Personalidad y religiosidad / espiritualidad (R/E)
Letícia Oliveira Alminhana;
Alexander Moreira-Almeida
Universidade Federal de Juiz de Fora
Introducción
La personalidad ha sido estudiada por la psicología,
en Occidente, desde el sigloséculo XIX. Sin embargo, los aspectos
relacionados con la religiosidad/espiritualidad (R/E) fueron poco explorados o
incluso patologizados por algunas teorías de personalidad y por la psicología y
la psiquiatría como un todo2. Sin embargo, actualmente, la
relación entre R/E y la salud fue examinada en una publicación que revisó más
de 1.200 estudios realizados a lo largo del siglo XX, en: The handbook
of religion and health. En él, los autores afirman que la religión sigue
teniendo un papel significativo en la vida de las personas, incluso después de
importantes avances en áreas como educación, psicología y medicina. Por
ejemplo, los estudios muestran que las creencias y las prácticas religiosas son
estrategias eficaces de muchos pacientes para hacer frente a las enfermedades;
El 80% de los estudios revisados por Koenig et al. apuntan
hacia relaciones positivas entre religiosidad y bienestar. Estudios
prospectivos, semiexperimentales y experimentales, sugieren que actividades
religiosas y / o espirituales conducen a la reducción de los síntomas de
depresión y que psicoterapias seculares y de orientación religiosa presentan la
misma efectividad.
En ese sentido, recientemente los fenómenos
relacionados a la esfera religiosa y espiritual del comportamiento humano se
incluyeron en clasificaciones como el Manual
Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales y,
también, la Organización Mundial de la Salud incluyó un dominio denominado
religiosidad, espiritualidad y creencias personales en su instrumento de
evaluación de calidad de vida, o WHOQOL. Además, hay muchos
estudios que relacionan el contexto religioso para la salud física y mental,
aunque hay poca investigación sobre la relación entre R/E y la personalidad.
Actualmente, investigadores de diversas áreas
comienzan a ver la R/E como área de creciente potencial para la teoria y la
investigación en personalidad. Y, ante ello, este artículo tiene
como objetivo revisar las evidencias empíricas de investigaciones sobre la
relación entre religiosidad, espiritualidad y personalidad.
Método
Se realizó un levantamiento de la producción académica
por medio de las siguientes bases de datos virtuales: PubMed e PsychInfo, con
artículos indexados hasta enero de 2008. Las investigaciones en tales fuentes
de datos se realizaron con las combinaciones: "personality and
spiritu*" e "personality and religio*"; y se encontraron 530 artículos
en PubMed y 350 en PsychInfo. Los artículos fueron seleccionados a partir de
sus títulos, cuando éstos incluían el estudio de la personalidad y R/E, y luego
de los resúmenes, entre los cuales se incluyeron sólo aquellos que hacían
revisiones sobre la relación entre R/E y personalidad y que presentaban
resultados con datos originales. Además, fueron investigados los artículos
presentes en un metanálisis sobre el tema y se analizaron las
referencias bibliográficas de los artículos obtenidos, con el objetivo de
encontrar otros cuyo tema fuera relevante para el contenido abordado en la
presente revisión.
Resultados
En las últimas décadas, con el fin de investigar la
relación entre la personalidad y la religiosidad / espiritualidad, muchos
investigadores utilizaron las taxonomías de los rasgos de personalidad
descritos en dos grandes modelos10. El primero es conocido como
"Tres Grandes" (Big Three) factores o P-E-N de Hans
Eysenck; el segundo es el modelo de los "Cinco Grandes" (Big Five)
o Modelo de Cinco Factores, que fue impulsado por las investigaciones léxicas
de Cattel.
De acuerdo con Hall et al., el
modelo de Hans Eysenck presenta dos aspectos centrales para el estudio de la
personalidad: un descriptivo, taxonómico y biológico, responsable de las
diferencias individuales y fundamentales de la personalidad; otro causal, que
resulta del aprendizaje y del ambiente.
En el modelo de Hans Eysenck, Psicoticismo es
el factor asociado a egocentrismo, frialdad, agresividad, impersonalidad,
impulsividad, falta de empatía, creatividad, obstinación y antissociabilidad;
Extroversión se asocia a la sociabilidad, vitalidad, actividad, asertividad,
búsqueda de sensaciones, dominancia; El neuroticismo está ligado a
características como ansiedad, depresión, sentimientos de culpa, baja autoestima,
tensión, irracionalidad, timidez, tristeza y emotividad. A partir
de esa teoría, se desarrollaron posteriormente el Eysenck Personality
Inventory (EPI), que evalúa la introversión y el neuroticismo, y el Eysenck
Personality Questionnaire (EPQ), que incluye el psicoticismo.
