Familia,
lo prometido es deuda. Con vosotros, la versión completa de texto de Jonathan Levy, que aparece resumido en el último número de Visión Espírita. ¡Qué lo disfgrutéis!
Cariños de la hermana menor
Evolución hacia un mundo mejor
Dr. Levy
Nacemos como seres cósmicos, capaces de resentir el
mundo que nos rodea más allá de la comprensión de las palabras y de las
formas. Somos capaces de percibir el
mundo a través de su frecuencia vibratoria y de cómo resuena en nosotros,
aunque de forma inconsciente. Éste es el lenguaje de la comunicación con
el todo, con la vida y con el cosmos.
El físico alemán W.O. Schumann constató en 1952 que
la Tierra está rodeada de un campo electromagnético poderoso que se forma entre
el suelo y la parte inferior de la ionosfera situada a unos 100 km por encima
de nosotros. Ese campo posee una
resonancia (de ahí el nombre de resonancia Schumann) o pulso vibratorio que se
sitúa aproximadamente en los 7,83Hz. Sorprendentemente la Tierra vibra a la misma
frecuencia de resonancia que el cerebro humano y el de todos los mamíferos
terrestres y marinos, que también vibra a 7,83 Hz. Este espectro radioeléctrico de la Tierra funciona
como si fuera un marcapasos, responsable del equilibrio de la biosfera,
condición común de todas las formas de vida. Mientras el ritmo Alfa (9,10,11 Hz) varia de
una persona a otra, la frecuencia de 7.8 Hz es exactamente común a todos los
mamíferos, siendo una constante normal biológica, que funciona como un
marcapasos para nuestro organismo. Se
observó que siempre que los astronautas, en razón de los viajes espaciales,
quedaban fuera de la resonancia Schumann, se enfermaban. Pero sometidos a la acción de un "simulador
Schumann" recuperaban el equilibrio y la salud."
Todos nosotros como seres resonantes que somos,
formamos parte de una gran estructura vibratoria que enmarca la totalidad de
las expresiones de vida. Poseemos una
estructura armónica propia, en búsqueda constante de equilibrio y armonía. Nuestros
órganos, nuestras células, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos vibran
y por tanto emiten en una frecuencia de onda que conforma nuestra estructura
vibrante personal, que a su vez se interconecta y resuena con las miles de
estructuras armónicas resonantes que existen a nuestro alrededor comunicando y
configurando un estado de conciencia individual y colectivo.
La naturaleza, vive en estado permanente de
resonancia armónica con el universo, con la Tierra y con todas las
manifestaciones de vida, la nuestra incluida.
Cada valle, cada bosque, cada playa, cada río…
poseen su propia y peculiar capacidad de relacionarse vibratoriamente con
nuestro campo armónico produciendo ajustes y reequilibrio solo por el hecho de
entrar en contacto con nuestra estructura vibratoria, bien sea a través de
nuestra aproximación física o bien a través de una exposición sonora utilizando
grabaciones realizadas en lugares limpios y captadas en estado de resonancia y
respeto con el entorno.
Archivo propio |
Un amanecer puede aportarnos vitalidad y
transformar nuestros momentos de apatía en optimismo. El canto de un pájaro emitiendo a 8.000Hz
puede mejorar nuestra concentración y estimular nuestro aprendizaje. El sonido residual producido por un oleaje
con mar de fondo puede reducir un brote de ira en un plazo de 12 minutos. El suave sonido de las olas entre las rocas
puede movilizar emociones bloqueadas en el plexo solar y hacernos sentir el más
amoroso de los abrazos en nuestros momentos de soledad y derrota. El canto de un grillo puede desbloquear el
miedo y reconducirlo a un estado de confianza con el proceso de la vida
haciéndote sentir amor por tí y por el todo.
Las frecuencias de luz se producen como
pulsaciones, y el ritmo de las mismas condiciona los ciclos. La Tierra, por ejemplo, es muy vulnerable a
las emisiones electromagnéticas de las explosiones solares que recibe cada once
años, cuando el sol completa un ciclo y pulsa.
También existen ciclos galácticos, y cuando uno de ellos termina,
nuestro centro galáctico pulsa, disparando energías de frecuencias electromagnéticas
altísimas, que cambian las matrices de vida en toda la galaxia. Estas
frecuencias viajan como ondas, llevando paquetes de información nueva, que
provocan un ordenamiento más complejo en todos los niveles, desde el solar y
planetario, hasta el molecular.
