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jueves, 30 de abril de 2015

Para que alumbre a todos

Hola familia,

el sábado tenemos estudio Sistematizado del Evangelio según el Espiritismo. Os dejo el texto, para ir preparando la reflexión de la tarde.

Cariños,

La hermana menor

LA LÁMPARA DEBAJO DEL CELEMÍN 

1. Ni encienden una antorcha y la ponen debajo del celemín sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. (San Mateo, cap. V, y. 15).

2. Nadie enciende una antorcha y la cubre con alguna vasija, o la pone debajo de la cama: mas la pone sobre el candelero, para que vean la luz los que entran. - Porque no hay cosa encubierta que no haya de ser manifestada: ni escondida, que no haya de ser descubierta y hacerse pública. (San Lucas, capítulo VIII, v. 16 y 17).

3. Y llegándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? - Y les respondió y dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos: mas a ellos no les es dado. - Porque al que tiene se le dará y tendrá más, mas el que no tiene aún lo que tiene se le quitará. - Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no lo ven, y oyendo no oyen ni entienden. Y se cumple en ellos la profecía de Isaías que dice: De todo oiréis y no entenderéis; y viendo, veréis y no veréis. - Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y cerraron sus ojos: para que no vean de los ojos, y oigan de las orejas, y del corazón entiendan; y se conviertan y los sane. (San Mateo, cap. XIII, v. de 10 a 15).


4. Nos maravillamos cuando oímos decir a Jesús que es menester no dejar la luz debajo del celemín, mientras que él mismo oculta sin cesar el sentido de sus palabras bajo el velo de la alegoría que no puede ser comprendida de todos. El lo explica diciendo a sus apóstoles: Les hablo por parábola, porque no están en estado de comprender ciertas cosas; ven, miran, oyen y no comprenden; decírselo todo sería inútil en este momento; pero a vosotros os lo digo, porque os es dado comprender estos misterios. Obraba, pues, con el pueblo, como se hace con los niños cuyas ideas no están aún desarrolladas. De este modo indica el verdadero sentido de la máxima: “Nadie enciende una antorcha y la cubre con una vasija, o la pone debajo de la cama, mas la pone sobre el candelero, para que vean la luz los que entran". No significa que sea necesario revelar todas las cosas inconsiderablemente: toda enseñanza debe ser proporcionada a la inteligencia de aquel a quien se dirige, porque hay gentes a quienes una luz demasiado viva las deslumbra sin darles claridad. Lo mismo sucede con los hombres en general que con los individuos; las generaciones tienen su infancia, su juventud y su vejez; cada cosa debe venir a su tiempo, pues el grano sembrado fuera de la estación no fructifica. Mas lo que la prudencia aconseja callar momentáneamente, debe descubrirse más o menos tarde, porque llegados a cierto grado de desarrollo, los hombres buscan ellos mismos la luz viva; la obscuridad les pesa. Habiéndoles dado Dios la inteligencia para comprender y guiarse en las cosas de la tierra y del cielo, quieren razonar su fe; entonces es cuando no se debe poner la antorcha debajo del celemín, porque "sin la luz de la razón, la fe se debilita" (Capítulo XIX, número 7).



5. Si, pues, en su sabia previsión, la Providencia sólo revela las verdades gradualmente, las descubre siempre que la humanidad está en disposición de recibirlas; las tiene reservadas, pero no debajo del celemín. En cambio, los hombres que están en posesión de estas verdades, la mayor parte de las veces sólo las ocultan con la idea de dominar; verdaderamente ellos son los que ponen la luz debajo del celemín. Así es que todas las religiones han tenido sus misterios, cuyo examen prohiben; pero mientras esas religiones van quedando rezagadas, la ciencia y la inteligencia han marchado y han roto el velo del misterio; el vulgo se ha vuelto adulto y ha querido penetrar en el fondo de las cosas, y ha sido cuando ha expulsado de su fe lo que era contrario a la observación. No puede haber misterios absolutos, y Jesús está en lo verdadero cuando dijo que no hay nada secreto que no deba ser conocido. Todo lo que está oculto será descubierto algún día; y lo que el hombre no puede aún descubrir en la tierra, le será sucesivamente descubierto en los mundos más avanzados y cuando esté purificado; en la tierra está aún en las tinieblas.

domingo, 26 de abril de 2015

¡Menuda semana, CEADS!

Hola familia,

esta semana CEADS ha tenido todo tipo de actividades:

- Nos hemos trasladado a la calle en la fiesta de Sant Jordi, haciendo divulgación del espiritismo en pleno Paseo de Gracia, 105, Barcelona. Por segundo año, ocupamos el mismo puesto.


- Nos fuimos a una galería de arte, a disfruta de un lujo de concierto espírita organizado por CEADS con el cantautor Pedro Cabrera. Su música, las letras de la canciones, la estampa de nuestro Sabina del espiritismo, llenó el fluido cósmico universal de acordes de esperanza y luz.


