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jueves, 20 de mayo de 2010

EDUCACIÓN DEL ESPIRITU

Clase del 8 de mayo de 2010

LA PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD

En esta clase la propuesta fue trabajar las enseñanzas del maestro Jesús por el ejemplo ético-moral en la mejora del comportamiento y por ofrecernos la posibilidad de entender y experimentar la vida desde la unidad indivisible cuerpo-mente.

Iniciamos la clase en una ronda con las manos cogidas y en silencio para escucharnos. Desde esa conexión con la intimidad y el grupo, verbalizamos lo que esperábamos de la clase y lo que estábamos dispuestos a ofrecer al grupo. Al término de la clase, revisamos si lo hemos conseguido y en qué medida, así nos da una referencia del significado de compromiso con uno y con el grupo.

Repasamos brevemente lo que sabíamos de la vida y la obra de Jesús para situarnos en el contexto adecuado y, entre todos, hicimos una breve síntesis. Resaltamos que Jesús enseñaba a través de sus actos y que los apóstoles transcribieron con el nombre de milagros. Otro de los recursos utilizados por el Maestro, fueron las parábolas que son relatos cortos de la vida diaria, real o inventada. Definimos los conceptos y las diferencias de ambos, para seguir con el milagro de la RESURECCIÓN DE LAZARO.

Ninguno de los niños conocía el hecho y cuando lo relatamos, todos quedaron muy asombrados opinando que no podía ser que se pueda volver de la muerte. Ni siquiera Jesús. La sinceridad en los niños es una de las características esenciales de su expresión y en las clases, promovemos que eso ocurra porque nos permite trabajar el entendimiento de las cosas desde su comprensión lógica.
Para explicar lo que aconteció con Lázaro, utilizamos material gráfico en el que mostramos cómo somos nosotros: cuerpo/alma indivisibles (foto). Explicamos que la evolución de Jesús como Maestro Superior, le permitía ver con claridad el cuerpo energético o periespíritu, pudiendo detectar que Lázaro no se encontraba muerto, sino en estado de catalepsia. Explicamos los síntomas de la catalepsia, miramos diferentes fotografías hechas con la cámara Kirlian que les causaron muchísima curiosidad. Y estuvimos dialogando sobre ¿qué es la realidad?.

El diálogo estuvo centrado en la visión de la realidad desde una perspectiva unicista donde incluimos la percepción de las sensaciones que están íntimamente ligadas a los instintos sensitivos, ampliando así lo que conocemos como realidad. Repasamos brevemente el funcionamiento del cerebro cuando vemos con los ojos y cuando recreamos una imagen, testimoniando por investigaciones neurocientíficas que las redes neuronales se activan de igual forma bajo el estímulo externo que el interno, lo que nos permite entender desde una visión biológica, que el ser humano es lo que ve y siente a la vez.

Para nosotros, monitores de los niños, esta visión unicista es de vital importancia ya que en las escuelas y en el entorno social, parece que lo único válido para decir que es real, es lo que proviene del exterior. Nosotros como espiritistas y estudiosos de las leyes de la vida, sentimos la necesidad de ofrecer a los más “bajitos”, la posibilidad de creer en lo que sienten igual que en lo ven. ¿Quién dice que un sueño no es real? ¿Acaso no sentimos alegría, miedo, placer, angustia y tantas otras emociones que reconocemos como reales porque están vivas en nosotros?

Después de surgir cuestiones sobre el tema, hicimos una dinámica de relajación inducida por la voz del monitor que les guiaba hacia un viaje por su cuerpo evocando las sensaciones de bienestar, tranquilidad, armonía y alegría. Después utilizamos diferentes músicas de sonidos naturales como agua de lluvia suave y sonidos de bosque, acompañados de consignas que les invitaran a recrearse en un lugar hermoso, con pájaros y árboles frondosos, brisa fresca y hierba suave y esponjosa, agua y frescura. Durante unos minutos, dejaron el centro para viajar entre sus percepciones.

Al volver de la experiencia, relataron sus sensaciones y todos sin excepción, se vivenciaron en su lugar precioso y tranquilo. Unos más que otros, conectaron con la brisa y el agua. Distinguimos entre fantasía y sensaciones reales para no confundirnos. Su respuesta fue muy alentadora. Concretamos entre todos que seguiríamos trabajando en este sentido para desarrollar la percepción de nuestra identidad como una unidad cuerpo/alma, en vínculo con la vida y el cosmos.

Como monitores espiritistas, consideramos que la educación del espíritu es complementaria a la educación reglada que los niños y jóvenes reciben en sus escuelas e institutos, ya que allí su instrucción es sesgada por una perspectiva dual. Nosotros debemos potenciar su ser desde la visión unicista para que puedan percibir el mundo desde una realidad más amplia. No pretendemos que sean espiritistas. Esto cabe a su libre elección y con el tiempo. Nosotros sólo pretendemos educar bajo la conciencia ampliada que nos permite vernos como hermanos, conviviendo en un universo donde somos co-creadores. Nuestros actos y pensamientos inciden en la vida y necesitamos la visión del alma para que esa incisión sea desde el respeto, la vivencia solidaria y el diálogo. La Pedagogía espiritista ofrece está visión sin crear adeptos.

Educar educándonos. Ésta es la propuesta educativa.

Teresa Vazquez

2 comentarios:

  1. Los niños estan preparados. Se aburren en sus escuelas porque ellos ya tienen integrado en sí mismo la Unidad y se encuentran con una educación dual, partidista, divisoria. Por eso nuestra labor como educadores del espíritu, es proporcionarles los estimulos adecuados para potenciar sus potencialidades. Crear un espacio para que puedan ser sin tener que interpretar lo que deberian ser.
    Somos seres sagrados y no podemos olvidarlo. A los más "bajitos" debemos recordarselo porque los estímulos externos les hacen olvidar que somos integrantes de la divinidad. Ellos son la continuación de la realidad del nuevo paradigma anunciado.

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