Queridos compañeros,
Ayer en el CEADS hablamos, tal como os había dicho, del tema de los espíritus protectores. Os presento un breve resumen de lo que hemos leído y hablado, pero siento que no hay palabras suficientemente tiernas en el lenguaje humano para describir la belleza de la unión entre un espíritu protector y su protegido.
Trabajamos inicialmente en parejas - seis al todo -, cada una con una pregunta y un texto distinto. A continuación, cada para componente de las parejas integró un grupo de estudios. En este grupo, todos han expuesto qué se había hablado en su pareja y escuchado qué habían debatido los demás. Las preguntas de estudio fueron las que os presento a continuación:
- ¿Cuál es la principal diferencia que hay entre ángel de la guarda, Espíritus familiares, simpáticos y seductores o perversos?
«(…) Espíritu protector, ángel de la guarda o genio bueno es el que tiene por misión acompañar al hombre en la vida y ayudarlo a progresar. La misión del Espíritu protector o ángel guardián es la de un padre en relación con los hijos; la de guiar a su protegido por la senda del bien, ayudarlo con sus consejos, consolarlo en sus aflicciones, levantarle el ánimo en las pruebas de la vida. » Los espíritus familiares se ligan a ciertas personas por lazos más o menos perdurables, con el fin de serles útiles, dentro de los límites del poder, casi siempre muy restringido, de que disponen. Son buenos, sin embargo, poco adelantados muchas veces y hasta un poco volubles. Se ocupan buenamente de las peculiaridades de la vida intima y solo actúan por orden y con el permiso de los espíritus Protectores (…).» «(…) Los Espíritus simpáticos son los que se sienten atraídos hacia nosotros por afectos particulares e incluso por una cierta semejanza de gustos y sentimientos, tanto para el bien como para el mal. Por lo general, la duración de sus relaciones se encuentra subordinada a las circunstancias (…).» «(…) El genio malo es un espíritu imperfecto o perverso, que se une al hombre para desviarlo del bien. Obra, no obstante, por impulso propio y no desempeña una misión. La tenacidad de su acción está en relación directa con la mayor o menor facilidad de acceso que encuentre por parte del hombre, quien siempre goza de la libertad de escuchar su voz o de no prestarle oídos.» Para el Espiritismo «(…) los ángeles son las almas de los hombres que han llegado al grado de perfección que la criatura admite, gozando en su plenitud la prometida felicidad. Sin embargo, antes de alcanzar el grado supremo, gozan de una felicidad relativa a su adelanto, felicidad que consiste, no en la ociosidad sino en cumplir las funciones que dios se complace en confiarles y por cuyo desempeño se sienten dichosos, teniendo también en él, un medio de progreso.»
- ¿Para que un Espíritu se transforme en guardián de otro debe poseer determinadas cualidades. ¿Cuáles son?
La primera de todas, serle un espíritu afín, estimarle con sinceridad. El guardián es siempre de naturaleza superior en relación con su protegido.
- Al orar a los espíritus protectores debemos pedirles, sobre todo, ¿qué?
- ¿Qué debemos hacer para granjearnos la benevolencia de los Espíritus Superiores que nos protegen?
(José Luis y Fernando lo han sintetizado de forma sublime. Transcribo:)
Debemos hacer todo el bien posible sin pedir nada a cambio, no perdiendo nunca la fe en todas las situaciones difíciles o complicadas que se nos presentan, suportándolas con firmeza. Debemos invocarlos con insistencia. Lo importante es pensar que nunca estamos solos y que siempre vamos a contar con un ángel de la guarda. Debemos ir perseverando cada día en la doctrina para ir evolucionando poco a poco. Debemos hacer lo posible por ser dignos de recibir su ayuda.