- Hicimos las clases habituales: lunes, clase de mediumnidad; jueves, GELE, actualmente con la lectura del libro Volví; viernes, Curso de Introducción a la Doctrina Espírita; sábado, clase de Estudio Sistematizado del Espirtismo.

- Nos trasladamos a Terrassa, a visitar la Associació Fraternitat Humana y compartir con ellos la charla "La gestión del conflicto bajo la óptica del espíritu inmortal".

¡Que el Maestro amigo y la espiritualidad solidaria nos bendigan los esfuerzos de iluminación, renueven las fuerzas para que sigamos trabajando y multipliquen los trabajadores!

Cariños de la hermana menor




Conferencia en la Associació Fraternitat Humana

Ayer, mientes mis compañeros de centro estudiaban las características del periespíritu, me fui  Terrassa, a la Associació Espírita Fraternitat Humana. ¡Cuánto cariño hay en esta casa! ¡Qué alegría volver a encontrar mis amigos y amigas de ideal! os dejo a continuación el resumen de mi charla.

Un abrazo a toda mi familia CEADS,

Janaina

La gestión del conflicto 
bajo la óptica del espíritu inmortal

La mayoría sentimos que NO hemos sido educados para enfrentar los conflictos de una manera positiva y que, por tanto, nos faltan herramientas y recursos. En su libro Educar en y para el conflicto, Paco Cascón Soriano nos ofrece interesantes claves para la adquisición de una visión renovada del conflicto y su gestión, lo que puede ser sumamente útil para nuestras vidas.

El reto de educar en y para el conflicto, que viene a ser lo mismo que educar para la paz, se concreta en temas tan importantes como:

1) Descubrir la perspectiva positiva del conflicto. Verlo como una forma de transformar las relaciones humanas hacia mejor. Descubrir que los conflictos son una oportunidad educativa, una oportunidad para aprender a construir otro tipo de relaciones, así como para prepararnos para la vida, aprendiendo a hacer valer y respetar nuestros derechos de una manera no-violenta, asertiva.

2) Aprender a analizar los conflictos y a descubrir su complejidad. Dar pautas a los integrantes de las casas espíritas para que tengan herramientas que les ayuden a enfrentar y resolver los conflictos en los que nos podemos ver inmersos cotidianamente.

3) Encontrar soluciones que nos permitan enfrentar los conflictos con asertividad. Desarrollar la asertividad y mejorar la comunicación serán algunas pistas.

Existe una idea muy extendida que es la de ver el conflicto como algo negativo y, por tanto, como algo que hay que eludir. Esta idea probablemente está basada en diversos motivos. Cuando pensamos en los conflictos, los relacionamos con la violencia, la anulación o destrucción de una de las partes, y no una solución justa y mutuamente satisfactoria. No obstante, el conflicto es consustancial al ser humano, lo que quiere decir que es parte de su propia naturaleza.  Como ser social que interacciona con otras personas con las que va a discrepar, y a tener intereses y necesidades contrapuestas, el ser humano crece y evoluciona, desarrollando niveles más elevados de conciencia moral e intelectual. El conflicto, además es ineludible: es parte de la vida misma. Por mucho que cerremos los ojos o lo evitemos, continuará su dinámica. Es algo vivo que sigue su curso a pesar de nuestra huida, haciéndose cada vez más grande y difícil de manejar cuanto más intentamos hacer ver que no existe. Pero Cascón nos invita a que vayamos incluso más allá, considerando que el conflicto es positivo. Para reafirmar esta idea, el autor destaca dos de razones:
  • La diversidad y la diferencia son un valor. Vivimos en un solo mundo, plural, y en el que la diversidad, desde la cooperación y la solidaridad, es una fuente de crecimiento y enriquecimiento mutuo. Convivir en esa diferencia conlleva el contraste y, por tanto, las divergencias, disputas y conflictos.
  • Sólo al entrar en conflicto con las estructuras injustas y/o aquellas personas que las mantienen, la sociedad puede avanzar hacia modelos mejores.
Desde una perspectiva inmortal, podemos comprender que los seres, tanto encarnados como desencarnados, que nos reunimos en un agrupamiento espírita, en una familia, amigos, parejas, etc., tenemos en esta oportunidad de reencuentro la divina misión de rescate del pasado, aprendizaje de formas de convivir más respetuosas y armónicas, así como la elaboración de un futuro de más paz para nosotros mismos. Así como las simpatías, también las disputas y antipatías del pasado, de existencias anteriores, serán desafíos buscando solución en la nueva oportunidad de convivencia. El reto que se nos plantea es aprender a enfrentar y resolver los conflictos de una manera constructiva. Esto implica a su vez comprender qué es el conflicto y conocer sus componentes, así como desarrollar actitudes y estrategias para resolverlo.

