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viernes, 8 de febrero de 2013

CONOCIMIENTO Y DIVISION DE LA LEY NATURAL

Hola familia,

para la clase de mañana mismo... antes tarde que nunca =)

Cariños,

Janaina


CONOCIMIENTO Y DIVISION DE LA LEY NATURAL

El conocimiento de la Ley Divina o Natural forma parte del progreso espiritual del hombre, que ocurrirá luego de incontables reencarnaciones; en una sola existencias en totalmente imposible tal aprendizaje. Por otro lado, no es suficiente con que solamente nos informemos respecto a la Ley Divina. Es necesario que la comprendamos en su verdadero sentido para que podamos cumplirla. «(…) Todos pueden conocerla, pero no todos la comprenden. Los hombres de bien y los que se deciden a investigarla son los que mejor la comprenden.
No obstante, todos llegarán a comprenderla algún día, porque es forzoso que el progreso se efectúe.

La justicia de las diversas encarnaciones del hombre es una consecuencia de este principio, puesto que en cada nueva existencia su inteligencia se encuentra más desarrollada y comprende mejor qué es el bien y qué es el mal. (…)» (02) «(…) La verdad (…), para que sea útil, precisa ser revelada de conformidad con el grado de entendimiento de cada uno de nosotros. De ahí que no haya sido puesta siempre al alcance de todos, igualmente dosificada.

Kardec, instruido por las Voces de lo Alto, nos dice que en todas las épocas y en todas las latitudes de la Tierra, siempre ha habido hombres de bien (profetas) inspirados por Dios para contribuir a la marcha evolutiva de la humanidad. (…)» (06) Los «profetas, legisladores y sabios han sido los maleables instrumentos de los que se sirvió al Padre Amantísimo a través de los tiempos, a fin de que el hombre dentro del ergástulo(*) del cuerpo, pudiera encontrar el rumbo seguro para alcanzar el reino venturoso que lo espera. Sin embargo, entre todos, Jesús fue el prototipo de la misericordia divina, «el tipo más perfecto que Dios haya ofrecido al hombre, para que le sirviera de guía y modelo.

Modelo para ser imitado, que enseñó mediante el ejemplo y el sacrificio, que selló con un testimonio supremo la excelencia de su amorosa condición mesiánica, a través de la entrega de su vida, para incitarnos a incorporar a la actividad cotidiana de la existencia, la incuestionable lección de la ofrenda santificante de sí mismo. (…)» (08)

Estos profetas, sabios y legisladores que Dios envió (y envía) a la Tierra «son Espíritus, que encarnan con el fin de hacer progresar a la humanidad». (03) Son Espíritus misioneros que pueden llegar a dejar de cumplir con su cometido por fuerza de la influencia de la materia; «(…) sin embargo, como en definitiva eran hombres geniales, aun entre los errores que enseñaron muchas veces se encuentran grandes verdades». (04) No obstante, vale la pena tener en cuenta que las grandes misiones son confiadas a Espíritus para los cuales la posibilidad de fallar es muy reducida. Son Espíritus que ya poseen un cierto bagaje espiritual, que han vivido innumerables experiencias y que, al comprometerse con una cierta tarea, para ella se preparan concienzudamente, antes de sumergirse en la existencia corporal. «(…) Por eso, para esas misiones siempre son escogidos Espíritus ya adelantados, que cumplieron con sus pruebas en otras existencias, visto que si no fueran superiores al medio en el que saben actuar, su acción resultaría nula.

Siendo así, llegamos a la conclusión de que el verdadero misionero de Dios tiene que justificar por su superioridad, por sus virtudes, por su grandeza, por el resultado y por la influencia moralizadora de sus obras, la misión de la que dice ser portador.


