Buenas noches,
Ayer en CEADS pudimos disfrutar de la Conferencia Religión vs Ciencia, impartida por nuestro compañero Andrea Firenze, y, como cada domingo, os postamos el resumen A los más valientes también colgaremos un video sobre el Bing Bang, como estudio complementario.
El resumen fue redactado por el colaborador Silver Chiquero y esperamos que os guste.
Os deseo una semana de mucha luz,
Andrea Campos
Los primeros pensadores,
filósofos y científicos, empezaron por plantearse las preguntas más básicas.
¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy? Y ¿Cuál es el motivo de mi existencia? Si
vamos atrás en la historia, quienes ejercían la religión eran los únicos que
tenían la oportunidad de estudiar y fueron los primeros en buscar respuesta a estas
preguntas. Hoy en día Ciencia y Religión parecen no tener muchos puntos de común.
Pensemos en las primeras
referencias básicas de cada disciplina. Tomando las bases del Antiguo
Testamento se cita “y se hizo la luz” y “en seis días creó el Sol y los
planetas”, tomando las bases de la Ciencia se dice “todo lo que somos es
consecuencia, hace 14.000 millones de años, de una explosión cuyos efectos aún continúan,
fue gracias al Big Bang”. Ahora sabemos gracias al espiritismo que por días
bíblicos se refiere a períodos o etapas en la formación del Universo, pero aún
así hoy es difícil creer a la religión pues la ciencia parece ser más lógica.
La Ciencia plantea hipótesis, realiza experimentos de comprobación y saca las
conclusiones para desmentir o confirmar esa hipótesis y convertirla en ley
científica.
Hemos asistido a un corte de diez
minutos sobre un vídeo presentado por Stephen Hawking, sobre la explicación del
origen del Universo desde el Big Bang hasta nuestros días, comentada por varios
científicos de varias materias. El Big Bang definió todo nuestro Universo y lo
que hay en él, pero se mantienen sin respuesta, como si fuera el Santo Grial de
la física, las preguntas originales. ¿Qué fue lo que explotó? ¿Por qué explotó?
¿Qué había antes del Big Bang?
El Sistema Solar |
Los científicos no están tan
seguros que nuestro Universo no sea el único, que pueden existir otros
Universos como un conjunto de ellos conocido como la teoría de los
Multiuniversos, pero sólo tienen la certeza sobre éste y entenderlo en su
inmensidad ya es bastante complicado.
Partiendo de la idea de un universo estático y eterno,
en 1920 Hubble descubrió que las galaxias no permanecen quietas en un lugar del
espacio, sino que se mueven, que se expanden, alejándose unas de otras a
velocidades increíbles para nuestra razón. Sabemos que cuanto más alejadas se
encuentran unas de otras, más velozmente se alejan entre ellas. Se calcula que la
proporción de alejamiento entre ellas se multiplica con la distancia que las
separa. Esto demuestra la teoría de la expansión del Universo conocido.
Por tanto ¿qué había antes del
Big Bang? ¿Podría haber salido todo de la nada? El origen, los inicios de la
gran explosión se produjeron sumando tres parámetros de una violencia infinitas
que son la presión, la temperatura y la violencia extremas, causas de la
creación del Universo. A partir de ese momento comenzó a conformarse tanto el
espacio como el tiempo.
A las preguntas ¿Qué había antes?
¿Quién lo ha creado? ¿Cómo se ha creado? ¿Tendrá un fin? la Ciencia, a pesar de
sus leyes físicas contrastadas, no las puede responder. La Doctrina Espírita,
sin embargo, establece un puente de
unión, pues comprende la parte física y moral, religiosa y científica y unifica
estos conceptos que permiten aclarar, arrojando luz sobre, estas dudas.
Con los conocimientos científicos
anteriores se pensaba que el átomo, llamado así porque en griego significa “lo que
es indivisible”, no se podía dividir o estar constituido por otras partículas
más diminutas, pero hoy en día se sabe que está compuesto de 200 tipos
diferentes de partículas subatómicas. Para comprobar esta teoría se han
construido los aceleradores de partículas, como el del CERN, construido como un
túnel magnético en forma de donut con 30 kilómetros de recorrido. En él se
introducen partículas atómicas y se las va acelerando magnéticamente hasta
velocidades cercanas a las de la luz. En un momento dado se las hace chocar entre
ellas resultando partículas muy diminutas que demuestran que los átomos están constituidos
por otras partículas mucho más pequeñas. Así pues el átomo sí es divisible.
imagen: CERN en Suiza |
Haciendo un viaje desde el átomo
hacia su interior, hasta llegar a lo que se llama la “partícula elemental”, también
llamada desde las predicciones de los científicos en los años veinte, el “bosón
de Higgs”. Ahora sabemos que esta partícula surge de la división constante de
la materia hasta su última constitución básica. Según la Doctrina Espírita esta
“partícula elemental” se llama el “fluido cósmico universal” y según los
grandes espíritus se llama el “Alto Divino”. Está presente en todos los sitios
y rincones de todo el espacio. Einstein, siendo algo que no podía comprender exactamente,
lo llamaba Éter. Esta partícula es la base constituyente de la formación de
todo lo que conocemos. No se puede saber de qué está hecha, pero representa un
pequeño ladrillo, siendo la base para nuestra evolución espiritual en la
materia porque sin ella no podríamos superar las pruebas evolutivas en la
carne.