¿Qué es el conflicto?

Hablaremos de conflicto en aquellas situaciones de disputa o divergencia en las que hay contraposición de intereses (tangibles), necesidades y/o valores en pugna. Esa contraposición la vamos a definir como problema: la satisfacción de las necesidades de una parte impide la satisfacción de las de la otra. En base a esta definición, podemos diferenciar dos situaciones que se confunden con los conflictos rea- les: los pseudoconflictos y los conflictos latentes.

Actitudes ante el conflicto

Se pueden adoptar cinco grandes actitudes ante el conflicto.
  • Competición (gano/pierdes) - Nos encontramos ante una situación en la que conseguir lo que yo quiero, hacer valer mis objetivos, mis metas es lo más importante, no importa que para ello tenga que pasar por encima de quién sea.
  • La acomodación (pierdo/ganas) - Con tal de no enfrentarse a la otra parte yo no hago valer o no planteo siquiera mis objetivos. A menudo confundimos el respeto, la buena educación, con el hecho de no hacer valer nuestros derechos porque eso puede provocar tensión o malestar. Vamos aguantándonos hasta que no podemos más, y entonces nos destruimos o destruimos a la otra parte.
  • La evasión (pierdo/pierdes) - Ni los objetivos ni la relación salen bien parados, no se consiguen ninguno de los dos.
  • La cooperación (gano/ganas) - En este modelo, conseguir los propios objetivos es muy importante, pero la relación también. El fin y los medios tienen que ser coherentes. Es el modelo hacia el que vamos a intentar encaminar la gestión de la comunicación en nuestras vidas.
  • La negociación - Llegar a la cooperación plena es muy difícil, pero debe ser el objetivo de todos los que se dispongan a madurar espiritual y emocionalmente.

Las habilidades a trabajar serían las siguientes

a)      Crear grupo en un ambiente de aprecio y confianza

b)      Favorecer la comunicación

c)       Tomar decisiones por consenso

d)      Trabajar la cooperación

Solución de conflictos

Frecuentemente personalizamos los conflictos atacando a la persona más que al problema que ambas tenemos, lo cual nos lleva a una escalada de ataques personales, en la que a veces hasta se olvida y deja de lado el problema que originó el conflicto, centrando todas las energías y tiempo en atacar a la otra parte en lugar de en resolver el problema. Siempre es la otra persona la que tiene el problema y de ahí sólo hay un paso a considerar que no es que la otra persona tenga el problema, sino que ella es el problema. En todo conflicto hay tantas percepciones o puntos de vista como personas hay involucradas. Tenemos que conseguir que las partes aprendan tanto a expresar su percepción como a escuchar e interesarse por conocer la de la otra parte.


Cuando estalla un conflicto afloran muchas emociones y sentimientos. Aprender a reconocerlas y aceptar que estamos enojados será muy importante. Hay que buscar espacios para sacar ese enojo sin que se lo echemos encima a la otra parte de forma destructiva. Será importante reconocerlo y plantear que hasta que no salga no es un buen momento para enfrentar el conflicto.


Sabemos que encarnamos para experimentar situaciones y convivir con personas que nos convocan a niveles superiores de madurez espiritiual, emocional e intelectual. Así es como se produce el progreso que permite a uno elevarse. Nadie dice que será fácil solucionar conflictos y además verlos como una oportunidad de crecimiento, pero así es como la pedagogía cósmica nos prepara para vivir la inmortalidad. ¡Remanguemos, pues! ¡Que la luz del Maestro nos guíe siempre!


Periespíritu: nuestro cuerpo espiritual

Buenas tardes,

Ayer estudiamos el cuerpo espiritual sus propiedades y funciones en nuestro momento actual en este planeta. Resumidamente hemos apuntado los siguientes puntos más importantes:

El periespíritu o cuerpo fluídico de los Espíritus, que une el cuerpo físico con el espíritu, es uno de los más importantes productos del fluido cósmico. Es el principio de la vida orgánica, es decir, materia, pero no de la vida intelectual, que reside el Espíritu.
Es agente de las sensaciones exteriores, es imponderable y etéreo, moldeable según el medio donde vivirá y se relaciona siempre con el grado de progreso moral del ser inteligente.

La constitución íntima del periespíritu no es idéntica en todos los Espíritus encarnados o desencarnados que pueblan la Tierra o el espacio que la circunda. En los mundos y en los Espíritus inferiores, es de naturaleza más grosera y se aproxima mucho a la materia bruta.



