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jueves, 24 de marzo de 2011

¿Qué pasa con nuestro espíritu cuando dormimos?

Buenas tardes a tod@s,

Primeramente pediros que dediquéis cinco minutos del día a mentalizar por a los encarnados y desencarnados de Japón, Libia y países de África, que tanto necesitan nuestras buenas vibraciones.

Este Sábado en el ESDE del CEADS iniciaremos el estudio de la Emancipación del alma de la Unidad 7 del Programa V (B). Desarrollaremos estos temas: los sueños, Letargia, Catalepsia, muertes aparentes, sonambulismo, éxtasis y la doble vista.

Siempre nos preguntamos, ¿Qué pasa con nuestro espíritu cuando dormimos? ¿Por qué no podemos recordar nuestros sueños? ¿Por qué recordamos algunos sueños y nos parecen raros?

Pues para empezar os dejamos el ítem 118 del Libro de los Mediums y proponemos la lectura de las preguntas 400, 401 y 402 del Libro de los Espíritus como introducción del estudio que empezaremos.

Espero veros en CEADS este Sábado… y a los blogueros del mundo esperemos las conclusiones del grupo para la próxima semana.

Un abrazo fraternal,

Andrea Campos


Libro de los Médiums – Ítem 118

Antes de ir más lejos debemos responder inmediatamente a una pregunta que no dejarán de hacernos: es saber cómo el cuerpo puede vivir mientras que el Espíritu está ausente. Podríamos decir que el cuerpo puede vivir con la vida orgánica que es independiente de la presencia del Espíritu, y la prueba de esto es que las plantas viven y no tienen Espíritu; pero debemos añadir que durante la vida el Espíritu nunca está desprendido completamente del cuerpo. Los Espíritus, lo mismo que ciertos médiums videntes, reconocen el Espíritu de una persona viviente por medio de un cordón luminoso que termina en su cuerpo fenómeno que no tiene nunca lugar cuando el cuerpo está muerto, porque entonces la separación es completa. Por medio de esta comunicación el Espíritu es advertido instantáneamente de la necesidad que el cuerpo puede tener de su presencia, y entonces vuelve con la prontitud del relámpago desde cualquier distancia que esté. Resulta de esto que el cuerpo jamás puede morir mientras dure la ausencia del Espíritu, y que no puede nunca acontecer que éste, a su vuelta, encuentre la puerta cerrada como lo han dicho algunos novelistas en las historias de su invención.


Libro de los Espíritus

Capítulo VIII - Emancipación del Alma. I.- El sueño y los sueños

400. El Espíritu encarnado ¿permanece de buena gana en su envoltura corporal?

Es como si preguntaras si al preso le agrada estar en la cárcel. El Espíritu encarnado aspira sin tregua a liberarse, y cuanto más grosera es la envoltura, tanto más desea deshacerse de ella.

401. Durante el sueño ¿descansa el alma tanto como el cuerpo?

- No. El Espíritu nunca está inactivo. En el transcurso del sueño, los vínculos que le unen al cuerpo se relajan, y no teniendo el cuerpo ya necesidad de él, el Espíritu recorre el espacio y entra en relación más directa con los otros Espíritus.

402. ¿Cómo podemos evaluar la libertad del Espíritu durante el sueño?

- Por los sueños. Convéncete de que cuando el cuerpo reposa el Espíritu posee más facultades que durante la vigilia. Tiene la memoria del pasado y, en ocasiones, la previsión del porvenir. Adquiere más poder y puede entrar en comunicación con los otros Espíritus, ya sea en este mundo o bien en otro. Con frecuencia dices: “He tenido un sueño extravagante y horroroso, pero que no poseía ninguna verosimilitud”. Y te engañas, porque muchas veces es un sueño en el que aparecen los lugares y cosas que has visto o verás en otra vida o en otro momento. Hallándose adormecido el cuerpo, el Espíritu trata de quebrar su cadena para indagar en el pasado o en el porvenir.

¡Pobres hombres, que tan poco conocéis los fenómenos más ordinarios de la vida! Creéis ser muy sabios y las cosas más vulgares os confunden. Ante las preguntas que todos los niños formulan: “¿Qué hacemos cuando dormimos? ¿Qué son los sueños?”, permanecéis perplejos.

El sueño libera, en parte, al alma del cuerpo. Al dormir nos hallamos momentáneamente en el estado en que uno se encuentra en forma permanente después de la muerte. Los Espíritus que al desencarnar se desprenden pronto de la materia han tenido en vida sueños lúcidos. Cuando dormían, se sumaban a la sociedad de los otros seres, superiores a ellos. Viajaban, conversaban y se instruían con ellos. Incluso trabajaban en tareas que al morir encontraron concluidas. Esto debe enseñaros una vez más a no temer la muerte, puesto que morís un poco todos los días, según la expresión de un santo.