Debemos hacer todo el bien posible sin pedir nada a cambio, no perdiendo nunca la fe en todas las situaciones difíciles o complicadas que se nos presentan, suportándolas con firmeza. Debemos invocarlos con insistencia. Lo importante es pensar que nunca estamos solos y que siempre vamos a contar con un ángel de la guarda. Debemos ir perseverando cada día en la doctrina para ir evolucionando poco a poco. Debemos hacer lo posible por ser dignos de recibir su ayuda.
- ¿Nuestro Espíritu guardián está constantemente a nuestro lado?
Con frecuencia suele suceder que ciertos Espíritus dejen temporalmente su posición para cumplir diversas misiones. Pero en tal caso son sustituidos. También puede pasar si el espíritu protector comprueba que sus consejos son inútiles y que la voluntad del individuo es proclive a someterse al influjo de los Espíritus inferiores. Pero de ningún modo lo abandona por entero, sino que siempre se hace escuchar. Entonces es el hombre quien cierra sus oídos. Y el Espíritu vuelve tan pronto como se le llama.
- ¿Pueden los ángeles guardianes apartarse de sus protegidos? ¿Por qué?
Los Espíritus malos suelen unirse para neutralizar la acción de los buenos. Pero si el protegido lo quiere, contará con toda la fuerza del Espíritu bueno. Algunas veces, cuando sufrimos, tenemos la sensación de que nos encontramos solos y abandonados a nuestra suerte. ¿Dónde estará nuestro espíritu protector cuando más lo necesitamos? Éste siempre está a nuestro lado, pero puede permitir que su protegido sufra las consecuencias de no hacerle caso a sus consejos para que salga de las pruebas más perfecto y más instruido. Existen circunstancias en que la presencia del Espíritu protector junto a su protegido no es necesaria.
Para acabar la reunión, como de costumbre, hicimos una oración. Esta vez, sin embargo, no oramos por nosotros. Pedimos por todos los trabajadores del bien, a través de la oración pronunciada por André Luiz al final de Misioneros de la Luz.
–¡Señor Jesús!
¡Haznos dignos de aquellos que derraman la verdad y el amor!
Acrecienta los tesoros de sabiduría en las almas que se engrandecen
amparando a sus semejantes.
Ayuda a los que se despreocupan de sí mismos distribuyendo en tu nombre la esperanza y la paz...
Enséñanos a honrar a tus discípulos fieles con el respeto y el cariño que les debemos.
Extirpa del camino de nuestras almas la hierba dañina de la indisciplina y del orgullo, para que la humildad favorezca nuestra renovación.
No nos dejes confiados a nuestra propia ceguera y guía nuestros pasos hacia aquellos compañeros que se elevan humillándose, aquellos que por ser nobles y grandes ante Ti no se sienten disminuidos, mostrándose pequeños con el fin de auxiliarnos...
¡Glorifícales, Señor, coronando su frente con tus laureles de luz!...
¡Que así sea!
Para acabar la reunión, como de costumbre, hicimos una oración. Esta vez, sin embargo, no oramos por nosotros. Pedimos por todos los trabajadores del bien, a través de la oración pronunciada por André Luiz al final de Misioneros de la Luz.
–¡Señor Jesús!
¡Haznos dignos de aquellos que derraman la verdad y el amor!
Acrecienta los tesoros de sabiduría en las almas que se engrandecen
amparando a sus semejantes.
Ayuda a los que se despreocupan de sí mismos distribuyendo en tu nombre la esperanza y la paz...
Enséñanos a honrar a tus discípulos fieles con el respeto y el cariño que les debemos.
Extirpa del camino de nuestras almas la hierba dañina de la indisciplina y del orgullo, para que la humildad favorezca nuestra renovación.
No nos dejes confiados a nuestra propia ceguera y guía nuestros pasos hacia aquellos compañeros que se elevan humillándose, aquellos que por ser nobles y grandes ante Ti no se sienten disminuidos, mostrándose pequeños con el fin de auxiliarnos...
¡Glorifícales, Señor, coronando su frente con tus laureles de luz!...
¡Que así sea!
Y para acabar, os dejo las fotos del curso
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