Basicamente sus propiedades son:

Plasticidad: Es la capacidad que tiene el Espíritu de producir alteraciones morfológicas en su periespíritu.
Densidad: Es la propiedad que determina la constitución molecular del periespíritu.
Ponderabilidad: Es la propiedad que se relaciona con el peso específico del periespíritu, que varía según la densidad.
Luminosidad: El brillo periespiritual tiene directa relación con la evolución moral del Espíritu quien, por su naturaleza, posee una (...) propiedad luminosa que se desarrolla con el influjo de la actividad y de las cualidades del alma.
Penetrabilidad: Es la propiedad que permite al Espíritu atravesar barreras vibratorias, físicas o no
Visibilidad: Es la propiedad que posee el periespíritu de tornarse visible.
Tangibilidad: Es la propiedad que tiene el periespíritu de (...) tornarse materialmente tangible en forma total o parcial.
Sensibilidad: Es la propiedad que tiene el periespíritu de transmitir las sensaciones, los sentimientos y las emociones del Espíritu.
Expansibilidad: Es la característica que le permite al periespíritu su expansión y exteriorización en los fenómenos anímicos, en las donaciones fluídicas y en los procesos mediúmnicos.
Unicidad: La estructura periespiritual tiene un reflejo del alma. Esto significa, que cada persona tiene en su periespíritu la suma de todas sus conquistas evolutivas. Por lo tanto, no hay dos periespíritus
iguales.
Mutabilidad: Debe entenderse como la capacidad que le permite al periespíritu, mediante la acción de la plasticidad, cambiar su aspecto con relación a su estructura y a su forma, modificación ésta que es sustentada por la mente, en consonancia con el proceso evolutivo.



Tenemos cuatro funciones básicas del periespíritu:

  1. Función instrumental: es el instrumento de integración del Espíritu con el mundo físico y espiritual, donde acciona y recibe influencias en un regimen de intercambio.
  2. Función individualizadora: Plasma la individualidad e identificación, constituido por sus cualidades positivas y negativas.
  3. Función organizadora: Se refiere para la forma, aspectos anatómicos peculiares y los diversos sistemas de sustentación psicofisiológicos que se forman principalmente en la gestación donde el feto sella las tareas que tendrá que afrontar para evolucionar.  
  4. Función de sustentación: Garantiza la vitalidad al cuerpo físico sustentándolo desde su formación hasta su completo crecimiento durante todo el tiempo programado para su encarnación.
Cuando las ciencias médicas tengan en cuenta la influencia del elemento espiritual descubrieremos las cauas de muchas dolencias y encontraremos medios para combartilas.

viernes, 24 de abril de 2015

Menuda semana

Hola familia,

ayer CEADS estuvo en Paseo de Gracia celebrando Sant Jordi y divulgando el espiritismo en las calles de Barcelona.

Esta noche estaremos en la galería Relación Arte, calle Meriterànea 16, Barceloneta, a las 21:00, con el concierto Crisálida. Canta el poeta Pedro Cabrera. La entrada es libre y gratuita. ¡Estáis todos invitados!



Mañana sábado, la clase será sobre el periespíritu, sus funciones y características.

¡Menuda semana, familia! =)

domingo, 19 de abril de 2015

EL ESPIRITISMO EN LA VIDA ACTUAL

Hola familia,

ayer celebramos en CEADS, con mucha alegría, la XIII Jornada Espiritista de Barcelona, bajo el lema “El Espiritismo en la Vida Actual”. El Espiritismo es una filosofía que nos hace una doble invitación: primero nos invita la reflexión y compresión del mundo espiritual; segundo, y derivando de esta comprensión, el Espiritismo nos invita a la transformación de nuestras vidas, para que nos armonicemos con la fuente cósmica de sabiduría y amor. Bajo el lema de este año, los diferentes conferenciantes nos han ofrecido claves claras y prácticas para que vivamos el presente con más salud, serenidad y esperanza.

Rafael Navarrete nos habló de la “Salud Integral”. Para llegar a alcanzar un equilibrio físico, mental, social y espiritual no podemos desatender ninguna de las esferas del ser humano. Hay que cuidar el cuerpo con una dieta sana y ejercicios físicos; hay que cuidar la mente, con la oración, la meditación y pensamientos emancipadores de la materia; hay que cuidar las relaciones sociales, cultivando vínculos afectivos maduros y positivos; hay que penetrar en el conocimiento de uno mismo y práctica de valores morales más elevados. ¡Nadie ha dicho que fuera fácil!, sólo que vale la pena.

Andrea Campos nos presentó la conferencia “Desafíos de la convivencia familiar”. Nos explicó que nadie llega a un núcleo familiar por casualidad y que sólo el amor, la paciencia y la tolerancia pueden ayudar a curar relaciones difíciles en este campo. El concepto mismo de familia ha evolucionado mucho, existiendo actualmente diversos tipos según los antropólogos: nucleares o tradicionales, homoparentales, monoparentales, reconstituidas, trigeneracionales, etc… Los cambios experimentados en la sociedad con la inserción de la mujer en el mercado de trabajo han producido una reestructuración de las bases familiares. Muchas veces no sabemos como reaccionar ante estos cambios, pero debemos, en cualquiera de los casos, comprender que el respeto debe ser la base de todas y cada una de las relaciones que establezcamos con las familias modernas. Cuando consigamos pasar del respeto, hacia el amor, habremos aceptado la invitación evangélica. De momento, comprendamos que todas las familias son nucleos divinos de aprendizaje y crecimiento.