Si comprendemos esto, estaremos ubicándonos dentro
de la situación planetaria que vivimos actualmente. Sabemos que desde 1987 se ha incrementado en
la Tierra el impacto de fotones de luz de altísima frecuencia, procedentes del
centro galáctico. También hay ya confirmación científica de que, tal vez debido
a este bombardeo de energía, algunas constantes planetarias, como el magnetismo
y la frecuencia Schumann (pulsación de la Tierra), han estado cambiando. De hecho, antes, la frecuencia de la resonancia
de Schumann era de 7,8 Hz, pero desde 1980 no ha dejado de aumentar. Este fenómeno que fue aumentando lentamente
al principio, se ha ido acelerando actualmente hasta el punto de alcanzar los
12,8 Hz. Esta aceleración no tiene
ninguna explicación evidente. Este
aumento importante de la frecuencia (de 8 a 13 Hertz) influye pues
considerablemente en nuestras vidas sin que nos demos cuenta, así como
obviamente no nos damos cuenta de que el planeta rota, y de que en estos
momentos estamos girando aproximadamente a 1.000 kilómetros por hora sobre la
superficie de la Tierra.
¿Será que la Tierra ha cambiado su frecuencia vibratoria específica para
abrirle espacio a una nueva humanidad?
Al parecer es un proceso que se está llevando a cabo ahora y forma parte
de un ajuste, y podemos deducir por la información que nos da la Espiritualidad
que el aumento de nivel vibratorio de los humanos sea acompañado de un aumento
del nivel vibratorio de su entorno, o sea, su planeta.
Hay que tomar estas afirmaciones con prudencia. Pero sea lo que fuere, todo parece estar
unido : cambio en la oscilación de la órbita elíptica de la Tierra alrededor
del Sol, cambio en la inclinación de la Tierra, inversión de los polos,
movimientos de los polos, disminución del campo magnético terrestre y
aceleración de la resonancia de Schumann.
Estos diferentes fenómenos podrían incluso tener el mismo origen y
prefigurar grandes cambios planetarios en un futuro muy cercano.
Esta elevación de la frecuencia terrestre se produce progresivamente para
que todos se puedan adaptar. De esta
forma es fácil entender que una elevación del nivel vibratorio de la Tierra
tendrá repercusiones tanto a nivel físico como psíquico en los seres humanos.
¿Será que el cambio vibratorio actual hace que, poco a poco, los
seres humanos (y todo el planeta) se vayan poniendo en resonancia con un nivel
evolutivo superior, es decir, que estén aumentando poco a poco su nivel
vibratorio lo que les va a permitir entrar en este nivel evolutivo superior
progresivamente? Este pasaje se está
realizando en forma progresiva (es lo que está pasando actualmente) y no
brutalmente, lo que sería insoportable para la mayoría de los seres vivos.
Como la elevación de frecuencia es progresiva, el momento exacto del pasaje
a un nivel evolutivo superior será seguramente imperceptible. Nada nos lo va a indicar de manera tangible,
el cielo seguirá siendo azul, y los pájaros seguirán cantando en los
árboles. Todo va a ser igual en un nivel
evolutivo superior, pero sin embargo, todo va a ser diferente para los seres
humanos, porque su visión del mundo, del universo, va a haber cambiado. La existencia de la Tierra no cesará. Se transformará en una nueva, como está
escrito. No se dice que la Tierra se
destruirá, se dice que habrá un nuevo Cielo y una nueva Tierra; no una nueva
Tierra después de la destrucción de la anterior, sino una nueva Tierra hecha de
la antigua.
Es posible que estos cambios que sufre la Tierra produzcan acontecimientos
planetarios como catástrofes naturales.
El clima, los elementos y la geología de la Tierra también están
convulsionados, y paralelamente también experimentamos caos en todos los
paradigmas existentes: a nivel de gobierno, economía, de instituciones, de
creencias religiosas, sistemas sociales, familiares, de salud, etc., los cuales
están resquebrajándose para finalmente sucumbir y dar nacimiento a otros
mejores para una humanidad más completa.
Sabemos que es difícil ver este tipo de acontecimientos desastrosos como
algo positivo, pero desde una perspectiva más amplia se trata de un bien, de un
cambio para mejor. Pero, la lucidez, la
buena voluntad o simplemente el sentido común pueden también predominar en los
humanos e impedir evoluciones dramáticas para los pueblos. Y, en realidad, si los humanos en conjunto
cambian y se vuelven más “humanos”, la potencia de sus pensamientos reunidos
puede cambiar muchos futuros. Es lo que nos enseñó la física cuántica al
demostrar que el pensamiento podía actuar sobre la materia. Una previsión se puede retardar, se puede
atenuar, incluso anular si ocurren elementos favorables.