Entonces, en respuesta a la
pregunta, ¿Qué había antes? pero desde la Doctrina Espírita decimos que sí y
que antes, durante y siempre, ha existido y existirá el “fluido universal”. El
espiritismo tiene sus bases en el magnetismo, el pensamiento y la vibración.
Por los colisionadores, sabemos que el magnetismo junta y une la materia. Hemos
visto en qué caprichosa forma un pequeño imán atrae y ordena la materia.
Sabemos también que nuestro pensamiento genera vibraciones. Si podemos imaginar una capacidad magnética
infinitamente superior a la de un imán, esa que podemos generar con las
vibraciones de nuestro pensamiento, transmitimos esas vibraciones al entorno
material similar a como se produce con las ondas de radio cruzando el espacio,
llegando éstas a otro lugar afectándolo también.
Las vibraciones de cada espíritu
pueden estar más o menos armonizadas y por lo tanto ser quizá el motivo de
nuestras afecciones físicas o nuestra propia mejora vital. Hay espíritus con
capacidad de vibrar de modo muy elevado, quienes pueden cambiar, aglomerar o
modificar la materia mediante el fluido universal. Esto quiere decir que el
pensamiento es capaz de cambiar la materia.
Siendo Jesús el espíritu
encargado del planeta Tierra, ¿Podríamos imaginar cómo sería la pléyade de
espíritus encargados de la condensación inicial de la materia para generar este
Big Bang? Deben haber sido espíritus con una capacidad vibratoria que no
podemos hoy comprender; consiguieron que la materia se condensase, que se
juntase, en un único punto bajo unas condiciones de densidad y temperatura
infinitas. Comprimido todo nuestro Universo al tamaño de una bola de tenis le
caracteriza una inestabilidad extremadamente infinita sucediéndose consecuentemente
la conocida gran explosión. A partir de ese momento se empezó a generar todo, incluido
nuestro sistema solar y la Tierra.
Con la
Doctrina Espírita podemos explicar algunos puntos inconexos entre Ciencia y
Religión. Acordémonos siempre de la afirmación de Kardec: “Cuando la Ciencia
demuestre que el Espiritismo está equivocado en un punto, él se modificará en
ese punto”. Los preceptos científicos se
basan igualmente en tirar por tierra o reformular una teoría concreta que se haya
demostrado “no cierta”, en un punto concreto. En cierto modo va sucediendo así
pues sabemos que cada vez hay más
científicos que creen que al menos debe existir algo más de lo que ellos pueden
explicar. Cada vez más científicos creen, de algún modo, en la existencia de Dios.
TURNO DE RUEGOS Y PREGUNTAS: aclaración
sobre las dudas planteadas.
Dios está creando el fluido
universal todo el tiempo, continuadamente, desde el origen de nuestro universo
hasta nuestros días.
Sabemos que el frío es la
ausencia de calor, por tanto lo que existe o no es el calor. Del mismo modo, la
oscuridad es la ausencia de luz, por tanto lo que existe es la luz. Por
paralelismo el mal es la ausencia del bien, por lo tanto lo que existe es el
bien y el bien supremo es Dios.
Según el propio Stephen Hawking,
sus teorías termodinámicas sólo pueden cuadrar si existe algo más, que él no
puede explicar, pero sin las cuales no podrían cumplirse.
Dependiendo del tipo de
pensamiento la vibración consecuente puede ser también diferente. Dependiendo
de la vibración emitida podemos tanto perjudicar nuestra materia como
beneficiarla. Como espíritus eternos, vibramos todo el tiempo y si lo hacemos
mal podemos dañar la materia, la nuestra y la que nos rodea.
Comparativa: espiritualmente y en
nuestro origen, somos como cualquier ordenador completamente nuevo, dotados de una
tremenda capacidad de proceso y capacidad de información, pero sin un solo
programa que lo puedan hacer funcionar. Debemos ir aprendiendo a influir en la
materia con nuestras vibraciones, desde el estado mineral, el animal, el
hominal, etc. Debemos ir adquiriendo la experiencia necesaria para nuestra
evolución personal, siendo todas y cada una de nuestras experiencias vitales
como los programas que vamos a ir instalando en ese ordenador, que lo irán
convirtiendo poco a poco en una herramienta inteligente y completa.
Por Silver Chiquero
Que pasada, Silver. Muchas gracias por el resumen y felicidades al conferenciante. Es maravilloso ver como florecen trabajadores en la casa espirita, animados por el ideal de servicio, aprenizaje y fraternidad. Besos a toda mi familia Ceads, Janaina
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