Queridos de mi alma,
El sábado 08/01/2011, en la clase de sábado, nos dedicaremos a entender en qué consiste AMAR AL PRÓJIMO CÓMO A SÍ MISMO.
Jesús nos enseñó,
“Amaréis al Señor nuestro Dios, con todo vuestro corazón, con toda vuestra alma y con todo vuestro Espíritu; éste es el mayor y el primer mandamiento. Y he aquí el segundo, que es semejante a aquél: Amaréis a vuestro prójimo como a vosotros mismos. Toda la ley y los profetas se resumen en estos dos mandamientos." (San Mateo, cap. XXII, v. 34 a 40).
Antes de Él, otros portadores de su mensaje de amor nos habían traído la instrucción de orden divina:
Decían los griegos, “No hagáis al prójimo lo que no deseáis recibir de él”.
Afirmaban persas, “Haced según queréis que se os haga”.
Enseñaban los chinos, “Lo que no deseáis para vosotros, no lo hagáis a los demás”.
Recomendaban los egipcios, “Dejad pasar al que hace a los demás lo que desea para sí mismo”.
Decían los hebreos, “Lo que no quieras para ti, no lo desees al prójimo”.
Afirmaban los romanos, “La ley grabada en los corazones humanos es amar a los miembros de la sociedad como a sí mismo”.
Los musulmanes profesan, “es tan bueno el vecino de un hombre cómo él mismo.”
(Camino, Verdad y Vida, mensaje 41. Emmanuel/Francisco Cândido Xavier)
Para ir pensando…
¿Qué es amar al prójimo como a sí mismo?
¿Cómo puedo amar al prójimo como a mí misma en mi presente estado evolutivo?
¿Es posible amar a Dios sin amar al prójimo?
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