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lunes, 30 de agosto de 2010

Noticias del GELE

Durante el mes de agosto, el Grupo de Estudios del Libro de los Espíritus (GELE) ha hecho una pausa en lo que se refiere al seguimiento del libro, aunque hemos continuado con las clases, aportando temas de carácter "extraordinario". Los cuatro jueves de este mes fueron dedicados al aborto, la casa espírita, la eutanasia y, además, vimos la película "Voces de Ángeles" (2000), dirigida por Peter O'Fallon.

Gracias al trabajo desinteresado de nuestros hermanos y hermanas del grupo de estudio, aquellos que nos quedamos en casa por vacaciones pudimos disfrutar de unas sesiones muy interesantes, que desvelaron, por cierto, el gran potencial que tenemos en CEADS a la hora de monitorizar y dinamizar sesiones de estudio. En especial, tenemos que agradecer el buen hacer y la generosidad para dedicarnos su tiempo, por parte de Alfredo, Taina, Fernando y Gilda, los cuales participaron más directamente en la dinamización de estas sesiones. ¡Sois geniales!

A partir del jueves 2 de septiembre retomamos el Libro de los Espíritus, de la mano de Fernando. El tema que toca para el día 2 es: "Elementos Generales del Universo", capítulo II del Libro Primero (Las causas primarias). Recomendamos a todos los que participamos en este grupo de estudio leerse previamente y reflexionar sobre el tema de la respectiva sesión.

¡Os esperamos!

Grupo de Estudios del Libro de los Espíritus

domingo, 29 de agosto de 2010

Infortunios ocultos

Hola familia,

Fue con mucha alegría en el corazón que este sábado 27/08/2010 reencontré en nuestro Centro mis queridos compañeros. Estuve casi dos meses de vacaciones en Brasil y durante este tiempo le he acompañado mi madre a semanalmente a su Centro, la Fraternidad Espírita Reencontro. Dos meses he estado y dos meses hemos leído y comentado el capítulo IX de El Evangelio según el Espiritismo, “Fuera de la caridad no hay salvación” – ahí no lo abren al azar, va todo seguido. Pues este sábado en CEADS abrí yo al “azar” el evangelio, pidiéndole a la espiritualidad amiga que guiara mis manos en la elección del mensaje de la tarde. ¿Qué nos salió? Del capítulo XIII, “Que vuestra mano izquierda no sepa lo que da vuestra mano derecha”: Los infortunios ocultos. Otra vez la caridad…

“En las grandes calamidades, la caridad se manifiesta y se ven generosos impulsos para reparar los desastres; pero al lado de esos desastres generales, hay millares de desastres particulares que pasan desapercibidos, de personas que yacen sobre un camastro sin quejarse. Estos son aquellos infortunios discretos y ocultos que la verdadera generosidad sabe descubrir sin esperar que vengan a pedir asistencia.”

Nos recuerda el Evangelio que no hay que esperar pasivamente por la conmoción colectiva ante las grandes tragedias, cuando en general se movilizan los medios de comunicación. No. A nuestro lado, en la calle, en el trabajo y, no pocas veces, en nuestro mismo hogar, podemos encontrar oportunidades para hacer la caridad.

No hay que esperar por un llamamiento para una misión muy importante para empezar a hacer algo. Tampoco cabe la escusa de que no tenemos dinero bastante. Hay muchas formas de hacer la caridad y aquí os listo algunas que se nos han ocurrido durante la reunión:

- Ser más amables con las personas en el cotidiano;
- Buscar ver y remarcar las cualidades de las personas, antes que fijarse en sus defectos;
- Hacer una oración por alguien;
- Tener paciencia con los familiares.

También hemos hablado de cómo la caridad debe empezar con uno mismo. Perdonarse a si propio es el primer paso para amar al prójimo. Arrepentirse de las faltas cometidas es importante, pero tan importante como esto es no aislarse en la culpabilidad. La culpabilidad no edifica, solo deja estancado al ser. Tanto es así que la ley de la reencarnación, la prueba más sublime de la caridad de Dios para con su creación, nos ensena que arrepentirse es necesario, pero rectificar es imprescindible. La caridad, pues, empieza con el amor a uno mismo y debe extenderse en los pequeños gestos de la vida.