Alfredo Alonso hizo su charla titulada “Educación para la Muerte”. Inició haciendo un repaso histórico de las formas de representación de la muerte en diferentes épocas y sociedades, hasta describirnos las fases de la desencarnación. Cuanto más apegados estemos a la materia, más nos cuenta desprendernos de ella. Cuanto más hayamos hecho esfuerzos sinceros de elevación, más fácil nos será liberarnos de nuestro cuerpo físico en el momento de la muerte biológica. Alfredo también subrayó la importancia de mantener pensamientos elevados  y una actitud de oración en los velatorios. En la mayoría de los casos, el espíritu del recién desencarnado está todavía en vías de liberación de su cuerpo físico. Una actitud respetuosa ayuda a que el desenlace sea más suave, favoreciendo la acción de los trabajadores del bien.

El equipo de la Educación Espírita de CEADS hizo una breve presentación en la que nos recordó la importancia de la orientación moral de la infancia. También hicieron un grave apelo: los papás de CEADS no traen a sus hijos. Tenemos la salita preparada, tenemos a monitoras motivadas, pero nos faltan los niños. ¿Qué haremos? Atendiendo a los apelos del Departamento de estudios Doctrinarios de CEADS, la Federación Espírita Española ofrecerá los días 09 y 10 de mayo un seminario sobre la educación espírita. Este seminario está abierto a todos los padres, educadores o personas interesadas en conocer claves sobre la orientación de la infancia y la juventud, con vistas a la inmortalidad. Las inscripciones deben realizarse a través del mail estudiosceads@gmail.com. ¡Esperamos que la actividad sea del interés de toda la familia CEADS!

Cláudia Bernardes finalizó nuestra jornada con su charla “La conducta espírita y las nuevas tecnologías”. En un mundo mediatizado y digital, nos dijo Claudia, hay que encontrar el justo equilibrio en el uso de las herramientas de comunicación. El culto al YO y el aislamiento social deben ser situaciones evitadas por las personas que conocemos la esfera transcendental de nuestra existencia. es importante comprender que las tecnologías no son buenas ni malas en sí mismas, sino que es el uso que hagamos de ellas lo que definirá si las empleamos para nuestra evolución, o si por otra parte, frenamos nuestro propio progreso con actitudes egóicas y poco edificantes.

Fue toda una jornada de crecimiento, en la que reinó un ambiente de fraternidad. Nuestro cariño y más sincero agradecimiento a los conferenciantes, a los voluntarios que participaron en la organización y a todas las personas, que en los dos planos de la vida, se acercaron a nuestro local para compartir con nosotros la XIII Jornada Espiritista de Barcelona. Todo un honor y mucha ilusión por participar en la familia CEADS. ¡Gracias a todos!

Cariños de la hermana menor

PS. Este año, la espiritualidad hizo fichajes especiales y profesionales de la comunicación audiovisual han hecho grabaciones de las conferencias. Las disponibilizaremos en nuestro Canal de You Tube durante la próxima semana. De momento, disfrutad de las fotos, que dan muestra del clima de compenetración relajada que ha habido en CEADS.
  

lunes, 13 de abril de 2015

Muchos cuerpos, un sólo Espíritu

Muchos cuerpos, un sólo Espíritu
(Andrea Campos)


La Doctrina Espírita está basada principalmente en tres grandes factores: la creencia en Dios como causa inteligente de todas las cosas; la reencarnación como proceso continuo de progreso del espíritu; la práctica del amor y la caridad según las enseñanzas del maestro de Jerusalén. Una vez comprendidos los tres factores principales nos adentramos en el estudio de las leyes físicas y morales que rigen el Universo y cómo interactuamos con éste, cosmos de energía y perfección.

Primero debemos entender que espíritu y ser humano son lo mismo, aunque para diferenciarlos durante la explicación de la composición integral del ser humano, usaremos “espíritu” para el ser humano que no está limitado por la materia (desencarnado, sin cuerpo hecho de carne) y “ser humano” para la condición de encarnados (en la carne, en el cuerpo hecho de carne).



Como “seres humanos” estamos compuestos básicamente por un cuerpo físico, un cuerpo periespiritual y el espíritu. Estos cuerpos juntos nos dan la capacidad de vivir las experiencias en el planeta Tierra, según su entorno ambiental y energético.

