecia las encontramos en las enseñanzas órficas y en la simbología mitológica, donde hubo grandes maestros que estaban intelectualmente aislados de las masas, a las cuales les ofrecían exóticas enseñanzas, mientras que conservaban su saber de iniciados en el restringido círculo de aquellos que podían comprenderlo adecuadamente.


Vemos entonces que los habitantes del Planeta concebían a la religión en forma politeísta y antropomórfica, e identificaban en cada dios reverenciado, cualidades sobrehumanas.                                      Las ideas politeístas y antropomórficas aparecen en la Religión, en la Filosofía y en otras actividades culturales de los pueblos antiguos. A este respecto, destacaremos algunas contribuciones registradas por la Historia.

domingo, 2 de octubre de 2016

Conócete a ti mismo

Amigos CEADs,
Este sábado tuvimos un participativo e interesante estudio del Evangelio; no era para menos, con tan atractivo tema: “Conócete a ti mismo”, imposible no reflexionar a profundidad un punto que despierta mucha inquietud desde épocas remotas, como en la antigua Grecia, frase que se podía ver inscrita en el pronaos del Templo Apolo en Delfos y filósofos como Sócrates, Platón, Pitágoras, entre otros, la analizaban a profundidad.

En el estudio, hemos examinado las palabras de Agustín de Hipona, quien nos invita a que todos los días, antes de acostarnos, analicemos que hemos hecho bien, mal y a quien hemos incomodado, con el fin de cada día intentar no cometer los mismos errores y trascender en nuestro crecimiento espiritual.
Ciertamente, el autoconocimiento está supeditado a nuestra capacidad de dejar el orgullo a un lado y no justificar nuestros actos, cosa que con frecuencia hacemos, y que por tanto estamos llamados a superar. Es así que, para evitar esta manifestación del orgullo, podemos hacer el ejercicio de colocar nuestros actos en los demás y ver si los juzgaríamos, si los consideraríamos inapropiados o poco moral. Tener la madurez de reconocer nuestros defectos, es tan importante como nuestra reencarnación, porque en realidad es nuestro principal compromiso. 

En ese mismo orden de ideas, comentamos también la importancia de no angustiarnos con nuestros defectos, porque superarlos no es una cuestión súbita. Todo proceso de reforma y educación requiere de tiempo y su extensión dependerá de la voluntad que coloquemos en ello. La Doctrina Espírita nos da las herramientas para comprender la filosofía de la vida, pero no nos da solución milagrosa a nuestros problemas, si así fuera, no tendríamos ningún mérito en nuestro crecimiento moral.     
La práctica del autoconocimiento, la tenemos en nuestro día a día, con más intensidad en quienes nos manifiestan con crudeza aquello que les disgusta de nosotros. Esto, generalmente, no lo tomamos a buen agrado, pero es una herramienta que con frecuencia nos pone Dios con el fin de alertarnos en qué estamos fallando. 
Dediquemos tiempo para cultivar nuestra felicidad, para superar nuestros vacíos existenciales, para superar nuestras malas inclinaciones, para conocernos, y sabiendo que la felicidad transitoria que nos ofrecen las riquezas materiales, no es más gratificante que la del porvenir. 

Hagamos de nosotros instrumentos de paz, seamos ejemplo para nuestros amigos y para aquellos que nos observan, siempre con Jesús delante de nosotros, preocupándonos más por nuestros defectos, y siendo indulgentes para con los de los demás, así como nos gustaría fuesen para con los nuestros. 
Los esperamos en CEADS y en nuestro Blog,

Hasta pronto!!!