Está claro que hay personas a quienes la caridad les sale más fácilmente que a los demás. En general, nos dejamos llevar por el cotidiano, nos encasillamos en nuestras propias necesidades, hacemos el mismo camino de casa al trabajo y del trabajo a casa, hablamos siempre a las mismas personas… Es muy común que el cotidiano nos ciegue para las oportunidades de amparo al prójimo que tenemos delante de nuestras narices todo el tiempo. ¿Qué hemos de hacer entonces? ¿Qué nos pide el evangelio? Hay que proponerse el ejercicio consciente de romper esta rutina. Cada día, buscar esta oportunidad de auxilio. Fijarse, ver en lugar de solo mirar. Podemos empezar con cosas pequeñitas: una oración por alguien hoy, una palabra de consuelo a alguien que nos parece triste mañana… Si ser buenos no nos sale espontáneamente, hay que proponerse hacerlo como ejercicio. La práctica lleva a la perfección, según dicen. Con esto contaba Jesús cuando planificó la Tercera revelación =)

Nuestra querida Patricia también llamó nuestra atención a un importante pasaje del texto leído. La caridosa señora de quien nos habla el evangelio se hace acompañar de su hija:

“¿Por qué se hace acompañar por su joven hija? Es para enseñarle cómo se debe practicar la beneficencia. La hija también quiere hacer caridad, pero su madre le dice: “¿Qué puedes dar tú, hija mía, si no tienes nada tuyo? Si yo te entrego alguna cosa para pasar a las manos de los otros, ¿qué mérito tendrás? En realidad seré yo la que haga la caridad y tú la que tendrá el mérito; esto no es justo. Cuando vamos a visitar a los enfermos, tú me ayudas a cuidar de ellos; pues el procurarles cuidados ya es alguna cosa. ¿No te parece esto suficiente? Nada hay más sencillo; aprende a hacer obras útiles confeccionando vestidos para estos niños, de este modo tú darás alguna cosa que te pertenezca”. Es así como esa madre, verdaderamente cristiana, forma a su hija según la práctica de las virtudes enseñadas por Cristo.”


Todos los hombres y mujeres que reciben del Señor el encargo de educar como sus hijos a los hijos de Dios tienen la responsabilidad de ensenarles el amor al prójimo. Dar el buen ejemplo es esencial, pero guiarles en la práctica del bien también es de lo más importante, especialmente en los tiempos que corren, cuando tantos adolescentes parecen dar valor a cosas que muy poco aportan a su progreso espiritual.

Creo que fue Andrea la que atentó para la importancia de la pregunta casi al final del texto sobre la señora:

"¿Es espírita? ¡Qué importa!"


La caridad, el verdadero amor al prójimo, no tiene religión. La verdadera caridad está por encima de las creencias porque es una conexión directa con Dios. En gratitud al Creador, la caridad es un acto de amor por Su creación.

Ya sabéis, esta semana el Evangelio nos pone deberes: salir de la rutina, encontrar UNA oportunidad para hacer el bien. Aprovecho para invitaros a los que estáis aquí por Barcelona, espíritas o no, a acompañarnos en nuestras visitas semanales al Cottolengo del Padre Alegre. Nos encontramos en la parada de metro de Lesseps los sábados a las 10:00 de la mañana y subimos caminando hasta ahí. Os aseguro que conoceréis personas que os robaran los corazones y les estaréis agradecidos por las oportunidades de aprendizaje que nos ofrecen continuamente.

Un beso cariñoso a todos. Que el Señor nos bendiga los esfuerzos de iluminación y nos haga dignos de su amor y misericordia,

Que así sea.

domingo, 22 de agosto de 2010

Así se nos conocerá...