El segundo modelo, de los Cinco Grandes factores de
personalidad o Big Five, tuvo como base el trabajo de R. B.
Cattell, que puede ser considerado su "padre intelectual"1.
Sus análisis factoriales de la personalidad utilizaron la llamada
"hipótesis léxica", que consistía en recoger informaciones a partir
de expresiones encontradas en el lenguaje natural de las personas, encontrando
alrededor de 16 factores que describían la personalidad.
Utilizando un método similar al de Cattell, algunos
estudios posteriores analizaron la estructura de la personalidad y llegaron a
apenas cinco factores que eran obtenidos con confiabilidad. La
nomenclatura de cada factor utilizada en el manual del Inventario de
Personalidad NEO, versión brasileña, revisado (NEO PI-R), originalmente
desenvolvido por Costa y McCrae, presenta: Extroversión,
Neuroticismo, Apertura a la Experiencia, Conciencia y Amabilidad.
Extroversión y Neuroticismo corresponden
a los factores E y N de la escala de H. Eysenck. Apertura
a la Experiencia está asociada a la flexibilidad de pensamiento, a la
fantasia y a la imaginación, a la apertura para nuevas experiencias e intereses
culturales. Conscienciosidad se refiere al sentido de contención, al sentido práctico, a la
responsabilidad, al celo, a la disciplina, a la honestidad, a la ingenuidad, a
la cautela, a la organización y a la persistencia. Amabilidad
está relacionada a actitudes y
comportamientos pro-sociales, a características como altruismo, cuidado, amor,
apoyo emocional, docilidad, generosidad y lealtad.
Conscienciosidad y Amabilidad corresponden a polos opuestos a la escala de
psicoticismo de Eysenck.
R/E y los Tres Grandes factores de la personalidad (PEN)
Teóricamente, las hipótesis de Michael Eysenck sobre
el modelo de los Tres Grandes factores de personalidad afirman que extroversión
y psicoticismo poseen asociaciones negativas con religiosidad, mientras que el
neuroticismo presentaría asociaciones positivas. En ese sentido, un metanálisis
de 12 estudios sobre R/E y los Cinco Grandes factores de personalidad afirma
que, en varias culturas y denominaciones religiosas, convergen para la
resultante asociación entre religiosidad y bajo psicoticismo.
Sin embargo, es importante resaltar en estos estudios
que dimensión religiosa está siendo estudiada. La dimensión más utilizada en la
presente revisión es la "orientación religiosa" propuesta por Gordon
Allport, psicólogo de Harvard que tambiém estudió la personalidad.
De acuerdo con él, la orientación religiosa de una persona puede ser Extrínseca
o Intrínseca. la religiosidad extrínseca está asociada a comportamientos
religiosos que apuntan a beneficios externos, de status, seguridad
y distración, en que la persona se vuelve a lo sagrado o a Dios, pero sin
desapegarse del self. Por otro lado, la religiosidad intrínseca
está asociada a un sentimiento de significado último de la vida, en que la persona
busca armonizar sus necesidades e intereses sus creencis, esforzandose por
internalizarlas y seguirlas completamente. Como dice Allport, al
establecer una comparación entre las dos orientaciones: "los extrínsecos
usan su religión mientras los intrínsecos la vivencian".
Utilizando esa diferenciación, Maltby encontró
resultados significativos que presentaron asociaciones negativas entre
religiosidad y psicoticismo. El estudio aplicó la Escala Modificada de
Orientación Religiosa (GORSUCH y VENABLE, 1983 – Age-Universal, Escala
I – E – Intrínseca-Extrínseca) y el Cuestionario de Personalidad de Eysenck
(EPQR – A – R) en dos muestras de estudiantes universitarios de Irlanda (n =
172) y de Inglaterra (n = 213). En los resultados, la orientación religiosa
intríseca, pero no la extrínseca, estuvo asociada negativamente a psicoticismo.
Michael Eysenck presenta tres
alternativas para explicar la consistente relación negativa entre psicoticismo
y religiosidad: la primera sería que personas con bajo psicoticismo serían más
atraídas para la religión, que possen más actitudes positivas relacionadas a
esta que personas con alto psicoticismo; la segunda explicación sería lo opuesto,
o sea, personas que adoptan actitudes y prácticas religiosas tienden a
presentar como resultado bajo psicoticismo y la última alternativa sería considerar
que bajo psicoticismo y alta religiosidad son características socialmente
deseables; por lo tanto, se espera que personas con altos índices de
sociabilidad presenten menos psicoticismo y más religiosidad.
