Queridos de mi alma,
Ayer nuestro local se convirtió en una sala de cine y vimos
la película Nuestro Hogar, tal como os habíamos anunciado. Para los que la
veían por primera vez, para los que repetían, e incluso para los que habían
leído el libro y vito la peli más de una vez… siempre es emocionante recordar
el relato de André Luiz sobre su desencarnación y primeros tiempos en la
espiritualidad.
En el momento de las preguntas, se preguntó: ¿Siempre que pidamos
ayuda, en el momento de la desencarnación, la tendremos? Aquí intervinieron diferentes compañeros, pero la conclusión es
que ninguna súplica sincera cae en el vacío. Pedir ayuda es un acto de humildad,
pedir ayuda a Dios es un acto de fe… Un pedido de socorro, lleno de humildad y
fe, que sale del amago del alma, siempre resuena en los corazones de la
espiritualidad superior.
Luego se comentaron diversos aspectos de la película:
- Como el médico de la Tierra tuvo de desapegarse de su orgullo para reaprender a ser útil a los demás, no por sus títulos, sino por su capacidad de amar…
- Que André Luiz es un ejemplo que nos enseña que no tenemos que esperar ser perfectos para empezar a trabajar… En el nivel que estamos, sea el que sea, podemos ser útiles a la obra del Bien si nos disponemos al trabajo con humildad.
- No debemos prendernos a los vicios materiales o emocionales, puesto que todo en la vida es transitorio. Lo único que nos llevamos de la Tierra en el patrimonio intelectual y moral que conquistemos.
Por nuestra propia incapacidad en cambiar nuestras actitudes
y emociones rápidamente, reconocemos que abrir la mente para lo nuevo es
difícil. Cuando la enseñanza ya no es una novedad, y ya sabemos qué debemos
hacer para cultivar campos de más luz por la eternidad, ¿qué será lo que nos
impide la transformación interior? André Luiz pudo transformarse una vez llegó
al plano espiritual, pero confiaba que el mensaje que nos enviaba a través de
nuestro amado Chico, con Nuestro Hogar y tantas otras obras, nos ayudaría a
transformarnos aquí mismo, en la Tierra.
Hagamos todo lo posible por no decepcionar a este y tantos
otros amigos espirituales que nos avalan la caminada, trabajando incesantemente
por el esclarecimiento de nuestras conciencias.
Cariños de la hermana menor
Menos mal estaba yo en la primera fila y no se me veía los ojos "algo mojados".. ;-)
ResponderEliminarEs una peli emocionante, cada vez que la vemos aprendemos más... Me admira la vida de Andre Luiz por su entrega al bien!
Aiii Marcello, qué alegría me das... Yo lloré (otra vez) porque cuando llegan los espíritus víctimas de la guerra me derrumbo, y pensaba, "¿Será posible que no puedes ver una peli sin llorar?" =)
ResponderEliminar