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domingo, 3 de mayo de 2015

Luz para disipar la oscuridad

Hola familia,

la clase de sábado una vez más estuvo rica en intercambio de ideas durante el Estudio Sistematizado del Evangelio según el Espiritismo. Os dejo a continuación algunas de las preguntas y reflexiones del estudio del tema "La lámpara debajo del celemín".

Cariños de la hermana menor

1 ¿Cuál es el sentido de la frase “…no se enciende una candela para ponerla debajo del celemín?

Significa que, así como no se enciende una luz sino para disipar la oscuridad e iluminar el ambiente, del mismo modo aquél que posee el conocimiento de las leyes divinas no debe guardarlo para sí, sino divulgarlo a través de la palabra y, sobre todo, del ejemplo.

2 ¿Por qué “nada hay en secreto que no deba ser descubierto”?

Porque todo lo que se halla oculto un día será descubierto, y lo que el hombre no puede comprender aún le será sucesivamente revelado, si no es aquí en la Tierra, será en mundos más adelantados.

3 ¿Por qué Jesús enseñaba por parábolas si, al oírlas, no todos comprendían sus mensajes?

Porque las verdades eternas contenidas en sus parábolas, aunque oídas por muchos, sólo podían ser comprendidas por aquellos que ya poseían un determinado grado de adelantamiento espiritual. Los que conocen las leyes divinas deberán divulgarlas para el mayor número posible de criaturas. No difundir los conocimientos espirituales es esconder egoístamente la luz que podría beneficiar a muchos. Dios nos concede ocasiones constantes de esclarecimiento, asegurándonos el entendimiento progresivo de sus leyes.

“Les hablo por parábolas, porque viendo, no ven y, oyendo, no escuchan ni comprenden”.

4 ¿Qué debemos entender por “…Aquél que ya tiene, más le será dado… aquél que no tiene, incluso lo que tiene le será quitado”?

Debemos percibir, es este pasaje, una referencia a los bienes espirituales: la observación de pospreceptos divinos hace que estos bienes, que constituyen la verdadera riqueza del espíritu, aumenten incesantemente. Por otro lado, aquellos que se ocupan sólo de la vida material, se olvidan de desarrollar los bienes espirituales y el poco progreso que poseen queda estacionado.

5 Aunque la palabra de Jesús sea de conocimiento público, ¿por qué el significado de sus enseñanzas aún permanece oculto para muchos?

Porque somos capaces de aprender solo aquello que está a la altura de nuestro entendimiento. Y ese entendimiento es fruto del progreso intelectual y moral alcanzado por nuestro espíritu, a través de sucesivas encarnaciones.


6 ¿Jesús pretendía que permaneciésemos ignorantes, cuando ocultó el sentido de algunas de sus enseñanzas?

No. Las ocultó temporalmente, para que la confusión y la duda no se estableciesen entre nosotros. Con todo, tenemos la inteligencia que orienta nuestro deseo de conocimiento y nos permite descubrir respuestas para nuestras indagaciones. No sabiendo observar ni cultivar la simiente de las verdades eternas, ella acaba por ser temporalmente ofuscada, dando la sensación de pérdida. Cuando el significado de una enseñanza trasciende los límites de nuestra comprensión, él nos confunde o pasa desapercibido a nuestra razón, sin traernos ningún provecho. Siempre hay un momento en que la ley de progreso nos impele a buscar esos conocimientos.

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