El cuerpo físico está compuesto de materia que encontramos en nuestro planeta como carbono, oxígeno, hidrógeno, nitrógeno, etc.; posee órganos complejos que funcionan según las directrices del sistema nervioso, que a su vez está compuesto por los plexos y sus redes de conexión, consiguiendo que los órganos vitales para la vida del “ser humano” encarnado funcionen en modo automático, independientemente de su voluntad




El cuerpo espiritual o periespíritu (del griego, peri – envoltura; espíritu – ser inmortal) envuelve y da forma al espíritu, cuando éste queda separado del cuerpo físico (en la erraticidad, según denominamos la condición del ser humano desencarnado).


Para entender mejor el periespíritu dedicaremos el próximo artículo a explicar detalladamente su composición, características y funciones para el progreso del espíritu.
Destacamos entre las diversas funciones del espíritu que, mientras estamos encarnados, es responsable de la captación y distribución de la energía del Fluido Cósmico Universal, que ocurre a través de los centros de fuerza (en sánscrito, chacras), análogos a los plexos del sistema nervioso del cuerpo físico.

El espíritu es el ser inteligente e individualizado de la Creación y agente de su destino, toma las decisiones para su evolución, siempre, según las leyes perfectas que gobiernan el cosmos y todos los seres que viven en él. La naturaleza de los espíritus es algo de lo que poco sabemos.

La pregunta 82 de El libro de los Espíritus sobre la inmaterialidad de los espíritus nos dice: “[...] Inmaterial no es el término correcto; incorpóreo sería más exacto, pues debes comprender que, siendo creación, el espíritu ha de ser alguna cosa. Es materia quintaesenciada, pero sin analogía para vosotros y tan etérea que escapa enteramente al alcance de nuestros sentidos [...]”.

Esta es la belleza de nuestra creación física y depende de nosotros que la belleza moral se desarrolle, tenemos todas las herramientas para este desarrollo y debemos hacer buen uso de ellas para nuestra propia felicidad.

Manifestaciones espontáneas

Manifestaciones espontáneas
(W. Bossi)



Los espíritus que todavía no son conscientes que han dejado la materia densa (el cuerpo físico), sorprendidos o indignados con su nueva realidad de consciencia, de que siguen existiendo, que siguen vivos; en intentos muchas veces desesperados, intentan comunicarse de la manera en que le sea posible. Estos intentos pueden ser manifestados en forma de ruidos, golpes o sensaciones recibidas por aquellas personas más cercanas o sensitivas. 

Sin embargo la gran mayoría de nosotros estamos encerrados en nuestros psiquismos o sistemas de creencias, impidiéndonos ser receptivos para recibir estas informaciones. Sin entrar a valorar en creer o no creer en estas manifestaciones, Kardec nos deja una directriz sin igual para lograr entender la relación entre el mundo espiritual y el material: "[…] toda manifestación debe ser analizada bajo el razonamiento, con criterio y vigor; más vale rechazar diez verdades que admitir una sola mentira, una sola teoría falsa. No debemos creer por creer, sino que todo debe ser analizado cuidadosamente. La fe requiere una base y esa base es la comprensión formada en lo que se debe creer".

Por otra parte, las manifestaciones de los espíritus que desean comunicarse de forma persistente, mediante golpes, ruidos o por el movimiento de  objetos, puede llevar a interpretaciones erróneas por parte de los vivos (encarnados), porque estos modos de comunicación pueden causar pánico, miedo, etc. Hoy por hoy ya no son tan comunes este tipo de manifestaciones, salvo por la ignorancia de seres espirituales a quienes Kardec los llama “espíritus burlones” y son desconocedores de la necesidad universal del progreso. Ellos y también nosotros, podemos y debemos instruirnos porque sólo el estudio nos libera de la ignorancia. Allan Kardec, entre otros autores, nos legó una extensa literatura y en el mundo de los espíritus existe una infinidad de espíritus esclarecidos, quienes están siempre dispuestos a ayudar. 

En la actualidad son raros los fenómenos físicos de origen espiritual; la gran mayoría de los acontecimientos tienen una explicación física. Pero sobre la minoría de fenómenos, que tienen relación con el mundo de los espíritus ¿se sabe cómo podrían suceder? Aunque separemos el mundo en material y espiritual, en físico  y extra físico, para comprender el universo didácticamente, todo sigue siendo una gran unidad, donde todo está bien atado. Para que sucedan los fenómenos físicos es necesario un fluido muy particular, que posee un tipo específico de médium al que Kardec llama "médium natural", quienes no siempre saben, ni siquiera, que tienen más desarrollada esa facultad. Incluso puede haber casos en que el espíritu aparentemente actúe sólo, pero sin ese fluido animalizado sería muy difícil, sino imposible, conseguir esos efectos.