Con relación a eso, McCullough et al. consideran
que, aunque los investigadores han tenido éxito en descobrir una correlación
básica entre religiosidad y personalidad, estando las medidas de una
relacionadas con las medidas de la otra, eso no explica por qué tales medidas
están relacionadas. Siendo así, las dos primeras alternativas de explicación de
Michael Eysenck carecen de más estudios longitudinales para
que se sepa la dirección de esa asociación.
La tercera hipótesis de Michael Eysenck para
explicar a relación negativa entre psicoticismo y religiosidad fue examinada
por Lewis, en dos estudios con el propósito de observar si esa
relación estaría "contaminada" por la expectativa social. En el
primer estudio, incluso controlando para las puntuaciones de la Escala de
Mentira, las únicas correlaciones significativas encontradas fueron la
asociación negativa entre psicoticismo y religiosidad, y la asociación positiva
entre psicoticismo y obsesividad.
En el segundo estudio, la aplicación de los
instrumentos ocorrió en dos tiempos: en el primer momento los sujetos respondieron
a los cuestionarios bajo condiciones normales, pero en el segundo, ellos fueron
conectados a un "detector de mentiras" (bogus pipeline). Los
resultados no presentaron diferencias significativas entre las puntuaciones
obtidas bajo condiciones normales y bajo la segunda condición, con el
"detector de mentiras". La conclusión de la revisió fue
de que los dos estudios sustentan que la asociación entre religiosidad y trazos
de personalidad de obsesión y de psicoticismo no están en función de la
expectativa o deseabilidad social.
Hills et al. utilizaron
el Religious Life Inventory, incluyendo escalas que median las
dimensiones de religiosidad intrínseca, extrínseca y búsqueda (quest – búsqueda
religiosa/espiritual) y el EPP (Eysenck Personality
Profiler), para evaluar los rasgos de personalidad. Su muestra fue de 400
estudiantes universitarios (110 hombres y 290 mujeres). Los resultados no
encontraron asociaciones significativas entre extroversión y religiosidad. Sin
embargo, neuroticismo estuvo asociado positivamente con religiosidad extrínseca
y búsqueda y no presentó asociaciones con religiosidad intrínseca y con las
variables comportamentales de frecuencia a la iglesia y oración personal.
Psicoticismo estuvo asociado negativamente a todas las variables religiosas,
comportamentales y psicométricas, siendo todas las asociaciones de magnitud
similares, aunque la relacionada a la religiosidad extrínseca sea la más débil.
Tambiém se observó que las relaciones entre psicoticismo y religiosidad no pueden
ser atribuidas a diferencias únicamente de género (en el caso masculino), siendo,
entonces, la asociación negativa con psicoticismo una característica general de
la religiosidad.
Las observaciones más importantes del estudio son que
el sentimento de culpa está asociado a cada una de las orientaciones
religiosas, constituyéndose como un fuerte predictor de religiosidades
intrínseca y de búsqueda; de que los intrínsecos parecen ser más felices, más
dogmáticos, no agresivos e independentes; de que el comportamiento religioso
está asociado con todos los factores de mayor orden del PEN Eysenckiano
(Psicoticismo, Extroversión y Neuroticismo), en contraste con los hallazgos
anteriores que afirmaban que el psicoticismo era el único predictor más
evidente de religiosidad.
De esa forma, el análisis de los datos de este estudio
sostiene la concepción de que las creencias religiosas están asociadas a sentimientos
de culpa, como se observa en Freud e en Pratt al tratar de la
natureza de la religión. Sin embargo, los resultados no apoyan la visión de que
los individuos religiosos son, por otro lado, neuróticos, lo que también
afirmaba Freud. Al contrario, según los autores, los intrínsecos tienden a ser
más felices e independientes.
Resumiendo, los estudios que relacionan R/E y los Tres
Grandes factores de la personalidad convergen para una asociación negativa
entre religiosidad y psicoticismo, que no es explicada
por la deseabilidad social, por las diferencias de género.
R/E y los Cinco Grandes factores de la personalidad (Big
Five)
La revisión sistemática con metanálisis de 13 estudios
sobre religiosidad y los cinco factores de personalidad, realizada por Saroglou,
analisó diferentes dimensiones de religiosidad. Las religiosidades general/intrínseca
y abierta-madura estuvieron correlacionadas, principalmente, com Amabilidad y
Conscientización (igual a bajo psicoticismo), según lo esperado por el autor. De
acuerdo con Saroglou, la religión está relacionada con los cinco
factores de personalidad, pero esa relación depende claramente de la dimensión
de religiosidad que se mide. Para él, los futuros artículos deberían permitir
que los metanálisis investigaran el impacto de variables moderadoras, como edad,
género, denominación y poblaciones religiosas generales versus específicas.
