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domingo, 11 de abril de 2010

¿Qué me pongo?


Este sábado, cómo os adelanté el jueves, dedicamos nuestra reunión semanal al tema de la vestimenta de los espíritus. En la espiritualidad y para los médiumns que poseen clarividencia, los espíritus se presentan con una forma periespiritual particular: pueden ser altos o no, rubios o negros, llevar ropas elegantes o andrajosas, y incluso hay relatos de espíritus sufridores que se presentan desnudos en reuniones mediúmnicas. Este es un tema muy interesante y, aun que a simple vista pueda parecer de fácil comprensión, hay que considerar que cada caso es único. Además hay que tomar mucho cuidado para no caer en valoraciones precipitadas, basándose únicamente en las apariencias.

El texto de estudio del capítulo 6 del ESDE, ampliado por las aportaciones de todos, generaron las siguientes conclusiones en relación al tema:

1. Por regla general, nos los espíritus se presentan con la forma periespiritual que desean. A través de la fuerza del pensamiento, los espíritus desencarnados se valen de su voluntad, siempre condicionada a su elevación moral e intelectual, para actuar sobre los fluidos espirituales y conformar su configuración individual.

2. Entre las razones que influencian la elección que un espíritu desencarnado hace de su vestimenta, podemos citar:

a. El deseo de ser reconocido por los espíritus encarnados con los que se comunica;

b. La naturaleza del trabajo que desea realizar;

c. Su propia elevación moral e intelectual;

d. Su estado mental de equilibrio o desequilibrio;

Entre los encarnados, pasa algo parecido. Según adónde vamos, qué vamos a hacer, qué queremos que piensen de nosotros, qué condiciones socio-económicas tenemos e incluso qué formación y cultural tenemos, nos vestimos de una manera o de otra. La diferencia, quizá, sería que, mientras cómo encarnados podemos engañarnos unos a los otros, mostrando cosas que no siempre corresponden a la realidad, el periespíritu no puede mentir. Éste será siempre el reflejo de nuestro nivel evolutivo.

Ya casi acabada la reunión, hablamos un poco de un personaje por lo que yo tengo especial cariño, que es el Preto Velho. El Preto Velho es como se conocen en Brasil espíritus que se presentan con la forma periespiritual de negros africanos ya mayores, que relatan historias de su cautiverio. Por la experiencia acumulada, son apacibles, amorosos, humildes y sabios. En este punto de la reunión Regina puntualizó que la Umbanda, donde los Pretos Velhos son personajes frecuentes, es una religión distinta al espiritismo. (Para saber un poco más sobre la Umbanda, lea el texto de la Wikipedia). Todos estuvimos de acuerdo, sin embargo, que la seara de Cristo es tan grande como el recogido evolutivo que nos separa del querido Maestro, y que cualquier trabajador del bien es bienvenido, profese la religión que profese, siempre que vibre con y por el amor.

Patricia cerró el estudio pidiéndonos que razonáramos siempre sobre la vestimenta de los espíritus: ¿Es esta la forma más apropiada para realizar el trabajo que este espíritu dice querer realizar? Más allá de las apariencias, los dogmas y prejuicios, hay que buscar la esencia. Estos son apuntes para tener en cuenta para todos los aspectos del contacto con el mundo invisible.

Que el Divino Maestro nos bendiga el esfuerzo y nos conduzca cómo luz del camino.

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