Siendo los fenómenos, el resultado de la manipulación de ese fluido, por espíritus ignorantes o burlones; seguramente en manos de los bienhechores esos mismos fluidos serán transformados. Todo esto dependerá siempre de la sintonía o vibración en que emita el médium. De acuerdo con sus pensamientos, sus actitudes frente a la vida, atraeremos un tipo u otro de amistades espirituales. Ciertamente por eso Jesús decía: "orad y vigilad, la ley de afinidad y atracción está directamente ligada a nuestra conducta moral. Los fluidos animalizados que tienen los médiums de “efecto físico”, podrán ser manipulados por los espíritus; es decir, la gran mayoría no son ni siquiera conscientes de ser poseedores de éste, pudiendo ser donadores energéticos consciente o inconscientemente.


Otra característica de ese fluido es que es de difícil transporte, por tanto, si en algún lugar ocurre algún tipo de fenómeno, lo cierto es que el médium tiene que estar cerca.

Al principio de la codificación, la espiritualidad superior utilizó ese mecanismo para dar a conocer la existencia del mundo espiritual; tras los fenómenos de las mesas giratorias residía la razón sublime y esclarecedora del mundo invisible. Hoy en día y teniendo la humanidad conocimiento sobre toda esta realidad paralela ya no justificaría la existencia de los mismos, lo cual nos lleva a concluir que la mayoría de los fenómenos físicos espontáneos de hoy, no conllevan una motivación moral elevada. Sólo nos queda orientar a esos seres sobre su situación, tarea que se realiza a menudo en las reuniones de mediumnidad en los centros espíritas. Sólo puede orientar y ayudar aquel que tiene un conocimiento profundo y el único camino para ello es el estudio serio y disciplinado.

Teniendo en cuenta la complejidad de los fenómenos físicos, sea por golpes, por transporte de objetos o por materializaciones de espíritus entre otros, no debemos ni creerlos ciegamente ni descreerlos todos, sino que deben ser estudiados para nuestra mejor comprensión de este intercambio entre el mundo espiritual y el material.

La Nueva Era

La Nueva Era
(Janaina Minelli)


El Evangelio según el Espiritismo nos habla de una nueva era. ¿Qué características tiene esta nueva etapa de la humanidad? Los espíritus que participaron en la codificación de la Doctrina Espírita advierten que la revolución que se está gestando es de orden moral, no material. Los ideales de libertad que existen hoy en la sociedad son precursores de valores que renovarán el mundo a través de la ética cristiana. Los hombres se reconocerán hermanos unos de los otros y habrá caridad en los corazones para con todos. El corazón y el amor marcharán unidos a la ciencia. En suma, nos dicen los espíritus, la Tierra debe transformarse en una morada adecuada para espíritus superiores a los que hoy residimos en ella.


Un momento, ¿y nosotros, los actuales arrendatarios? Este es efectivamente un momento decisivo para la humanidad. Es necesario invertir el tiempo con sabiduría, limando el propio carácter a través del servicio al prójimo. Nos recuerdan los espíritus la imagen evangélica de las vírgenes locas que fueron sorprendidas por el esposo. Nos advierten, que estemos preparados, que no hagamos como ellas. La preparación consiste en abandonar las actitudes de orgullo y vanidad. Es preciso doblegar el ego, hacer hueco en el corazón para la humildad, para el perdón, para la renovación de valores, sentimientos, pensamientos y actitudes. La Tierra no nos pertenece. Su patrón vibratorio se eleva a medida que la revolución moral toma cuerpo. Lentamente, pero de forma imparable, la humanidad despierta para una etapa de principios espirituales más elevados. Es necesario acompañar este movimiento ascendiente si deseamos vivir la nueva era anunciada por los espíritus en la Tierra. 

Foto: Marcelo Nogare
Moisés inició la obra de renovación de conciencias. Jesús la trascendió, ejemplificando una forma de amor ágape irresistible al que le busca con sinceridad. La doctrina espírita pone al abasto tanto del hombre sencillo, así como del hombre instruido, las enseñanzas evangélicas y la ley natural, de orden divino Todo lo que es de orden divino tiene objetivo grande y útil. Así es el Espiritismo. Al hombre sencillo, le aclara las metáforas y alegorías de difícil comprensión presentes en el discurso atemporal del Maestro. Al hombre instruido, le satisface la expectativa de la mente acostumbrada a la razón, presentando de forma lógica la ley de evolución a la que todos los seres, criaturas de Dios, estamos sometidos. Seamos sencillos o instruidos, tenemos posibilidades de conocer la ley de amor. Vivirla es responsabilidad de cada uno, tarea que cabe a cada ser existencia tras existencia.

Dios confirió al hombre la capacidad del libre albedrío. Cada uno es por este principio responsable de las elecciones que hace, del ritmo y la dirección que imprime a su trayectoria evolutiva. Con profundo respeto por las opciones que cada ser realiza, el Maestro nos educa en la ley de amor. El mandamiento es claro: hacer con los demás, los que nos gustaría que hicieran con nosotros mismos. La otra cara de la moneda es la ley de causa y efecto: dar es recibir. No por otra razón se suele decir comúnmente que somos señores de nuestras elecciones y esclavos de sus consecuencias.