McDonald y Taylor condujeron un
estudio con 1.129 estudiantes universitarios de Psicología, en Canadá, y
obtiveron resultados similares a aquellos señalados por Saroglou11.
Una de las limitaciones del estudio, apuntada por los autores, es el hecho de
que estudiantes universitarios puedee no constituir una muestra apropriada para
estudiar las relaciones entre personalidad y religiosidad.
McCullough et al. afirman
que la mayoría de los estudios sobre personalidad y religiosidad son
transversales y con instrumentos de autoevaluación. Según ellos, las investigaciones
longitudinales más amplias, así como estudios que evalúen de forma más completa
la interrelación de la personalidad y de los factores sociales en la formación
de la religiosidad, serán pasos lógicos en el sentido de dar seguimiento a la
visión de Allport para una psicología de la personalidad que ofrezca una luz a
la dimensión religiosa del funcionamiento humano.
La única investigación longitudinal encontrada en esta
revisión es el estudio conducido por McCullough et al.,
que examinó la asociación entre los Cinco Grandes factores de personalidad y
religiosidad, bajo la perspectiva del desarrollo. Los autores analizaron 492 adolescentes
superdotados (QI = o > 135), entre 12 y 18 años, por un período de 19 años.
Los adolescentes fueron evaluados en intervalos entre 5 y 10 años, y sus padres
y profesores tambiém completaron una escala de personalidad relacionada con su
percepción sobre cada participante. En sus resultados, los adolescentes que
fueron apuntados por los padres y profesores como más abiertos a la experiencia
se volvieron más religiosos en la fase adulta, lo que contraría las expectativas,
pues la Abertura a la Experiencia está relacionada a la tendencia a considerar
novas ideas y a cuestionar valores y creencias. Sin embargo, como los temas relacionados
con la R/E son amplios en lo que se refiere a ideas, creencias y valores, es
posible que la Abertura a la Experiencia pueda predisponer a los adolescentes a
considerar las dimensiones de R/E de la vida.
Los resultados obtenidos tras el control para las correlaciones
entre los Cinco Grandes por medio de regresiones multivariadas apuntan hacia la
Consciencia en adolescentes como el único predictor significativo para la mayor
religiosidad en la adultez joven. Según los autores, esto parece
sugerir processos de desarrollo en que la Consciencia sería una tendencia
biológica y la religiosidad, una característica adaptativa que personas con
alta concientización estarían propensas a adotar. Aún así, la asociación Conciencia-religiosidad
parece alcanzar a los adolescentes en general, sin diferencias entre sus grados
de educación religiosa.
Además, la investigación también observó que
adolescentes que mostraban mayor inestabilidad emocional estaban más sujetos a
adoptar, en la mayoría de edad, niveles de religiosidad semejantes a los de sus
padres. Para los autores, esto puede significar que el adolescente
emocionalmente inestable puede adotar la religión de los padres como forma de
manter el bienestar afectivo y evitar conflictos con la família.
En resumen, los resultados encontrados en los estudios
presentan asociaciones positivas entre alta Conscienciosidad, alta Amabilidad y
religiosidad; y la Conscienciosidad aparece como predictor
de religiosidad en la adultez, independentemente de la educación religiosa recibida.
R/E más allá de los Cinco Grandes
De acuerdo con Saucier y Goldberg, un
cuerpo considerable de investigaciones ha demostrado el poder de síntesis de los
cinco amplios factores de personalidad, tanto en autodescripciones y en
descripciones hechas por otros. Sin embargo, algunos investigadores han
sugerido que un gran número de contenido descriptivo de la personalidad no está
incluido de forma adecuada en el modelo de cinco factores.
En el estudio conducido por Hills et al.,
los análisis factoriales entre dimensiones de religiosidad y factores de
personalidad predictivos observaron que las dimensiones de religiosidad
formaban un discreto y substancial segundo factor que no estaba asociado con ninguno
de los factores primarios o de mayor orden de personalidad. Siendo así, los
autores afirman que las diferentes dimensiones de religiosidad parecen poseer
más en común unas con otras que con cualquiera de los factores primarios de
personalidad. Por lo tanto, según Hills et al. se
puede concluir que ser religioso está asociado con algún aspecto de la
personalidad que no está representado en los 21 factores primarios del EPP (Eysenck
Personality Profiler) o que la "conciencia espiritual" es, ella
misma, una diferencia individual de la personalidad que está faltando en los
modelos más tradicionales. Esta última posibilidad parece ser consistente con la
sugerencia de Piedmont27, de que a transcendencia espiritual puede
ser un factor adicional que no está incluido en el modelo de cinco factores de
la personalidad.
