Buscar este blog

lunes, 4 de julio de 2011

Volver bien por mal

Capítulo XII - Amad a vuestros enemigos

Hola hemanitos y hermanitas,

Como ya sabéis Janaina está en Lisboa por motivos de trabajo y estudio, y a mí me cabe sustituirla (si es que podré hacerlo) en los resúmenes de las clases de los sábados.

Como siempre, el primer sábado del mes hacemos el ESESE, Estudio Sistematizado del Evangelio según el Espiritismo, y nos tocó el capítulo 12, del ítem 1 al 4, con el tema “Volver bien por mal”. Nuestra monitora Vera inició la clase con algunas preguntas que nos hicieron reflexionar respecto el tema de “amar al prójimo como a uno mismo”:

¿Qué das de ti mismo en el ministerio de la caridad?
¿Aguardas con paciencia donde otros desesperan?
¿Sabes improvisar el bien donde otras personas se muestran infructíferas?
¿Correspondes a los impositivos del trabajo diurno, creando coraje, alegría y estímulo alrededor de ti?
¿En la posición de creyente, conservas el espíritu de servicio, donde los no-creyentes congelan el espíritu de acción?
¿Participas del sufrimiento de tus adversarios, sin falsa superioridad y sin alarde?
¿Participas de la alegría de tus amigos, sin envidia o celos?

…momentos de reflexión en el grupo…un silencio tomó nuestros corazones y nuestros espíritus…

A partir de allí, Vera nos leyó los dos primeros ítems sugeridos por el Evangelio; el primero es un pasaje de Mateos (5: 20, 43-47) que nos llama la atención a amar a nuestros enemigos como a nosotros mismo según la ley de Dios. El segundo es de Lucas (6:32-36) que nos enseña a amar sin pedir nada a cambio, perdonar y ser misericordiosos. Para los ítems 3 y 4 nos separamos en dos grupos a fin de estudiarlos y presentarlos al final de la clase. Las conclusiones de los dos grupos fueran:

  • La sublime caridad es el amor al prójimo y mejor aplicada cuando amamos incondicionalmente a TODOS, sin excepción. ¿Y quién son nuestros enemigos que esos prójimos necesitados de amor?
  • Kardec nos recuerda que todavía no estamos en este nivel de amor, ya que todavía estamos en un planeta de pruebas y expiaciones, pero que podemos empezar por las pequeñas cosas, pequeños gestos…
  • Es verdad, que por la ley de la física, por asimilación de fluidos, nos unimos a las personas que nos hacen bien pero ¿cómo reaccionamos con aquellas personas que no encajan con nosotros? Allí está el gran aprendizaje del Maestro y que cómo cristianos tenemos que recordar en todo momento.
  • Despojarnos de nuestro orgullo y vanidad nos ayudará a llegar a este amor sublime, no obstante es necesario vigilar, orar y actuar.
  • ¿Qué podemos hacer para amar a nuestros enemigos según nuestra condición evolutiva?Pues primeramente perdonar, tender la mano y tolerar a este enemigo. Si ya dejamos de emitir “malas” vibraciones y pensamientos a este espíritu tan necesitado de entendimiento como nosotros ya estamos practicando la caridad, y nos faltarán algunos pasos más para que un día podamos amarlo como a un amigo o a un familiar querido.
Ya el ítem 4 nos habla de la responsabilidad de los espiritistas en cuestión al amor al prójimo ya que es un despropósito para los incrédulos perdonar a los enemigos que piensan que, si la vida termina en esta existencia, no sería lógico ni “justo”. De allí viene la responsabilidad de los creyentes pues hay que educarse y educar al prójimo, dar ejemplo de la misericordia y del amor de Jesús, de agradecer y perdonar.¿Tarea difícil? Pues para esto estamos en la Tierra, para aprender y llevar estas enseñanzas a todos los espíritus necesitados. Esperando que nuestras acciones, pensamientos y palabras sean flores en los jardines del mundo, que podamos encontrarnos, un día, en la posición de espíritus elevados, que no se considera ofendido con los insultos pero si “Vuelve el mal por bien” con paciencia y resignación.

Para finalizar tan emotiva clase, Vera nos leyó el capítulo 38: “El argumento justo” del libro “Jesús en el hogar” del espíritu Neio Lucio. Este texto habla de la vergüenza de Tadeo y Mateos después de revidaren a un ataque en el lago. Creyendo que no eran dignos de la Buena Nueva aunque creían y gustarían seguir sus pasos de la manera de Jesús os enseñaba. El querido Maestro e amigo les contesta:

“En verdad, el paraíso que soñamos aún está muy lejos y no veo aquí a ningún compañero alado. A mi parecer, los ángeles, en la indumentaria celeste, aún no encuentran domicilio en el suelo áspero y oscuro en que pisamos. Somos aprendices del bien, a camino del Padre, y no debemos menoscabar la bendita oportunidad de crecer hacía Él, en el mismo impulso de la vid que se eleva para el cielo, después de nacer en el oscuro seno de la tierra, esparciéndose compasiva, para transformarse en vino reconfortante, destinado a la alegría de todos. Pero, si ustedes se declaran débiles, deudores, endurecidos y malos y no son los primeros a trabajar para que se hagan fuertes, redimidos, dedicados y buenos en favor de la obra general de salvación, no me parece que los ángeles deban bajar de la gloria del Alto para sustituirnos en el campo de las lecciones de la Tierra. El remedio, antes de todo, se dirige al enfermo, la enseñanza al ignorante... De otro modo, pienso, la Buena Nueva de Salvación se perdería por inadecuada e inútil...”
Nos invita a pensar que todavía nos somos perfectos pero que como VERDADEROS cristianos que queremos ser debemos dar ejemplo, debemos despojarnos de nuestro orgullo y vanidad, amar a todos igualmente como a ti mismo, llevar consuelo y fe a todas las personas. Pues este es el remedio para todos los males del mundo.

Pero, ¿el mal existe? A ver si podéis contestar a esta pregunta en el blog…

Un abrazo lleno de amor,

Andrea

2 comentarios:

  1. Que buen resumen, Dea, que clase mas linda!!! si el aml existe? Pues claro que si, y se llama IMPERFECCION. Cuando evoluciona, pierde las aristas y se vuelve bomito, luminoso, simplemente AMOR. Un beso a todos!

    ResponderEliminar
  2. Pues yo opino igual. Creo que el mal NO existe ya que Dios, Padre de bondad, no ha creado a ninguna creatura para la infelicidad, pero sí para la alegría y paz. Lo que sí existe es la "ignorancia" o como decimos "la falta del bien". ¿Y tú, qué piensas a respecto?

    ResponderEliminar