Hola familia,

Para no perder la costumbre…

Para inspirar la semana que se inicia…

Para estrechar lazos entre nosotros, discípulos muy amados…

Palabras de Nuestro Señor:

En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. (Juan 13, 35)


domingo, 15 de agosto de 2010

La vida futura

Querida familia,

Ayer en nuestro querido Centro, los compañeros ahí reunidos estuvieron hablando de la vida futura… Nos dice nuestro amigo Allan Kardec en el Libro de los espíritus que “Creer en Dios sin admitir la vida futura constituiría un contrasentido. El sentimiento de una existencia mejor está en el fuero íntimo de todo hombre. Dios no ha podido implantarlo en vano ahí.” En el Evangelio según el Espiritismo, capítulo II, los espíritus presentan la vida futura como la piedra angular de la doctrina del Cristo cuando comentan el dialogo entre el Divino Maestro y Poncipo Pilatos.

MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO


Pilatos, volviendo a entrar en el pretorio, y llamando a Jesús dijo: ¿Eres tú el rey de los Judíos? Jesús le respondió: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuese de este mundo mi pueblo habría combatido para impedir que cayese en manos de los Judíos; pero mi reino no es de aquí. Entonces Pilatos le dice: Luego ¿eres rey? Respondió Jesús: Vos habéis dicho que soy rey, pero yo no he nacido, ni he venido a este mundo sino para dar testimonio a la verdad; todo aquel que es amante de la verdad, escucha mi voz. (San Juan, cap. XVIII, v. 33, 36, 37).


LA VIDA FUTURA

Con estas palabras Jesús designa claramente la vida futura, que presenta en todas las circunstancias, como el término hacia donde tiende la Humanidad, y como debe ser el objeto de las principales preocupaciones del hombre sobre la Tierra; todas sus máximas se dirigen a este gran principio. En efecto, sin la vida futura, la mayor parte de sus preceptos de moral no tendrían ninguna razón de ser; por esto aquellos que no creen en la vida futura, imaginando que sólo habla de la vida presente, no los comprenden o los encuentran pueriles. Este dogma puede ser considerado como eje de la enseñanza de Cristo; por eso está colocado como uno de los primeros en esta obra, porque debe ser el blanco de todos los hombres; sólo él puede justificar las anomalías de la vida terrestre y concordar con la justicia de Dios.


Si volvemos al Libro de los Espíritus, aprendemos que “la Doctrina Espírita, por las pruebas patentes que proporciona acerca de la vida futura, de la presencia en torno de nosotros de los Espíritus a quienes amamos, de la continuidad de su afecto y su solicitud, y por las relaciones que nos pone en situación de mantener con ellos, nos ofrece un consuelo supremo en uno de los más legítimos motivos de dolor.” También nos recuerdan los espíritus que “la consecuencia de la vida futura es la resultante de la responsabilidad de nuestros actos. La razón y la justicia nos dicen que en el reparto de la felicidad, a que todo hombre aspira, los buenos y los malos no podrían hallarse mezclados. Dios no puede querer que algunos disfruten sin trabajo de bienes que otros alcanzan sólo a costa de esfuerzos y de perseverancia.”

Ante todo esto, el codificador de nuestra amada doctrina le preguntó a los espítius:

966. ¿Por qué concibe el hombre, acerca de los pesares y goces de la vida futura, una idea muchas veces tan grosera y absurda?

A lo que constaron nuestros amigos invisibles:

“Inteligencia que no está aún lo bastante desarrollada. El niño ¿comprende igual que el adulto? Además, ello depende también de lo que se le haya enseñado. En eso precisamente reside la necesidad de una reforma.”

Por esto nos reunimos para estudiar, orar y robustecer nuestra fe. Humildemente nos reconocemos como niños y pedimos al Padre que nos guíe hacia Él. En la reforma intima empieza la reforma de la humanidad entera y la construcción de un futuro mejor para nuestro planeta y de vidas futuras más plenas de equilibrio, serenidad, paz y amor.

Un feliz domingo y una semana bendita para todos!

domingo, 8 de agosto de 2010

Alegría, un trabajo de cada día!

Hola familia,

Hoy he ido a un centro espírita con la esperanza de recibir una carta psicografiada de mi hermano Marcus… No ha sido posible recibir la carta añorada, pero vi las madres, hijas y hermanas que hoy han recibido cartas y me alegré por ellas. Recordé la carta que recibí de Marcus, psicografiada por Robson Pinheiro, solo cuatro meses después que Mi Amor Eterno pasara al otro lado de la vida. Yo busqué la Casa de Everilda Batista , donde trabaja Robson, adolorida y aturdida… tenía fe, pero necesitaba apoyo. En la Casa de Everilda, encontré la consolación que necesitaba. También encontré, a través de los libros que compré ahí, principalmente de Pai João de Aruanda, el esclarecimiento que me ayudó a, con el tiempo, transmutar todo el dolor que tenía en amor por los demás.