Esto se refiere a los Espíritus elevados, porque el común de los hombres, que a su muerte deben permanecer largas horas en la turbación, en esa incertidumbre de que os han hablado, se marchan a mundos inferiores a la Tierra, adonde antiguos afectos los reclaman, o bien van a buscar placeres quizá todavía más bajos que los que aquí tenían, aprendiendo doctrinas incluso más viles, innobles y perjudiciales que las que profesaban en medio de vosotros. Y lo que engendra la simpatía en la Tierra no es otra cosa que el hecho de sentirnos, al despertar, unidos por el corazón a aquellos con quienes acabamos de pasar ocho o nueve horas de felicidad o de placer. Lo que explica asimismo esas antipatías invencibles que a veces experimentamos, es que sabemos en el fondo de nuestro corazón que determinadas personas tienen una conciencia diferente a la nuestra, porque ya las conocemos sin haberlas visto jamás con nuestros propios ojos. Y esto es lo que inclusive explica nuestra indiferencia, puesto que no tratamos de hacer nuevos amigos cuando sabemos que tenemos otros que nos aman y reconfortan. En pocas palabras: el sueño influye en vuestra vida más de lo que pensáis.

Por efecto del sueño los Espíritus encarnados están siempre en relación con el Mundo de los Espíritus, y es esto lo que hace que los Espíritus superiores consientan, sin demasiada repulsa, en encarnar entre vosotros. Dios ha querido que durante su contacto con el vicio puedan ir a revigorizarse a la fuente del bien, para no flaquear ellos mismos, que venían para instruir a los demás. El sueño es la puerta que Dios les ha abierto hacia sus amigos del cielo. Constituye la recreación después del trabajo, mientras esperan la gran liberación, la liberación postrera que debe devolverlos a su verdadero medio.

El sueño es el recuerdo de lo que vuestro Espíritu vio mientras dormíais. Pero notad que no en todos lo casos soñáis, porque no os acordáis siempre de lo que habéis visto, o de todo lo que visteis. El recuerdo no os muestra al alma en todo su desarrollo. A menudo sólo recordáis la turbación que acompaña a vuestra partida o reingreso, a lo que se agrega la memoria de lo que habéis hecho o de lo que os preocupa en estado de vigilia. A no ser por esto, ¿cómo explicaríais esos sueños absurdos, que tanto los más sabios como los más simples suelen tener? Los malos Espíritus se sirven también de los sueños para atormentar a las almas débiles y pusilánimes.

Por lo demás, veréis dentro de poco surgir otra clase de sueños. Es tan antigua como la de que vosotros conocéis, pero lo ignoráis. El sueño de Juana, el de Jacob, el de los profetas judíos y de algunos adivinos hindúes: ese sueño es el recuerdo del alma desprendida por completo del cuerpo, el recuerdo de esa segunda vida de que os hablaba yo hace poco.

Poned mucha atención para distinguir esas dos especies de sueños entre aquellos que recordáis. De no hacerlo, incurriríais en contradicciones y errores que resultarían funestos para vuestra fe. Los sueños son el producto de la emancipación del alma, que se torna más independiente debido a la suspensión de la vida activa y de relación. De ahí una especie de clarividencia indefinida que se extiende hasta los lugares más distantes o que nunca se vieron, y a veces inclusive a otros mundos. De ahí también el recuerdo que vuelve a traer a la memoria los acontecimientos verificados en la vida actual o en las anteriores. Lo extraño de las imágenes de lo que acontece o aconteció en mundos desconocidos, entremezcladas con cosas del mundo presente, integran esos conjuntos extravagantes y confusos que parecieran no tener sentido ni relación.

La incoherencia de los sueños se explica aun por las lagunas que produce el recuerdo incompleto de aquello que se nos apareció en el transcurso del sueño. Tal como un relato al que se hubiera quitado al azar frases o trozos de ellas: al reunir los fragmentos restantes perderían todo razonable significado.

8 comentarios:

  1. ¡Muchas gracias, Dea! Creo que es hora de volver a empezar la campaña de Vera, "DORMIR PARA EL BIEN" =)

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  2. Todos los días morimos un poquito... Yo sueño mucho con mi abuela muerta y creo que es porque intenta comunicarse conmigo a través del sueño. Hablo con ella, le veo, tengo conversaciones, me avisa de cosas. Creo que estoy muy unida a ella porque una vez,hace muchos años, antes de morir, le dije que nunca se seprase de mi, q estubiera siempre conmigo, y ella me dijo q sí, q siempre estaría conmigo. Creo que cumple su palabra...