No hay duda que la frecuencia terrestre está progresando desde hace unos
años, lo que induce diferentes disturbios en los seres humanos. Estos disturbios pueden ser más o menos
importantes, según que la persona se esté preparando correctamente o no para
ayudar a su organismo y a su espíritu a adaptarse a los cambios vibratorios.
El cambio vibratorio va a tener repercusiones a todos los niveles en
los seres humanos : físico, psicológico y energético. Y los organismos tienen que adaptarse
continuamente a las elevaciones de frecuencias progresivas.
Es importante preservar un alto nivel vibratorio así como el equilibrio de
nuestros cuerpos energéticos para poder armonizarnos con la elevación de
frecuencia actual. Es también,
probablemente, la falta de armonía entre las vibraciones de nuestro entorno y
las vibraciones del cuerpo la que produce los trastornos que muchas personas
sienten.
A pesar de las enormes dificultades que nos hemos creado nosotros mismos en
la Tierra, una gran parte de la Humanidad ha logrado un importante progreso en
su proceso evolutivo en las pasadas décadas.
Muchas personas, en el momento actual, han comenzado ya su proceso de
ascensión, elevando sus frecuencias vibratorias. Como resultado de todo ello, algunos de
nosotros hemos podido notar que nos sentimos un poco más "iluminados"
en nuestro interior, aunque algunos podamos no ser conscientes mental y
físicamente de estos cambios sutiles en nuestra vida diaria.
Aquella parte de la población terrestre que logre ascender formará parte en
lo sucesivo de un mundo que será como un escaparate para los demás, un mundo
amoroso y cooperador, ejemplo para el resto de los astros del universo de una
vida correcta, ganada a través de duras y amargas lecciones. Habremos forjado un nuevo y elevado orden
social por medio de nuestra larga experiencia de intensos conflictos y
dificultades.
La Tierra se prepara, después de una larga y dolorosa trayectoria, para
moverse hacia un nivel más alto, donde los habitantes de su turbulenta
superficie expresarán en el futuro grandes avances como civilización pacífica y
amorosa. La Humanidad mostrará en el
futuro el camino, como ejemplo para otros planetas del Universo, el cuál
también evoluciona, de una transformación hacia un nuevo nivel más profundo de
respeto hacia el medio ambiente planetario y otras formas de vida también en
evolución.
El Planeta Tierra ha servido como anfitrión para almas jóvenes, y también
para almas agresivas y destructivas, durante 26 millones de años
aproximadamente. Es muy conocida dentro
de nuestra Galaxia como lugar de aprendizaje de lecciones particularmente
difíciles, así como para resolver las tendencias agresivas y destructivas de
aquellos que no han desarrollado las cualidades de caridad y amor. Y muchos seres procedentes de otras partes
del Universo han llegado, también, a la Tierra para trabajar estas tendencias
agresivas y destructivas por medio de la Ley del Amor. La Tierra ha actuado pues hasta ahora como
Escuela de Evolución para una gran población de almas humanas
"relativamente" jóvenes.
Algunos llegan aquí para aprender lecciones básicas para desarrollarse
como seres humanos conscientes y en evolución.
Aquí aprenden a discriminar entre el bien y el mal, y, lo que es más
importante, a desarrollar en el tiempo el respeto por todas las formas de
vida.
Como resultado de todas estas actividades de aprendizaje de una naturaleza
más bien negativa, la acumulación gradual de una "nube negra" de
pensamiento negativo ha aparecido en el éter espiritual de la Tierra. Esta nube negra es perfectamente visible para
los Seres de los planos espirituales y visitantes de alta vibración de otros
planetas y mundos.
La necesidad de una limpieza en profundidad del planeta Tierra es, en estos
momentos, mucho más que un fin-de-ciclo habitual. La manifestación física de esta gran limpieza
se llevará a cabo por medio de estos cambios mencionados anteriormente en la
Tierra, lo que resultará en un planeta literalmente "sacudido".
El momento del renacimiento se está acercando. El momento exacto y la naturaleza de los
cambios solo Dios los conoce. Aunque la
Humanidad pueda ejercer influencia sobre estos cambios, no podrá evitar que
ocurran, porque la evolución es imperativa.
La prueba para la Humanidad recae en aceptar los cambios terrestres como
acontecimientos naturales y necesarios.
Aquellas formas de vida que muestren aspectos no evolutivos o contrarios al
resto que progresa, serán trasladadas amorosamente a otros lugares que
retomarán la función de transmutación.
Por tanto, ahora es el momento en que será llevado a cabo un gran
trabajo de purificación para limpiar y embellecer la Tierra.