Hoy he visto mueres emocionadas recibiendo cartas y recordé a mi misma, hace ano e medio… Ellas lloraban, como yo también lloré. Pero des de que mi hermano desencarnó, firmé conmigo misma el firme propósito de ser feliz y apoyar a cuantos pueda en el camino. Claro que antes yo también querría ser feliz, pero no lo hacía a plena conciencia. La alegría es un trabajo cotidiano y la felicidad, creo, está en poder llegar al final de unos cuantos días y estar más contente que triste respecto a lo que has hecho. No es fácil ocuparse de la propia felicidad de forma consciente… principalmente cuando despiertas para la necesidad de hacerlo durante una crisis de dolor.

Ocuparse de la propia felicidad requiere atención y disciplina. Igual os parecerá extraño hablar de disciplina para cultivar la alegría y la felicidad, pero para mí es imprescindible. Somos seres de energía, nuestros pensamientos nutren nuestro vivir todo el tiempo. Un poeta dijo que “es mejor ser alegre que ser triste”, y no sé si tenía la precisa dimensión de lo que decía. Cada día, cada momento, somos llamados a hacer decisiones: tenemos que elegir entre hablar o callar, entre hablar bien o mal, entre destacar las virtudes o las imperfecciones de los demás, entre perdonar o resentir. Cada elección proyecta pensamientos en el fluido cósmico universal, que nos ponen en sintonía con todos los seres que sienten y piensan como nosotros. Hay que vigilar para ser alegres, siempre! El trabajo de la alegría de cada día, creo, es la sementera de la felicidad.

Hoy en la Casa de Everilda, el Evangelio nos habló a través de las palabras de Mateo, 7, 7.

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Dios y la espiritualidad nos ayudarán, pero necesitan que trabajemos, que vigilemos, que tengamos disciplina. Todo esto no lo debemos hacer en nombre de la sobriedad, todo lo contrario, lo hacemos en nombre de la alegría y de la felicidad. Deseamos ser felices, pero pedidos felicidad a través de las palabras que pronunciamos? Buscamos la felicidad a través de las acciones que practicamos? Llamamos a la felicidad en las puertas donde llamamos?

Jesús nos esclarece: si imperfectos como somos, sabemos cuidar a nuestros hijos, que esperar del Padre de todos nosotros? Dios sin embargo, espera que actuemos. Cultivar la alegría debe ser un compromiso de cada día. Trabajemos con fe, esperanza y alegría, para la cosecha de la felicidad merecida.

Una semana de trabajo, disciplina y mucha ALEGRÍA para todos!

jueves, 5 de agosto de 2010

Familia Amalia Domingo Soler

Hola lectores del blog Amalia Domingo Soler,

A veces os saludo diciendo “hola familia CEADS”, pero hoy querría saludar a TODOS nuestros lectores. En el contador, todos podéis comprobar que ya hemos tenido más de 2.000 visitas, pero lo que no podéis saber es la variedad de procedencias de nuestros lectores. Aun que muy poquitos se animan a dejar comentarios, la familia blog Amalia Domingo Soler ya proviene de 29 países diferentes.


Es maravilloso pensar que la doctrina espiritista vence fronteras. También me parece muy bonito el hecho de que en una era en que la tecnología no siempre se usa para el bien, de forma muy humilde, la utilizamos en nuestro blog para plasmar y expresar a quien quiera saber, dondequiera que se encuentre, la fe que compartimos, nuestro amor a Dios, nuestra gratitud a Jesús y nuestro respecto a la doctrina de los Espíritus.


Os invito a que participéis, que nos presentemos en la lengua que queramos o podamos, que utilicemos este espacio para compartir inquietudes y esperanzas. Para esto ha estado creado este blog, que es NUESTRO.

Un abrazo fraterno,

Janaina