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domingo, 20 de marzo de 2011

Tomar un cortadito con Jesús... o un pan de queso ;)

Hola mi familia querida,

Ayer en CEADS vimos a una conferencia proferida por Raúl Teixeira en el 2008, me parece que en Alicante, sobre el tema de la mediumnidad. La conferencia sirvió para coronar 3 meses de estudio (para leer el resumen de las clases...). En toda su exposición, Raúl reafirmó lo que habíamos estado hablando últimamente.

Raúl empezó afirmando que aquél que piense que la fuerza del espiritismo está en las manifestaciones mediúmnicas, se equivoca. La fuerza del espiritismo se encuentra en su doctrina filosófica. Des de los tiempos más remotos, el hombre busca las manifestaciones mediúminicas. Éstas no las inventó la doctrina, todo lo contrario. Fue precisamente a raíz de algunas manifestaciones y de la sistematización de la comunicación entre hombres encarnados y desencarnados que nació la doctrina espiritista.

Las manifestaciones espirituales siempre han provocado la curiosidad del hombre. Si observamos el contexto de la codificación de la doctrina, con los episodios de las mesas girantes, vemos que en el siglo XIX existía gran interés por los fenómenos espirituales. Sería de suponer que en pleno siglo XXI la humanidad estaría más madura y que tendría intereses más elevados, como las implicaciones morales de la supervivencia del espíritu a la experiencia carnal. Lo de evocar a los espíritus, podríamos pensar, es cosa del tiempo de Moisés… Sin embargo, vemos con frecuencia cuantas personas buscan las casas espiritistas con el objetivo de observar manifestaciones mediúmnicas o participar en sesiones de intercambio con los desencarnados. Cuando se les dice que la casa espirita es un local de estudios de la filosofía, de reeducación de las inclinaciones morales y de la práctica de la caridad, cuántos se alejan decepcionados…

Sabemos que hay personas que realizan comunicaciones mediúmnicas en la calle o en sus casas, sin observar el debido recogimiento y necesario respeto. Muchas personas cobran y muchas más pagan por las orientaciones de supuestos benefactores espirituales. La doctrina espiritista nos enseña que toda manifestación de este estilo que vaya más allá del mero charlatanismo, ocurrirá bajo la ley inequívoca de la sintonía. Objetivos egoístas, mezquinos y fútiles solo pueden atraer esta misma calidad de espíritus - tanto desencarnados como encarnados. “Jesús no está para tomar un cortadito con nosotros cada día”, bromeó Raúl.

En el espiritismo, sin embargo, la práctica mediúmnica se rige por principios de amor, solidaridad entre el mundo físico y el espiritual, estudio y caridad. En estas sesiones mediúmnicas, un equipo espiritual trae hermanos desencarnados necesitados de palabras de consuelo, esclarecimiento y orientación a escuchar las palabras de un encarnado que realiza la tarea de un terapeuta. Otro encarnado, el médium, sede el cuerpo a que el desencarnado se manifieste, y muchos otros trabajadores encarnados del centro apoyan el trabajo con pensamientos elevados, oración y emanaciones de amor y fe. En la mayoría de los casos, los desencarnados que se manifiestan son espíritus que sufren con sentimientos de rencor, culpa, deseo de venganza, inconformidad, amargura, etc. Una de las cosas que Raúl subrayó con maestría fue la función de dichas sesiones en la casa espírita. Por un lado, sirven para ayudar a los desencarnados; pero por otro, sirven como enseñanza a los encarnados, presentando ante sus ojos la cosecha de tristeza y sufrimiento resultante de plantío de decisiones infelices. Todo aquel que pretenda dedicarse a la práctica de la mediumnidad sin buscar la reeducación de sus principios morales, elige caminos de infelicidad para el futuro.

Raúl Teixeira nos recordó que en la casa espírita también hay encarnados, muchos de los cuales ofreciéndonos oportunidades de ser más dulces, mansos, amables, pacientes, tolerantes… No podemos pretender amar a Dios o a los desencarnados sin amar al compañero de ideal, sí, sí, con todas sus imperfecciones, ¿cómo no? De acuerdo, Raúl. Lo puedes decir más alto, pero no más claro. El espiritismo vino para los encarnados, para enseñarnos a convivir mejor, respetar más, ser más generosos y compasivos.

Pero, Janaina, puede que te preguntes, si no participo en el grupo mediúmnico de la casa espírita que frecuento, puedo hacer algo más que estudiar? Es decir, ¿podré pasar de la teoría a la práctica? ¡Y tanto que sí! Y tengo buenas noticias para ti si tienes esta inquietud. En CEADS hemos preparado una lista de actividades en las que puedes ejercitar tu corazón para el amor y la caridad en la práctica , pero seguro que en todos los centros espiritistas del mundo habrá tareas parecidas en las que podrás participar. Si cada uno aportamos un granito de arena, nuestra casa espírita será cada vez mejor, con las bendiciones del Amigo Jesús.

Después de la conferencia, comimos “pao de queijo” y “brigadeiro”, totilla y otras cositas más. Gracias Patricia, Dea, Vera y Gilda por traernos platos hechos con cariño, y a los compañeros que los compraron, porque sí, los encarnados hemos de pagar el alquiler de nuestro humilde centro para que sigamos teniendo la oportunidad de hacer reuniones tan lindas como la de ayer. Hay fotos del catering, os pondré alguna por aquí en cuanto las tenga.

Me despido dándoos las gracias por seguir este blog y por la oportunidad de servir. Recibid mi granito de arena, que os ofrezco de todo el corazón, juntamente con un pedido a Jesús que mantenga el clima de fraternidad, amistad y alegría que une el Centro Espírita Amalia Domingo Soler.

Cariños de la hermanita menor,

Janaina

2 comentarios:

  1. La convivencia en un centro espírita nos ha de servir para aprender a amar sin condiciones previas, sin prejuicios. Es muy hermoso compartir el alimento físico con los que también compartes el alimento espiritual, es una forma más de conocernos y reconocernos los que estamos en la búsqueda espiritual dentro del Espiritismo.
    Felicidades por el Blog.

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