Hola familia,
Hoy no se puede ofrecer
la crónica de la conferencia de Maria Jesús, “Sócrates y el Espiritismo”. Lo
que sí os puedo contar es que este fin de semana he participado con mi amigo
Alfredito en el V Encuentro Espírita Sevillano Fraterno organizado por el
Centro Espírita Nuevo Amanecer de Joanna de Angelis. Alfredo y yo hablamos
sobre la vida a la luz del espiritismo, dando una visión panorámica sobre los
principales puntos de nuestra amada doctrina. Lo más importante, sin embargo,
no es lo que hemos dicho… Mejor aún, no es posible separar lo que hemos dicho
de lo que hemos vivido en Sevilla.
Los compañeros del grupo Nuevo
Amanecer son pocos, pero de una entrega, de un servicio a la causa espírita y a
nuestro Maestro Mayor que uno no puede hacer más que unirse a sus labores con alegría.
Y los labores son muchos, porque este pequeño grupo, formado por solamente tres
o cuatro participantes asiduos, consigue reunir en sus encuentros a cincuenta
personas o más. No es ninguna casualidad: nuestros compañeros Sevillanos no divulgan
el espiritismo, lo viven. Uno llega a la conferencia, no se imagina la lucha
que ha sido conseguir este local, los sacrificios que se han hecho para que la
comida y las meriendas estén a punto, no recuerda que desde el papel de wáter del
lavabo hasta el proyector que se va a utilizar, todo necesita manos operosas
que se dediquen a la realización de un evento.
En el V Encuentro Espírita
Sevillano Fraterno hemos visto como unas pocas manos, cuando inspiradas por
amor y fraternidad, pueden ofrecer consuelo, esclarecimiento y esperanza. La
espiritualidad superior tiene un método de fichaje impresionante: no da la más
mínima importancia a nuestras imperfecciones. Todo lo que observa cuando nos
convoca al servicio son nuestras conquistas morales y nuestra buena voluntad.
Lo demás lo ponen ellos, estoy segura, porque de no ser así unos seres tan
carentes de luz propia como nosotros no podríamos hacer cosas tan bellas como
este evento.
En realidad, en todas
partes donde se vive a la luz del espiritismo, se producen estos fenómenos de
rara belleza: una pequeña constelación de seres imperfectos e ignorantes, con
tantas deudas que rescatar, se proponen colaborar con el bien y, por el simple
hecho de ponerse a la disposición, la unión de sus potencialidades se traduce
en momentos de los que uno puede decir, “¡Me alegro de haber estado ahí!”.
Como Jesús, el espiritismo
no espera que sus seguidores sean perfectos para convocarles al servicio. El trabajo
mismo nos enseñará el camino de la iluminación. Con el corazón lleno de
gratitud por las oportunidades de servicio que el espiritismo nos ha ofrecido,
Alfredito e yo elevamos el pensamiento a la espiritualidad superior y pedimos,
antes de despedimos esta mañana, que el servicio nos hiciera dignos de estas
oportunidades.
Que la espiritualidad
superior nos encuentre a todos siempre con un “sí” en los labios. Y que cada
uno de ellos nos habilite a seguir colaborando en la obra del bien, del amor y
de la paz.
Cariños
Janaina Minelli
Alfredo y janaina buen trabajo chicos! Junto al grupo de Sevilla habéis echo que nos sintieramos como en casa. Buenas conferencias y mucho más importante un buen ejemplo para todos .
ResponderEliminarUn abrazo fraterno.
Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa¡¡
ResponderEliminarNo puedo más que confirmar todo lo dicho por Janaina.
¡Gracias, Jana, por todo lo bueno que hemos vivido y compartido juntos¡. Y discúlpame por haberte hecho llorar en una de mis intervenciones en la conferencia... ¡prometo no hacerlo muchas más veces¡¡¡¡¡.
¡Gracias, Bea y Jorge, por toda la fe con que hacéis vuestro trabajo¡. No deja de maravillarme que, con tan pocos medios materiales, seáis capaces de conseguir unos resultados espirituales tan grandes¡.
Gracias a la Espiritualidad que nos ha dado esta oportunidad de trabajar juntos, entregando juntos el resultado de ese trabajo a nuestro Amigo y Maestro Jesús.
Alfredito
Sí, sí, esto de emocionar a la gente hasta que les salten las lágrimas debía estar regulado por la federación jejeje ;)
Eliminar¡Qué alegría verte, Esther! Sí, ha sido un día de mucha luz el que compartimos. Muchos besos!!!
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