Hola
familia,
Ayer
nos reunimos una vez más en CEADS, dando continuidad a nuestros estudios de la
Doctrina de los Espíritus. El tema que nos ocupaba en esta ocasión era el
objetivo de la reencarnación. Empezamos con un brain storming, en el que
algunos compañeros lanzaron ideas sobre cuál sería o el objetivo de la reencarnación.
Rescate, aprendizaje, crecimiento, evolución, expiación, aprender a amar,
reunirse con seres queridos o con los que tenemos deudas, cumplir, valorar la Creación…
éstas son algunas de las ideas que empezaron a mover las energías en nuestra
reunión de sábado.
Pasamos
entonces a la lectura del texto de estudio y acto seguido nos dividimos en dos grupos.
Pese a que tenían las mismas preguntas, es interesante cómo cada grupo enfocó
sus respuestas de manera sutilmente diferente. No deja de ser fascinante pensar
como diferentes respuestas a una misma pregunta pueden ser simplemente aspectos
complementarios de la verdad. Bien, antes que me vaya por las ramas, os pongo
un pequeño resumen de lo que se discutió.
¿Qué
es lo que evidencia con toda firmeza la reencarnación?
La
inmortalidad del espíritu, en primer lugar. El cuerpo es perecedero, pero el
espíritu sobrevive a la materia y vuelve a animar diferentes cuerpos. En cada
nueva encarnación, asumimos una personalidad diferente, pero el espíritu es
único y evoluciona en una espiral ascendente de progreso, alternando periodos
de experiencia en la carne y en la espiritualidad. La reencarnación también
evidencia la solidaridad y hermandad entre todos los seres del universo: todos
los seres procedemos de un origen, el Creador, que ideó en la reencarnación un
mecanismo evolutivo que eslabona todo cuanto existe en la naturaleza. Por último
pero no menos importante, la reencarnación evidencia la misericordia divina,
que a ninguna de sus criaturas condena al infierno. El cielo o el infierno son
el resultado de nuestros propios pensamientos, sentimientos y actitudes. Dios,
en su infinita paciencia y sabiduría, nos da cuantas oportunidades nos sean necesarias
para que progresemos.
¿Cuáles son los beneficios que la teoría de la reencarnación
ha traído y todavía traerá a la Humanidad?
El conocimiento de la reencarnación puede contribuir a
hacer el hombre más consciente de sus actos: no existe un dios vengador,
rencoroso o que nos juzgue por nuestras actitudes. Nuestros cuerpos son el vivo
reflejo de nuestra historia, son nuestra historia viva. Cuando el hombre
comprende que cada pensamiento de lo cotidiano queda registrado en su cuerpo
espiritual y conforma el único patrimonio que verdaderamente le pertenece, pasa
a esforzarse por dominar sus inclinaciones inferiores, por tener sentimientos
más elevados y hábitos más armonizados con su objetivo de evolucionar. El conocimiento de la reencarnación también puede
ayudar a disuadir personas de cometer el funesto acto del suicidio, puesto que
nos aclara la inequívoca inmortalidad del espíritu y las consecuencias
tremendamente dolorosas que el desequilibrio provocado por el suicidio provoca
en el cuerpo espiritual, afectando al cuerpo que se forma en una nueva encarnación.
Además,
una vez conocemos la ley de la reencarnación, deberíamos ser capaces de
desarrollar sentimientos superiores como la compasión y la solidaridad,
silenciando el juicio que tan frecuentemente emitimos sobre el comportamiento
ajeno. Dios, que nos creó a todos, nos concede la inmortalidad y cuántas
oportunidades de reencarnarnos cuantas nos hagan falta para que nos despojemos de
lo que nos sobra – porque no nos sobra nada, pero nos sobra egoísmo, orgullo,
vanidad… ¿Quién nos creemos entonces para criticar a los demás? ¿Qué nos hace
creer que podemos emitir juicios sobre nuestros compañeros de jornada
evolutiva? La reencarnación nos hermana a todos, enseñándonos que somos
espíritus en diferentes puntos de nuestra trayectoria evolutiva, todos
destinados a la perfección y tan dignos de amor como cualquier otro ser.
¿Qué cambiará en la vida del hombre del futuro y en el
mundo cuando se comprenda que las
células de nuestros cuerpos físicos no sólo representan segmentos de carne sino
compañeras de la evolución?
En
definitiva, nos cuidaremos más y mejor. Comprendiendo que el cuerpo es un
vehículo para nuestra evolución, no fumaremos y no malgastaremos nuestra
energía vital. Además, también nos aceptaremos más: sean cuales sean las características
de mi cuerpo, debemos comprender que son las que merecemos y necesitamos para nuestra
evolución.
Por
último, pedimos a los compañeros que completaran la frase: “El sudor que
proviene del trabajo abre las puertas a la idoneidad. El esfuerzo en la escuela
constituye adquisición de cultura. Las pruebas a las que nos enfrentamos en una
encarnación…” Algunos de ellos han querido compartir su inspiración y aquí
reproduzco lo que los compañeros han escrito…
Las
pruebas a las que nos enfrentamos en una encarnación…
sirven para nuestra evolución espiritual. Contribuyen a nuestra evolución y aprendizaje, para mejorar nuestras imperfecciones. Nos llevan al progreso. Nos llevan al progreso, al aprendizaje y al perfeccionamiento. Nos hacen progresar moralmente. Atribuyen evolución para el espíritu. Son una clave para nuestra evolución. Sirven para evolucionar, crecer, recatar…Deben ser aceptadas para que nos elevemos.nos hacen evolucionar y aprender. Son reflejo de la continua evolución. Nos permiten reparar el daño que hicimos a nosotros mismos y a los demás. Nos ayudan a evolucionar y seguir en el camino del bien. Nos ayudan a progresar. Nos dan la oportunidad de aprender y evolucionar espiritualmente. Nos hacen madurar y progresar como espíritus que buscamos el bien. Son un paso hacia el Creador…
No
está mal que no nos olvidemos, para que en los momentos difíciles de la vida tengamos
el valor de incluso dar las gracias por los obstáculos a los que nos
enfrentamos.
Dando las gracias por cada átomo que compone nuestros cuerpos
físicos y espirituales, por la piel que permite que sintamos el toque de un ser
querido, por los ojos que permiten que contemplemos la belleza de la
naturaleza, por las manos que deben aprender a servir, por la vida en todas sus
formas de manifestación, finalizamos nuestra reunión llenos de alegría por
haber tenido una oportunidad más de instruirnos en las leyes que la Inteligencia
Cósmica Universal ideó para que se le acerquemos a través de la eternidad.
Cariños
de la hermana menor
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