Muchos piensan que la llamada Nueva Eratardará mucho en llegar y actúan como las vírgenes locas, malgastando su tiempo entre orgullo, vicio e inactividad. Los espíritas, sin embargo, aprendemos que heredaremos la Tierra en la justa medida de lo que hagamos por su progreso y por el nuestro propio. Sea todo espiritista sincero un trabajador incansable de su propia renovación, la renovación de la humanidad y del adviento de la nueva era.

Los ángeles

CAPÍTULO VII - LOS ÁNGELES
(Silver Chiquero)


Los ángeles según la Iglesia.

Todas las religiones admitieron la existencia de ángeles. El materialismo los ubicó entre las ficciones y las alegorías. La creencia en los ángeles forma parte esencial de los dogmas de la Iglesia. Su presencia es constante, en cada página de los libros sagrados del Antiguo y Nuevo Testamento, incluso en el sino de las religiones politeístas y en las fábulas de la mitología. Los designios particulares de la Providencia les están ocultos, pero se les revela cuando en ciertas ocasiones están encargados de anunciarlos a los hombres. Las comunicaciones de las inteligencias puras no necesitan ojos para ver ni oídos para oír, comunican sus sentimientos de una manera propia y totalmente espiritual.

Refutación

El Concilio de Letrán dijo: “Creemos firmemente que sólo hay un Dios verdadero, eterno e infinito quien, en el comienzo de los tiempos creó a toda criatura de la nada, a la espiritual y a la corporal, a la angélica y a la mundana y luego creó, como medio entre ambas, a la naturaleza humana, compuesta de cuerpo y espíritu”. ¿Qué pasa entonces con el texto bíblico que determina el momento de la creación en seis mil años? A quién creer entonces ¿al Concilio o a la Biblia?

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Si el destino esencial del alma es según el Concilio, estar unida al cuerpo, esa unión constituye su estado normal, su meta, su fin último, su destino. Sin embargo, el cuerpo es mortal y el alma es inmortal; su unión con el cuerpo sólo acontece una vez, según la Iglesia. Para muchos esa unión dura apenas unas horas ¿de qué utilidad puede ser para el alma esta existencia tan corta?

Los ángeles saben por qué son ángeles, sin haber necesitado aprender, así los creó Dios. El alma, por el contrario, debe aprender. Si el alma sólo recibe las ideas por los órganos corporales ¿qué idea puede tener el alma de un niño que muere a los pocos días de nacer, si admitimos –con la Iglesia-, que no vuelve a nacer? Si al desprenderse del cuerpo ya nada puede adquirir, el alma del niño, del salvaje, del cretino, del idiota y del ignorante, ¿permanecerá permanentemente como era antes de morir, eternamente nula? ¿No se rebaja la figura de Dios al identificar su gloria con el número de súbditos, oficiales y servidores de la Tierra? Esa idea falsea la opinión que se tiene de su grandeza. ¿Qué convierte a un monarca en alguien verdaderamente grande? Su justicia y bondad, el título merecido de Padre de sus súbditos.

Los ángeles según el Espiritismo.

Las almas o Espíritus, son creados simples e ignorantes, sin conocimientos y sin conciencia del bien y del mal, pero con aptitudes para adquirir todo lo que les falta y que logran mediante el trabajo. La meta es igual para todas y ella consiste en alcanzar la perfección, a la cual dejan con mayor o menor prontitud, en virtud de su libre albedrío y en razón de sus esfuerzos. Dios no favorece a nadie en especial porque todas son sus hijas y al ser justo no tiene preferencias por ninguna.

El alma en las primeras fases de su existencia, carece de experiencia, mas Dios le otorga los medios para adquirirla. Sufre las consecuencias de cada paso en falso y aprende a sus expensas lo que debe evitar. Es así como, poco a poco, se desarrolla, perfecciona y avanza en la jerarquía espiritual y hasta que haya llegado al estado de ángel o Espíritu puro. Antes de haber alcanzado el último grado, gozan de una dicha relativa a su adelanto, pero esa felicidad no se encuentra en la pasividad, sino en el cumplimiento de las funciones que Dios les confió y que llevan a cabo con felicidad.


Ángeles o Espíritus puros los hubo en todos los tiempos, eternamente; para nosotros es como si siempre hubiesen sido ángeles. Dios nunca estuvo inactivo. No necesitó crear seres privilegiados; todos antiguos o nuevos conquistaron su progreso en la lucha y a través de su propio mérito. Siempre ha tenido como colaboradores a Espíritus puros, fieles e iluminados, encargados de la transmisión de sus órdenes ya se trate del gobierno de los mundos o de los detalles más pequeños.