Otro estudio realizado por Kosek, en
Polonia, investigó la utilidad del Modelo de Cinco Factores como un instrumento
interpretativo para evaluar construcciones religiosas. Según el autor, los
resultados sugieren que una predisposición personal en dirección a los otros
(alta Amabilidad y Concientización) está asociada a una creencia positiva en
relación a Dios. Los análisis de regresiones múltiples sugirieron
que los cinco dominios de personalidad explicaron el 4% de la variedad en la calidad
de la relación con Dios de una persona, mientras que la orientación religiosa
explicó el 35% de esa variedad. Este estudio es una adaptación del paradigma de
Piedmont e Hendrick y es el primero en traer esas cuestiones
al contexto polaco.
En Bélgica, Duriez et al. realizaron
un estudio con estudiantes de Psicología (n = 335) con el objetivo de analizar las
relaciones entre dos dimensiones de religiosidad (Inclusión versus Exclusión de
Trascendencia y Literalismo versus Simbolismo) y dos modelos de personalidad: los
Cinco Grandes y el Identity Style Inventory. En los
resultados, Duriez et al. afirman que no hay ningún
tipo de relación entre ninguno de los cinco factores de personalidad y la creencia
o no en una realidad transcendente o un Dios personal. Los resultados apuntados
por ellos están en concordancia con los hallazgos de Piedmont, Paunonem
y Jackson, los cuales sustentam que a religiosidade e a
espiritualidade estão além dos fatores representados en el Modelo de Cinco Factores
de personalidad.
En ese sentido, el estudio conducido por Saucier y
Goldberg, de la Universidad de Oregon, identificó 53 grupos de
adjetivos que parecían no estar insertos en la clasificación de los Cinco Grandes
y los administró en una muestra de 694 adultos, 57% mujeres, con una edad media
de 50 años. Utilizando como punto de corte una relación de 0,3 para adjetivos se
consideran independentes de los Cinco Grandes, presentó los siguintes
resultados: Religiosidad, Valencia Negativa y varios aspectos de la Atracción.
Por lo tanto, según los autores, tales resultados apuntan a la necesidad de
suplementación de los Cinco Grandes, si se trata de entender de manera más
amplia los rasgos de personalidad.
De modo aún más explícito, el análisis de Paunonen y
Jackson, con relación a la cuestión – "¿Qué está más allá de
los Cinco Grandes?" –, lanza la respuesta – "Mucha cosa!". Esta
conclusión está apoyada en el examen, hecho por los autores, de los datos ofrecidos
por Saucier y Goldberg, presentados arriba. Paunonen y Jackson consideraron
los critérios de Saucier y Goldberg muy liberales y decidieron
reevaluar los 53 grupos de adjetivos que parecían no estar insertos en la clasificación
de los Cinco Grandes, analizados anteriormente por Saucier y Goldberg.
Ellos eligieron, pues, como punto de corte una relación de 0,2 para adjetivos
independentes de los Cinco Grandes, la cual consideraron más razonable, pero
todavía liberal. Los resultados mostraron 26 grupos considerados relativamente
independentes de los Cinco Grandes. De estos, se encontraron nueve dimensiones
bipolares y, de todas ellas, aquellas que identificaban al grupo
"Religioso, devoto, venerado" presentaron las correlaciones más bajas
con los Cinco Grandes.
Conforme a Paunonen y Jackson, ese
resultado confirma la afirmación de Saucier y Goldberg de que
la dimensión de religiosidad es la más probable candidata a residir más allá de
los cinco grandes factores tradicionales de personalidad.
Espiritualidad como un sexto factor de personalidad
Piedmont presenta tres criterios
empíricos que serían necesarios para demostrar que las variables espirituales
representan algo diferente de las dimensiones que cubren el Modelo de Cinco
Fatores: 1º. La nueva dimensión de personalidad debe mostrar ser independiente
de las cinco ya existentes; 2º. Necesita estar en un nivel de generalidad y
alcance comparable a las otras cinco, asumiendo muchas facetas menores; 3º. Debe
ser recuperable, sobreviviendo a las múltiples fuentes de información, es
decir, por medio de fuentes de clasificación y de medidas.
