Por Andrea Campos El Espiritismo es una doctrina de consecuencias morales, su finalidad es encontrar la felicidad y llegar a la perfección. Recordemos que Dios, es la Inteligencia Suprema, causa primera de todas las cosas. Él es el Creador. No es hombre ni mujer, no es alto ni bajo, no tiene nacionalidad ni religión. Él es amor y nosotros como sus “hijos” e “hijas”, somos co-creadores de ese amor, y de nuestros destinos. Cuando usamos nuestro libre albedrío en armonía con las leyes divinas, naturales, perfectas e inmutables nos vamos acercando a nuestro destino. Lo contrario, nos hace alejarnos más de esa, tan soñada, felicidad. El ritmo de ese recorrido lo marcamos nosotros mismos, sea más rápido o más lento, no tenemos que preocuparnos del tiempo que transcurra para conseguirlo. Pero sí que tenemos que ser constante para mejorarnos, pues es el bagaje que nos llevaremos. En la pregunta 629 de El Libro de los Espíritus nos contestan los amigos invisibles que la