Sacad también esta otra conclusión: si por su carácter, virtudes o inteligencia se muestra por debajo del papel con que se presenta o del personaje bajo cuyo nombre se coloca, no es más que un histrión(*) de baja condición, que ni siquiera sabe imitar el modelo que eligió. Otra consideración más: los verdaderos misioneros de Dios ignoran su condición, en su mayor parte; desempeñan la misión a la que fueron llamados impulsados por el genio que poseen, secundados por el poder oculto que los inspira y dirige sin que lo sepan, pero sin tener un designio premeditado. En una palabra: los verdaderos profetas se revelan por sus actos, son descubiertos por los demás, al paso que los falsos profetas se consideran ellos mismos enviados de Dios. Los primeros son humildes y modestos; los segundos, orgullosos y llenos de sí mismos, hablan con altivez y como todos los mendaces parecen siempre temerosos de que no se les crea.(…)»(01)

Las leyes morales son una subdivisión de la Ley Divina o Natural. «Son de todos los tiempos, las leyes morales de la vida que ha establecido el Padre Supremo. Invariables, constituyen el rumbo de la felicidad en la senda evolutiva, se van imponiendo paulatinamente a la inteligencia humana, encontrándose establecidas en las bases de la armonía perfecta en que se equilibra la Creación. (…)» (07) Las leyes morales que expresa la Codificación Kardeciana, son las siguientes: «Leyes de adoración, trabajo, reproducción, conservación, destrucción, sociedad, progreso, igualdad, libertad y por fin, la de justicia, amor y caridad (…).» «La última ley es la más importante, por ser la que permite al hombre adelantar más en la vida espiritual, visto que resume a todas las otras». (05)


01.    KARDEC, Allan. Habrá falsos Cristos y profetas. En: ___. El Evangelio según el Espiritismo. Rio de Janeiro, FEB, 1979. Item 9, p. 305-307.
1a ___. Habrá falsos Cristos y profetas. En: ___. El Evangelio según el Espiritismo. Trad. De Alberto Giordano. 3 ed. Buenos Aires, Editora Argentina «18 de Abril», 1982. Item 09.
02.       ____. El Libro de los Espíritus. Trad. de Alberto Giordano. 3 ed. Bueno Aires, Editora Argentina «18 de Abril», 1983. Preg. 619.
03.       ___. Preg. 622.
04.       ___. Preg. 623.
05.       ___. Preg. 648.
06.       CALLIGARIS, Rodolfo. O conhecimento da Lei Natural. In: ____. As Leis Morais. 3a. Ed. Rio de Janeiro, FEB, 1983, p. 14.
07.       FRANCO, Divaldo Pereira. Leis morais da vida. In: ____. As Leis Morais da Vida. Salvador (BA), Livraría Espírita «Alvorada», 1976. p. 09.
08.       ___. p. 10.

3 comentarios:

  1. Una publicación excelente. Aunque no estoy de acuerdo con ciertos detalles, estos no son de importancia. Me parece que las publicaciones espiritistas son las más interesantes del Face book puesto que no solamente son informativas sino explicativas y planteadas siempre con racionalidad. Me siento muy honrado de ser ideológicamente espiritista aunque he tratado de fundamentar mi propia moral en la ética cristiana. Gracias por el esfuerzo que hacen por sacar de las tinieblas a tantas personas corroidas por el virus de la fe mal entendida y que en algunos alcanza niveles de obseción supersticiosa.

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    1. Hola¡¡

      Gracias por tu comentario.

      Decirte que la base moral del Espiritismo es Jesús y que, en este sentido, precisamente una de las tareas del Espiritismo es volver a la pureza y sencillez de los primeros cristianos.

      Alfredo

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  2. Gracias por tu comentario! Intentamos seguir nuestros corazones (no siempre lo logramos), con una fe razonada. La verdad divina y pura (tanto las leyes morales como las físicas) está lejos de nuestro entendimiento completo, pero es única.

    Quería comentar también que este resumen no ha sido escrito por nosotros, sino que está extraído del programa del ESDE, usado como guía para las clases, y se compone de trechos del las referencias citadas.

    Saludos, Marcello

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