La investigación de Piedmont fue
realizada con el propósito de desarrollar una escala que pudiera contener
medidas que capturaran aspectos del individuo que sean independientes de las
cualidades contenidas en el Modelo de Cinco Factores de personalidad. El
instrumento es denominado de "Escala de Transcendencia Espiritual", siendo
"transcendencia espiritual" definida como: a) un sentido de
conectividad con toda la raza humana; b) Universalidad, creencia en la
naturaleza unitiva de toda la vida; c) Rezar, tener sentimentos de alegría y
contentamiento que resultan de encuentros personales con una realidad
transcendente.
La investigación utilizó dos muestras: una de
desarrollo, con 277 mujeres y 102 hombres, y otra de validación, que contó con
265 mujeres y 91 hombres; cada participante indicó a dos personas que lo
conocían hace por lo menos tres meses para responder a escalas sobre ellos. Los
resultados confirmaron que la Trascendencia Espiritual se mostró: 1º. Independiente
de las medidas del Modelo de Cinco Factores; 2º. Evidenció una buena
convergencia interobservada; 3º. Logró predecir un amplio alcance de resultados
psicológicos salientes, incluso después del control de los efectos predictivos
de los Cinco Factores de la personalidad. De este modo, según Piedmont,
la Transcendencia Espiritual representa una dimensión distinta en el funcionamiento
psicológico y debe ser considerada una potencial sexta dimensión de la
personalidad.
En la misma dirección, McDonald buscó
explorar la existencia de una estructura factorial significante que fundamentase
la espiritualidad y la asociación de esta con la personalidad (Modelo de Cinco
Factores). Los resultados apuntaron a la existencia de cinco dimensiones
robustas de espiritualidad: 1. Orientación Cognitiva en relación a la
Espiritualidad (incluye creencias, actitudes y percepciones acerca de la
naturaleza y de la importancia de la espiritualidad); 2. Dimensión Experiencial
/ Fenomenológica de la Espiritualidad (experiencias que se describen como
espirituales, religiosas, místicas, de pico, trascendentales y transpersonales);
3. Bienestar Existencial (sensación de sentido y propósito para la existencia y
la percepción de sí mismo como siendo competente y capaz de lidiar con las
dificultades de la vida y con las limitaciones de la existencia humana); 4. Creencias
Paranormales (creencias en precognición, psicocinesis, espiritualismo,
fantasmas y apariciones); 5. Religiosidad (expresión de la espiritualidad por
medio de significados y símbolos religiosos). Para medir esas dimensiones, se
validó el Inventario de Expresiones de Espiritualidad.
Las asociaciones entre el Inventario de Expresiones de
Espiritualidad y el NEO PI-R presentaron altas correlaciones entre la Dimensión
Fenomenológica / Existencial y Apertura para la Experiencia, seguida por
Extroversión; Creencias Paranormales también obtuvieron notables asociaciones
con Apertura; la religiosidad estuvo asociada más claramente con Amabilidad y
Concientización y menos con Apertura; la orientación cognitiva en relación a la
espiritualidad estuvo relacionada con la Amabilidad y la Conciencia, seguida
por la apertura y la extroversión y el bienestar existencial, presentó
correlaciones negativas con el Neuroticismo, mientras que obtuvo correlaciones
significantemente positivas con la consciencia, la extroversión y la amabilidad.
Sin embargo, según McDonald, a pesar de esas
asociaciones, los elementos más importantes de la espiritualidad se presentan
conceptualmente únicos, apuntando a la posibilidad de que existan grandes
aspectos de la personalidad que no están representados en el Modelo de Cinco Factores.
Finalmente, Cloninger et al. desarrollaron
el Modelo Psicobiológico de Temperamento y Carácter. De acuerdo con los
autores, el Modelo de Cinco Factores no captura algunas dimensiones
consideradas indispensables para la comprensión de trastornos de personalidad y
los aspectos ligados a la Autoatualización, descrita en la Psicología Humanista
y en la Psicología Transpersonal. Además, los análisis factorial y estadístico
no son capaces de definir la estructura causal subyacente a la variabilidad
biológica y social de los rasgos de personalidad. Por lo tanto, los
autores proponen un modelo alternativo a los Cinco Grandes, que considera los
determinantes biológicos y sociales subyacentes, incluyendo cuatro dimensiones
de temperamento y tres dimensiones de carácter. Las dimensiones de temperamento,
de base hereditaria, son: Búsqueda por el nuevo; Evitación de
sufrimiento; Dependencia
de Recompensas y Persistencia.