Nuestro mundo avanza dentro de una frecuencia más alta. Las altas frecuencias implicarán cada vez más
luz, de modo que en la transición de la Tierra por esas frecuencias, cada átomo
y cada molécula tendrán cada vez más luz.
Esto no solo se refiere a los humanos, sino también a la flora, a la fauna
y al planeta entero. Según cambie la
resonancia hacia unas frecuencias más elevadas, éste se volverá más y más
brillante.
Los grandes Espíritus que gobiernan nuestro mundo están tratando de
acelerar la vibración terrestre para hacer operativa una frecuencia más
alta. Ésto es lo que al hombre le causa
confusión y división, pues está aprisionado entre la flaqueza de su propio
cuerpo, motivada por su comportamiento pasado, y el intento de los Espíritus
Superiores del Planeta para llevarle hacia una consciencia más elevada.
Otro elemento de los preparativos previos es el número considerable de
“Trabajadores de la Luz” o “Servidores de la Luz”, que han encarnado
específicamente en este tiempo, acordándolo y entrenándose previamente en los
Altos Planos, para facilitar el proceso de iluminación y ayudar durante el
tiempo de la Tribulación. Muchos
mensajes y profecías de los Espíritus de las Altas Esferas confirman
repetidamente que los Cambios Terrestres forman parte del “Plan Superior” y que
la Humanidad debe rápidamente resolver y transmutar todas sus pasadas deudas y
estar preparada para avanzar dentro del Gran Plan Divino hacia la Ascensión.
El "Día del Juicio" es tradicionalmente un tiempo en que se
realiza una evaluación de los avances de cada Alma, al final de una fase
particular de evolución planetaria, para determinar aquellas que están
capacitadas para elevarse a un plano superior, así como las que deben comenzar
en algún otro lugar para intentar aprender nuevamente las lecciones que no han
logrado superar.
Hay razones prácticas para esta evaluación.
Aquellas almas cuya tasa vibratoria esté por debajo de un cierto nivel,
mostrando una falta de progreso evolutivo, no podrán realizar confortablemente
la transición a las altas dimensiones vibratorias. Encontrarán la intensa luz-energía de las Altas
Esferas muy dolorosa. También se
encontrarán privados de la oportunidad de expresar los bajos instintos y
emociones que todavía no han superado; simplemente no se sentirán "en
casa" en un mundo tan elevado, de una sensibilidad tan refinada.
Guías y Espíritus Superiores que se están comunicando actualmente, resaltan
la urgencia de que todos seamos capaces de "aprobar" este examen
final tan rápido como nos sea posible, mientras todavía tengamos la oportunidad
en este plano físico de densidad terrestre.
Para aquellos cuyo destino fluctúa entre la Ascensión y el comenzar todo de
nuevo, un esfuerzo para cambiar y aprender las lecciones necesarias puede ser
decisivo para cambiar el resultado final.
Este tiempo de "Tribulación" es una “División de Caminos”, es
“separar el trigo de la cizaña”.
Especialmente en este planeta, dotado con la completa expresión del
"libre albedrío", cada individuo tiene la oportunidad de hacer sus
elecciones momento a momento. De hecho,
en el momento presente, las oportunidades para que cambiemos se verán
multiplicadas y se magnificarán debido al incremento de las energías de Luz que
son enviadas a la Tierra por la Jerarquía Espiritual.
Las personas que no superen este Ciclo de Resolución y Auto-evaluación,
sentirán la necesidad de comenzar todo de nuevo en otro planeta. Las almas particularmente destructivas y sin
corazón pueden sentir que su alma/espíritu debe volver a un nivel incluso
inferior, para comenzar en un mundo menos evolucionado. Esto no es un castigo. Se debe al hecho de que el Espíritu inferior
no es capaz de funcionar bajo las altas frecuencias vibracionales.
Habrá mucho sufrimiento en la Tierra pero no más de lo que la Humanidad
puede soportar o entender.
La vibración del campo magnético terrestre es la base tonal de nuestro
mundo y el estado vibratorio de la naturaleza tiene como objetivo armonizar la
vida a un único estado de conciencia: ¡EL AMOR!
Gran trabajo, Jona. ¡Gracias! Cuando hablábamos del aumento de la frecuencia vibratoria, aun que sé que estamos hablando de procesos físicos, por ignorancia de laguna manera persistía la idea de que fuera una especia de metáfora. No lo es. Así como no soy consciente de que la Tierra ahora mismo está girando, no soy consciente de la aceleración de la frecuencia vibratoria del planeta y de las criaturas que navegamos en su psicosfera... pero esto no quiere decir que no sea un proceso tangible. ¡Felicidades otra vez!
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