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  3. Hermoso artículo, justo lo q buscaba. Alguien puede recomendarme mas información o libros sobre este tema?

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Hola Cesar,

    una compañera que ofreció una conferencia sobre la emancipación del alma durante el sueño nos pasa su bibliografía. ¡Disfruta!

    LISTA DE REFERENCIAS
    • ANDRÉ LUIZ (espíritu). Mecanismos de la mediumnidad. [Psicografiado por] Francisco Cândido Xavier y Waldo Vieira. 25ª edición. Río de Janeiro: FEB - Federación Espírita Brasileña, 2006
    • ANDRÉ LUIZ (espíritu). Misioneros de la luz. [Psicografiado por] Francisco Cândido Xavier. Río de Janeiro: FEB - Federación Espírita Brasileña
    • ANDRÉ LUIZ (espíritu). En los dominios de la mediumnidad. [Psicografiado por] Francisco Cândido Xavier. Río de Janeiro: FEB - Federación Espírita Brasileña
    • ANDRÉ LUIZ (espíritu). Obreros de la vida eterna. [Psicografiado por] Francisco Cândido Xavier. Río de Janeiro: FEB - Federación Espírita Brasileña
    • BORGES, Wagner. Voladores: testimonio [febrero de 2015]. Entrevistadora: Nathália Vernizzi Boscaro. São Paulo: IPPB, 2015. Entrevista cedida al proyecto de documental “Voladores”.
    • KARDEC, Allan. El Libro de los Espíritus. 177ª edición. Araras (SP): IDE - Instituto de Difusión Espírita, 2014
    • KARDEC, Allan. El Libro de los Médiuns. 86ª edición. Araras (SP): IDE - Instituto de Difusión Espírita, 2014
    • KARDEC, Allan. El Evangelio según el Espiritismo. 363ª edición. Araras (SP): IDE - Instituto de Difusión Espírita, 2014

    OLIVEIRA, Francisco de. “En una noche cualquiera: Proyección extra física y asistencia espiritual”, Revista Cristiana de Espiritismo, nº 32. São Paulo: Vivencia Editorial. Disponible en:
    • PEREIRA, Yvonne do Amaral. Devassando o Invisível. 1ª edición. Río de Janeiro: FEB - Federación Espírita Brasileña, 2012
    • SIMONETTI, Richard. Vivir en plenitud. Bauru (SP): Editora CEAC, 1996)
    - ANDRÉ LUIZ (espírito). Entre a terra e o céu. [Psicografado por] Francisco
    Cândido Xavier. Rio de Janeiro: FEB - Federação Espírita Brasileira
    • ANDRÉ LUIZ (espírito). Os mensageiros. [Psicografado por] Francisco
    Cândido Xavier. Rio de Janeiro: FEB - Federação Espírita Brasileira
    • BEZERRA DE MENEZES (espírito). Recordações da Mediunidade.
    [Psicografado por] Yvonne do Amaral Pereira. Rio de Janeiro: FEB –
    Federação Espírita Brasileira
    • FRANCISCO, Wilson. “Socorro espiritual em desdobramento”. Portal do
    Espírito. Disponível em:

    • MANOEL PH. DE MIRANDA (espírito). Temas da vida e da morte.
    [Psicografado por] Divaldo Franco. Rio de Janeiro: FEB - Federação Espírita
    Brasileira.
    • MARTINS PERALVA, José. Estudando a mediunidade. Rio de Janeiro: FEB
    - Federação Espírita Brasileira.
    • SIMONETTI, Richard. Viver em plenitude. Bauru (SP): Editora CEAC, 1996
    • VIEIRA, Waldo. Projeções da Consciência: Diário de experiências fora do
    corpo. São Paulo: Núcleo Espírita Caminheiros do Bem.

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    1. Gracias, pero es mucha bibliografía... donde puedo ver la conferencia? o hay algun libro que hable especificamente sobre que pasa con nuestra alma cuando dormimos?

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  6. Mi viejo falleció y a los tres días soñe soñe con el,pero solo me dijo algo estaba todo oscuro y escuché su vos "recen mucho" y como se que iba.

    Después otro sueño con un padre del cura brochero que también falleció vivia en ese lugar, apareció alfrente de el y el hablando que hay mucho para hacer y de adentro de la casa salió mi viejo llorando y pidiendo perdón.
    No me olvidó más

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