Las dimensiones de carácter, ligadas a cuestiones
sociales, al autoconcepto y al aprendizaje son: Autodirección (relacionada a la
autonomía ya la presencia o ausencia de trastorno mental); Cooperativa
(relacionada al sentimiento de formar parte de la humanidad como un todo) y
Autotranscendencia (relacionada con la sensación de formar parte del universo
como un todo y la espiritualidad). La autotranscendencia, específicamente, es
considerada un proceso de desarrollo relacionado a la aceptación de la
espiritualidad, a la identificación con aquello que está más allá del self
individual y, en última instancia, a la pérdida de las fronteras entre el self
y los otros por medio de la identificación con el concepto de un Dios
inmanente, que está en todo. Los autores subdividen la
autotranscendencia en cinco etapas: 1. El olvido del self vs. egocentrismo;
2. Identificación transpersonal vs. el individualismo; 3. Aceptación espiritual
vs. materialismo racional; 4. Iluminación vs. objetividad y 5.
Idealismo vs. sentido práctico.
Cloninger et al. desarrollaron
el Inventario de Temperamento y Carácter (ITC), el cual también auxilia en el
diagnóstico diferencial. Según los autores, bajos resultados en las escalas de
carácter, como Autodirección, están asociados con irresponsabilidad, bajo
control de impulsos y trastornos de personalidad; La baja cooperación está
asociada a déficit de empatía, hostilidad, agresividad y oportunismo, y bajos
resultados de autotranscendencia están asociados a comportamientos
materialistas con poca o ninguna preocupación con ideales como bondad y armonía
universal.
Tabla de asociaciones y resultados
encontrados
Alta
Religiosidad asociada a:
1. Bajo
Psicoticismo
2. Alta
Amabilidad y Conciencia
Orientación
Religiosa Intrínseca asociada a bajo psicoticismo.
Alto
Neuroticismo asociado a:
1. Baja
Religiosidad Intrínseca
2. Alta
Religiosidad Extrínseca
3. Búsqueda
Culpa
– fuerte predictor de Religiosidad Intrínseca y Búsqueda.
Intrínsecos
parecen ser más felices, poseer menos riesgos, ser dogmáticos, no agresivos e
independientes.
La
religión está relacionada con los factores de personalidad, pero esa relación
depende claramente de la dimensión de religiosidad que es medida.
Conciencia
en adolescentes – único predictor significante para la mayor reliogiosidad en el adulto joven.
Adolescentes
con mayor inestabilidad emocional – pero sujetos a adoptar niveles de
religiosidad semejantes a los de su pais.
La
dimensión de Religiosidad es la más probable candidata a residir más allá de
los cinco grandes factores de personalidad.
Discusión
Como afirman McCullough et al.,
los estudios transversales pueden sólo sugerir asociaciones entre personalidad
y R/E, pero no explican el porqué de tales asociaciones. Sólo los resultados del
estudio longitudinal conducido por McCullough et al. presentan
datos más concluyentes a ese respecto, apuntando para la primera explicación de
Michael Eysenck, en que la alta conciencia es predictora de
religiosidad en adultos.
Por otro lado, además de afirmar que hay relaciones
entre personalidad y religiosidad, es imprescindible apuntar a la dimensión de
religiosidad que está siendo asociada a algún factor de personalidad. Maltby,
Maltby et al., Hills et al. y
Koseck que diferencian las dimensiones de religiosidad,
encontrando resultados como la asociación negativa entre la religiosidad
intrínseca (RI) y el psicoticismo (P), pero no entre P y religiosidad
extrínseca (RE); alta RE y búsqueda asociada a altos índices de
neuroticismo (N), así como baja RI a alto N; e RI y búsqueda asociadas
positivamente a la Amabilidad y la Conciencia (A y C). Kosek aún
afirma que personas con y búsqueda poseen mayor A y C, en otras palabras, de
acuerdo con el autor, las personas con una creencia positiva en relación a Dios
presentan predisposición personal hacia los demás.
Uno de los resultados que más llama la atención en
esta revisión parece ser el hecho de que la religiosidad muestra más relaciones
entre sus diferentes dimensiones (intrínseca, extrínseca y búsqueda) que con
los factores de personalidad investigados (PEN o Cinco Grandes). Además,
Saucier y Goldberg26, y Paunonen y Jackson presentan
resultados que corroboran conHills et al., apuntando a
las bajas correlaciones entre las dimensiones de religiosidad y los Cinco
Grandes. Según los autores, la religiosidad es la más probable candidata a
residir más allá de los Cinco Grandes factores de personalidad.
