Hola familia,
os avanzo el tema de estudio de la clase de sábado para que los más aplicados, jejeje.
¡QUÉ DISFRUTÉIS DE LA FIESTA DE LA MERCÈ¡¡¡
Un beso cariñoso.
(...)
Allan Kardec, en El Libro de los Médiums, nos da una clasificación acerca de la naturaleza de las comunicaciones mediúmnicas. Nos dice el Codificador que en cuanto a su naturaleza, las comunicaciones pueden ser: groseras, frívolas, serias e instructivas. Estas comunicaciones están a su vez, vinculadas al grado de adelanto del Espíritu comunicante, es decir, a su posición en la escala espírita. Los espíritus no encarnados, tanto como los encarnados, presentan una variedad, hasta el infinito, en cuanto a la inteligencia y la moralidad. En función de eso, el dictado mediúmnico reflejará el grado de moralidad o cultura del Espíritu comunicante.
«Comunicaciones groseras son las concebidas en términos que chocan el decoro. Sólo pueden provenir de Espíritus de baja estofa, todavía recubiertos de todas las impurezas de la materia y nada difiere de las que podrían provenir de hombres viciosos y groseros. (…) De acuerdo con el carácter de los Espíritus, éstas serán triviales, bajas, obscenas, arrogantes, malévolas, y hasta impías. (…)»
«(…) Las comunicaciones frívolas emanan de Espíritus livianos, bromistas o juguetones, más maliciosos que malos y que no asignan ninguna importancia a lo que dicen. Como no contienen nada de indecoroso, esas comunicaciones agradan a ciertas personas, que se divierten con ellas porque encuentran placer en las conversaciones fútiles, en las que se habla mucho para no decir nada. A veces tales Espíritus tienen ocurrencias ingeniosas y mordaces y (…) no es raro que digan duras verdades, que casi siempre hieren con exactitud. (…) La verdad es lo que menos les preocupa; de allí el maligno encanto que encuentran en mistificar. (…).»
«(…) Las comunicaciones serías son relevantes en cuanto al asunto y elevadas en cuanto a la forma. Toda comunicación que, exenta de frivolidad y grosería, tiene un fin útil, aunque de carácter particular, es (…) una comunicación seria. No todos los Espíritus serios son igualmente esclarecidos; hay muchas cosas que ellos ignoran y sobre las que pueden equivocarse de buena fe. Por eso es que los Espíritus en verdad superiores nos recomiendan, continuamente, que sometamos todas las comunicaciones al tamiz de la razón y de la más rigurosa lógica. (…)»
No siempre una comunicación seria es verdadera. Las hay falsas. «(…) Al amparo de la elevación del lenguaje, ciertos Espíritus presuntuosos, o pseudos-sabios, procuran que prevalezcan las más falsas ideas y los más absurdos sistemas. (…) No tienen escrúpulos para engalanarse con los nombres más respetables y hasta con los más venerados. (…)»
Las comunicaciones instructivas son las «(…) serias, cuyo principal objeto consiste en enseñanza cualquiera, dada por los Espíritus, sobre las ciencias, la moral, la filosofía, etc. Son más o menos profundas, según el grado de elevación y de desmaterialización del Espíritu. (…)»
Para juzgar el valor moral e intelectual de los Espíritus que dictan comunicaciones instructivas, es necesario que haya frecuencia y regularidad en las mismas. «(…) Si para juzgar a los hombres se necesita de la experiencia, ésta es mucho más necesaria aún para juzgar a los Espíritus. Al calificar de instructivas a las comunicaciones, las suponemos verdaderas, ya que lo que no fuere verdadero no puede ser instructivo (…).»
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