Por lo tanto, ante la probable necesidad de analizar e
investigar mejor la religiosidad o la espiritualidad como dimensiones de la
personalidad, las investigaciones de Piedmont, McDonald y
Cloninger et al. pueden estar presentando
resultados importantes para la mayor comprensión de esas dimensiones.
En este sentido, al analizar las dimensiones de
carácter (Autodirección, Cooperación y Autotranscendencia) propuestas por Cloninger et
al., se puede pensar si no presentan alguna semejanza con la
Trascendencia Espiritual de Piedmont. Eso porque Cloninger et
al. relacionan las tres dimensiones de carácter a la
maduración de autoconcepto, o sea, cuando la persona se siente: 1º. Un
individuo autónomo; 2º. Parte de la humanidad como un todo y 3º. Parte
del universo como un todo. Para Piedmont, Trascendencia Espiritual
puede ser definida como: 1º. Un sentido de conectividad con toda la raza humana;
2º. Universalidad, creencia en la naturaleza unitiva de toda la vida; 3º. Rezar,
tener sentimientos de alegría y contento que resultan de encuentros personales
con una realidad transcendente.
Además, al especificar algunas de las
cinco dimensiones de espiritualidad, McDonald también
presenta características similares a los otros dos. Entre otras,
McDonald incluye: Sentido y propósito, la percepción de si mismo
como siendo competente y capaz de lidiar con las dificultades de la vida y con
las limitaciones de la existencia humana y Expresión de la espiritualidad por
medio de significados religiosos.
Conclusión
Los principales hallazgos de esta revisión fueron:
Alta Religiosidad asociada a bajo P, y altas A y C.
Esta relación entre religiosidad y personalidad depende claramente de la
dimensión de religiosidad que es medida. Así, se observa que
RI está asociada a bajo P; Baja RI, alta RE y Búsqueda están
asociadas a alto N; y el sentimiento de culpa aparece como un fuerte predictor
de RI y Búsqueda, aunque los intrínsecos parecen ser más felices, ser
dogmáticos, no agresivos e independientes.
El único estudio longitudinal encontrado presenta C en
adolescentes como único predictor significante para la mayor religiosidad en la
adultez joven. Esto sugiere que la hipótesis de Michael Eysenck es
correcta al afirmar que las personas con bajo índice de P (o alto índice de A y
C) serían más atraídas hacia la religión. McCullough et al. también
concluyen, a partir de sus resultados, que adolescentes con mayor inestabilidad
emocional están más sujetos a adoptar niveles de religiosidad semejantes a los
de sus padres. Finalmente, la asociación positiva entre A y C, según Kosek,
significa que una predisposición personal hacia los demás está asociada a una
creencia positiva hacia Dios.
Sin embargo, aunque se han encontrado asociaciones significativas
entre religiosidad y personalidad, algunos autores sostienen que la creencia en
una dimensión de Religiosidad, en una realidad trascendente o en un Dios
personal, parece no poseer correspondencia entre ninguno de los cinco factores
de personalidad. De esa forma, la dimensión de
Religiosidad es presentada como la más probable candidata a residir más allá de
los cinco grandes factores de personalidad y la
trascendencia espiritual, segúnPiedmont, puede considerarse una
sexta dimensión de la personalidad. Por último, esta revisión también analizó
dos importantes contribuciones para la evaluación y para el diagnóstico
diferencial entre psicopatología y R / E: las Cinco Dimensiones de
Espiritualidad y el Inventario de Expresiones de Espiritualidad, desarrollados
en el estudio de McDonald, y las Tres Dimensiones de Carácter y el
Inventario de Temperamento y Carácter, desarrollados por Cloninger et
al.
Las directrices para futuras investigaciones son:
- evaluar
la R / E como una posible dimensión de personalidad;
- desarrollar
un modelo que pueda reunir las similitudes encontradas entre los estudios de
Piedmont, McDonald y Cloninger et al.;
- conducir
un estudio longitudinal que pueda evaluar la relación entre R / E y personalidad.
Finalmente, al parecer, el estudio de las relaciones
entre personalidad y R / E ha aumentado y su investigación tiene relevancia,
principalmente porque muchos datos apuntan a su relación con el bienestar y la
salud.
Archivos de psiquiatría clínica (São Paulo)
Print version ISSN 0101-6083On-line version ISSN 1806-938X
Rev. psiquiatr. clín. vol.36 no.4 São Paulo 2009
Dirección para correspondencia:
Letícia Oliveira Alminhana
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